You shook me all night long (Tommy L.)

Otra noche más en la ciudad, hacía tiempo que había dicho que "ciudad nueva, vida nueva"... Sí, claro y yo me lo creía. Llevaba haciendo lo mismo noche si y noche también, saliendo hasta las tantas de la madrugada, emborrachándome lo suficiente como para perder el conocimiento y no recordar nada, despertar rodeado de gente que ni conocía y en lugares ajenos a mi... Era exactamente como mi vida en Los Ángeles, con la única diferencia de que ninguno de mis amigos estaba ahí conmigo para disfrutar el momento, estaba sola pero eso nunca me había frenado. Estaba de nuevo en aquel bar, que se había convertido en algo así como mi segunda casa y ya todos me conocían allí nada más entrar por la puerta el DJ ponía una canción especial para mi, distinta cada noche y el camarero a quien le caía horriblemente mal me servía un buen baso de Jack Daniel's con un par de hielos, aquella noche no fue diferente, nada más sentarme en la barra y darle un trago a mi whisky empezó a sonar "You Shook Me All Night Long" de AC/DC. Sonreí para mi mismo y empecé a cantar la canción mientras bebía, aquella noche tenía buena pinta, como todas las anteriores, a decir verdad, le estaba empezando a pillar el gusto a aquello. Saqué un cigarro y lo encendí mientras miraba de reojo la pista de baile, mi cuerpo amenazaba con largarse solo a bailar con cualquier chica que se pusiera a tiro y pasar una buena noche...

Escuché junto a mi una dulce voz que pedía un whisky doble, no pude evitar girarme para comprobar a quien pertenecía tal voz, y me encontré con una preciosidad rubia, bajita y con un cuerpazo, le mostré una sonrisa y le guiñé un ojo sin más. Sin esperar ninguna reacción por su parte, simplemente, disfrutaba de la música y del ambiente pero cuando fui a beber de mi copa me sorprendí mirándola de reojo y sin perder detalle de lo que hacía... Estaba claro: Sentía debilidad por las rubias bonitas como aquella chica que, quisiera reconocerlo o no, me atraía muchísimo.

El whisky, para variar entraba solo pero no quería bebérmelo de un trago no sabía la pasta que me había dejado ya en apenas un par de semanas en la ciudad, tenía que encontrar trabajo y rápido porque sino acabaría vendiendo mi cuerpo a cambio de un trago... Vale, no era una idea tan descabellada teniendo en cuenta que habría a chicas a las que les regalaría mi cuerpo para que hicieran con él lo que quisieran y si a eso le sumabas algo de alcohol y buen música... Era, simplemente, como estar en el paraíso. Una de las chicas a las que le vendería mi cuerpo sin dudarlo era la chica que había junto a mi, no tenía ni idea de cuantos años tenía pero en apariencia era mucho más joven que yo... De todas maneras me daba igual, era guapísima y estaba buenísima. Solté una bocanada de humo, aquel Marlboro me sabía a gloria cerré los ojos un momento mientras le daba otra calada al cigarro y sentía como entraba en mi el humo mágico que sin más conseguía relajarme, los abrí de nuevo cuando solté el humo y entonces me giré al escuchar como la silla que había junto a mi se giraba, la chica rubia me miraba directamente y me preguntó que si tenía otro cigarro, puso una sonrisa de lado que le daba un aspecto sexy y provocativo y... No pude negarme.

-Sí, claro... - contesté mientras buscaba por los bolsillos de mi pantalón. Saqué el paquete de tabaco y le puse un cigarro en los labios, acto seguido acerqué mi zippo a él para encenderlo. - Todo tuyo... - sonreí. Me bebí de un trago mi Jack Daniel's, a tomar por culo mis pensamientos de ahorrar, ya empezaría mañana le pedí otro al camarero y le dije que rellenara el baso de la chica, que también parecía whisky y no estaba demasiado lleno. - Por cierto... - dije como la cosa más normal del mundo. - Me llamo Tommy. - me incliné un poco hacia ella y le di dos besos.

