Cómo la Muerte llegó a nuestras vidas (Chris)

Mucha gente cree que las coincidencias no existen, que todo tiene una razón de ser o que uno no se encuentra con ciertas circumstancias en la vida si no es porque las ha buscado. Existan o sea cosa del destino, a veces es mejor pensar que no hubo ningún tipo de trama allí, que todo ocurrió por una serie de acontecimientos importunos. Una serie de catástrofes que terminarían marcando nuestras vidas hasta límites insospechados. Y todo ello, por una supuesta coincidencia.

Pero aquello no empezó por el azar. Sabía perfectamente quién era aquel tipo que había tras las puertas del ascensor en el que iba a entrar en cuanto abriese sus puertas. Me encontraba en la quinta planta de los grandes almacenes del supermercado más conocido de la ciudad, pero para las horas que eran, apenas se podía encontrar gente por allí. No más que algún aburrido solitario y vampiros. Apreté de nuevo el botón y las puertas no tardaron en abrirse, mostrando frente a mí a un tipo de constitución delgada, no muy alto y con el cabello negro con flequillo desenfadado. Ciertamente su piel era más pálida de lo normal, pero nunca habría sospechado que me encontraba frente a un chupa sangre, y menos, frente a la mayor fuente de ingresos con la que me hubiese encontrado antes. Todo dependía de que las habladurías fuesen ciertas... En ese caso, no querría estar en su pellejo.

- ¿Vas al parking de la planta -3?

Le pregunté con un dedo ya preparado para darle al susodicho botón una vez entré en el ascensor y me puso junto a él. El tipo asintió con la cabeza, y sin más, le di. Daba gusto estar bien informado... Estuvimos unos segundos callados, mirando ambos la puerta que teníamos frente a nosotros mientras el ascensor descendía. Entonces se me ocurrió entablar un poco de conversación antes de la acción, ya que no se trataba de un monstruo con pinta de ir matando a todo lo que se le pusiese por delante. Parecía amistoso y todo. Así que lo siguiente que dije fue con un tono intrascendente, como quien saluda al vecino por pura educación.

- Hay que ver lo solitario que está este lugar a estas horas... Yo porque buscaba una tarrina de helado para mi novia, que sino, iba listo de pasearme por aquí...- una simple ojeada por su parte me dio pie a seguir con mi incontinencia verbal.- Vale, no es que sea mi novia exactamente, pero... Dejémoslo en que quiero rollo con ella. Cueste lo que cueste.- le confesé al final con una mirada de soslayo y picardía, al igual que mi media sonrisa.

Aquello era extraño.Habia salido a pasear,y el afan de consumismo habia llegado hasta mi,consiguiendo que acabara en un centro comercial.

Desde que puse el primer pie en aquel lugar supe que algo no iba bien...pero sin saber porque,y sin hacer caso a esa sensacion,segui a lo mio,buscando algo de ropa hasta que llego la hora del cierre y las pocas personas que habiamos por alli,nos tuvimos que marchar.

Entre el el ascensor,absorto en mis pensamientos,pensando en aquello que sentia,ese escalofrio...pero que me podia pasar?Era un vampiro,era mas fuerte de lo normal,y la mayoria de los cazadores pasaban de mi,o al menos lo hacian cuando se enteraban del tipo de vida que llevaba.

Algo,una voz,me saco de mi ensoñamiento,y me gire para contestar simplemente con la cabeza.No volvi a mirarlo mas hasta que el volvio a hablar.Era un tipo con una apariencia un tanto extraña,pero con ganas de charla,una charla amigable,aunque algo vanal.

-Si,las chicas y nosotros...Al final siempre consiguen lo que quieren de nosotros de una forma u otra.-dije volviendo la mirada hacia el y terminando con una sonrisa pacifica,esa que predominaba en mi cara.

El ascensor se paro y yo,que estaba mas adelantado,di un par de pasos,terminando por salir de alli.

-Encantado tio...pero me tengo que marchar.Hasta otra.-dije elevando la mano a modo de despedida.

Asentí aún con mi sonrisa a sus palabras, aunque no estuviese mucho por la labor de pensar en tías en ese momento. Cuando las puertas se abrieron, no me dio tiempo a decir nada más que salió por ellas despidiéndose con un comentario que dejaba claro que iba a marcharse sin más dilación. Aquello no me dejaba más opción que reaccionar ya. Me asomé por la puerta mientras él ya se alejaba, y al ver el coche que esperaba, aparcado a pocos metros de nosotros, supe que todo estaba listo. Por suerte, el parking estaba desierto, así que nadie más pudo ver lo que allí sucedió. Metí una mano dentro de mi chaqueta de cuero y di un par de pasos hacia él.

- Eh, espera!

