Con compañia +18 [Ruth]

Jamás hubiera pensado que un hombre me hiciera mojarme con tal rapidez, seguía mordiendo mi labio inferior cuando note que volvía a subir, no obstante se detuvo en algunas zonas, como mi pecho, note como mi cuerpo correspondía a sus caricias por zonas, me volvía loca cuando se centraba en mis pechos, volvió a mi boca, lo mire con ternura y ganas, pensé que iba a besarme, pero después sonrió y no me beso, hice una mueca y perseguí sus labios, hasta morderlos con suavidad para después besarlos, mientras mi dedos circulaban por su cuello casi con suaves cosquilleos, note como acababa de desnudarse y se quedaba pensativo, -Quiero… sentirte..- susurre deslizando mis besos por su barbilla y moviendo mis caderas bajo las suyas notándole con suavidad, mientras jadeaba.

Aquellas palabras me alteraron, pero mas me altero su ligero movimiento de caderas, mi miembro rozo su entrepierna y aquello sirvio para convencerme y quitarme las pocas dudas que tenia. La bese con algo mas de suavidad en un beso mas largo, mientras tanto guie mi miembro hacia dentro de ella lentamente, cuando estuve dentro de ella deje de besarla para comprobar su expresion por un momento, me preocupaba haberle hecho daño, me guie hasta su oido.- ¿Estas bien? -pregunte, despues lami su cuello y comence a moverme muy lentamente.

Me concentre en su beso, largo y suave, note como empezaba entrar me aferre a su cuerpo sin dejar de besarle en ningún momento, cuando acabo de entrar, note que no dolía tanto como esperaba, me gustaba la sensación de tenerle en mí, volvió a preguntarme si estaba bien, volvió a lamer mi cuello, acaricie su espalda desnuda, y su cuello con ternura, cuando empezó a moverse lentamente gemí algo mas fuerte notando como mis caderas se aferraban a las suyas, y seguían sus movimientos ayudándole, por puro instinto, mientras besaba mi cuello lleve mis labios a su oído el cual bese y mordisquee con suavidad, para después susurrar roncamente y entre jadeos -Mark...Uhmm.. es genial...- recordaba que me había dicho que todos le llamaban puck, pero yo era incapaz de usar un nombre que usaban tantas bocas…

Y ahi estaba de nuevo mi nombre, no es que no me gustase la sensacion de escucharlo en su boca, pero seguia resultandome extraño. Me felicite a mi mismo por haber sido tan delicado durante ese rato, pero era el momento de pasarlo bien, apoye mi frente en la suya y la bese con lujuria apoyando una mano en su nuca para atraerla mas hacia mi. Comence a aumentar el ritmo y descendi con sus besos hasta su pecho, me recree unos momentos alli y despues bese su barbilla para acabar recorriendo la varilla de su mandibula con la lengua. Emiti un ligero gemido cuando ya habia aumentado mas la velocidad. No pude evitar pensar que se movia bastante bien para ser virgen.

Me beso con lujuria y yo le correspondí de lo mas gustosa, cogiéndome por la nuca me arrimo mas a él cosa que agradecí pues me encantaba la sensación de tenerle tan cerca, de que no hubiera espacio entre nosotros, note como aumentaba el ritmo por lo cual no pude evitar soltar un leve gemido, el placer recorría mi cuerpo de arriba abajo, haciéndome sentir las cosas con una agudeza extraordinaria, note que volvía a deslizar sus besos hasta mis pechos, lleve una mano a su nuca, acariciándola y bajando hacia su espalda, haciendo círculos delicados en su piel, que cada vez se hacían más intensos, con la otra mano me agarre a su cintura ayudándole a mover mis caderas junto a las suyas, su lengua recorrió mi barbilla, cuando esuche su gemido no pude evitar gemir a su vez, y me acerque a su oído, pose mis labios justo debajo de este, dando pequeños lametones y besos allí, para después morder con suavidad el lóbulo de su oreja y susurrarle entre jadeos -Eres.. increíble.. uhmmm..- volví a gemir y mis manos aferraron mas fuerte su espalda, casi arañándole, despues deslice mis dedos por el mismo lugar apesadumbrada aunque no pudiera hacerle daño, me sabía mal arañarle pero no podía evitarlo había sido involuntario, después desee que le gustara todo aquello tanto como a mí, me sentía ignorante.

Me tocaba con dulzura, no estaba acostumbrado a eso, por eso me costaba tanto corresponderle con tanto cariño. Esboce una media sonrisa torcida cuando me dijo que era increible, no conteste, me faltaba aire incluso para respirar, no hubiera estado bien desconcentrarme con nada; me movia rapido emitiendo algun gemido de vez en cuando. Gimio a la vez que yo y me araño en la espalda, me encantaba sentir sus uñas en mi espalda, aquello me excitaba todavia mas, pude ver en sus ojos la preocupacion por ese hecho, acababa de morderle y no habia tenido ningun remordimiento por ello, podia soportar todos sus arañazos y lo haria gustoso. Le acaricie los labios con un dedo y le sonrei, despues me incline sobre ella y la bese lenta pero apasionadamente.

Contemple su sonrisa, era imposible no sonreír, todo él te invitaba a contemplarle con admiración, y eso hacía, me fascinaba de manera inigualable, cada vez se movía más rápido dándome más placer, y mi cuerpo se adaptaba a la perfección a sus movimientos como si lo hubiera hecho todo la vida, me volvió a sonreír y acaricio mis labios, saque mi lengua y lamí sus dedos con sensualidad, después antes de que pudiera moverse, acaricie su espalda de nuevo, dejando una mano allí, y la otra viajo por todo su cuerpo hasta llegar a su cuello, el cual empezó a acariciar de arriba abajo como en suaves cosquilleos que a la vez eran intensos, volvió a besarme de manera lenta, entrelace mi lengua con la suya de manera apasionada, recorriendo cada rincón de su boca con pasión, sintiéndome extrañamente suya.

Aumente el rimo al maximo emitiendo algun ronco gemido, apoye una mano en su cintura y la bese de nuevo, no sabia cuanto tiempo mas iba a poder aguantar, aquello me resultaba del todo excitante, ese sofa en el que estabamos habia presenciado muchas escenas similares, pero el numero descendia considerablemente si hablabamos de virgenes. Me perdi en su cuello recorriendolo con la lengua, senti la herida que yo le habia hecho bajo mis labios, gemi al sentir que me quedaba poco para acabar...

Escuchaba de vez en cuando sus gemidos, aumentó la velocidad de una manera extraordinaria, seguía moviéndome junto a él, emitiendo algún que otro gemido, volvió a recorrer mi cuello con sus labios, sentí una especie de corriente eléctrica recorrer mi cuerpo, el cual se tenso, por un momento, dándome a entender lo que iba a suceder a continuación, estaba a punto de consumirme por el placer, aunque yo no quería terminar, me encantaba sentirle, gemí de manera más fuerte y a la vez dulce, no podía evitarlo.