El error (Jake Gyllenh)

-No me digas que te ha molestado...- dije con ánimo de burla mientras salía de la habitación, paseándose desnudo por la casa, no le culpaba era su casa y podía ir como le diera la gana, pero yo tenía ojos, así que tendría que aguantar mis miradas... él también me había echado algún que otro vistazo, que no se atreviera a negármelo.

Le seguí hasta la cocina, mientras el vestido estaba en la secadora y fui junto a él, apoyando mis manos sobre la barra, una a cada lado de su cuerpo. -Es mucho mejor así y lo sabes ¿beber juntos en la cama?¿Y si te emborrachas demasiado y dices algo de lo que puedas arrepentirte?- vale, intentaba quitarle hierro al asunto, tampoco quería que se enfadara porque era capaz de dejarme en la calle tal y como estaba y como que eso no me hacía ni pizca de gracia.

Parecía ignorarme, bebiendo una y otra vez de la botella, finalmente se la tuve que quitar, me sentía ignorada. -¿Qué tal si mientras espero por el vestido te preparo algo de comer?- le vendría bien con ese ritmo que llevaba empinando el codo.

Sonrei, sabia que le jodia lo suficiente que simulara que pasaba de ella como para sacarme la botella y asi lo hizo. Señale la nevera dejandole libre para que hiciera cuanto quisiera, despues era yo quien estaba siendo algo de lo que a ninguno nos gustaba, demasiado cariñoso? Como debia tomarme que me alimentara con tanto interes? Si no queria matarme con alguna de las cosas que le echara dentro podia estar tranquilo. Cuando se dio la vuelto cogiendo un delantal que habia justo al lado de la nevera, algo que a mi pareced, estando en ropa interior con aquello, lo veia bastante sexy, volvi a coger la botella de alcohol, dandole un nuevo sorbo.

- Soy bastante consciente como para no soltar nada de lo que ya tengas consciencia -le sonrei- Que me hara la nueva cocinera para -miro por la ventana que justo tengo delante- Cenar?

Me hizo cierta gracia ponerme el delantal, me daba un aspecto mucho más dedicado de lo que era en realidad. -Yo no cocino Jake, deberías saberlo- era una verdadero desastre y así estaba. -Sólo preparo- añadí, abriendo la nevera para echar un vistazo a lo que tenía. Haría el gran esfuerzo de hacer unos sandwiches, hasta podría tostar el pan si no tenía miedo de que me acercara al tostador, con lo gafe que era, explotaría y ardería la cocina.

Me acerqué y le quité la botella de alcohol para darle un sorbo, sin apartar mi ojos de los suyos. Me pasé el dorso de la mano por los labios, no necesitaba servilletas no para eso, en ese instante la bebida me pareció algo más fuerte que antes. -¿Alguna petición?-

Cuando aparto sus dedos de sus labios pase los mios, impregandolos de restos de alcohol que habian quedado para pasar luego la lengua por mis dedos, me mordi el labio inferior, mientras la miraba de arriba a abajo, no sabia que aquella pequeña indumentaria me estaba poniendo tonto, aunque no hacia mucha falta para ponerme.

- Me gusta este tipo de ropa, tendrias que ir siempre asi -baje de la barra pasando por su lado-

Abri la nevera cogiendo un par de huevos y algo mas que pudiera encontrar por alli dentro. Cogi la sarten y restos de utensilios, sabia que nunca habia sido gran cocinera, siempre acababa haciendo yo la comida mientras ella me metia mano, en aquel caso, creo que lo de meter mano no seria posible.

- Como los viejos tiempos, sin tener en cuenta que no me tocas-me medio gire dedicandole una sonrisa-

No tarde demasiado en hacer un par de huevos y ponerlos en un plato, si queria algo mas tendria que hacerlo ella.

- De postre, fresas?

Me quité el delantal y traté de mantenerme distraída mientras cocinaba, siempre se le había dado mejor que a mi, pero yo no pude ni acercarme a una sartén hasta que me fue de casa y no tenía ánimos de aprender a cocinar de aquellas, así que me había alimentado de precocinados, comida a domicilio y cosas que, como mucho, sólo iban al microondas.

Con lo que había cocinado él estaba bien, incluso la idea de las fresas era tentadora, pero algo fallaba. -Jake, crees que... ¿podrías ponerte unos pantalones o algo?- sí, vale, estábamos en su casa, pero me estaba sintiendo realmente incómoda, al menos yo iba en ropa interior.