Cuando el vampiro se giró, vio el preciso momento en el que le disparaba un dardo anestésico que se clavó con fuerza en su ropa hasta introducirse en su carne, a pocos centímetros de su corazón. Cuando se percató de lo que acababa de hacer, bajé el arma y me acerqué a él unos pasos más, mirándole con la cabeza ligeramente ladeada por la curiosidad. Una persona normal abría caído inconsciente al suelo en cuanto el dardo le hubiese tocado, pero el vampiro parecía únicamente confundido. Quizás la anestesia fuese más lenta con ellos.

- Siento tener que hacer esto repentinamente, con tan poco tiempo para conocernos. Esperaba profundizar más en la conversación, ¿sabes? En fin... Nos vemos luego.- le comenté amistosamente como si dispararle un tiro a alguien fuese lo más común del mundo.

El coche de los refuerzos se colocó con un frenazo brusco a espaldas del vampiro, y de él aparecieron dos tipos fornidos y bien armados, dispuestos a cargar con él en cuanto se devaneciese. Encogiéndome de hombros como disculpa, pasé por su lado dándole una palmadita en el hombro y fui directo al coche, dejando al vampiro en las últimas. Justo antes de sentarme en el asiento del conductor, les indiqué una última orden a mis hombres.

- Meterlo en el maletero en cuanto esté listo.

*Eh,espera*...

Despues de eso,todo estaba bastante borroso.Solo senti una punzada en mi piel,y la sensacion de que algo no iba bien,empezo a tomar su sentido.Estaba en un lio y aun no sabia por que...
Poco a poco mi cuerpo se rindio a aquel sueño artificial y...nada,oscuridad.Por suerte,mis ojos estaban adaptados a aquello y pude distinguir las formas y los olores predominantes en aquella...sala?

No sabia donde estaba,todo era muy extraño y en el fondo,sentia miedo.Lo unico que sabia es que el tipo del ascenso tenia algo que ver con todo aquello.

Daespues de luchar contra el martilleo que habia en mi cabeza,cuando al fin logre separarlo de mis pensamientos...una puerta de abrio,y una luz cegadora vino junto con unos pasos.Cerre los ojos instintivamente y baje la cabeza durante unos instantes para que estos se acostumbraran poco a poco a esa cantidad de luz tan dolorosa en esos momentos.

Ahi estaba,era el tipo del aparcamiento y no...no llevaba ninguna tarrina de helado consigo.

-¿Que hago aqui,que quieres?.-pregunte,sonando demasiado tipico de pelicula sangrienta de adolescentes.Guarde silencio y espere a que el hablara,a que resolviera alguna de mis dudas...aunque algo m decia,que la razon por la que yo estaba ahi,era demasiado importante para el como para que aquello acabara ahi.

Cuando entré en la salita de las torturas, comprobé que estaba más limpia de lo normal. Claro... El local era nuevo, y solo la habíamos utilizado con una rata traidora antes que con el vampiro, apenas tenía restos de sangre el suelo. Y es que no me gustaba limpiar aquella habitación, quería que el desafortunado que entrase allí de percatase enseguida de que dificilmente iba a salir con vida. El truco estaba en cooperar. Pero aquel no era el caso. El tipo que tenía en aquella silla con las manos y los pies bien sugetos por grilletes de hierro no era un traidor que pudiese irse de rositas largándome lo que quería oir, y aquella experiencia era nueva para mí. Solo quería su sangre, y seguramente, de tal modo que no volvería a ver la luz del sol. Bueno... o de la luna, como fuese.

Me acerqué a él acompañado por mi científico loco, un hombre muy mayor con aspecto engarbado y pelusa blanca adornando su medio calva cabeza, y cuando estuve frente a él, escuché esa pregunta tan típica de película de terror. No era para menos, estaba en el lugar perfecto para que se rodase un largometraje de ese género. Me tomé su pregunta como algo complejo, así que fruncí el ceño cuando le di un argumento.

- Um... Creí que ya lo supondrías tú teniendo esa máquina al lado.- le comenté señalando un aparato médico que tenía toda la pinta de ser para extraer líquidos, con todos aquellos tubos.- Aunque supongo que es comprensible, yo tampoco estoy muy metido en la ciencia. Mejor que te lo explique el viejo chocho que tenemos para esto.- dije con cierta mueca de asco, y luego sonreí abiertamente.-O, tranquilo, está sordo como una tapia, puedes insultarle cuanto quieras que no te oye. Tiene su parte buena y su parte mala, verás.- Me giré hacia el científico, liado con su máquina, y le hablé con voz en grito.- ¡Tú, loquero! ¡Dile a este vampiro lo que piensas hacerle!

El anciano se giró lentamente, como si me hubiese oído por coincidencia, aún no teniéndolo muy claro, y después de asimilar mis palabras, se giró hacia el vampiro y le respondió con rostro un poco ausente.

- Procederé a quitarte toda la sangre de tu cuerpo por vía venosa con tal de que el señor Hatter consiga suficiente cantidad para su negocio...

- Perfecto! Lo ha explicado maravillosamente!- le señalé con entusiasmo al anciano, pero éste siguió mirando al vampiro sin haber escuchado, así que me borró la sonrisa. Hice rodar los ojos y me acerqué unos pasos hasta el oído del viejo.- ¡Ya puedes volver al trabajo!

