Un entrenamiento corriente... (Jeremy)

Sólo a mi se me ocurría meterme en gastos innecesarios antes de tener un sueldo para pagarlos, pero vistos los inconvenientes que iban surgiendo cada vez que intentaba entrenar por mi cuenta, había preferido falsificar un par de documentos y apuntarme al dichoso gimnasio.
Dado que en el pueblo no había instalaciones decentes, me desplacé en coche hasta Houston donde había un Centro Deportivo muy bien equipado. Un carnet falso a nombre de Brenda Rassinsky, una tarjeta de crédito robada y una empleada un poco estúpida hicieron el resto.

Tras cambiarme de ropa, hacia las cinco de la tarde, ya estaba precalentando en una de las máquinas de correr. Al fin el dolor del hombro había cesado y me sentía con mucha más energía que días atrás.

Ir al gimnasio era uno de mis pasatiempos favoritos, me encantaba ver como aquellos humanos intentaban con todas sus fuerzas levantar pesas sin llegar a moverlas ni un milimetro, realmente divertido.

Pase por el mostrador saludando a Brenda la empleada de alli, le guiñe un ojo, su cara se volvio roja de golpe mientras me saludaba timidamente con una de sus manos, quien diria que aquella timida humana podia ser toda una fiera en la cama.

Me cambie de ropa y deje mi bolsa en la taquilla.
El gimnasio no estaba demasiado abarrotado, algo positivo de estar situado en Houston era que no frecuentaba demasiada gente por alli.

Me puse en una de las maquinas con pesas, la unica que era capaz de entretenerme algo mas que 5 minutos.

Me gustaba ir sobre esa hora al gimnasio porque no había mucha gente. La hora punta solía ser la noche, cuando la gente salía de trabajar, pero a media tarde sólo las esposas florero y los musculitos descerebrados tenían tiempo para ir a hacer deporte o, simplemente, a lucirse.

Pensé en pasar a la elíptica tras la cinta, pero me sentía preparada para empezar con ejercicios de pesas, esperaba que mi hombro no se resintiera demasiado, pero ya era hora de volver a forzarlo o sería mujer muerta.

Me paré al lado de una de las máquinas y la examiné detenidamente, lo malo de los centros depotivos eran los gérmenes, estaban por todas partes y compartir máquinas con otras personas sólo acrecentaba mi obsesión, así que, disimuladamente, pasé una toalla para eliminar, al menos, los restos de sudor de otros. Una vez estuve satisfecha, cargué algo más las pesas, iría aumentando si veía que mi cuerpo respondía bien.

Llamo mi atencion una humana limpiando con su toalla la maquina que habia ds maquinas mas alla de donde yo estaba, poco peculiar ver aquel tipo de comportamientos. Ella cogia pesos y los ponia encima de la maquina, demasiados para una simple humana, que debia ser?

Me levante de la maquina y me sente en la que habia a su lado mientras le imitaba poniendo varios pesos en ella.

La levantaba sin demasiado esfuerzo, aquello era como una pequeña brisa comparado con la fuerza que podia llegar a tener.
Vi como la chica me miraba de reojo. Me incorpore sentandome.

- No es demasiado peso para tu cuerpo *me habia percatado de que se resentia un poco al moverlos*

Me dio la sensación de que aquel musculitos se había cambiado de máquina sólo para tocarme las narices. Le miré un instante, pero debía concentrarme en lo mío sin permitirme distracciones, así que opté por seguir entrenando.

En cualquier otro momento hubiera podido levantar semejante cantidad de peso con menos dificultad, pero mi hombro no dejaba de quejarse y el morenazo pareció darse cuenta. Paré un instante, masajeando la zona dolorida, si seguía así tendría que ir al hospital. -Preocúpate sólo por el peso que tú levantas- vamos, que se metiera en su vida y dejara en paz la mía.

Fue fria y distante con sus palabras, me encantaba que me enviaran de aquella manera, era algo que me volvia loco. Me levante pasando por detras suyo mientras ella hacia caso omniso de lo que pudiera hacer.