La sonrisa de la chica era perfecta y no tardó en presentarse ella también me dijo que su nombre era Nicole, pero que podía llamarla Nicky, no se si se notó pero al escuchar eso casi se me cae el baso de whisky al suelo y la lió allí en medio. Joder, hacía más de un año que no escuchaba ese nombre y me había sorprendido, ella no podía tener nada que ver con él era imposible pero el odio que sentía por aquel capullo y la rabia y el resentimiento que había dentro de mi hacía que con solo escuchar su nombre o algo parecido quisiera salir por ahí, buscarlo y liarme a hostias con él por joderlo todo de la manera que lo hizo. Me terminé de una larga y profunda calada el cigarro para intentar calmarme y encendí otro al instante. Sin más volví a beber un buen trago de mi baso, dejandolo a menos de la mitad. "Tommy relajate o no acabarás demasiado bien la noche..." me decía una parte de mi, mientras tanto otra se centraba en mi acompañante, "Por Dios, ¿Como no va a acabar bien la noche con una preciosidad así a tu lado? Tio, A POR ELLA!" La canción que estaba sonando se terminó para dar paso a algo más actual, empezó a sonar Papa Roach y "...To Be Loved" alcé una ceja, joder tenía unas ganas tremendas de ir a bailar. Entonces Nicky habló haciendo una pregunta que me hizo sonreír, vaya, la chica era directa y no se cortaban pelo, aquello me gustaba. No pude evitarlo pero aquella pregunta pedía a gritos que la contestara con alguna de mis perlitas y ahí estaba yo sonriendo y alzando una ceja.

-Pues la verdad es que te estaba esperando a ti... - dije recorriendola con la mirada y mordiendome el labio inferior. - Y si, en mi casa me esperan mis guitarras y mi batería... Pero mis nenas no son celosas así que si quieres venir tú también, no creo que se molesten demasiado. - sonreí y terminé mi segunda(¿o era ya la tercera?) copa de la noche. - Oye, Nicky... ¿Te apetece bailar? - pregunté sin más.

No esperé a que respondiera simplemente la cogí de la mano e hice que se levantara caminé con ella hasta la pista de baile donde empezamos a bailar al ritmo rápido y acompasado de la música, yo conocía la canción y la cantaba mientras nos movíamos el uno junto al otro, si tenía que reconocer que se movia bastante bien... Sin duda alguna... Aquella noche prometía... Y mucho!

No pasaba un segundo en el que Nicky no estuviera sonriendo y su sonrisa era contagiosa así que mientras estuvimos bailando en la pista de baile, ambos estábamos sonriendo, divirtiéndonos y moviéndonos al ritmo de la música. Ella se colgó de mi cuello cuando terminó su cigarro y empezamos a bailar mucho más pegados pero cuando acabó la canción empezaron aquellos acordes, los reconocía a la perfección, me los sabía de memoria... Otra vez no... Bon Jovi estaban cantando su "Livin' On A Prayer" por todos los altavoces del local y no pude evitar poner una mueca aunque Nicole parecía feliz y descontrolada bailando, debería gustarle mucho aquella maldita canción, vale, la canción no estaba mal... Pero ellos eran unos gilipollas y no los soportaba. Nos habíamos pegado cientos de veces con ellos... Y pensar que mi grupo y yo podríamos haber llegado a ser más famosos que ellos... Ahora estarían poniendo nuestras canciones y no las suyas. El caso es que ahora me había cortado completamente el royo y se me habían quitado las ganas de bailar pero el ver a Nicky tan entregada a la canción me hizo aguantarme y quedarme bailando con ella, moviendo mi cuerpo todo lo cerca posible del suyo.

-Y... ¿Por qué no me hablas de ti, preciosa? - le susurré al oído para que me escuchara con la música mientras bailábamos. - Que quieres que te diga... Pero no me creo que a ti no te espere nadie en casa. - dije con una sonrisa pícara. Había sido sincero... No me lo creía pero en el fondo me daba absolutamente igual, si ella estaba allí esa noche, sola... Era por algo y yo no era quien para juzgar a nadie.