El científico dio un pequeño bote y asintió rapidamente antes de volver hacia la máquina. Negué con la cabeza cansinamente y volví mi atención al vampiro mientras el viejo cogía una jeringuilla cogida por uno de los tubos. Puse los brazos en jarra y le dediqué una sonrisa amistosa a mi suministro de sangre.

- Bien, ¿alguna duda al respecto?

Aquello no era para nada tranquilizador.Cuando al fin aquel tipo empezo a hablar,mis temores mas profundos empezaron a aflorar,sabiendo que aquello era peligroso,que estaba en cierto peligro.

El tipo de la bata,que estaba a lo suyo,empezo a tocar una maquina que habia a mi lado.En un principio no la habia visto,no me habia percatado de que hubiera algo mas en aquella habitacion aparte de nosotros,pero si,habia y muchas cosas.

En lo que si me habia fijado era en el olor a sangre que inundaba el aire,era un olor a sangre seca,y sus resots estaban esparcidos por la sala,plasmadas en las paredes y en algunos de los enseres que alli habia.

Me tocaba responder,o al menos,hablar algo.Aquel tipo,del que desconocia su nombre,sabia demasiado de mi,sabia lo que era y queria mi sangre,...no,eso no era nada bueno.El encuentro en el ascensor no fue tan fortuito como yo pensaba.Respire hondo.

-Tio,si sabes lo que soy,sabras que no soy un tipo corriente,tengo mas reflejos por asi decirlo,no creo que sea buena idea lo que estas pensando hacer.-dije sin saber de donde saque esas palabras ni el tono de voz.Seguramente,al saber que tu pellejo esta en juego,el instinto de supervivencia aflora y lo hace de esta forma.

Intente liberarme de aquello que oprimia mis brazos y mis piernas,pero era demasiado fuerte como para romperlo.Lo volvi a intentar una y otra vez y resignado,eleve la vista hasta sus ojos.

-Imaginaba que no seria tan facil.-dije algo aturdido.

Spoiler:

Cuando ya veía como el científico loco se acercaba a él con jeringuilla en mano para la extracción de sangre, el vampiro me soltó aquel comentario. La extraña seguridad de sus palabras y la amenaza asesina de su mirada clavada en la mía consiguieron hacerme dudar por un momento de que realmente fuese capaz de deshacerse de aquellos grilletes en cuanto le viniese en gana. Con algo de inseguridad, di un paso instintivo hacia atrás cuando hizo el primer intento de romper las ligaduras que impedían su movilidad. Pero nada pasó. Ni al siguiente esfuerzo, ni al siguiente. Bajé los hombros y puse cara de aburrimiento cuando comprendí que aquel tipo era de mucho ladrar y poco morder. Me había intentado tomar el pelo con aquella superioridad que no sabía de dónde la había sacado. ¿Y quién era él, más que un tipo enclenque y muerto que ni siquiera había visto venir un dardo anestésico con sus supuestas superhabilidades, para chulearme a mí? ¡A mí! Ahogué una risa sarcástica cuando se dio por vencido, dedicándole una mirada que, quién me conocía, sabía que no tramaba nada bueno.

- ¿De verdad te crees que puedes librarte de mí con trucos tan baratos como ese? ¿En serio? Porque eso me hace llegar a dos opciones:- le comenté sin dejar de mirarle con los ojos entrecerrados, y empezando a pasearme alrededor de la silla con una tranquilidad desesperante- Que me tomas por un incompetente estúpido que se toma esto a broma o que te crees superior a mí por el hecho de haber vivido la muerte y tener colmillos. Si es lo primero...- me coloqué frente a él de nuevo, y ahora endurenciendo el tono de voz- Te diré que el último que intentó tomarme el pelo, terminó con zapatos de cemento en el fondo del mar. ¿Eso no es tomárselo en serio, eh? ¡¿Eh?!- de pronto, mi puño golpeó su pómulo derecho girándole noventa grados la cara, pero no lo dejé ahí y le cogí de la mandíbula con fuerza para que me mirase.- Y respecto a lo segundo, intenta parar esto si te crees superior a mí.

El siguiente puñetazo fue en el otro pómulo, consiguiendo el mismo feroz impacto contra su cara. Sinceramente, dolían bastante los nudillos. Quizás incluso más que a él los puñetazos, pero el truco estaba en no demostrar que me ardían las manos. Malditos vampiros... Aún así, destensé las manos mientras el cautivo aún tenía el rostro girado, sin poder verme, y cuando volvió a alzarlo, yo ya me había recuperado y me colocaba de nuevo muy cerca de él, apoyándome en el reposabrazos mientras con la otra mano, de golpe, tiraba de su cabello revuelto hacia atrás con fuerza, dejándolo mirando al techo.

- Dime, sanguijuela. ¿Aún crees que puedes chulearme? Piénsalo bien, porque de ésta respuesta dependerá tu forma de morir. Y te aseguro que puedo ser la mar de original.