Solte una carcajada de golpe, si, no queria que mi amigo se enfriara y dejara de funcionar, creo que a ella tampoco le convendria que no funcionara despues de los gratos recuerdos que le habia echo volver de golpe. Deje los platos encima de la barra americana mientras le sonreia de medio lado y desaparecia por la puerta que habia justo al lado de la nevera, mi habitacion.

Cogi unos calzoncillos y me los puse, luego busque en mi armario unos pantalones cortos de deporte negros. Sali de la habitacion encontrandome con Bedisa sentada en la pequeña mesa que habia en el salon con las piernas cruzadas, no me reprimi mucho en mirarla con aquellos ojos deseosos de sexo. Me sente delante suyo, se las habia apañado bien para encontrar todo.

Era una cocina, no un laberinto, no me había sido demasiado difícil encontrar unos cubiertos y llevarme la comida y el alcohol conmigo. Jake salió de su cuarto, al fin con unos pantalones, cosa que me hacía sentir algo más tranquila, a verdad, y se sentó delante de mi.

Se me hizo realmente raro cenar allí con él, pero regándolo todo con la bebida lo hacía algo más fácil. -¿Por qué guardas la foto del claro?- es más, ¿por qué la tenía ahí? Había querido deshacerse de todo lo que le recordara que habíamos estado juntos, esa imagen allí no pintaba nada. Ni siquiera fui capaz de mirarle al preguntárselo, no esperaba una respuesta sincera por su parte.

Empeze a comer los huevos que habia preparado, se notaba que llevaba bastantes años viviendo solo y orgulloso estaba de ello, acabaria con mi padre si estuviera viviendo con el, ya estaria en la carcel por homicidio no por drogadicto.
Pare de comer de golpe cuando solto aquella pregunta, me cogio por sorpresa haciendo que mi tenedor acabara en el suelo, lo cogi mientras intentaba buscar alguna excusa para contestarle.

- Porque es una foto de un paisaje que siempre me ha gustado -le sonrei mientras limpiaba el tenedor con una servilleta de papel-

Bedisa desvio la mirada cuando le conteste, sabia que no era tan estupida como para creerselo, pero, no queria que urgara aun mas.

Ya, resulta que era una lugar precioso y él apreciaba su belleza natural ¿no? Ya, claro, que convincente era... Desvié la mirada a la foto tras aquella escueta respuesta y me quedé mirándola unos segundo. Demasiados recuerdos, mala señal.

Volví a mirarle, mientras seguía comiendo como si nada, mentía, no sé por qué, pero no seguiría preguntando, ni él quería contestar ni yo esperaba que lo hiciera, todo estaba bien.

Acabe de comer todo cuanto me quedaba en el plato y me levante, habiamos tocado un tema un tanto incomodo para ambos, lo habia podido apreciar en su expression de antes. Me meti detras de la barra americana metiendo los platos en el lavavajillas. Fui hacia la nevera cogiendo algunas fresas que habia en su interior poniendolas en un plato y cogiendo el pote de nata. Cogi ambas cosas y volvi a sentarme en la mesa viendo como Bedisa seguia en las nuves.

- Vuelve Bedi si no quieres quedarte sin esto -dije mirando las fresas, sabia que le encantaban-

Me costó un rato bajar de mi nube y eso que había estado haciendo todo lo posible por no subir, por mantener la mente clara y ser razonable, pero había terminado acostándome con Jake y ahora estábamos cenando ¡mierda!
-¿Qué?- pregunté, ni me había percatado de lo que me había dicho, pero cuando señaló el plato de fresas le entendí. Que me disculpara, pero no fiaba de él teniendo un bote de nada en las manos, seguro que entendía por qué. -Sí, claro... el postre-

Cuando vi la mirada que me echaba teniendo el bote de nata en mis manos lo tuve del todo claro, si, soliamos ser bastante morbosos experimentando con todo tipo de cosas, cuando eramos crios, ahora se experimentaba pero, estaba del todo seguro que no estaria a favor. Deje el bote de nata encima de la mesa y le sonrei forzadamente.

- Hoy no untare tu cuerpo en nata Bedi - dije aguantandoma la risa-

Vale, aquella vez habia estado bastante bien, la que habiamos armado con la nata seria digno de recordar toda la vida pero, quizas no fuera lo mejor para aquella vez.

