El error (Jake Gyllenh)

Sólo abrí la boca para pedirle su dirección, pero después de eso me mantuve callada y muy, pero que muy tensa. Jake trataba de ayudarme a conducir, pero lo único que conseguía era ponerme nerviosa y que el volante se fuera hacia donde no debía cada vez que a él se le iba la cabeza.

Lo peor fue aparcar, me cargué la defensa de uno de los coches alrededor, pero es que a mi me daba igual, no tenía por qué responsabilizarme. Otro tema fue sacarle del coche y conseguir que me diera las llaves. Las escaleras fueron otro reto, nos caímos un par de veces y yo llevaba un puto vestido, me estaba dejando las rodillas en los peldaños y no me hacía ni pizca de gracia.

-Bien, ya estamos aquí- dije dejándolo caer en un sillón de la sala, austero, peor que mi caserón si cabe (no, nada era peor que aquella casa, pero me consolaba ver que no vivía de un modo que no mereciera). -Que te vaya bien, Jake. Te veré en tu funeral- no pretendía quedarme, me daba demasiado miedo.

Off: cero inspiración... post cacoso xD

Me estire al fin en el sofa, despues de estamparme varias veces contra los escalones que habian en el pequeño porche de la entrada, vale, aquella vez no habia puesto de mi parte, pero, no se suponia que tenia que llegar a mi casa sano y salvo? No sabia si estando con ella aquello se cumpliria. Por suerte el sofa era lo suficientemente bueno como para que me olvidara de todo lo que habia pasado antes de entrar, lo bueno de ser fotografo con prestigio.

- Ten piedad de mi, no te doy pena? *me levante como pude mirandola viendo como se daba la vuelta*

En aquel instante tosi, si, solia ser un gran actor cuando me lo proponia, demasiado sobre exagerado pero si tenia que conseguir tener a una niñera/ cuidadora, eso no era suficiente.

- Vamos se que soy un cabron pero si muriera te comeria por dentro el remordimiento

-Tienes razón...- en todo, me jodía no ser tan mala persona como todo el mundo pensaba -... eres un cabrón- pero aquella vez haría honor a la mala opinión que tenía la gente sobre mi. Me crucé de brazos, mirándole con intenso odio, mirada que se pasaría por el forro, lo sabía. -¿Cómo tienes tan poca vergüenza de pedirme ayuda después de lo que has intentado hacerme?- probablemente ya se le hubiera olvidado, tanta mierda por la nariz no era buena. Me di media vuelta y fui hacia la puerta, con un poco de suerte esta vez estaría calladito... aunque yo no solía tener suerte.

Mis brazos me fallaron y acabe nuevamente tumbado en el sofa, Bedisa, no sabia que yo todo lo que hiciera lo olvidaba, bueno, en parte, no le daba tanta importancia como le solia dar a todo ella, por eso, supongo que acabamos pasando el uno del otro. Oi como sus pasos volvian hacia el lugar que tenia en mente. Di una vuelta en el sofa cayendo al suelo, haciendo un ruido bastante mas descomunal de lo que me imaginaba, no era de extrañar habia acabado encima de una pequeña mesa que habia justo delante del sofa, con demasiado impulso, partiendola y clavando algunos cristales por mi cuerpo.

- Joder! *fue lo unico que pude decir cuando note como varios trozos de cristal se apegaban a mi cuerpo* - Vamos Bedi, juro no volver a meterte una mano encima pero por lo menos hazme el favor de ayudar a este pobre cabron

Sabia que le encantaba que me humillara a mi mismo, era algo que a mi no me costaba demasiado hacer con cierto disimulo para que pareciera del todo real.

Sí, la verdad es que me gustaba verle humillarse, pero sabía que no era algo que le costara mucho ni que le diera vergüenza, del mismo modo que él sabía que yo iba a ser incapaz de dejarle tirado en el suelo sangrando, era superior a mi.