Pose mis manos en su espalda haciendo que ella se apartara de golpe. Sin añadir nada la cogi por el brazo e hice que se volviera a poner de espaldas mientras masajeaba la zona donde habia mas dolor. La tentacion de morderle era demasiado alta, tenia que reprimirme una vez mas.

Su musculatura estaba totalmente cargada.

- Hagas lo que hagas cuando lo hagas, vete con cuidado, es solo un pinzamiento pero puede ir a mas *dije guiñandole un ojo y volviendo a las maquinas*

Hora de correr.

Aquel individuo era más fuerte de lo que imaginé en un principio, lo suficiente para lograr agarrarme al haberme pillado con la guardia baja ¿quién va atacarte en un gimnasio? Aun me sorprendía que hubiera momentos en los que me permitiera bajar la guardia.

A pesar de que el masaje ayudó, no me gustó que me tocara, no era nadie y no tenía ningún derechoa hacerlo, eso sólo lograba enfadarme. -No deberías actuar así- le advertí antes de que fuera a la cinta, algún día alguien le haría pagar esa arrogancia.

Corri en la cinta, me gustaba gastar la interminable energia que tenia mi cuerpo en aquel tipo de ejercicio.

Las palabras de la humana seguia constantes en mi cabeza, se podia ser tan estupida como para creerse superior a alguien? Sin contar que a veces lo habia podido ser yo mismo, pese a eso habia una gran y descomunal diferencia. Yo era un vampiro y ella una estupida humana.

Desde alli podia ver como la humana seguia luchando contra aquellas pesas, demasiado peso para ella. Su cuerpo se resistia aun a aquella cantidad de peso.

- Si te rompes en dos no me vengas llorando *dije lo suficiente alto para que me oyera*

-Descuida, perdonavidas- dije mirándole desafiante, estaba empezando a enfadarme y no era nada agradable de ver- pero si me pasa algo no será a ti a quien recurra,- ni tampoco sería aquel el día que me viera llorar.

Continué peleando con la máquina hasta lograr levantar las pesas sin sentir aquel dolor punzante, quizás el moreno se mereciera un agradecimiento, pero no se lo iba a dar, no iba a tener ese gusto.

¿Por qué no irán a centros sociales a hacer amigos?¡Esto es un gimnasio! Me dije de nuevo a mi misma, como un modo más de autoconvencerme de que ser sociable era algo malo.

Mi sonrisa se ensanchaba cada vez que de ella salia un comentario tipico de una persona antisocial como debia ser ella, sabia a la perfeccion como llegar a molestarla de verdad, aunque era realmente interesante como se podia llegar a cabrear con unas simples palabras, que tierno por su parte.

Poco a poco vi como la pesa empezaba a subir, mi masaje habia salido bien.

-De nada por el masaje chica antisocial *me rei al decir aquello me encantaba provocar a la gente y ver que ella se lo tomaba tan a pecho solo me daba mas rienda suelta*

Baje de la maquina la cual estaba en la velocidad mas elevada que podia. Me aburria toda aquella maquinaria.

- Vienes a la piscina o sigues luchando con la maquina *dije a medida que caminaba hacia donde estaba ella* - Juro solemnemente que si vienes te dejare en paz asta el fin de mis dias *dije poniendo una de mis manos en mi corazon*

Dejé la máquina y me puse en pie recogiendo mis toallas, la que usaba para limpiarme el sudor y la que me servía para el sudor de otros. Me acerqué a él y sonreí de lado, echándole otro vistazo.- Debes estar muy acostumbrado a que esto te funcione...- pero como muy bien había dicho, tratando de sacarme de quicio, era una antisocial, no iba a resultarle tan sencillo.-Hay más chicas por aquí, igual alguna pica y hoy te das una alegría- pero que no contara conmigo.

Sonrei ante su comentario. Me gustaba, era clara, directa y dificil de conseguir, demasiado como para que lo dejara correr. Siempre me habian atraido aquel tipo de chicas, me gustaba que las cosas fueran dificiles.
Ella paso por mi lado dirigiendose a otra de las diferentes maquinas que habia por alli.

- Eres diferente a ellas y eso me gusta, clara, directa *dije poniendome a su altura* - Ellas en segundos caerian como moscas, demasiado aburrido, siempre me han ido mas las cosas dificiles

Acabo subiendose en una de las bicicletas, me puse delante suyo apoyandome en la parte de delante.