Mis primeras palabras lo cabrearon,y vaya si lo cabrearon.El tipo,el maton con aires de mafioso prepotente y elegante,me solto unas palabras que parecian demasiado ensayadas,como si aquel discursito lo hubiera utilizado con mas de uno,...y si,estaba seguro de que asi era,pues no me extrañaba para nada que se dedicara a matar gente,vampiros,licantorpos o lo que fuera que a el le apeteciera,cuando le diera la gana o se aburriera...Aunque ese tipo parecia demasiado analizador como para dejarse guiar de una forma tal vil por sus sentimientos,no,ese tipo se dedicaba a algun tipo de negocio y yo,era su materia prima.

El me miraba,esperando mi respuesta,y yo,aun me seguia debatiendo si morir con dignidad,dejandole claro que no iba a someterme ante el o seguirle la corriente e intentar salir airoso de esa situacion.Suspire y pense que una mezcla de las dos,podria ser la solucion.

-Tu y yo sabemos que unos zapatos de cemento no me harian demasiado,ya sabes,por eso de que estoy muerto y que solo puedo morir de una forma muy clara.-no me ande con rodeos,no iba a negar que tenia un punto debil,pero si el tipo sabia que era un vampiro,sabria las formas de matarme que surtirian verdadero efecto.Le dedique una sonrisa complacida.

.Por otra parte..que mas quieres?si vas a matarme,si vas a sacarme la sangre y hacer con ella noseque cosa,no entiendo esta conversacion,no se que interes puedes tener en que te diga una cosa u otra.Hazlo y ya esta,sabes?.-mi tono se fue elevando por momentos,llegando a sorprenderme incluso a mi y mis colmillos hicieron acto de presencia.Un sonido gutural se escuchaba en la sala,era yo,estaba fuera de control como nunca lo habia estado.

-Desatame.-dije entre gruñidos y moviendome en la silla.

No fue ni una súplica ni un estado de sumisión, dispuesto a enfrentarse a la muerte como me hubiese gustado. Además, la frase de "Adelante, no le temo a la muerte" siempre había conseguido que sintiese admiración por quien lo soltase. En cambio, el muy estúpido siguió con su arrogancia, aunque ahora rebajada, mirándome directamente a los ojos sin ningún tipo de temor. ¿De qué estaba hecho este tipo? ¿Era un heroe o un necio? Le dediqué una mirada tan llena de recelo como de rencor. Y lo malo a lo desconocido es eso, que siempre hay temor de por medio. Resignado, le solté el cabello con rabia y me separé de él, haciéndole un gesto al experto en ciencia para que clavase de una vez por todas la aguja en las venas del vampiro. El anciano no tardó en hacerlo mientras aún escuchaba las palabras del cautivo, mirándole de soslayo sin fiarme un pelo de lo que podría ser capaz de hacer si conseguía salir con vida de allí. No... eso no podía pasar.

- Nunca es tarde para elegir la forma de morir, ¿no crees? Aunque ya esté más que decidido tu final. Ya sabes, solo era por educación dejar elegir tu última voluntad.

Le comenté al final, sonriéndole con sarcasmo mientras los tubos se teñían de un color granate, llenándose por dentro de la sangre del vampiro mientras éste se alteraba por momentos, volviendo a intentar escapar forcejeando inutilmente contra los grilletes. Y entonces me soltó aquella orden tan desesperada y penosa a la vez. No pude evitar sontar una risita.

- No, eso no sirve como última voluntad! Para eso, si te parece, de paso te puedo traer un té helado y unas galletitas de genjibre. - le dije con insultante ironía.- Venga ya, tío! Asúmelo. Unas veces se gana y otras se pierde. Yo he ganado el negocio de mi vida y tú has perdido tu mayor maldición. ¿O me equivoco?

Puede que aquello le afectase como un tema delicado que le había llegado al nombrarlo, pero me quedé bien a gusto, la verdad. El caso es que mi comentario no le conformó, pues siguió intentando liberarse soltando gruñidos guturales. Así que viendo que ya no se podía dialogar más con aquella bestia, me giré una última vez hacia el científico, que estab junto a mí, y colocándome bien el sombrero antes de salir, le di una última orden.

- Déjalo seco.

Mi actitud lo habia molestado,pero..que se jodiera!Estaba a punto de matarme,no pretenderia que encima de todo fuera educado,cortes y que me tomara aquello como lo mas normal del mundo.

Llego un cambio de atencion por mi parte cuando le ordeno que me clavara la aguja,ahora si que era hora de tomarse aquello en serio.Una sensacion de supervivencia empezo a dominarme,no sabia que me ocurria,pero algo en mi interior se unio,empezo a hacer presion queriendo salir,me dominaba,era mas fuerte que yo y lo peor era que queria dejarlo salir.