Me asusté cuando escuché el estruendo y me di media vuelta, viendo como se había caído sobre la mesita de centro de cristal al intentar moverse en el sofá. -¡Jake!- no logré disimular ni lo más mínimo la preocupación y fui hacia él, arrodillándome a su lado para ayudarle. Como podía ser tan idiota y tenerse tan poco aprecio como para terminar así... No era la primera vez que le veía hacer idioteces en ese estado, drogado o bien alcoholizado, alguna que otra vez había pretendido tirar la puerta de mi casa para salvarme, en plan don Juan de película. -Dios mío, eres tan... tan...- había que inventar nuevos adjetivos para describirle porque los que existían no valían.

- Increiblemente idiota? Increiblemente encantador? Intensamente morboso? *dije mirandola con una sonrisa en mis labios*

Aun estando en el estado que estaba, con algunos cristales clavados en mi cuerpo, no perdia aquel humor que tanto em caracterizaba, mas bien, ni aun estado en mi lecho de muerte lo perderia.
Me medio incorpore con la ayuda de Bedisa, por lo menos habia llamado su antencion, quien sabe quizas se quedaba alli aquella noche por miedo a que me suicidara.

Con mis manos empeze a buscar en mi cuerpo trozos de crital incrustados y arrancandolos todo lo que podia, la cara de Bedisa era un cuadro, una mezcla de repugnancia por aquello y por mi.

- Quieres que te pida perdon por lo que he echo antes? Vale perdon, se em ha ido la olla demasiado, lo se tendria que dejar de drogarme etc etc Pero ya sabes que no puedo *por lo menos por primera vez en mi vida, le pedia perdon a ella, aunque no lo sintiera profundamente* -Pero vamos ayuda a este podre drogadicto con trozos de cristal clavados en su cuerpo

Me quedaba con la opción de increiblemente idiota... aunque la de encantador no iba demasiado lejos. Sabía siempre exactamente qué hacer para tener detrás, aunque fuera de un modo tan forzado como aquel. -Ya vale ¿quieres?- me mataban sus falsas disculpas, pero tendría que quedarme, al menos, hasta que se durmiera.

Con dificultad volví a dejarlo tendido en el sofá, no era nada hábil quitándose los cristales del cuerpo, algunos simplemente los rompía, dejando parte de ellos bajo la piel. Traté de ser lo más cuidadosa posible al extraer los pedacitos de cristal de su piel, aunque por momento sintiera deseos de clavárselos todavía más. -No me das pena, Jake, no por haber terminado en este estado...- no sentía pena por él por ser un adicto, él mismo se había metido en ese berenjenal, - pero sabes que no puedo negar ayuda a nadie- aunque todo el mundo en aquel estúpido pueblo siguiera pensando que era una bruja retorcida como mi madre y mi abuela. Ya ni me molestaba en dar otra impresión.

La conocia suficiente, es que no se habia dado cuenta de ello? No habia cambiado nada, por lo menos no psicologicamente porque fisicamente estaba para... Volviendo al grano, siempre tenia que ser la buena, que sentir pena, sobretodo por mi, solia chantagearla por ello, gracias a aquella diferencia, ella demasiado noble y yo demasiado cabron sin ni siquiera sentir ni un pequeño remordimiento.

- Se que no te doy pena, nunca lo he echo *la mire desafiante*

Me miro friamente mientras me extraia un nuevo trozo de cristal que me hizo coger el cogin y llevarmelo a los labios donde clave mis dientes alli y ahogue un grito.

- Vale, vale, lo he pillado, boca cerrada

Terminé de extraer los cristales y me puse en pie sin siquiera mirarle, yendo hacia el baño a buscar algún tipo de desinfectante, gasas y vendas, era tan desarodenado como yo, o incluso más, jamás tenía las cosas a mano, así que me llevó un rato reunir todo.

Al regresar seguía tirado en el sofa y de sus heridas manaban hilos de sangre que echaban a perder su sofá. Volví a arrodillarme a su lado y empapé una gasa en alcohol. -No escocería ni lo más mínimo si hubiera encontrado agua oxigenada, pero sólo tienes alcohol- dije con una amplia sonrisa, apretando sobre una de las heridas, viendo como se retorcía.

