Un entrenamiento corriente... (Jeremy)

Me la quede mirando aun sabiendo que las posibilidades que tenia de ganarle, estando en su estado o no, serian superiores a los que ella tenia de ganarme. Vi como se ponia en cautela, observando cada paso que daba, cada postura, cada expression, todo.

Se echo algo hacia atras aun con la mirada fija en mi. En un segundo en que sus ojos parpadeaban habia desaparecido de delante de ella.

- No creo que sea demasiado divertido entonces *dije acariciando su hombro con uno de mis dedos* - Se cual es tu punto debil

En el momento en que ella se movio no estaba en aquel lugar.
Me sente en uno de las gradas que habia alli, apoyando mis pies encima de los asientos de delante de donde estaba sentado.

- Hey encanto *dije saludandole con la mano*

Me volteé y lo vi sentado en las gradas ¿qué se suponía que tenía que hacer? ¿Ir hasta allí para que volvera a cambiar de sitio? No estaba dispuesta a seguirle por toda a estancia hasta que se cansara de jugar, pero tampoco iba a irme con la cabeza gacha, prefería morir a rendirme y, no me cansaría de repetírmelo, no iba a morir aquel día.

-Tu sigue jugando- musité, antes de lanzarme de nuevo a la piscina, al fin y al cabo, había ido a nadar.

Observaba desde las gradas como aquella humana con cierta habilidad en la lucha nadaba lo maximo que podia, un par, cuatro, seis piscinas asta acabar cogida al borde de las piscina respirando entrecortadamente.
Apareci ante ella con una sonrisa de maldad puesta en mis labios.

- Y bien se supone que tengo que aplaudir por el increible espectaculo? *dije cruzando mis brazos*

- Pensaba que seria mas divertido jugar contigo pero roza el aburrimiento

¿Era una payasa?¿A caso iba maquillada como Ronald McDonald y no me había dado cuenta? No nadaba para divertirle a él, era entretenido para mi y eso me bastaba, podía irse cuando le diera la gana ya que no quería pelear.

-¿Y qué propones, perdonavidas?- pregunté, apoyada en el borde de la piscina. A ver que tontería me soltaba. Nota mental: buscar otro gimnasio o empezar a entrenar armada hasta los dientes, cosa que iba a ser difícil en traje de baño.

Aquellas palabras solo dieron rienda suelta a mi imaginacion, por ella se paseaban diferentes y tentadoras optativas de como pasar un buen rato jugando con ella, ninguna de la que ella podria estar satisfecha.

- Bueno no creo que te sea interesante para ti *dije sonriendole*

Su cara fue perfectamente un cuadro, su labio se volvio una mueca de asco mientras con sus manos ayudaba a darle mas realismo a todo aquello.

- No me gusta acabar con los humanos tan rapido pequeña, elige

- Que quieres que haga contigo

Era una idea tentadora, ella misma elegiria su propio futuro, no me costaria demasiado matarla alli mismo, sabiendo en el estado que estaba ella podria acabar muerta en un simple abrir y cerrar de ojos.

¿Y yo era la que aburría? El pobre se repetía más que el ajo "humana, podría terminar contigo enseguida", llegaba a cansar.
Salí de la piscina y le guiñé un ojo, normalmente cuando me cruzaba con un demonio de cualquier tipo ninguno de los dos se dedicaba a jugar o insinuar, era la primera vez que me ocurría. -Es una pena que no seas humano, cariño...- estaba decidida a marcharme, por mi bien y ¿por el suyo? No, más bien por el mío. -Aunque espero que la próxima vez que nos veamos no seamos tan... compasivos- añadí sonriendo.

Al ver como empezaba a secar su cuerpo con una de las toallas fui tras ella cogiendola por sorpresa mientras con mis manos sujetaba sus caderas, haciendo que se girara de golpe dispuesta a darme un puñetazo, pare su mano en el mismo instante en que veia como faltaban pocos milimetros para que impactara contra mi cara.

- Quien a dicho que esto acabe aqui?

Cogi su mano pasandola por detras de su espalda mientras la sujetaba alli haciendo que ella quedara totalmente dependiente de mi.

Paraba todos mis golpes directos y aún así yo insistía en lo mismo, a partir de ahora todos los golpes irían a los bajos, estaba decidido. -¿Sólo te conoces esta llave, cielo? Porque aquí no eres el único que se aburre- respiré profundamente, mientras no tratara de hacerme daño no me movería, pero si intentaba algo dejaría de jugar y empezaría a pelear, era la mejor opción... no, era la única opción, daba igual cómo fuera físicamente, era maligno, punto.

Intentaba deshacerse de mi llave consiguiendo que me percatara de como en un simple movimiento su hombro acababa por descolocarse. La volvi a coger aun sabiendo que me llevaria un golpe por su parte, asi fue, su rodilla fue directa a mi entrepierna estampandose alli mismo.

Reprimi un poco el dolor antes de cogerla del brazo que estaba descolocado haciendo que se retorciera de dolor.
Puse una mano en su hombro y la otra cogiendo su mano. En segundos coloque el brazo en su sitio aun sabiendo que pese a estar en su sitio de origen el dolor no se curaria tan rapidamente.

- Supongo que ya tendras suficiente por hoy *dije alzandola en brazos sin dejar que pudiera decir nada*

Empezo a patalear como una cria antes de que saliera con ella de las piscina.

De haber hecho las cosas a un ritmo un poco más normal quizás hubiera podido defenderme, pero no fue así, me descolocó el hombro y me lo volvió a colocar en el sitio, tendría que bajar al hospital de todas todas después de esto.

Me zafé de sus brazos y me aparté de él, mirándole con rabia, estaba en clara ventaja ante mi, no sólo porque estuviera lesionada, si no porque estaba desarmada... me estaba cabreando.

-¿Eso es todo lo que sabes hacer?- si, a veces me perdía mi bocaza, pero todos los que me lo decían no había sobrevivido para repetirlo. -Porque, para serte sincera, me han hecho muchísimo más daño en otras ocasiones y ya he aprendido a disfrutarlo...-

Llevandola en brazos la mire con increduidad por sus palabras, disfrutar con el dolor? Mas disfrutaria arrancando su piel a tiras pero pese a eso ero yo un vampiro llevando a una estupida humana llena de odio en brazos asta el hospital del gimnasio.

- Manten tu boca cerrada si no quieres que disloque mas partes de tu cuerpo y luego te arranque tu piel a tiras *dije friamente clavando mis ojos en los suyos*


Parecio percatarse de que posiblemente era capaz de hacerlo y no iva a negar que no lo deseaba.
Pique a la puerta de la enfermeria entrando al oir una voz tras ella. La enfermera era algo mayor, baja y algo regordeta.
Fui hacia una de las camas y diposite a la humana llena de odio en ella.

- Tenia un hombro dislocado que acabo de poner en su lugar te la dejo ahi

No di crédito hasta que estuve dentro de la enfermería ¿y ahora quedaba de buen samaritano? Que estupendo, con un poco de suerte la enfermera caería rendidita a sus pies. -¡Estás muerto!- bufé, enfadada, sin dejar que la mujer se acercara a mi.
No necesitaba aquello, no me quedaría allí, así que empujé a aquel imbécil demoniaco que tantos problemas me estaba causando y me fui directa a los vestuarios. Me vestiría, cogería algunas de mis armas y dedicaría todo mi tiempo a buscarle y a destrozarle. Ya era personal.


((Bleh, la tienes en el bote xDDD))