Buscando a mi hermano (Dean)

Llevaba varios días sin aparecer demasiado por nuestra habitación del hotel, solo por las noches bastante tarde, cuando mi hermano o bien no estaba o bien ya se había quedado frito hacía bastante tiempo. Y es que con todo lo que estaba pasando, apenas tenía tiempo para pensar en nada.

Primero la repentina desaparición de Ruby, luego la petición de ayuda de Shady y Jake...Y ahora el regreso de Jess. Había encontrado la carta en la habitación, antes de que Dean la hubiese visto, por lo que él no sabía nada aún. Pero, ¿cómo contárselo?

Necesitaba hablar con él, desesperadamente, aunque solo fuese para que me ayudase a encontrar el norte en toda aquella locura. Me sentía muy perdido sin mi hermano.

Así que me senté en la cama, esperando a que apareciese por fin.

Todo era una locura transitoria, los ángeles el Apocalipsis (yo un hombre normal) que esperan los ángeles a que detenga a Lilith, a pesar de que tengo culpa de quebrar el primer sello, de derramar sangre de inocentes en el infierno de tortúrales de disfrutar por ello. Las pesadillas eran contantes en mi cabeza, los peores recuerdos del infierno me atormentaba día noche, (porque yo era el culpable) culpable de a ver desatado aquello, a pesar de todas las mierdas que estaban pasando (estaba cada vez más agotado) pero quien me preocupaba era mi hermano, que cada vez se ausentaba más, se le parecía a el ( mi padre) Nunca olvide las horas de ausencia mientras mi madre lloraba, sin saber de mi padre ( yo era quien le apoyo en esos momentos) que podía hacer, tenia una responsabilidad siempre era así ( yo era el hermano mayor, el que tenia que cuidar de Sammy cuidar de mi propio trasero) No culpo a mi padre, a pesar de que hiciera vida por otros lados (como el llamado Adam) quien lo diría un hermano más que acabaron con el unos necrófagos. Ahora estaba yo y tenia que sacarlos a todos de lo que hemos empezado.

Manejo el impala hasta llegar al estacionamiento, sacando las llaves del impala voltee para mirar que había luz en la habitación del motel. (Sammy debe a ver regresado) tenia que hablar con mi hermano seriamente por lo que estaba pasando ( y por esa maldición que corre por sus venas) ese poder me aterra por mucho que intento ocultarlo me aterra el solo echo de pederle de que se consuma con el, ( o mucho peor de que sea como ellos, un demonio) a que tengo que matar. Abro la puerta miro a mi hermano serio

-Sammy valla al final apareces, creí que te había comido la tierra. O tal vez espera…estes con esa zorra demoníaca, lo siento era Ruby verdad? – Me quito la chaqueta que dejo en la silla, voy hasta la nevera –Bien sea lo que sea es cosa tuya Sammy, yo ya estoy cansado de mentiras –Me siento esperando una respuesta de mi hermano coherente por aquellas ausencias suyas.

Me daba vueltas la cabeza, todo aquello era cada vez más y más grande, más y más confuso y aterrador. Antes solía pensar que los ángeles cuidaban de nosotros, que estaban allí para protegernos...

Ahora ya no estaba tan seguro, a decir verdad.

Aunque antes tampoco hubiese creído posible hacerme amigo de un demonio, cogerle algo de afecto...Menos aún el acabar acostándome con uno a sabiendas de que lo era, y alimentarme de su sangre para hacer más fuertes aquellos poderes que eran una maldición. Nada de todo aquello entró alguna vez en mis planes.

Y sin embargo, había pasado. Y allí estaba yo, aguardando por mi hermano, del que cada día estaba más lejos, algo que me hacía más daño que toda aquella locura. Y en parte era culpa de ambos: era culpa mía por no saber confiar en él, por no ser capaz de dejar de usar mis poderes; y era culpa suya por no confiar en mí, por mirarme como si estuviera loco o como si no supiese distinguir el bien del mal.

No entendía que todo aquello me dolía, pero que lo hacía porque era mi deber, por el bien común...

Cuando por fin apareció, lo hizo como un trueno, armando tanto ruido como de costumbre. Sonreí de medio lado cuando llegó, pero mi sonrisa se esfumó ante sus palabras y su expresión.

-He estado ocupado con un caso, ayudando a unos chicos con un demonio -me defendí.- Y para tu información, no veo a Ruby desde hace casi un mes.

¿Cómo explicarle que Jessica había vuelto? No podía, no sabía cómo hacerlo.

Tal vez Ruby este haciendo algo algún plan demoniaco –Le paso una cerveza a mi hermano (que diablos era mi hermano) abro la lata de cerveza para beberlo de un golpe, ante la mirada de mi hermano (seguro que sabe que estoy pensando) dejo la lata en la mesita, me froto los ojos. Todo aquello era demasiado para aguantarlo solo, y más que tener que dar explicaciones a los ángeles de que (no puedo ser yo el elegido)

-Okay Bro que has hallado esta vez – Me acomodo en la cama, iba a poner la televisión un poco cortar el ambiente cortante que había, pero dejo el mando sobre la cama. Será mejor que hable con mi hermano de todo aquello, -Sammy se que intentas luchar contra esa adicción lo que sea eso…pero si los ángeles no quieren que uses ese poder ¿por algo será no? Estoy de acuerdo hermano, he visto como arrancabas demonios de sujetos como te los cargabas como si apartaras una mosca, y me asusto joder tanto me asusto me preocupo, porque eres mi hermano pequeño. Y porque se que ese camino no trae nada bueno –Me quedo callado el igual –He dicho lo que tenía que decir -

Puse los ojos en blanco e ignoré el comentario, pero acepté la cerveza y se lo agradecí con un gesto de la cabeza. Lo miré en silencio mientras abría su lata y se la bebía casi de un trago, para luego abandonarla sobre la mesita y frotarse los ojos. Suspiré y luego abrí la mía, para dar un pequeño sorbo sin demasiadas ganas. Tal vez lo fuese a necesitar.