Joder! No tenia que pasar por aquello un par de minutos quizas segundos mas y ya no tendria aquella mierda en mi cuerpo. Aparte la gasa empapada que habia puesto encima de la primera herida, fulminandola con la mirada, no se echo hacia atras, sabia que estaba mas que acostumbrada, ante sus ojos mi herida sano, no sabia si recordaba que el tipo que tenia justo delante era un licantropo que no necesitaba todas aquellas curas para sanar. Quizas asta por eso no me hacian el mismo efecto ni las drogas ni el alcohol sin tener en cuenta el aguante que tenia en la cama.

- Alcohol de todo tipo *le sonrei* - Hazme un favor, traeme un ibuprofeno para que deje de latirme el cerebro con tanta intensidad

Le sonrei como un angel cuando le pedi aquello, si, cuando queria conseguia lo que me proponia poniendo en practica mis dotes de artista demacrado por las drogas.

Quería verle sufrir... y sí, parte de mi ólvidaba a veces su parte de licántropo, prefería pensar que era un tipo normal hasta las cejas de drogas, eso era suficiente problema.
Negué y tiré a un lado la gasa, cerrando el bote de alcohol y levantándome para ir a por un vaso de agua y un ibuprofeno. Sonreí ante el botiquín al ver la caja, a mi ya no me hacían nada, necesitaba pastilas mucho más fuertes para las migrañas que me producían las visiones, mi botiquín sería una fiesta para un tipo como Jake.

No tenía agua, no tenía nada que no fuera alcohol y bebidas con cafeína, malas para su dolor, así que le llevé un vaso de agua del grifo. -Aquí tienes- dije sin más, tendiéndole ambas cosas, era una enfermera un tanto desagradable.

Me trago el ibuprofeno tal y como le pedi, estaba por decirle si me lo podia dar de sus labios pero, preferi callarme mi boca que pedia mas que nada en el mundo, coger el baso y tomarmelo, mejor asi que no tenerla de morros, de mala leche y conmigo por medio, sabia que no me haria nada o quizas si?
Me incorpore en el sofa sonriendole de oreja a oreja, le cogio por sorpresa quedandose lapsada por un instante, quizas habia recordado algo no demasiado bueno para ella?

- Recordando quizas? *mis palabras la sacaron del trance al instante llevandome un golpe por su parte en el hombro* - No debes ser tan impulsiva, sabes que puedo acabar contigo en segundos, si no fueras mi enfermera sexy ya te habria matado

Iva demasiado tapada para ser la enfermera sexy pero por lo menos aquel vestido dejaba mas a la imaginacion que cualquier otro.

¿No iba a dejar de amenazarme? Porque había logrado que tuviera miedo de sus reacciones y no porque pudiear pegarme, precisamente. -Veo que ya estás mucho mejor, así que me iré. Intenta dormir...- no sé para qué me preocupaba, en cuanto me fuera, si es que no se tiraba sobre la tele esta vez para impedírmelo, se drogaría de nuevo, aunque viendo como le había sentado la primera vez, quizás prefiriera salir a pillar algo mejor.

Fui hacia la puerta, pensativa, la verdad es que era la primera vez en años que alguien decía que fuera sexy, me contrariaba, no era delgada por cuidarme, si no por no comer, no era alta, ni curvilínea, no me consideraba una chica bonita, pero Jake parecía no tener mucho criterio.

Antes de que llegara a abrir la puerta corri hacia la salida, la unica que habia en toda la casa y me puse delante de la puerta impidiendole el paso, ella unicamente cruzo los brazos mirandome con odio.

- No me mires asi sabes que no conseguire matenerme bien si no estas *le sonrei con picardia* - Vamos estate un rato aunque sea para recordar viejos momentos

No sabia si era lo mejor, los viejos momentos no habian sido demasiado buenos, si no contabamos con las imbeciladas que haciamos, las putadas que le haciamos a su madre siempre que podiamos y las horas metidos en una habitacion los dos solos.

