Pasando el rato (Libre)

-Eso parece...- Contesto a Serena cuando agarra mi mano, al sacar los colmillos ella baja la cabeza. -Pero Lucrecia esta con nosotros...- La susurro con una sonrisa mientras rodea mi cintura con su brazo.
Entonces noto otra presencia, y Lucrecia le tira un cubo de basura que a éste parece que le pasa de lado sin inmutarse....
Cuando el tipo extraño habla, comenta algo de juzgarnos, y conoce el nombre y la condición de Lucrecia; entoncés me fijo en su sombra... Alada; Será posible que sea un ángel? aqui?!...

Estaba tan impresionado por todo aquello que mis colmillos casi desaparecieron completamente. Una hija de Azazel, aquello dio una explicacion para lo que acababa de hacer con los cubos... De pronto mire la sombra del hombre, era un angel, ¿que hacia aqui? No podia apartar la vista de el, incluso sabiendo que el peligro se cernia sobre nosotros y la situacion estaba tan tensa como podia estarlo... Era fascinante, aunque tenia razon, eso me hizo sonreir, si me hubiera juzgado, me hubiese proclamado, automaticamente, culpable.

Casi sin quererlo, saque la mano de mi bolsillo mostrando la daga, seguía mirando al ángel, igual de anonadada, pero sin lágrimas en los ojos, ya que habian caído y no volvieron a salir.
Mi cabeza estaba buscando algún lugar en el que lo hubiese visto, pero nada, por lo que deje de buscar pero sin dejar de verlo..

Parece que habia vuelto a suceder, ante mi presencia se quedan anonanados mirandome, incapaces de seguir con lo que estaban haciendo, me separo de la farola y me acerco hacia ellos, parece como si la farola solo me iluminara a mi, pues como si la luz me siguiese, proyectando mi sombra alada por el suelo del callejón....
Saco un cigarro y lo pongo en mi comisura...
-Teneís fuego?- Ya que parece que han perdido el interés en pelear, por lo menos podremos hablar....

Me había quedado callada, pegada a Jhosef agarrando su cintura, mirando a la nueva persona que se había unido a nosotros, todos estabamos en silencio, me resulto un poco cómico que pidiese fuego, metí mi mano libre en el bolso y busqué el mechero que siempre llevaba encima, al encontrarlo, lo saqué y se lo lancé a aquél hombro, miré a Jhosef, vale era cazadora, pero había algunas cosas que me asustaban, como esa.

Una de las chicas, la que esta pegada al cazador vampiro, rebusca en su bolso y me lanza un mechero. Enciendo el cigarro soltando una larga bocanada de humo...
-Gracias Serena.- La agradezco devolviendola el mechero.
-No debes temer de mi, tú no...- Añado guiñandola el ojo.
-Asi que teneís una complicada situación aqui.... Yo podría predecir lo que va a ocurrir... Y creo que el problema esque vosotros teneis hambre...- Digo mirando a ambos vampiros, extiendo mi mano hacia ellos, y hago que se sientan llenos de vitae...

-Vyolet, tú tambien deseas matarlos... Bueno, a Jhosef no...- La digo guiñandola un ojo.
-Vuestras costumbres alimentícias son bastante destructivas para con la humanidad; para con la creación de mi padre... Deberiaís aprender de Jhosef, él no quiere alimentarse de humanos; eso le honra, aunque no lo hace por amor a la humanidad, sino por temor a convertirse en un monstruo... Su vida tal y como es ahora carecería de sentido...-