Mire hacia la izquierda y observe el tubo que estaba lleno de un liquido rojo oscuro,granate,que era mi sangre.Aquella aguja sacaba la sangre demasiado rapido y empece a sentirme debil.Mi vista se empezo a nublar y mi cabeza a dar vueltas,sintiendo como se desplazaba de un lado a otro.

Inspire profundamente,expire y repeti la accion unas cuantas veces,elevando la cabeza y abriendo los ojos de golpe...era yo,pero era distinto.

-No,hoy no morire.- dije muy decidido,captando la atencion de aquel tipo que ya salia por la puerta.-Si,es contigo.-añadi para que se acercara a donde yo estaba.-Si lo que te interesa es traficar con sangre,no preferirias sacar de mi algo mas que mi sangre?No crees que te seria de mas ayuda estando vivo,o semi-vivo como lo estoy ahora que muerto?.-la idea estaba ahi,pero quizas su mente no lo entendiera.

-Te hablo de un quid pro quo...tu me dejas libre y yo te consigo mas mercancia,mas como yo,mas sangre de vampiro...-dije clavando mi mirada totalmente seria en sus ojos

Me quedé parado en el marco de la puerta cuando el vampiro me empezó a hablar, ahora con una mirada que se iba mucho más allá de la desesperación. Vi en ella que el tipo sería capaz de todo con tal de sobrevivir. Que bonito era el sentimiento de supervivencia... Ahí es dónde las personas demostraban realmente de qué pasta estaban hechas, y el vampiro... era un traidor más hacia su gente. Eso o que me la estaba jugando bien. Me acerqué lentamente hacia él, escuchando con interés su propuesta, hasta quedarme frente a él con los brazos cruzados. La oferta, sin duda, era muy tentadora: atraer vampiros con más vampiros. Pero lo cierto era que si le dijese que sí sin más, estaría haciendo la mayor estupidez de mi vida, puesto que en cuanto lo soltase, se tiraría sobre nosotros y nos mataría. Era de cajón. Le dediqué una sonrisita irónica cuando terminó de hablar y me acerqué un poco más a él, inclinándome para estar a su misma altura, aunque haciéndolo con la burla que me caracterizaba.

- Creo que... Aún lo mucho que he intentado transmitirte que a mí nadie me toma el pelo, sigues sin haberlo entendido.- le dije con tono suave.- Y aunque lo dijeses en serio, no estás en condiciones de negociar. Porque ambos sabemos que en cuanto te suelte, nos matarás a ambos y te irás de rositas. ¡Porque la gente no traiciona a los suyos por un poco de sangre! No al menos tú.- le espeté ahora subiendo la voz- En esta sala llego a conocer muy bien a mis cautivos, y creeme, tú no eres de las ratas con las que suelo tratar. Así que olvídate.- finalicé con mi mirada clavada en la suya, y después de unos segundos en los que vi que sus ojos perdían el brillo de esperanza, no sé porqué, me corregí.- Al menos por ahora.

Me incorporé de nuevo pensando en lo que acababa de decir y tramando un nuevo plan que se había formado en mi mente. No aparté la mirada de él, pero a la vez, sin verlo, únicamente pensando en algo más allá de lo que podía encontrar allí. Quizás no podría creer en él ahora, pero después de su tratamiento... Realmente me pediría compasión, y sería fiel a su palabra por el simple hecho de temerme. Cuando volví al mundo real, miré de nuevo fijamente al vampiro, centrado en la respuesta que vendría a continuación.

- Dime, ¿porqué razón traicionarías a tu gente?

Joder...que tipo mas obsesionado con matarme y dejarme seco...Ahora me pedia explicaciones de porque queria proporcionarle otros vampiros con la condicion de que me dejara salir de alli.No estaba claro?no era suficiente con que me tuviera atado con noseque material,al lado de un tipo con una bata blanca y con pinta de no haberse peinado en su vida?con que en ese momento me hubiera dado cuenta de que queria vivir,que no queria servir como droga a cuatro yonkis con mucho dinero para invertirlo en sangre de vampiro?...

Suspire cuando todo aquello se fue de mi cabeza,volviendo a la realidad y sintiendo como el me clavaba sus ojos pidiendo una respuesta,pero volvio a hablar,soltando ese "al menos por ahora" que me hizo ver una luz al final del tunel.Eleve la vista,tenia que escoger las palabras correctas,como si aquello fuera la contraseña extraña que le salva la vida en el ultimo momento al protagonista de la peli.

-Instinto de supervivnecia...Eso y que estoy harto de esos prepotentes que tantas veces me han despreciado.Los odio!y quiero vengarme de ellos.-añadi gritando las ultimas palabras,con los ojos inyectados en ira.-Nunca he hecho daño a nadie,pero si tengo en mis manos mi vida y mi muerte,estoy dispuesto a ello,...ademas,nosotros,los que son como yo...-dije metiendome en el mismo paquete que los demas,sabiendo como odiaba aquello.-son predadores,matan gente por matar,asi que no seria demasiado malo deshacerse de algunos de ellos...Esas son mis razones,no son las mismas que las tuyas,lo se,pero tienen el mismo valor,el mismo reporte economico que te pueden proporcionar.-dije decorando un poco el trato,nombrando el dinero,sabia que eso era lo unico que le importaria a aquel tipo.