-Un demonio emperrado en fastidiar a un chico. Mata a todos los que le rodean, pero a él no le hace ni un rasguño; dice que solo quiere hacerle la vida imposible, pero sospecho que hay más... -me encogí de hombros mientras le resumía el caso.

Se sentó en su cama y cogió el mando, pensando tal vez que al menos la tele relajaría un poco el ambiente; luego lo debió de pensar mejor y dejó el mando en su sitio. No era momento para tele, había demasiadas cosas pendientes entre ambos, y era el momento de resolverlas.

-No lo uso por gusto Dean -repuse, con voz baja.- Sólo lo hago cuando es indispensable. ¿Crees que no sé que es malo? ¿Que me hace menos humano? Lo sé, y me doy asco a mí mismo por ello. ¡Maldita sea, llevo sangre de demonio en las venas, eso es antinatural! Soy...¿qué soy, hermano? Una especie de monstruo, algo que no debería existir siquiera. Desearía no tenerlos, ser alguien... No diré normal, porque nunca lo he sido, pero sí alguien sin poderes, un cazador como otro cualquiera.

Sacudí la cabeza y me pasé la mano por la cabeza, revolviéndome el pelo.

-No me gusta lo que hago, me doy miedo. Pero es algo que tuve que hacer, que aprender, porque estaba solo y no sabía qué hacer o a quién acudir. Sé que no te gusta Ruby, pero gracias a ella estoy vivo, y lo sabes. Sé que no trae nada bueno...Pero no sé cómo pararlo. Y cuando me miras como si fuese un idiota o como si no supiese distinguir entre el bien el mal...¡como un maldito monstruo! Eso me hace daño Dean. Más del que te imaginas.

Me quedé callado, sin saber qué añadir o cómo reaccionaría él. Ambos habíamos puesto las cartas sobre la mesa, ahora era su turno de mover ficha.

Me quedo callado por lo que dice Sammy (ambos pasamos por nuestro infierno personal) no era precisamente bueno a la hora de expresar mis sentimientos, siempre he sido el duro el fuerte, pero algo cambio tras mi regreso del infierno las cosas eran diferentes por mucho que hiciera, no había marcha atrás. Sammy perdido y supongo que busco un escape, solo que era uno demoniaco (algo imposible de creer) después de todo éramos cazadores, pasamos el resto de nuestras vidas matado a demonios. Ahora es mi hermano quien hace una happy fiesta con Ruby (que no me puedo fiar, por mucho que lo intento no puedo)

Carraspeo me levanto para tomar otra cerveza, lo abro me quedo mirando a mi hermano.

–Esta bien se que he sido duro contigo, y lo admito pero lo siento Sammy –
Me siento en el filo de la cama suspiro

-Siento que cada vez hay un muro entre los dos, no será lo mismo. Mira Sam me has metido todo el tiempo, igual yo por lo que recuerdo del infierno, supongo que ambos mentimos por razones. Pero no es momento de ponerse sentimental, sabes mejor que nadie que soy tú hermano a pesar de que ahora no puedo confiar, como antes en ti. Estoy contigo –

Bebo un trago de la cerveza lo dejo en la mesita –sea lo que sea lo resolveremos ambos, pero no me digas que confíe en Ruby, porque no va ser así. Por mucho que te haya salvado la vida y toda esa mierda de saber como usar ese poder…-

Me quedo callado- estoy seguro de que lo hizo por algo, no se Sammy…yo también quiero que seas normal, pero acostándote con un demonio usando esos poderes ¿eso es ser normal?

No lo es Sam para nada es normal, y si quieres que te ayudamos con eso. No dudes te ayudaremos sea con Bobby te meteremos en esa habitación del pánico hasta que estés mejor. Pero…-Me encojo de hombros – es tu decisión el elegir realmente si es lo que quieres, porque he terminado con los cupos ya estoy cansado- Tomo la cerveza doy varios tragos, me levanto camino de un lado a otro

–Bueno dejemos el tema a parte, decías que un demonio quiere manipular a un chico, hasta el punto de volverlo psicótico. Eso no es bueno –Me cruzo de brazos arqueo una ceja

– tal vez sea que los demonios quieren a ese chico por alguna extraña razón que desconocemos. Porque si no solo matan a los que rodean al chico?-

Miro a mi hermano ( creo que esto tiene que ver, con algo grande algo demoníacamente grande)

Suspiré pesadamente. Sabía que tampoco Dean lo estaba pasando precisamente bien, con todo lo que teníamos encima, sobre todo él con sus asuntos con los ángeles, lo que no hacía más que complicar la situación. Aquella conversación no era fácil para ninguna de las dos partes: él nunca hablaba de sentimientos, era el fuerte, el duro, y yo no estaba acostumbrado a tratar aquellos temas con nadie que no fuese Ruby. Era una situación incómoda, y no tenía fácil solución.