- Bah! Sabes que no te metere un dedo encima y mas si lo he prometido, aunque sea un drogadicto lo cumplo

Me crucé de brazos y le miré con cierto odio, pero pronto mi expresión se relajó, a pesar de que sabía que no debía hacerlo. Me rendí, tendría que quedarme, a sabiendas de que lo que podría pasar. -No, no lo cumplirás- dije con cierta amargura dándome la vuelta y yendo hacia el sofá. Si había dicho que iba a arrepentirme de ir allí nada más ponerme de pie en el cementerio era por una razón. Había tratado de huir más de una vez, y quizás volviera a intentarlo, pero en algún momento podría pasar algo, podría decir algo y terminaría haciendo algo que no quería. Definitivamente, lo de recordar viejos tiempos, pintaba mal, necesitaría una copa para digerir todo aquello.

Habia sido bastante clara, solia cumplir todo cuanto dijera, si aquello que hubiera dicho lo recordaba y si no habia algo de por medio, entonces, cambiaba todo. Bedisa me conocia demasiado como para engañarla aun asi se sento en el sofa con cara de pocos amigos.

- Vale, quizas no lo recuerde en algun momento *me sente a su lado haciendo que ella se moviera ligeramente hacia el otro extremo del sofa* - Tranquila no muerdo *me eche a reir*

Si que mordia y ella lo sabia tanto en mi estado no tan licantropo como estando en el, me gustaba morder era algo que siempre habia echo cuando estaba en pleno acto, teniendo en cuenta que no lo estaba mas bien, no lo haria.

- Y bien que es de la vida de mi querida Bedisa

Me hice a un lado cuando se sentó, no quería tenerle demasiado cerca, no sabiendo lo largas que tenía las manos. ¿Que qué había sido de mi vida? Me encogí de hombros y negué con la cabeza. -¿Te interesa?- no, claro que no, ahora se suponía que entablábamos conversación, me conquitaba y me bajaba las bragas ¿no? No, tendría que esforzarse un poquito más, aunque prefería que no lo intentara, me ahorraría la incomididad y la culpa de los próximos días (semanas, meses...).

Me encogi de hombros, se suponia que debia tener alguna idea maligna en mi cabeza para poder preguntar aquello? Puse cara de ofendido algo que a ella le cogio por sorpresa, mis dotes artisticas, luego la cambie rapidamente a una sonrisa, mientras me tocaba el corazon, simulando estar dolido pero con una sonrisa que dejaba claro que no lo estaba ni lo mas minimo.

- Tengo que tener alguna intencion no demasiado buena para poder preguntar por la vida de mi ex cuando hacer mas de 2 años que no se de ella? *arquee una ceja* - Muy bien ya te dire yo lo que he echo aunque supongo que ya te lo imaginas *le sonrei*

Puso cara de asco ante mis ultimas palabras, estalle en risas, lo que podia conseguir que una mente se imaginara con unas simples palabras, no tiene precio.

Viniendo de él ¿qué me iba a imaginar? Había tres cosas que habían estado más que presentes en su vida en los últimos años y eran la fotografía, el sexo y las drogas y que me pusiera cara de niño bueno y me lo viniera negando que le retorcía en cuello hasta que dejara de respirar...

-¿Quieres hablar, Jake?- pregunté seria, al ver lo bien que se lo estaba pasando él a costa de las preguntas. -Cuéntame entonces por qué te metiste en las drogas, o cómo es posible que te volvieras tan cabrón, o a cuántas chicas has emborrachado o forzado para meterlas en tu cama...- a la primera pregunta jamás había tenido valor de contestarme, principal motivo de que lo dejáramos... las malditas drogas. Del resto, bueno, me imaginaba las respuestas, pero a él no le hizo ni pizca de gracia que formulara las preguntas.

Mi cara cambio completamente a una de seriedad total, sabia, me conocia tan bien como para saber el tipo de preguntas que no me hacia una mierda de gracia, sobretodo la primera, por la cual ella y yo habiamos dejado todo lo que pudo haber entre los dos y habiamos acabado siendo... Un odio amor de ex's.