Lo mire fijamente,esperando que me dijera que si,que me liberara,que ese tipo que estaba con la aguja de fuera da la habitacion,porque estaba poniendome realmente nervioso.

Aún frente a él, manteniendo una cierta distancia de aquellos ojos suyos inyectados en sangre (solo faltaba que le saliese espuma por la boca), escuché sus palabras llenas de ira y rencor hacia quienes mencionaba, consiguiendo que arquease las cejas por la misma sorpresa de comprender que no se llevaba muy bien con los suyos. Más bien se llebaba a muerte con ellos. Pero no sé porqué, no me lo imaginaba matándolos sanguinariamente. Más bien me los imaginaba a ellos pateándole a él el trasero. Aunque en aquellos momentos, no. No. En aquellos momentos incluso me lo imaginaría en la pintura de Cronos, deborando a sus hijos recién nacidos. Reí ligeramente por la situación y porque sencillamente, siempre me había gustado ver las reacciones de un hombre desesperado.

- Alto el carro, amigo. Yo no te estoy pidiendo que mates a nadie. Aunque el remordimiento y la culpa si los tuvieses luego claro. Tú solo tendrías que traerlos aquí vivitos y coleantes, si se puede decir eso en referencia a un vampiro... - le comenté algo confuso por lo de "vivitos", pero era todo pura interpretación. Me lo estaba pasando pipa.- Así que, según tú, eres una especie de Blade, no? No matas a gente inocente pero sí serías capaz de cargarte a tu propia especie. No está mal, no. Sería un desperdicio cargarnos a un defensor de la justicia. No crees, ¿majareta?- le pregunté esta vez al científico que estaba al lado del vampiro, dispuesto a ponerle otra aguja en el otor brazo. Como siempre, si se inmutó.- Majareta... Majareta. ¡Majareta!

Como única respuesta, el hombre levantó un momento la vista hacia la máquina y luego siguió con la faena. Alcé la mirada al techo pidiendo paciencia y esperé unos segundos para aclarar las ideas y calmarme. Cuando alcé de nuevo la mirada al vampiro, fue con gesto serio.

- Creeré en tu palabra. Pero no creo en tu voluntad de superviviencia, no por ahora. Y no te culpo, el ser humano puede hacer cosas horribles por sobrevivir. Pero tú aún no estás preparado. Cuando vea conveniente, te soltaré y entonces podremos empezar con el trato. Pero mientras... No puedo correr ese riesgo.

Le expliqué con gesto de disculpa sincera, y sin más, me acerqué al anciano y le murmuré algo que por la devilidad que sentía el cautivo en aquellos momentos, no pudo escucharlo. El caso es que el científico extrajo las jeringas de sus venas y se dispuso a apagar la máquina. Me puse una última vez frente a él, dirigiéndole una extraña mirada, como de compasión y recelo.

- Ciertamente, si estuviese en tu lugar, preferiría haber muerto.- incliné ligeramente mi sombrero hacia abajo como gesto de despedida sin dejar de mirarle de soslayo, y antes de marchar después del anciano, apagando las luces, me despedí.- Hasta mañana.

No sabia como aquel tipo podia encontrar palabras para debatir todo aquello que le decia,que mas queria de mi?un contrato firmado en el que le vendiera mi alma en caso de que aun la tuviera o si alguna vez la habia tenido?Desde luego ese era un tema que muchas veces habia rondado mi mente,pero no era momento para ponerse a pensar en aquello.

Llego un momento en el que estaba tan debil que no sabia demasiado bien que pasaba a mi alrededor,tan solo escuchaba un leve murmullo y un sonido de fondo,algo metalico.Lo siguiente que recuerdo de ese momento,fue notar como la aguja salia de mi y un suspiro de ilusion que pronto desaparecio,al saber que no iba a salir de alli tan facilmente.Las luces se apagaron y un cerrojo o varios se escucharon,despues unos pasos y el sueño me pudo...

Desperte desorientado,no sabia cuanto tiempo habia pasado,pero al reflexionar sobre ello me di cuenta de que habia pasado casi un dia,estaba cansado,debil,pero sabia que no habia dormido mas de ese tiempo.
De repente un hambre enorme me sobrevino.El dia de mi "secuestro"por asi decirlo no habia tenido tiempo de alimentarme y con este era dos,eso sin contar la cantidad de sangre que me habian extraido.Cerre los ojos y eche la cabeza hacia atras,pensando en todo aquello,en la propuesta que le habia hecho a aquel tipo tan raro del sombrero,en lo subrealista de la situacion que estaba viviendo con aquel cientifico loco a las ordenes del capo de la sangre de vampiro,con el hecho de que si salia vivo de alli tendria que dedicar nosecuanto tiempo a pagar la deuda que yo mismo me habia buscado pidiendole a aquel tipo que me dejara con vida...No era real...no podia serlo,ahora que todo empezaba a tener una luz blanca sobre mi vida tan fria,sombria y triste,...ahora que todo empezaba a irme medianamente bien...quizas esas eran las causas que me habia llevado a plantearle el trato.Fuera lo que fuera estaba hecho,estaba plnateado y tan solo me quedaba que aquel tio apareciera por esa puerta metalica,abriera las cerraduras que me mantenian alli y me diera una respuesta,eso por el lado bueno,porque claro,siempre podia llegar de nuevo con el viejo de la bata y ordenarle que me dejara seco en el instante,que se lo habia pensado y que no queria vasallos bajo su mando(exceptuando al anciano).