No tenía ni idea de lo diferente que podía ser del resto de chicas que conocía, pero no iba a pararme a explicárselo.
Las elípticas estaban ocupadas, así que me decidí por una de las bicicletas estáticas, pero él no desistió y me siguió. Comenzaba a resultar cansino.

-Hay que ver lo engreído que eres- ¿qué clase de vida llevaba?¿No tenía ningún tipo de listón que estaba todo el día de flor en flor?- Si quieres un reto prueba a correr una maratón, o a batir un récord guinness, o a... no sé, ser misionero, lo que más rabia te de, pero olvídate de mi- ahora ya era cuestión de librarme de él por pesado, no por guapo ¿hacía cuando que no me daba una alegría yo? Nah, no tenía tiempo, estaba demasiado ocupada con al caza.

Tenia un plan y no lo sacaria de mi cabeza asta tenerla a ella, era demasiado interesante? arrogante? Quizas algo demasiado lista? No sabia lo que era pero me gustaba.

- Tendrias que aprender a divertirte pequeña *dije dandome media vuelta* -La vida no es solo trabajo

No sabia si acabaria viniendo hacia donde yo iria aun asi tenia la esperanza de que su pequeña cabeza reaccionara de una vez.
Fui a los vestuarios nuevamente poniendome el bañador.
Sali rapido encontrandome con la piscina vacia, podria llegar a gastar aquellas energias quizas alli? O me pasaria toda la noche corriendo de pueblo en pueblo?

Me meti dentro del agua y empeze a nadar de punta a punta, quien me viera creeria que debia ser un nadador profesional.

Le vi alejarse, la invitación era tentadora, pero una vez más me veía en medio de una de mis irracionales luchas internas. Mi última y única relación formal había terminado cuando aún estaba en el instituto y, a partir de ahí, desde que me había dedicado a viajar para cazar, todos mis encuentros con hombres habían sido totalmente casuales y libres de cualquier compromiso ¡pero no!¡Con él no! Ya sólo era por principios, porque no le iba a concerder el capricho sólo porque pensara que podía tenerme con chasquear los dedos.

Sin embargo, y cómo decía él, tenía que divertirme ¿qué me impedía darle esperanzas para luego reírme? Ese era mi modo de divertirme con tipos como el morenazo. Fui a cambiarme al vestuario, pero me tomé mi tiempo, quería hacerle esperar.

Tras varias piscinas echan y ningun sintoma de cansancio en mi cuerpo decidi provar otro tipo de cosas. Me sumergi en el agua aguantando la respiracion en su interior.
A su vez mis oidos pudieron captar un sonido de una puerta abriendose y cerrandose, pasos, unos que habia oido hacia poco.
Podia percibir todo lo que podia llegar a hacer la chica de antes, dejar la toalla, sumergirse de golpe en el agua y empezar a nadar.

Fui buceando tras ella cogiendo de un pie y sumergiendola hacia el interior de la piscina, ella me dio un golpe con su pie al percatarse de quien podia tratarse.

Sali a la superficie con una sonrisa, humanas, se creen que con un simple golpe te pueden hacer algo.

Igual el muy engreído seguía pensando que iba allí a dejarme querer. No pagaría una cuota en un gimnasio para ir a ligar, para eso ya estaban los bares o las discotecas, iba a entrenar, a fortalecerme y el moreno estaba resultando un verdadero incordio.

La gota que colmó el vaso fue la estupidez de agarrarme del pie. Estaba nadando, llevaba un buen ritmo y sentí que me frenaban y me arrastraban hacia el fondo, mi acto reflejo fue golpear a quien me estaba sujetando para poder salir a la superficie.

-¡Joder!- exclamé, enfadada, tratando de respirar profundamente para calmarme. Aquel tío ligaba peor que un crío de guardería ¿qué sería lo siguiente?¿Verme por a calle y empujarme a un charco?

Rei al salir a la superficie viendo como la respiracion de la humana se entrecortaba algo, recibi un nuevo golpe por su parte. Nade sin darle demasiadas vueltas a lo que le pasara, no solia preocuparme demasiado por los humanos y su estado.