Negué con la cabeza, tomando un trago de mi cerveza.

-No es culpa tuya Dean. No del todo -repuse, con voz baja y los ojos fijos en la lata que sostenía.

Suspiré pesadamente.

-¿Piensas que no me doy cuenta, hermano? Para mí es muy difícil, nunca antes había mentido tanto ni ocultado tantas cosas, pero no lo hago por gusto -sacudí la cabeza.- Lo hago porque tú ya tienes bastantes problemas, Dean, y yo no quiero cargarte más con los míos. Hay cosas que no te puedo contar porque no las entenderías...¡Por el amor de Dios, ni siquiera estoy seguro de comprenderlas yo mismo! Ojalá todo fuese como antes, pero no lo es. Y si seguimos con esta actitud, solo va a empeorar, la barrera va a hacerse cada vez más y más grande...Y eso podría ser nuestra tumba.

Reí por lo bajo.

-No te pido tanto, hermano. Ni siquiera te pido que seas agradable con ella: solo te pido que toleres que de vez en cuando me... nos ayude.

Negué con la cabeza una vez más, sabiendo que no había sido una buena idea el contarle lo que había pasado con ella aquella vez.

-Dean, pasó una vez. Una sola vez, y tú pareces creer que cada vez que te das la vuelta ya estamos en la cama -bufé, algo molesto.

Su declaración me hizo soltar una risa carente de felicidad.

-¿Qué, como si estuviese pasando el mono de una droga? No es tan fácil. No se va con el tiempo, sigue ahí por mucho que me encerréis, aunque no use mis poderes. Porque hace bastante que no los uso, aunque no me creas -era verdad: ya hacía casi dos meses que no los usaba.

Pero eso era decisión mía y de nadie más, y por ello no se lo había contado a nadie. No era asunto suyo lo que yo hiciese con ellos.

-Sí, el chico se llama Jake Tayler y es cazador. El demonio en cuestión se llama Lestat, y cuando él tenía siete años, mató a la familia de Jake, poseyó a su padre y desapareció hasta hace poco, cuando mató al padre y poseyó a su novia, Nicole Vengeance -dije, pasándole la foto que me había dado.- Ha amenazado con poseer a la hermana, Shady.

Debemos desconfiar unos de otros. Es nuestra única defensa contra la traición

-Claro tengo suficientes problemas con los ángeles y el fin del mundo digamos, que todo esta cambiado para ambos. Tengo muchísimas razones para creerlo, dime una cosa Sammy ¿Eso es lo que Ruby quiere que creas?..¿Así es como te engañó para que uses tus poderes? Es un camino peligroso, hermano, sólo espera y verás porque va a volverse más y más oscuro Dios sabe dónde te llevará. –me quedo callado le escucho –Si quieres romper la barrera es así de fácil, yo trabajo contigo pero con ella no –Muevo la cabeza –no Sammy no puedo fiarme de Ruby lo siento. No pienso que te vas a la cama, o dejes de hacer es lo que quieras hacer.. mira yo soy tu hermano pero no puedo atarte a la correa cada vez que te das la vuelta, no puedo controlar lo que haces a mis espaldas. No puedo…porque eres adulto pero yo se que nada bueno nos traerá.


Se acabo no hablare más de esto…-Me siento en el filo de la cama, suspiro levemente –Bien entonces ese chico Jake Tayler es cazador –(quiero terminar con esa conversación, como puede pedirme que me fíe de Ruby es demasiado)

Lestat el demonio? eso es nuevo, ahora debo estar en algunas novelas de Anne Rice. Bromas a parte..-Sammy me paso una foto, observo a la chica –Entonces si ese Lestat quiere cargase a todos, deberíamos salvar a la hermana de Shady antes de que nuestro amigo demoniaco, se la cargue. –Me levanto coloco todo –Bien donde vive esa Shady tenemos que salvar su trasero ¿es lo que vamos hacer no? O tienes otro plan –Miro a mi hermano –

Eché la cabeza atrás y bebí de un trago lo que me quedaba de la cerveza.

-¿Quieres dejar a Ruby en paz? Ahora mismo, no pinta nada en esta conversación por mucho que tú te empeñes. Ya sé que ese camino es oscuro, hermano, y no lo estoy recorriendo. Sé lo que hago, hasta cierto punto lo sé, y de ahí no pienso pasar. Y sí, tienes tus problemas, ¿crees que no me doy cuenta? Yo no quiero ser uno de ellos, hermano. Tú siempre has cuidado de mí, yo solo quería cuidar un poco de ti -sacudí la cabeza.

Apreté la lata entre los dedos, arrugándola, y luego a arrojé a la papelera, encestando de pleno en ella.

-No te pido que trabajes con ella. Solo que aceptes que ella lo haga conmigo. Y tienes razón, ya soy mayor para tomar mis decisiones...Solamente me gustaría que me dieses un voto de confianza. Que me apoyases, de vez en cuando.

Me puse en pie y di un par de pasos por la habitación, acercándome al portátil.

-Sí lo es, y parece de los buenos. Pero está desesperado y temo que haga alguna estupidez.

Bufé ante el comentario.