Segui reflexionando y llegue a la conclusion de que estaba dispuesto a todo por salir de alli.Los demas vampiros jamas me habia tratado bien,solo por tener un minimo de respeto por la especie humana a la que todos nosotros habiamos pertenecido cuando estabamos vivos.No,no se merecian vivir y yo si.Quizas el tipo ese tuviera razon al llamarme Blade y esto era una señal para empezar mi propia vendetta.
Ahora queria que apareciera...¿me estaria sonvirtiendo en uno de esos secuesrados con sindrome de Estocolmo?...no lo sabia,mis unicos pensamientos eran que aparecieran,hasta podia escuchar el sonido de laa tuberias,el agua correr por ellas,el sonido de los cables transportando la electricidad...todo menos esos pasos caracteristicos que queria volver a escuchar de una vez.Estaba dispuesto a todo,queria que me soltara,queria salir a la calle,alimentarme de lo primero que viera,ya fuera animal o persona y ponerme manos a la obra para saldar la supuesta deuda en caso de que aceptara.

-Aparece ya!.-grite esperando que alguien oyera esa suplica con toques de imperacion.

Dejé que el tiempo pasase para que el cautivo vampiro terminase deseando beber sangre como un desesperado. Porque ¿qué tortura peor había para un vampiro que negarle el alimento ese por el que se desvivían? Desvivían... Que forma de decirlo tan acertada! Pasaron veinticuatros horas y por suerte alguien me recordó que el tipo seguía en aquella sala, que sino, se me pasa por alto. Era lo malo de jugar a la wii, se pasaba el tiempo volando. Entre que terminaba la partida y cerraba el juego, al final fueron veintiseis horas de cautiverio en soledad. Bueno... veintiseis y media, pues hasta que no tuve un té y unas galletitas a mis disposición, no entré en la sala de las horribilidades. Y allí me lo encontré, sentando dónde le había dejado y con un aspecto penoso, más parecido al de un zombie con leucemia que al de un vampiro supuestamente muy pro. El defensor de los déviles según él. Más le valía quitarse aquella idea rápidamente de la cabeza o duraría allí mucho tiempo.

Me coloqué frente a él, a unos metros de distancia, después de encender las luces fluorescentes y dejar pasar a mi científico loco particular y a un tipo que parecía el típico vikingo rudo pero sin pelo. Cuando lo observé detenidamente, poniéndole nervioso con aquella espera en silencio de un par de minutos, terminé sonriéndole ampliamente.

- Es un placer tenerte de nuevo con nosotros. Pensé que ya te habrías ido... Todo un detalle, la verdad.- me acerqué a él paseándome sin un rumbo fijo hasta quedarme muy cerca de él mientras no dejaba de observar las señales obvias de desnutrición. Al final me giré hacia mis invitados y se los señalé con gesto gracil.- Ya conoces al viejo que te quitó la sangre ayer, pero permíteme presentarte a Rudolf. Es un ruso con muy mal carácter, aunque se deja vender a cualquier precio por un poco de dogra. ¿Adivinas cuál es su mayor hobbie? ¿No? Bueno... Os dejaré unos momentos para conoceros mejor mientras hago los preparativos.

Con aquella explicación tan cortés, me alejé de él y a cambio, se acercó al vampiro aquel tipo con pinta de gorila hormonado. Apenas lo vio venir, que el tipo empezó a pegarle puñetazos feroces, tanto en el rostro como en el estómago. Cuando me cansé de disfrutar del espectáculo mientras me tomaba un té que había traído, comencé de nuevo con mi teatrera intervención.

- Eeeey, chicos! ¿Qué son estás confianzas? Ya tendreís tiempo luego para mimitos. Ahora vayamos a lo que vamos.- comenté con tono pacifista mientras el gigante matón se separaba de lo que quedaba del vampiro y me dejaba a solas con él. Estudié de nuevo su aspecto y fruncí el ceño con una mueca de dolor- Uff... No tienes muy buen aspecto. Creo que necesitarías algo de sangre para recomponerte. ¿Te sirve la de demonio? Porque tengo un poco aquí.- le dije acercándole la taza que llevaba en las manos para que viese el líquido rojizo que había en ella.- Vamos, tómala.- le incité acercándosela a sus manos, amarradas por los grilletes aún a cada posabrazos.- ¿No la coges? Um... Vaya. Pues si no la quieres...