Nicole no respondió a mi pregunta rápidamente y cuando habló, pensándolo bien, ni siquiera respondió. Se centró algo más en mi último comentario en lo que había dicho de que no me creía que no la esperaba nadie en casa, ella no me lo dijo alegando que era mejor mantenerme intrigado... Lo que por A o por B significaba que había dado en el clavo. La verdad es que, como había dicho antes, me daba igual que alguien la esperara en su casa, de hecho, había ido sola a aquel bar, y sin más habíamos comenzado a hablar, aquella noche no estaba con nadie más... Aquella noche Nicky iba a ser solo mía. Observé como se emocionaba con el final de la canción, alzando las manos y gritando junto a Jon, las últimas palabras, me cogió de la mano y dio una vuelta sobre si misma haciendo sonreír, cosa que no había dejado de hacer desde que habíamos comenzado a hablar. Cuando terminó la canción comenzó, por fin, a responder a mi pregunta, me dio simplemente un dato importante, que tenía 20 años, lo de que su vida era un desastre... Bueno, la mía no era mucho mejor era un maldito licántropo mujeriego que había huido de su hogar para empezar de cero... Ella me devolvió la pregunta y me encogí de hombros, ahora era a mi a quien le tocaba decir algo pero... ¿Qué?

-Pues... Tengo 24 años y me siento como si tuviera 80, he vivido más cosas que nadie a mi edad, acabo de mudarme a la ciudad y... Mi vida tampoco es lo que se dice un cuento de hadas... - me incliné, sin poder evitarlo y le di un único y solitario beso en el cuello, acerqué mi boca a su oído para poder susurrarle lo siguiente. - ¿Te parece suficiente? ¿O quieres más datos...? Yo creo que por esta noche es lo único que necesitamos saber el uno del otro...

Había sido muy directo, mis palabras eran claras y me mostraba seguro de mi mismo, después de todo... ¿Qué podía perder? Aunque aquella chica fuera preciosa y me encantara su forma de ser, su permanente sonrisa y sus ganas de fiesta, eramos unos completos desconocidos y no pedía nada más que un rato con ella para pasármelo bien... Si acabábamos siendo amigos... Terminaría preocupándome por ella y ya me habían clavado demasiadas puñaladas en la espalda "mis amigos" como para jugármela otra vez, así que, por esa noche, solo pedía pasármelo bien con ella... Y hacer que ella se lo pasara bien conmigo.

Enseguida, y sin palabras, Nicky se giró, dándome la espalda para hacerle una señal al camarero supuse que para que nos sirviera más copas. Me cogió por el brazo y tiró de mi y llegamos a la barra, el camarero había servido dos vasos de whisky pero al final le convencí para que a mi me diera una botella entera de Jack Daniel's, una vez conseguido, observé como Nicky seguía caminando hacia un lugar más apartado, la seguí mientras pasaba por encima de una cadena que decía que la sala estaba cerrada, no había demasiada luz pero no importaba, tampoco es que fuéramos a necesitarla, además, yo tenía una buena visión nocturna. Mientras caminaba bebía directamente de la botella que llevaba en la mano e, instintivamente, mis ojos recorrían todo el cuerpo de Nicole con la mirada, la verdad es que tenía un cuerpazo increíble y su culo... Joder! Tenía que parar un poco el carro si no quería lanzarme a su cuello y que la cosa pasara a mayores demasiado rápido. Ella se sentó en uno de los enormes sillones y yo me senté justo a su lado, cuando lo hice me dijo que jugáramos a algo, alcé una ceja y sonreí, me encantaba jugar, ella acarició mi pierna y luego puso las suyas sobre las mías mientras me explicaba en qué consistía en juego... Vaya, vaya... Tenía buena pinta, estaba seguro de que sería muy interesante, sobretodo la parte de quitarse prendas. Bebí un buen trago de la botella de Jack que tenía en la mano y le mostré una amplia sonrisa.