-Es Lestat el demonio, no el vampiro -bufé.- Y para que lo sepas, el demonio en cuestión...está allanando el camino de otro. No sé de quien, pero el que le interesa es Jake, seguro que para nada bueno. Y Shady está al cuidado de Jake, así que no creo que sea necesario más protección -suspiré.- Opino que habría que investigar más sobre el demonio, y sobre el pasado de Jake. Tal vez debieses preguntarle a Castiel, quizás ellos sepan algo.

Sonrío escucho a mi hermano arqueo una ceja (bien no voy a seguir con este monotema)
Me pongo serio acerco una silla, para mirar el Laptop de mi hermano, mientras hablaba del caso,

–Tal vez ese Jake tenga algo que ese demonio quiere – Me encojo de hombros-¿Qué? Puede que ese demonio este detrás por una razón, porque si no ¿Por qué hacerle la vida imposible del chico? –Miro la foto me quedo pensativo- ¿Qué sabes de ese Jake a parte de que es cazador? ¿Sabes si es cazador realmente? Puede que tenga oculto algo, ya sabes llámalo experiencia Sammy. Siempre que un demonio quiere algo de un humano es por algo… ¿o no tú debes saberlo? –Carraspeo sonrío –Bien buscaremos los antecedentes de ambos, tal vez con Jake pero ¿Lestat? Claro en una biblioteca demoníaca, o tal vez la policía tenga su expediente criminal demoniaco…

Llamare a Cass a su celular angelical, espero que no este fuera de servició –
Tomo el celular doy varios pasos, escucho un mensaje raro de su contestador –Hey Cass ¿Dónde te mentes? Well estamos en un caso, algo bastante raro por decirlo de algún modo, si escucha este mensaje aparece pero avisa eh!..Otra cosa no sea en sueños si es posible..vale okay –Me acerco a mi hermano- ahora esperar a la señal angelical

Me miró y sonrió, y ambos supimos que el momento de la sinceridad había pasado. Ninguno tenía aguante para seguir tratando el tema en aquellos instantes, así que de acuerdo tácito nos centramos en el trabajo que tenía entre manos.

-Supongo que sí -repuse.- Si no, ¿para qué molestarlo tanto? ¿No sería mejor limitarse a acabar con él y ya está?

Suspiré, pensativo, tratando de recordar todos los datos posibles de la conversación en el bar.

-No mucho, la verdad. Se hizo cazador por venganza, como la mayoría, porque quería matar al demonio que poseyó a su padre y mató a su madre. Luego conoció a Nicole, se enamoró y dejó la caza hasta que Lestat volvió. Mató a su padre y poseyó a la chica en su lugar. Ahora está protegiendo a Shady, la hermana.

Desvié la mirada cuando dijo aquello.

-Sí, es verdad.

Le lancé una mirada divertida ante sus comentarios, y me concentré en buscar los antecedentes de Jake, todo su historial, en el ordenador. Escuché como Dean llamaba a Castiel, que parecía estar fuera de servicio, y entonces se me ensombreció un tanto el semblante. El comentario sobre los demonios me había hecho reflexionar y recordar a Jess, y también que no le había hablado de ella a mi hermano. Pero, ¿cómo hacerlo?

-Dean...-murmuré.

Sammy no vamos acabar con el, como piensas no vas usar ese poder ¿entendido? – no era bastante por sopórtalo más, ver como mi hermano usa aquella mierda psíquica para cargase a los demonios, de un plumazo. Escucho todo lo que dice camino hasta la nevera de nuevo, para tomar otra cerveza fría (estaba nervioso no se porque)
Abro la cerveza le doy varios tragos, me acercó de nuevo a mi hermano que habla de ese cazador, me quedo pensando (ese cazador esconde algo)

-Resulta muy familiar, que un demonio acabe con la familia –

Golpe bajo por mi parte, observo el rostro de mi hermano que cambia por decir aquello ( maldita sea soy …)
-Sammy no es nuestra culpa, tampoco te culpes por la muerte de well..- Me quedo callado no era bueno ( lo reconozco sacar el tema sentimental) Carraspeo me llevo otro trago más de aquella cerveza, que termino.

Observo a mi hermano como trabajaba, me siento en el filo de la cama, dirijo una mirada a la ventana, me levanto me acerco para mirar mi hermoso impala en el estacionamiento (esta reluciente)

Sammy intenta decir algo, pero se queda en puntos suspensivos – come on bro dilo, se que cuando quieres decir algo –(conozco a mi hermano lo suficiente por saber, que algo le ronda en su cabeza )-¿Qué ocurre Sammy? Demasiado porno? jajaja- come on porque no vemos algo de porno, creo que hoy echan varias películas X bastantes buenas como:

-La Delgada Raja Roja
-Se Fue En Busca De Trabajo Y Le Comieron Lo De Abajo
-Tócamela Otra Vez, Sam
-Si Yo No Soy Curro Jiménez, Qué Hago Con Este Trabuco
-Rabocop, Mitad Hombre, Mitad Polla, Todo Policia
-Mujeres Al Borde De Un Ataque De Miembros
-Murieron Con Las Pichas Tiesas
-El Conejo De La Bruja De Blair
-Vaya Pollon El De King-Kong!
-En Boca Cerrada No Entran Moscas, Pero Entran Pollas Como Roscas

-Well no se bro, pero eso de la delgada raja roja... ¿que dices tú?

Le lancé una mirada exasperada. Apenas hacía unos minutos que le había dicho que hacía tiempo que no usaba mis poderes, y que no tenía intención de hacerlo, y ya estaba otra vez insistiendo que los iba a usar.