- Primero cabron he sido toda mi vida, otra cosa es que tu no tuvieras dos dedos de frente para verlo, dos no suelo forzarlas para tirarmelas, lo hacen ellas solas y tercero si me drogo o no es mi asunto

Podia llegar a ser realmente insorportable cuando me lo proponia ella lo sabia, era consciente de lo mucho que podia llegar a calentarme de aquella manera.

Sonreí y negué con la cabeza, levantándome del sillón para ir a buscar algo que me hiciera aquello un poco más llevadero. -Ni siquiera eres capaz de darme una explicación, nunca has podido, y ahora mírate...- podía haber sido brillante, pero no lo era, había tirando demasiadas cosas por la ventana.
Rebusqué entre sus botellas vacías hasta encontrar una a medias de whisky y ni siquiera me molesté en coger un vaso, no tenía mucho filtro, era todo una alcohólica en potencia. Ni mezclaba ni me moderaba, aunque claro, estando cerca de Jake toda precaución era poca. Volví al sofá y me senté en mismo sitio, tendiéndole la botella, si yo necesitaba beber, me imaginaba que él aún lo ncesitaría más.

Volvio con una botella de alcohol, cuando vi la etiquieta vi como era el mas fuerte que tenia en aquella casa, no habian pocas botellas algunas vacias otras no, la mayoria no lo estaban. Cogi la botella rozando levemente su mano y dandole un buen trago a la botella haciendo que bajara el liquido bastante mas de lo que normalment podria hacer.

- Si me miro, drogadicto, pero con presitgio en la fotografia, sabes tan bien como yo que me viene de familia

Habia tenido bastantes problemas con mi padre, bebia como un desgraciado y luego se ponia violento, de alli a que me pasara noches enteras en casa de Bedisa, algo que a su madre no le gustaba demasiado.

- Ya basta de solo hablar de mi, de ti que es? Que has echo durante todos estos años

Me cogio la botella de la mano y le dio un sorbo.

Cogí de nuevo la botella, con mi habitual cara de enfadada, ya estaba de morros mirando hacia la nada, y le di un pequeño sorbo mientras me encogía de hombros. -Estar encerrada... no todos gozamos de mismo prestigio que tú en este pueblo- Jake bien sabía que el apellido Bailey era una condena para, un lastre que me había impedido hacer amigos en el instituto, incluso conseguir un trabajo decente. Con el paso de los años y a muerte de las brujas la cosa se había relajado un poco, pero yo ya me había vuelto demasiado solitaria.

No, ni por asomo y sobretodo si se trataba de una familia de brujas no demasiado santas las que estaban por medio, para su suerte habian acabado bien enterradas bajo tierra, aquello solo le seria un punto a su favor para sobretodo aquel pueblo.

- Pues ganatelo y deja de ser tan cerrado, poco sociable y estirada *le sonrei*

Sabia que odiaba siempre que era tan claro y sincero con ella, pero era aquello o ser una amargada como, seguramente, habia estado todos aquellos años despues de mi partida hacia otros lugares.

- Quizas echabas de menos el punto de sociabilidad minimo que te habia brindado cuando habiamos estado juntos?

En la epoca en que ambos estuvimos juntos ella y yo nos movimos en varios ambientes, algo que ella nunca habia negado, la cosa cambiaba cuando su familia y apellido se metian por medio.

Negué, me había convencido durante años que lo mejor para mi, para tener el menor número de visiones, de inconvenientes, de problemas, lo más sabio era estar sola... me había acostumbrado y comenzaba a gustarme, aunque por momento envidiaba a las chicas normales que tenían amigos y una vida algo más agradable.

-¿Qué importa? No se puede confiar en nadie, te hacen daño... fíjate, confié en ti y mira como terminaron las cosas- es que no podía poner un ejemplo que comprendiera mejor. Me puse a pensar, recordar viejos tiempos dolía, y ya no encontraba nada en nuestra relación que él pudiera extrañar... era bastante desalentador.