-Me parece un juego realmente interesante... - comencé. - Está bien, creo que empezaré yo... - me aclaré la garganta y me quedé pensativo durante unos segundos, pensando en qué podría decirle. - Veamos... Me mudé hace poco desde Los Ángeles y esta es la primera vez que vengo a este bar... ¿Algo así? Nunca he jugado a esto... Yo soy más de juegos con mucho alcohol de por medio... - le guiñé un ojo. - Pero este juego es muy interesante...

Justo después de hablar volví a beber de la botella mientras noté un mal presentimiento pero no logré averiguar de qué se trataba, en el fondo, me daba igual. Estaba tan concentrado en Nicky, en aquel juego en sus ojos y en todo... Que ni siquiera me di cuenta de que el plenilunio estaba a punto de comenzar y como siempre, varios días antes mi cuerpo cambiaba sin control... Pero durante escasos minutos en que no me podía controlar pero... Aquel día no me acordaba de ello, demasiada resaca, demasiado alcohol, demasiadas mujeres... Lo único que tenía eran ganas irrefrenables de pasármelo bien y cuanto más estaba con Nicole, más me atraía y más ganas de hacer con ella cualquier cosa tenía...

Nicole acertó y se quedó mirándome y haciendo un gesto con las manos para que me quitara una prenda... ¿Por qué podría empezar? Esbocé una media sonrisa y me quité una de mis zapatillas, dejando mi pie a la vista. Entonces ella me cogió la botella de whisky y bebió un buen trago, aunque parte del alcohol se le cayó por el cuello y por el pecho, no pude evitar tragar saliva al ver tal imagen mientras ella decía que podíamos combinar el juego con todo el alcohol que quisiéramos, vaya, ahora todo se ponía mucho más interesante... Entonces pasó la lengua por sus labios y de nuevo tuve que tragas saliva... Jodeer... Algo me decía a mi que no íbamos a acabar de jugar a aquel juego porque como siguiéramos así iba a acabar quitandole la ropa a mordiscos si hacía falta... Hizo una pausa y entonces habló diciendo una cosa falsa y otra verdadera... Me quedé extrañado... ¿Poseída por un demonio? ¿De qué coño iba aquello? Lo peor de todo es que yo mismo era un licántropo y sabía que aquello era muy probable pero no entendía que alguien lo dijera así por que sí, así que sin duda tenía que ser una broma, tenía que ser falso y no lo dudé ni un momento. Me tendió la botella de Jack y bebí, dejándola casi por la mitad mientras la estudiaba.

-La primera parte... ¿Es mentira? - más que afirmarlo lo pregunté, la verdad es que no estaba seguro pero joder, podría haberse acostado con alguna chica, eso nunca se sabía y no podía estar seguro pero ya lo había dicho, simplemente esperé a ver que pasaba, mientras tanto, comencé a hablar yo mismo. - Soy un licantropo... - comencé, sorprendiéndome a mi mismo de haber dicho aquello enseguida hablé, rápidamente, ¿Ahora se suponía que tenía que decir una mentira? - Y nunca he besado a otro hombre.

Con la botella aún en las manos me acerqué a ella y le tiré un poco de alcohol por el cuello, que bajó directamente hasta su pecho, no pude evitarlo y empecé a lamerlo, lentamente descendiendo hacia su escote y de nuevo subiendo hasta su cuello donde la besé y luego le di un pequeño mordisco, apenas unos segundos después, volví a morderla pero esta vez con algo más de fuerza....

Su confesión me dejó algo parado, dijo que era verdad que había sido poseída por un demonio, vaya, aquello era ineresante... Siempre que había escuchado algo parecido el humano nunca había sobrevivido, la verdad, solo por eso había que hacerle un monumento a aquella chica, otro por su personalidad, otro por su cuerpazo, otro por... Vale, vale, vale... Para el carro... O te tiras a su cuello o no, pero no empeices así! Cuando yo hablé, lo hice bajo los efectos del alcohol (o de otra cosa más que controlaba mi cuerpo y hacía que toda la sangre se me bajara de la cabeza a otra parte) y por ello le solté tan alegremente que era un licantropo y después la mentira... Bueno, todos hemos tenido noches de juerga, ¿Verdad? Ella no dudó al decir que la segunda era falsa, y yo simplemente me quité la otra zapatilla y me quedé descalzo... Como siguiéramos así íbamos a tardar años en desnudarnos... Pero mientras el resultado fuera aquel no me importaba en absoluto.