-Me refería a por qué el demonio no mataba a Jake -espeté, con ciertos malos modos.- Y no, no voy a utilizar mis poderes, Dean. Además, habíamos quedado en que el tema se había acabado, ¿no? -recordé.

Me centré en la búsqueda de datos sobre el cazador que me había pedido ayuda, ignorando a mi hermano mientras éste cogía una nueva lata de cerveza de la nevera, y alcé la vista cuando se acercó a mí. Le lancé una mirada teñida de dolor ante su comentario.

Sí, claro que a ambos nos sonaba la historia. Algo semejante había sucedido cuando Azazel vino a casa para hacerme beber su sangre, matando a mi madre y lanzando a mi padre al mundo de la caza. Ese demonio había destrozado nuestra familia de un modo irremediable, primero matando a nuestra madre y años más tarde matando también a nuestro padre.

No contento con aquello se había cobrado la vida de Jess, mi novia, la mujer a la que yo más había querido nunca....y que ahora había regresado a la vida. Eso me recordó de nuevo lo que había estado a punto de decir, pero no supe cómo hacerlo así que me limité a murmurar:

-Sí, bueno...

Carraspeé cuando insistió en que hablase; no en vano era mi hermano, conocía mi lenguaje corporal bastante bien y sabía cuándo algo me rondaba por la cabeza.

-No, Dean. No es nada, déjalo.

Puse los ojos en blanco cuando empezó con el tema del porno, soltando luego una risita por lo bajo.

-Déjalo Dean. Ves demasiado porno, yo paso.

-Esta bien dejemos el porno-

Me tumbo en la cama, empiezo a tararear una canción de Metallica,

Late at night all systems go
You have come to see the show

-Vamos Sammy porque no cantamos un poco –

We do our best You're the rest
You make it real you know
There is a feeling deep inside
That drives you fuckin' mad

Veo que mi hermano se enojo un poco, muevo la cabeza me levanto de nuevo de la cama, me dirijo hasta la nevera a por otra cerveza (no quiero pensar en nada)

–Woah no eres mister risitas, pero eh..se que tu ocultas algo bro-
Abro la nevera, tomo la cerveza y patatas que había en un plato- Dude me muero de hambre ¿Por qué no pedimos comida?. Te pido el especial vegetal que tanto te gusta –Esbozo una sonrisa muevo la cabeza–


Veremos entonces ese Jake, lo que sea no puede ser tocado por ese demonio. Tal vez sea unos de esos psíquicos –Me encojo de hombros –Dude no tengo ni idea, pero por lo que sabemos los demonios va detrás de los humanos por algo, apuesto que esta esperando el momento para hacer un bocadillo de hígado de Jake –hago un gesto de asco –creo que se me ha revuelto el estomago de pensarlo –

Me dirijo hasta el armario y tomo el diario de mi padre, me siento en el filo de la cama – Veremos si papa sabe sobre ese demonio, porque come on bro, de lo que sabemos miles de definiciones de demonios aquí papa nombra tantos que puede estallarte la cabeza o el cerebro

-Me froto los ojos, me vuelvo a tumbar -¿Qué estamos haciendo Sammy? En serio que hacemos…salvar el mundo salvar traseros de personas que no conocemos ¿esto es vida? Quiero decir…¿no serias más feliz siendo un abogado con hijos una casita?

No se… ahora ¿Qué? El fin del mundo el Apocalipsis ¿Cómo vamos de tenerlo? ¿tienes idea de cómo hacerlo? Porque yo no –me levanto de nuevo nervioso, abro la ventana para que entre aire - Estamos malditos

Después de mi negativa, se tumbó en la cama y se puso a tararear una canción de Metallica. Me animó a que cantase con él, pero no tenía ganas.

-No, Dean. Yo paso.

Al final pareció captar mi estado de ánimo y lo dejó, yendo a por otra cerveza. Me paré un momento a pensar en cuantas se había tomado ya en el rato que llevábamos allí, y me di cuenta de que eran bastantes. Si no paraba él, iba a tener que hacerle parar yo; no era el momento adecuado para emborracharse.

-Déjalo, hermano -dije, cuando habló.- No tengo ganas de reír ahora mismo, y no es nada. De verdad.

Sabía que no se lo iba a tragar, me conocía demasiado bien, pero tenía la esperanza de que comprendiese que no quería hablar del tema y me dejase en paz. Una esperanza muy frágil, por supuesto.

-Pide lo que quieras -contesté.

No tenía mucho apetito, pero daba igual. Tal vez lo vería todo algo mejor con algo más que un café y un donuts en el estómago.

-Sí, eso es verdad. Pero no cuadra: ¿por qué poseer a su padre? Azazel solamente nos hizo beber su sangre, no dañaba a las familias a no ser que alguien le interrumpiese -murmuré, cerrando después los ojos.

Mamá había muerto porque había entrado en mi habitación cuando él estaba haciéndome aquello. Había sido por mi culpa.

Dean fue a revisar el diario de papá en busca de datos sobre aquel demonio llamado Lestat.

-¿Aparece algo? -pregunté.

Le miré con pesar mientras se tumbaba y se volvía a levantar. Dean rara vez expresaba sus dudas de una forma tan abierta; que lo hiciese ahora quería decir que de verdad estaba muy perdido y desesperado.