- Aun crees que lo que quiero contigo es ligar? *dije desde la otra punta*

Empeze a nadar haciendo mas de una piscina en segundos, me gustaba correr era algo que me llegaba a relajar aun sabiendo que podria ir mas rapido aun.
Me pare delante suyo sugetandola por un brazo.

- Cuando te daras cuenta que lo unico que quiero es hacerte sufrir?

Me encataba ser tan prepotente como pudiera, mas con ella, pero enloquecerla con mis palabras era un grato pasatiempo.

No me gustaba ni un pelo, fue fácil darse cuenta de que no era una persona corriente y mi trabajo era deshacerme de esa clase de... individuos.

Cuando me agarró le perforé con la mirada, escuchando con atención lo que me decía. Me solté, golpeándole de nuevo para alejarle de mi. -Bien, porque a eso podemos jugar los dos- y a ver quien ganaba...

Mi risa resono por toda la sala, habia sido algo mas escandalosa de lo normal, pero aquella respuesta era tan tipica de una simple huamana que ni siquiera sabe con quien esta tratando.

La solte apoyandome en el extremo de la piscina sin apartar mis ojos de ella. Acabe por sentarme en el filo de ella.

- Y bien como quieres que juguemos? *dije con una medio sonrisa*

- O es que te asusta lo que te pueda pasar?

Me gustaba sacarla de quicio, era tan sencillo.

Sonreí de lado y negué con la cabeza ¿tan invencibe se creía? Comenzaba a resultar repetitivo, necesitaba un estímulo nuevo y no sólo su prepotencia si pretendía que nos entretuviéramos el uno al otro, aunque fuera peleando.

Salí de la piscina y fui hacia él, me agaché y le hablé al oído.- He visto demasiadas cosas como para que tú seas capaz de asustarme...- susurré, sin perder la sonrisa.

Sonrei ampliamente al escuchar aquellas palabras, por lo visto enfadarse no era lo unico que sabia hacer. Demasiado tentador como pars dejar escapar la ocasion de bajarle aquellos humos.

Desapareci ante ella cogiendola por detras, sujetando su cuerpo sin que pudiera moverse ni un milimetro.

- No creo que hayas conocido a alguien que sea como yo *dije riendome levemente en su oido*

Note como empezaba a retorcerse, sabia como deshacerse de mis brazos.
Volvi a desaparecer apareciendo en frente suyo. Su mano fue directa a mi estomago, gracias a mis reflejos, pude pararla a tiempo para retorcer su brazo.

- Crees que con un simple golpe vas a ganarme?

Quizás me retorciera, pero lo que no hice fue sorprenderme. He de reconocer que me jodió un poco, siempre es mejor un tío bueno prepotente que un tío bueno demoniaco.

Me zafé de él como pude, dándole un codazo en as costillas, seguido de un buen gancho de derecha... el muy no parecía inmutarse. -¿Por qué siempre tendré que terminar matando a los más guapos?- menuda injusticia.

Noté de nuevo mi hombro, no fue buena idea eso de que me retorciera el brazo, cada vez que intentaba forzarlo zonaba como una hormigonera.

Volvi a pararme, cogiendole del brazo a cada golpe que me daba asta al final hacer que ni ella misma pudiera mover ninguno de sus dos brazos.

-Creo que estos golpes no son lo mejor para tu hombro pequeñaja

Dije notando como empezaba a resentirse nuevamente. Ella por contra siguio intentando deshacerse de mis manos sujetas a sus muñecas.
Acabe por soltarla. Parecia mas calmada eso o es que le dolia demasiado como para volver a atacarme.

- Cuando digo que no hagas esfuerzos lo digo en serio *mi tono fue algo de preocupacion, no demasiado tipico en mi* - No me gustaria acabar contigo en segundos

Me sorprendió que me soltara, pero me sorprendió aún más que me advirtiera, los seres con los que solía enfrentarme no eran tan ¿gentiles? No, aquello no era gentileza, sólo parte del juego. -Tómatelo como la ventaja que necesitas- no estaba precisamente cómoda luchando en traje de baño y sin armas, pero no moriría en aquea piscina, lo tenía más que claro.