La batalla del mal (( Solo demonios, vampiros))

Un sello debía de romperse a toda costa, muchos habían sido quebrados pero no era suficiente para mí ni para esos patéticos Winchester. Ya pensé que era mejor aquellos tiempos en lo que era sangre de bebe y comenzar una masacre en los pueblos de Jerusalén (( buenos tiempos aquellos)) donde solo mi música preferida era los llantos los lamentos de esas personas.

Primero buscar el lugar correcto para llamar a todos mis soldados para la gran batalla, quien ganara sin duda los demonios tenemos el poder. Nuestro adorable padre será liberado al fin para nuestras grandes esperanzas.

Me aproximo a la vieja iglesia con mi vestido negro ajustado, de aquella chica que poseí. Acostumbrada a poseer niñas me había casado de aquello prefiera verme como era como me creo mi padre, una hermosa mujer de curvas peligrosas. Al dirigime a la iglesia un guardia se enfrento, no duro ni un minuto cuando me entretuve observando como chillaba de dolor, mientras su cara se caía a pedacitos ante mis ojos.

Ahora llamare a mis soldados –Hago un hechizo con la sangre de guardia dibujo un símbolo en mitad del suelo de la iglesia, pronunciando las palabras volteo mis ojos blancos esperando a todos a que regresen a mi.

Los sellos quedan pocos, me siento orgullosa de mi trabajo pronto veremos la luz.
Demonios vampiros, aparecen ante mis ojos sonriendo levanto mis manos.

-Bienvenidos-