-No, no lo sería. Dean, ese tipo que era en la universidad...Ya no soy yo. No podría simplemente vivir tranquilo sabiendo que por todo el mundo la gente se muere y yo no hago nada por ayudarles. Lo del Apocalipsis... Bueno, no digo que logremos pararlo, eso es muy complicado, pero al menos habremos hecho algo por detenerles. Lo habremos intentado, hermano -dije, mientras él abría la ventana.

Escucho a mi hermano no digo nada, no me apetece hablar más porque parecía que mi hermano estaba ocultando algo, el que al saber…es tan complicado a veces tan cabezota. Nunca le entiendo estaba cansado agotado y casi me había bebido de más el cerebro no podía procesar mucho, así que volvió de nuevo aquella cama, para tumbarme por el dolor de cabeza que empezó, o era por efectos de beber tanta cerveza. Que importaba ya todo, estoy agotado cansado de esta mierda de ángeles apestosos, de demonios del Apocalipsis estoy alto, solo quiero poder tumbarme olvidarme de quien soy al menos tres o cuatro minutos.

Sigo escuchando a mi hermano, cierro los ojos – lo que digas...voy a dormir- Intento relajarme un poco sin pensar en el caso. (diablos)

Le lancé una larga mirada de preocupación, agradecido de que fuese a dejar el tema de lado, al menos por un rato. Se le notaba que estaba mal, tal vez un poco achispado de más, y le iba a quitar la lata de cerveza cuando él mismo la dejó.

Se tumbó en la cama y cerró los ojos; parecía que no se encontraba bien del todo, así que asentí mientas me levantaba.

-Vale, hermano. Te dejaré para que duermas.

Cogí mi chaqueta y salí a andar.

-Hola Dean –
Abrió los ojos despacio, sonrío ante la persona que tenía –Zacarías menuda crap has motando ¿esto es uno de tus trucos verdad? Para decir si a Miguel que cabalgue sobre mi piel ¿verdad? –Zacarías esbozo una sonrisa acercándose a Dean, este dio un paso atrás- Sabes eres un hijo de perra, un angelito muy toca pelotas- Dean cuando lograre de que se te meta en la cabeza, de que no puedes escapar de tu destino.- A no se…quizás porque estoy dispuesto a patear todos los traseros incluido el tuyo, para salvar el planeta- Pero aún así –Dio un paso más- estas seguro de que vas a lograrlo Dean.-claro – Despierta

-Sam porque no me has despertado antes?-

Después de hablar con Castiel regresé al motel, preguntándome si Dean habría despertado ya o seguiría en el mundo de los sueños. Le venía bien dormir un poco, sobre todo después de haber bebido tanto, así que si seguía en los brazos de Morfeo yo no iba a despertarle.

Sonreí cuando le vi dormir, ero cuando apenas llevaba unos diez segundos en la habitación él se despertó solo, preguntándome por qué no le había despertado.

-Porque apenas acabo de volver Dean -le respondí.- ¿Por qué?, ¿qué ha pasado?

No ha sido realmente el sueño más fascinante que he tenido-digo con tono sarcástico, respiro profundamente me froto los ojos, me dirijo hasta el baño para refrescarme un poco apoyando las manos en el lavado, tomo la toalla presiono mi rostro lo dejo en la barandilla, me dirijo a mi hermano –¿Qué has logrado encontrar?

Estaba cansado, agotado por la bebida pero que diablos estaba alto de aquello. No poder tener un sueño donde un ángel apestoso llamado Zacarías quiere perseguirme en sueños o no sueños. ¿Por qué yo? No puede molestar a otro tipo, debo ser el maldito elegido de quien parara a Lucifer, ni que fuera fácil hacerlo. Claro todos los días podemos matar a Satanás mandarlo al infierno (o come on Damn)

Me dirijo a la cocina tomo una botella de Whisky escocés, le doy varios tragos lo coloco de nuevo, en mismo sitio. Respiro profundamente cierro la puerta del armario (ahora al trabajo) si es que puedo hacerlo.

-Okay bro, hablemos claro por lo que sabemos los demonios son unos hijos de perra de los grandes. De echo Azazel si se que te dio de beber su sangre demoníaca y de aquello lo sé… porque lo he vivido, de echo he viajado en el tiempo para intentar retenerlo ¿recuerdas?

Aquel recuerdo era el peor, no logre salvarlos y no se porque razón Cass me regreso aquella época, pero luego más tarde me di cuenta de que todo era por Sam, todo era Sam y el plan de ese maldito bastardo. Miro a mi hermano que podía reflejarse dolor al a ver pronunciado a Azazel, muevo la cabeza negando aquello.

-Sammy no tienes culpa de eso, ni de la muerte de mama ni de tu sangre. Ese demonio lo planeo desde el principio ¿Por qué? No lo se…pero ambos estamos metidos en esto, porque maldita sea Sam eres mi hermano. Por mucho que tengas tus indiferencias tus huidas de la noche. –Observo que cambia de expresión por lo que pronuncie-Si Sammy ¿crees que no me doy cuenta? De que sales de noche eh? Pero no me digas porque, no quiero saberlo.