-Bueno, ¿Qué pasa? ¿Nunca has estado de juerga en Los Ángeles? Además, cuando yo era un crío era difícil distinguir a los tíos de las tías... Y más aún si ibas borracho! - le solté sin más. - Además, si mi memoria no me falla, creo que fue a mi mejor amigo...

A continuación, cuando empecé a cansarme fue cuando derrame el whisky sobre su cuello y empecé a lamerlo, joder, cualquiera se daría cuenta de que estábamos jodidamente borrachos y cachondos y que en breves íbamos a mandar a tomar aire fresco a aquel juego. Como si me hubiera leído el pensamiento, Nicole me tumbó en el sofá y se puso sobre mí, mirámdole a los ojos y de nuevo, haciendome tragar saliva. ¿Sangre? ¿Dónde leches te has metido? Vale, la verdad es que si te parabas un poco a ver mi cuerpo te dabas cuenta rápidamente de donde había ido a parar mi sangre. Nicky dijo que se había cansado del juego y comenzó una pregunta que no terminó... Pero me gustó por donde iban los tiros... Sobretodo cuando se quitó la camiseta! Cogió la botella y me levantó la cabeza, haciendo que el alcohol cayera por mi boca y me manchara los labios y el cuello e incluso la camiseta. Yo estaba completamente borracho y caliente como para hacer o decir nada en ese momento, así que la dejé hacer, se inclinó y mordió mi labio inferior justo antes de besarme, metiendo su lengua en mi boca, le correspondí el beso haciendo que nuestras lenguas juguetearan con la del otro un buen rato antes de separarme y morderle el labio inferior. Vale, esto ya empezaba a gustarme más. Me quité la camiseta en un segundo y empecé a besarle el cuello pasando mis manos por su espalda que, mientras yo besaba su cuerpo, se encargaban de desabrochar el sujetador y enseguida empecé a besar sus pechos, a agarrarlos y masajearlos y a morderle los pezones.

-Creo que esto me gusta más que el juego de antes... - le susurré al oído y antes de separarme le mordí el lóbulo de la oreja.

Mientras lamía y mordía sus pechos, escuché como gemía y solté un profundo suspiro de placer e impaciencia. Acto seguido volvió a la carga lamiendo mi cuello y bajando por mi pecho, llegando hasta uno de mis pezones, jugueteó con el piercing, succionó y me volvió loco con absolutamente todo aquello. Estaba demasiado centrado en sentir su lengua sobre mi piel que en un principio no noté que su mano se había desplazado hasta mi entrepierna, hasta que apretó y abrí los ojos de golpe, me mordí el labio inferior y me lancé de nuevo a su boca, besándola con pasión y haciendo que nuestras lenguas se echaran un pulso en nuestras bocas, que las recorrieran por completo y se saborearan. Noté entonces como apartó su mano de mi entrepierna y pegó más su cuerpo al mio, moviéndose contra mi, haciendo que mi cuerpo se excitara aún más y, inevitablemente, se moviera contra el suyo. Había aguantado como un campeón, mi auto-control había mejorado bastante pero había llegado un punto en el que ya no sabía que leches era eso así que terminé por quitarle los pantalones con urgencia y hacer que quedara en ropa interior, hice lo propio conmigo y así, estuvimos en igualdad de condiciones. Me quedé por un momento mirando su cuerpo, joder, sin ropa era aún más increíble que con ella, alargué el brazo y cogí la botella de Jack Daniel's y bebí un gran trago, la cogí por el mentón y eché algo de bebida en su boca, aunque terminó cayendo por su cuello, empapando sus pechos pero eso no importó porque yo lamí el whisky y si cuerpo a conciencia, haciendo que no quedara ni rastro de alcohol en él. En la posición en la que estábamos no tenía muchas posibilidades de hacer demasiado así que giré en el sofá y me coloqué sobre ella, mi mano se deslizó por dentro de su ropa interior y empecé a acariciar su sexo, de una manera lenta y pausada que no tardó en ser cada vez más rápida, con mi otra mano agarré uno de sus pechos y empecé a masajearlo mientras mi boca hacía un recorrido casi permanente desde sus labios hasta su cuello llenándolo de besos, mordiscos e incluso chupetones. No me daba cuenta de que cada vez aumentaba el ritmo y la violencia de mis caricias, como tampoco me daba cuenta del cambio que estaba a punto de sufrir, pero, de alguna manera, Nicole tampoco. El alcohol y la excitación del momento nos nublaban la mente y, por desgracia, no fuimos capaces de ver lo que estaba a punto de suceder...