Me encogí de hombros y tiré el contenido delante de él al suelo sin dejar de mirarlo con una malicia escondida tras mi gran interpretación. Al final, viendo que no reaccionaba mucho, terminé sonriendo burlón y le di de nuevo la espalda, alejándome de él hasta volver a hablarle, empezando de nuevo y dando por finalizados los preliminares.

- Va, dejémonos de tonterías. Y vayamos al grano, ¿de acuerdo? Porque ambos sabemos que lo único que quieres es salir de aquí, ¿me equivoco? Pues bien, contéstame únicamente a esta pregunta y confiaré por completo en tu palabra para servirme como cazador de vampiros. - le expliqué con la mirada clavada en la suya, sabiendo que aquel tema disponía de toda su atención. Esperé unos segundos para darle emoción al momento, y entonces, lo solté.- ¿En qué se parecen un cuervo y un escritorio?- sonreí ampliamente por quedarme con él.- ¡Vamos! ¡Es fácil!

No sabia cuanto tiempo habia pasado desde que grite aquellas palabras pidiendole a mi "raptor"que apareciera,el tiempo pasa distinto cuando estas encerrado y no tienes una consciencia real del espacio-tiempo...aunque el espacio estaba bastante claro...la silla,la silla dentro de la habitacion y la habitacion dentro de...no lo sabia.

Los flurescentes se encendieron y el pempezo a hablar mientras mis retinas se acostumbraban a la claridad..eso era uno de los inconvenientes de ser vampiro,en la oscuidad se veia bien,pero una luz como esa era demaisado molesta,hacia que los ojos dolieran.

Empezo a hablar sin decirme demasiado con aquellas palabras,pero no fue el quien capto mi atencion,no,fue una taza con sangre que tenia entre sus manos.Mi boca empezo a salivar pero no por gula ni nada parecido,necesitaba la sangre,habia perdido,bueno,me habian extraido demasiada y llevaba mucho tiempo sin comer.El muy...la derramo delante de mi y yo solo pude soltar un gruñido de impotencia y rabia que no me iba a servir para nada.

-Si pretendes matarme hazlo de una vez,asi puedes dejar esto libre para otro pobre infeliz...-dije gritando sin fijar mi vista en ningun lugar,es mas,no podia,estaba demasiado debil.Entonces el tipo de dio la vuelta y dejo paso a un tipo con pinta de pocos amigos humanos y muchos amigos llamados "hormonas"que sin dudarlo ni un segundo empezo a golpearme repetidas veces,otra,otra...haciendome sangrar y dandome la grata opcion de comprobar que quedaba algo de sangre en mi interior,que el cientifico con cara de pajaro carpintero llamado Woody se habia apiadado de mis venas que habia dejado algo de flujo sanguineo dentro de su propietario.

Llego un momento en el que deje de resistirme,quizas esa fuera la unica opcion que tenia de salir vivo de alli,callarme y dejar que me hicieran,o como segunda opcion y la que me empezaba a plantear,morir rapida y medianamente digna.

No se como paro,quizas su dueño asi se lo ordeno,pero el perro de presa dejo en paz mi cuerpo y se alejo.Cuando el tipo se acerco hasta mi,escupi adrede algo de sangre en sus zapatos,tenia pocos recursos y habia que aprovecharlos,asi que cualquier cosa que pudiera joderle la iba a usar.
Empezo de nuevo a hablar como si se hubiera tomado unos cuantos tripis con un chupito de vodka y con mucho esfuerzo decidi prestarle algo de atencion.

Eleve la cara cuando solto aquella pregunta y me rei a carcajada limpia en su cara.-Tio...donde esta la camara oculta...porque si esto no es una broma demasiado pesada,es que he viajado al pais de las maravillas y estoy frente al sombrerero loco...-dije negando con la cabeza.Si,podia ser que el tipo fuera un enfermo mental con mucho dinero que se dedicara a recoger tipos con mi pinta y llevarlos a su mansion sadica para poder disfutar de su sufrimiento hasta que encontrara una nueva presa menos magullada...esa fue la primera vez que pense en aquello...antes parecia hasta normal.
Negue con la cabeza y cuando la levante me lo encontre mirando muy serio,como si su pregunta fuera algo totalmente normal.-¿Es...en serio?.-dije asombrado mientras notaba como mas sangre se agolpaba en mi garganta y el efecto que producia en mi voz al hablar.

-Mira si buscas una razon para matarme,hazlo ya,pero esto no es normal....como leches quieres que sepa yo en que se parece un cuervo a un escritorio?...no...definitivamente esto no es serio.-dije por ultima vez.-Ahora,si quieres llamar a tu gorila albino para que me remate estoy de acuerdo,pero ya sabes mi oferta,tu decides.-dije cerrando los ojos y esperando a empezar a recivir mas golpes de nuevo.