El se esforzó por aguantar la risa, pero yo no, a veces olvidaba lo fácil que era para él interpretar mis reacciones, él también recordaba el estropicio de la nata...-Eres de lo que no hay, Jake- dije negando con la cabeza, resignada, mientras cogía una de las fresas y le daba un pequeño mordisco. Siempre me habían gustado, eran una de mis frutas favoritas.

Vi como me miraba y me quedé algo contrariada, había pasado mucho tiempo, nos habíamos encontrado de mala manera y aún así habíamos terminado como temrinábamos siempre cuando estábamos juntos, sólo que ya no éramos pareja, no éramos nada y estábamos allí sentados ¿era la única que estaba tensa? -¿Qué pasa?-

Negue con la cabeza mientras me inclinaba ligeramente encima de la mesa y le daba un mordisco al trozo de fresa que aun quedaba entre sus manos, le guiñe un ojo al hacer aquello.
Cogi una fresa y le puse nata en la punta mirandola con lascividad, le tendi la fresa a Bedisa para luego darle en la nariz con ella, impregnandola de nata, lo cual me conllevo a levantarme nuevamente ligeramente y lamer con la punta de mi lengua la nata que habia quedado, se quedo parada, quizas asombrada. Me separe de ella comiendome la fresa y cruzando mis brazos.

- Vale, no lo volvere a hacer -le sonrei forzadamente-

La verdad es que no me molestó del todo, había sido más suave que en cualquier otro momento, unos años atrás me hubiera tirando sobre la mesa y me hubiera cubierto de nata. Sonreí y negué, encogiéndome de hombros mientras cogía el bote de nata y miraba a Jake con picardía. -Tranquilo, ha sido... gracioso- ¿gracioso? ¿Eso era lo mejor que se me ocurría?

Cogí otra fresa del plato y la bañé en nata, acercándome a Jake, no sería tan original como él, le dajaría que se la comiera. Le dio un mordisco y me miró mientras masticaba. Hizo el amago de acercarse, no quería que me besara, no todavía, así que directamente le rocié la cara con nata... estaba muy gracioso (y delicioso).

Siempre tenia que acabar cubierto de nata, por lo menos alguna parte de mi, otras partes lo habian echo en un pasado, algo que no se repetiria y menos viniendo de ella. Me quede con una expresion algo comica, apoyado en la mesa con la cara cubierta de nata, pase uno de mis dedos por mi rostro impregandolo de nata para luego llevarlo a los labios de Bedisa, que lo lamio bastante provocativamente. Me junte mas hacia su rostro.

- Y ahora quien me limpiara? -dije con un tono bastante provocativo mientras arqueaba una ceja-

Esperaba que fuera ella, sobretodo que lo hiciera como ella sabia, cuando eramos crios en una de las muchas ocasiones de nuestros encuentros con la nata, lo habia echo bastante bien eso de deshacerse de la que habia por mi cuerpo.

Pegué mi cuerpo al suyo, pasando una de mis manos por su costado hasta su espalda mientras estiraba el brazo libre para coger otra fresa del plato, sin dejar de mirarle. En el fondo me hubiese gustado lanzarme sobre Jake, pero ya había tenido más que suficiente para haberme dicho más de una vez que no quería saber nada de él.
Pasé la fresa por su mejilla y sonreír. -Te traeré un par de servilletas- dije divertida, mordiendo la fresa ¿se lo esperaba de verdad?¿En serio? Bueh... quiás si seguíamos bebiendo. Me separé de él y fui hacia la barra, allí tendría que tener servilletas de papel, aunque lo ideal sería que se lavara la cara.

Fui detras de ella en cuanto se levanto, cogiendola de imprevisto por la espalda y acercandola a mi, mientras paseaba mis manos por su cintura y mi lengua por su cuello, estar lleno de nata y teniendola a ella ligera de ropa, solo empeoraba las cosas, en parte para ella, porque, ya sabiamos ambos que yo, no me negaria nunca a un nuevo polvo.

- Primer cajon de la derecha -dije en un susurro al lado de su oreja mientras paseaba mi lengua por el lobulo de ella-

Notaba como su cuerpo empezaba a arder, quizas recordar lo que podiamos hacer con un pequeño esprai de nata la habia calentado lo suficiente?