Mientras yo empezaba a masturbarla, ella no se quedó atrás e hizo lo mismo, jadeé cuando cogió mi miembro y empezó a acariciarlo hacia arriba y hacia abajo, con la erección que tenía entre las piernas estaba bastante claro que no podía pensar en nada más que en eso, cosa que no parecía importarle demasiado a Nicole. No pude evitar sonreír cuando nos bajó la ropa interior a ambos y se deshizo de ella... ¿Aquello era una invitación? Pues por nada del mundo pensaba rechazarla y, cumpliendo sus deseos, la penetré con fuerza, haciendo que gimiera. Me incliné sobre ella y empecé a besarla mientras me movía dentro de ella, entrando y saliendo, de forma algo más relajada hasta que su cuerpo se acostumbrara pero... No pude evitar aumentar el ritmo y acabé entrando y saliendo de su cuerpo sin parar, una y otra vez, mientras mis labios permanecían pegados a los suyos y mi lengua en su boca. ¿Preliminares? ¿Qué leches era aquello? Nosotros, con lo calientes que estábamos, ni siquiera lo necesitábamos. Ambos estábamos dispuestos a llegar hasta el final y eso nada iba a cambiarlo pero, entonces, empecé a notar un dolor punzante en la cabeza, no tenía ni idea de lo que podía estar pasando hasta que, al acariciar su cuerpo con mis manos, observé que se habían convertido más bien en garras o estaban en ello y detrás de cada caricia dejaba una marca roja en su piel, como un arañazo. *Mierda, mierda, mierda....!* No podía parar ahora y ella no se había dado cuenta del cambio pese a que cada vez era más y más evidente... Dios bendiga el Jack Daniel's! Intenté olvidarme yo también de que me acababa de convertir en un maldito licántropo y centrarme en penetrarla con fuerza una y otra vez pero mi ritmo también había cambiado, ahora era mucho más rápido y brutal, de una manera más salvaje y animal... Aquello no pintaba bien pero, por suerte o por desgracia, ya no podía hacer nada para evitarlo.