Respiro profúndame –okay puede que no seas ese tipo que eras, hemos madurado hemos visto bastante cosas, yo he visto el infierno no? Tú has visto tu propio infierno cuando yo no estaba, ambos pasando por nuestros infiernos. Pero ahora tenemos un serio problema no se trata de demonios ni nada de eso…se trata de afrontarlo Sammy. De que esta guerra no vamos a ganarla lo sabes. Todos vamos a morir Sam en un mes puede que dos. Lo digo en serio, es el fin del mundo. –Me quedo callado, me siento en el filo de la cama - ¿has conseguido contactar con Cass? Puede que sepan de ese demonio..-Me froto los ojos –Sammy?

Le miré con comprensión, regresando a mi lugar junto al portátil que, según advertí entonces, me había olvidado de apagar antes de salir a andar. Me senté y retomé mi trabajo, centrándome de nuevo en el trabajo que teníamos entre manos.

-No demasiado, la verdad. No hay mucho sobre él: se llama Jake Tayler, tiene 24 años y nació en Houston. Su padre mató a su madre y a su hermana cuando el tenía 7 años, sin motivo aparente y sorprendiendo a todo el mundo, ya que era un hombre que quería mucho a su familia. Luego desapareció sin más. Nosotros sabemos que fue poseído por Lestat. Ah, Jake también es dueño de un Camaro SS negro.

Lancé una mirada de reproche a mi hermano.

-Dean, ¿no crees que ya has bebido demasiado? Aún no has comido nada -dije.

Miré al suelo cuando habló de Azazel, sintiendo de nuevo la culpa por todo lo ocurrido. Mamá había muerto por mí, por ir a ver qué me pasaba; si yo no hubiese llorado, si Azazel no fuese tras de mí...

-Sí que es mi culpa -murmuré en voz baja, apenas un susurro. Luego sacudí la cabeza y volví a fijarme en él.- Lo siento, Dean.

No podía decirle a dónde iba por las noches, no podía contarle que me alimentaba de la sangre de Ruby, que cada vez era más más grande la necesidad de sangre demoníaca que sentía por dentro, y que temía no ser capaz de controlarlo.

-Da gusto el optimismo con que enfrentas las crisis, hermano -repliqué.- Puede que tengas razón, pero si es así, si vamos a morir de todas formas, que sea luchando.

Desvié la mirada hacia el ordenador.

-Sí, tienes razón. Acabo de hablar con él.

El ambiente se estaba cargando, la cabeza me daba vueltas por la cantidad de alcohol que había ingerido. Pero era un modo de alejarme de esos sueños, de esos recuerdos del infierno que me atormentaba, me apoyo en el filo de la cama me tumbo escucho a mi hermano hablar sobre aquel tipo, respiro profundamente carraspeo me siento –Okay entonces Jake presencio como mataron a su familia, y ese demonio Lestat poseyó el cuerpo del padre para hacer tal carnicería, claro desde luego es la familia happy –Sonrío cambio de expresión, muevo la cabeza me tumbo en la cama pienso.

-¿Qué se sabe del padre de Jake aun se sabe donde esta ubicado? Tal vez el pueda saber algo sobre ese demonio. Hasta ahora ¿Qué tenemos? Un padre que se vuelve psicótico se carga a su mujer y e hija luego, va detrás de Jake pero solo quiere ¿hacerle sufrir? –

Me froto los ojos, camino hasta el lavado escucho a mi hermano hablar por detrás, reprochando de que no había comido nada. (Que demonios importa, si vamos a terminar muertos) porque no ahora. Me encuentro mareado cansado apenas podía sostenerme en pie, me apoyo en la silla sonrío asiento – estoy bien –

Sammy comienza poner mirada de reproche, carraspeo sonrío moviendo la cabeza por lo que dice. De no tener culpa me quedo callado pensando en que nadie tenía culpa, solo ese maldito bastardo de Azazel que nos destrozo por completo, destruyo todo lo que queríamos.

-No tienes culpa me oyes, nadie tiene culpa solo este hijo de perra demoniaco. No quiero volver escucharte de nuevo diciendo que es tu culpa porque no lo es ¿entendido?-
Suspiro levemente me siento en la primera silla que encuentro apoyo todo el peso, de mi cuerpo.

-Bien que dice Cass sobre ese demonio? Otra cosa…dices que Jake es dueño de
Camaro SS negro. ¿tienes la matricula? Con la matricula localizaremos su ubicación daremos con su paradero.

Le miré con atención, dándome cuenta del aspecto tan deteriorado que tenía. Desde que todo había comenzado de nuevo, desde aquella maldita noche en que Azazel vino de nuevo a por mí, mi hermano y yo habíamos cambiado mucho. ¿Cómo no cambiar, cuando toda aquella mierda se nos había venido encima, cuando los dos sabíamos que el final estaba cerca y que solo dependía de ambos el detenerlo?

Máxime, habiendo pasado tanto tiempo en el infierno, cada uno en su propio infierno y tan separados el uno del otro por un muro que parecía imposible de romper.

Las responsabilidades eran algo muy duro, un peso que nos hundía poco a poco, y a mi hermano eso lo estaba matando. Veía que se autodestruía poco a poco, a veces parecía que se pasaba más tiempo borracho que sobrio, y ya nunca estaba alegre. No ahora era la sombra de lo que antes había sido, y todo por mi culpa y la de los ángeles.

Por elegir a un demonio en vez de a mi propio hermano.

Yo había causado todo aquello, solo yo. Por mucho que dijesen que no era mi culpa, que me habían engañado los demonios para hacerlo, lo cierto era que las elecciones habían sido solo mías. Nadie me había forzado a tomarlas.