Curioso, él era el que estaba cubierto de nata pero era yo quien recibía los lametazos ¿qué iba mal ahí? -Jake... para- le pedí, al notar como mordía e lóbulo de mi oreja, me encantaba, era algo que simplemente me ponía a cien y él lo sabía y supongo que por eso no paró. Tuve que ponerle freno a eso yo misma, escapándome de él para ir a por las dichosas servilletas. Las cogí y se las di de mala gana al pasar a su lado de vuelta a la mesa. -Siempre provocando- aunque yo no me estaba quedando atrás, la verdad.

Si, era algo que me gustaba provocarla, pero, aquellas reaciones de tia dura solo me hacian tener mas ganas de ablandarla algo mas. Cogi las servilletas y me limpie la cara que antes, la mis provocadora me habia impregnado de nata. Fui hacia la pica de la cocina lavandome la cara y secandome con aquellos papeles. Queria ver como el provocador, se volvia algo mas decente, quizas asta repugnante para ambos? No me costaba nada ser un gran actor.
Fui hacia la mesa mirandola de arriba a abajo.

- Si no te importa Bedisa, me gustaria que te pusieras algo de ropa, el ambiente se caldea yendo asi de ligera -fui frio, pero solo estaba empezando-

Pase por su lado sin llegar a mirarla nuevamente sentandome en el sofa donde en un principio estaba medio muerto. Me estire en el mirando el techo.

Que poco le iba a Jake hacerse el difícil... pero le iba mucho actuar, así que supuse que sólo pretendía provocarme, sin embargo las mujeres no somos como los hombres, no nos encendemos cuando nos ignoran, todo lo contrario. Yo era rara, a veces ni con atenciones quería ceder (ceder por segunda vez, al menos). -Claro ¿y qué pretendes que me ponga? Porque mi vestido está en la secadora... aunque siquieres puedo volver a ponerme el delantal- que sabía que le gustaba.

Seria una buena idea verla nuevamente en delantal, pero, no para mi pequeña tactica de tio duro que no duraria ni dos segundos. Me levante del sofa pasando por su lado cogiendola de la mano y llevandola a la cocina donde abri la secadora y saque su vestido, ya estaba seco, joder, llevaba un buen rato alli metido como para no estarlo. Me di la vuelta mirandola a los ojos y deje el vestido encima de la barra americana.
Tras volver a darme la vuelta entre en mi habitacion a ponerme una camiseta, queria que no volviera a pasar nada, asi lo tendria, seria "puro" por lo menos con ella.

Mientras ella estaba haciendo algo de lo que desconocia, ordene algo el gran alvoroto que habiamos montado ambos al montarnoslo.

El vestido no lucía tan bien cuando estaba sin planchar, pero nada más llegar a casa tendría que volver a lavarlo y esta vez de verdad, sin interrupiones para sexo casual.
Fui hasta la puerta del cuarto de Jake, estaba recogiendo un poco y se había puesto una camiseta, de no concerle como lo hacía, diría que le había quitado del todo las ganas de repetir... ¡ja! -¿Me ayudas con la cremallera?- le pedí de un modo totalmente inocente.

Me di la vuelta cuando senti la mirada de Bedisa en mi, por lo visto tenia problemas con su cremallera, sabia que ese modo inocente de decirlo no era del todo cierto, la conocia, sabia cuando se guuardaba un as en la manga, aquella vez seria un completo borde, si, me gustaba la idea.
Me acerque a ella dandole la vuelta de una manera brusca y subiendo su cremallera de golpe, la solte y sali de la habitacion.
Me pare en seco en la repisa de la puerta.

- Por cierto, no cantes tan rapido victoria, hoy no pero quizas otro dia si -me gire sonriendole y me perdi-

Fui hacia mi estudio de fotografia, centrandome en las fotografias que habia echo aquella misma mañana, tendria que ir por faena si no queria quedarme sin una mierda de trabajo.

Me reí y negué con la cabeza, era incorregible. Me miré en el espejo del cuarto de Jake, colocándome el vestido y tratando de hacer algo con mi pelo, estaba horrible, me había empapado en la ducha y se había secado al aire, de modo que había quedado ondulado y algo encrespado, epro había estado peor.
Una vez algo más decente, seguí a Jake hasta su estudio y llamé a la puerta a pesar de que estaba abierta. Uno de mis mejores recuerdos con él era de cuanto me había enseñado a revelar fotografías, pero claro, habían pasado ya unos cuantos años de eso. -¿Mucho trabajo?-