Seguía embistiéndola con fuerza mientras ella se movía contra mi, imitando la intensidad y el ritmo cada vez más rápido de mis movimientos. Había cambiado de postura, había puesto sus piernas sobre mis hombros para sentir aún mejor todo el placer que podía llegar a darle. Había visto, por un momento, la sorpresa en sus ojos al mirarme, como si hubiera visto algo extraño, como si se hubiera dado cuenta del cambio que estaba empezando a ocurrir, por suerte, mientras entraba y salía de ella, el placer que ambos sentíamos le hacía olvidar aquello y centrarse en otras cosas. Empecé a notar como ella cada vez estaba más y más húmeda, estábamos a punto de llegar al clímax y yo... tenía que centrarme en que la situación no se me fuera de las manos, pero no podía controlarme. Empecé a masajear sus pechos, pero terminé por arañarlos, y entonces lo noté, aceleré mis movimientos mientras empecé a jadear como un animal. Nicole bajó sus piernas de mis hombro y se me abrazó, arañándome la espalda mientras me gemía al oído, hice lo mismo terminé arañando con fuerza su espalda, quizá con demasiada porque empecé a oler su sangre y entonces gimió con fuerza al llegar al orgasmo, y poco después lo hice yo, mientras me corría, con fuerza le mordí en el cuello con brutalidad, dejándole unas horribles, marcas, apretando, quizá demasiado, lamiendo su sangre y alimentándome de ella. Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo ya era demasiado tarde, la solté y salí de ella. Nos quedamos tumbados durante unos segundos, intentando recuperar el aliento, pero ahora venía la parte jodida, tenía que salir de allí antes de que se diera cuenta de que se acababa de tirar a un monstruo y que tenía el cuerpo entero lleno e marcas y heridas... Noté como empezaba a enredar sus manos en mi pelo, como acariciándolo, iba a ser difícil, tenía que evitar que viera mis ojos, mi cara... Y no sabía si podría hablar, mi voz no sería la misma. Suspiré sonoramente. Tenía que pensar con frialdad, pero la frialdad, en aquel momento, era lo último que podías encontrar en mi cabeza...

Noté como abrazaba mi cuerpo con una de sus piernas, apoyando su pie en mi trasero, seguía acariciando mi y pecho y yo... Yo estaba abrazado a ella, sin mirarla. Lo peor de todo(o quizá lo mejor y lo que me había hecho parar a tiempo) es que no era el día de plenilunio completo y la transformación era parcial por ello aún podía controlarme, aún podía pensar con claridad y no la había matado pero... ¿Qué coño acababa de hacer? Aún recordaba la noche en que aquella loba me transformó y no había sido muy distinto a aquello... Suspiré sonoramente intentando alejar aquellos pensamientos de mi mente, joder, si acababa de convertirla no me lo perdonaría en la vida... Sabía la mierda que conllevaba ser licántropo y no se lo deseaba a nadie... Una vez que te costumbrabas... Bueno, no era algo tan malo pero... Lo peor era el principio, sobrevivir los primeros días, las primeras lunas llenas... Era horrible. Alcé la mirada por un momento para encontrarme con sus ojos, en su cara permanecía, imborrable, aquella permanente sonrisa capaz de encandilar a cualquiera, me hizo sonreír.

-Será... - conseguí decir con una voz muy grave que ni siquiera parecía la mía. Me aclaré un poco la garganta antes de volver a hablar. - Será mejor que me vaya... - dije al fin. Me levanté y empecé a vestirme mientras le echaba fugaces miradas a Nicole, que seguía desnuda sobre el sofá, tan perfecta, tan preciosa... Y tan llena de arañazos, heridas y mordiscos... Suspiré. - Encantado de conocerte, preciosa... - terminé de vestirme pero, antes de marcharme me giré y la miré a los ojos, aún a riesgo de que viera el cambio. - Lo he pasado realmente bien esta noche... Espero volver a verte algún día y... Si quieres... Podríamos repetirlo... - le guiñé un ojo y sin decir nada más, salí de allí.

Prácticamente corrí, necesitaba salir de allí, necesitaba aire, sentía que me estaba ahogando y no podía evitar sentir un nudo en el estómago. La sensación de que acababa de cometer un terrible error me estaba volviendo loco pero sabía que solo había una cosa capaz de hacerme olvidar aquello. Cogí el coche y volví a casa, apreté demasiado el acelerador, pero ya no importaba. Vacié la nevera, cogí todo el alcohol y me tiré en el sofá bebiendo y emborrachándome hasta las tantas mientras veía porno o películas de miedo de serie B, termine borracho y dormido y, como había planeado. No recordaba qué leches me había preocupado hacía horas. Recordaba a la impresionante rubia, a Nicole, el polvo increíble que habíamos tenido... Pero nada más... Me dormí con una sonrisa en los labios y así de fácil y rápido olvide uno de los peores errores de mi vida... JA! Que iluso era...