Negué con la cabeza.

-No, ni rastro de él... -murmuré.- No tiene domicilio, coche o nada semejante, así que habrá que pensar en otra cosa. Aunque lo más probable es que esté muerto. La mayoría no sobrevive a las posesiones tan largas...

Seguí buscando un poco más en esa dirección, para finalmente encontrar lo que buscaba.

-Sí, está muerto. Más o menos en la misma época en la que Nicole fue poseída.

Le lancé una mirada de reproche.

-Voy a encargar algo para comer -dije, en un tono que no admitía réplicas.

Negué con la cabeza, dejándolo correr. No era momento de discutirlo, aunque yo nunca dejaría de pensar que había sido culpa mía.

-Cass dice que es un demonio poderoso que tiene un carácter frío y calculador. Manipulador y con constantes ganas de hacer sufrir a la gente, pero que si Jake es el recipiente de un demonio, no se arriesgará a dañarle. Y yo estoy de acuerdo.

Asentí con la cabeza, saltándome ciertas restricciones de los registros de automóviles.

-Sí, la tengo.

-Si domicilio, auto, nada estamos sin opciones por lo que es buscar una Abuja en un pajar–
Miro a mi hermano, valla situación un demonio con ganas de joder a ese chico, nosotros no tenemos una mierda con que ayudarle, fantástico esto cada vez se pone realmente fantástico. Escucho a mi hermano que habla del padre de Jake, sonrío algo forzado muevo la cabeza
–Okay great! No tengo más que decir no se como vamos a cárganos un demonio, sin saber donde demonios esta…-
Me levantó de la silla me dirijo hasta la ventana para tomar un poco de aire, escapo un suspiro aprieto los puños. Estaba enojado por todas estas mierdas por perder a personas y lo importante casado de la caza del diablo. Giro sobre mis talones miro a mi hermano con el ceño fruncido, carraspeo me dirijo a el -No tengo hambre no me apetece comer –
Algo en raro en mi, no se que demonios me pasa pero a estas alturas ¿Cómo puedo comer? Que importa esto, no se…creo me volveré loco de tanto pensar se va a fundir el celebro.

-Ahora solo importa salvar la vida de ese chico- me quedo pensativo mientras escucho a mi hermano hablar de que Cass-

Fantástico Sammy cuando no un demonio es un maldito hijo de perra sin corazón, que le encanta torturar a las personas por placer –Me dirijo hasta la bolsa tomo un bote de pastilla lo abro me llevo dos a la boca, tomo el vaso de agua de la mesita de un golpe me lo trago. –Sea como sea nos cargaremos a ese maldito hijo de perra, le mandara de nuevo al infierno, bueno tenemos trabajo por hacer –

Tomo la mochila comienzo a prepararlo todo, miro a mi hermano –Pues si tienes esos registros ya tenemos algo, con que ubicarnos, esto…Sam yo…-Sonrío muevo la cabeza, nah no creo que…bien no pensare más porque tengo un dolor de cabeza bárbaro y tengo que poner, cara de póquer para mostrarle a mi hermano que estoy, realmente fantástico.

–Nada vamos al trabajo ¿A dónde nos dirigimos ahora?- Cierro la mochila lo cuelgo en mi hombro- O come on Sammy estoy bien deja de mirarme de esa forma, …tenemos que salvar a ese chico no es momento de estar pensando o hablar sin actuar. Entiendes si ese demonio quiere su recipiente estoy seguro que ese cabrito, va hacer lo posible para conseguirlo así que…¿Qué estamos esperando?- Miro serio a mi hermano asiento levemente.

Miré a mi hermano por encima del hombro, sin darme la vuelta ni aparatar la mirada de la pantalla más que unos instantes. Sonaba tan derrotado, tan pesimista...

La preocupación por él y por su estado de salud me mataba, pero apenas me atrevía a hacer algunos pocos comentarios de vez en cuando. Ya no había entre ambos aquella confianza que nos había unido durante tanto tiempo; entre nosotros algo se había roto por mi estupidez, por no tener en cuenta que las acciones tienen sus consecuencias y que a veces esas consecuencias son más grandes de lo que podríamos siquiera imaginar.

Mis decisiones tiraron el mundo por el desagüe. Mis elecciones apartaron a mi hermano de mí.

-Siempre podemos invocarle -repuse, en relación con el caso.- Los demonios no pueden resistir una invocación.

Negué con la cabeza, sabiendo que me iba a contestar algo parecido.

-Pues yo sí, así que comeremos algo -dije, tozudo.

Le dolía la cabeza, era bastante evidente por el modo en que hablaba y se tragaba un montón de pastillas. Pero era un cabezota, y no iba a estar tranquilo hasta que Lestat estuviese haciendo palomitas de vuelta en el infierno.

-Salvaremos a Jake, y también a Nicole -prometí en un susurro.

Se preparó en apenas unos instantes, mientras yo permanecía en mi sitio mirándole con fijeza.

-Para empezar, Jake es un cazador y habrá tomado ciertas medidas para evitar ser poseído. Además, creo que el demonio en cuestión todavía no ha llegado a la Tierra; si no, seguramente Lestat ya le habría llevado al chico en vez de jugar con él.

Sacudí la cabeza, levantándome.

-Y para seguir, tú no estás lo suficientemente bien como para enfrentarte ahora con un demonio, Dean. Tienes que descansar y comer algo antes.