Cambio de parecer (Odette)

Caminaba deprisa por las calles ya bañadas por la oscuridad de la noche y sumida en los vapores de la ciudad aún activa pero que iba consumiéndose poco a poco por el duro ajetreo de todo el día. Sabía a dónde tenía que ir, y mi mente sólo pensaba en una cosa: encontrar a Odette. Encontrarla y vengarme. Por ello ni siquiera me molestaba en esquivar a los vianantes que aún quedaban por las calles, cada vez más estrechas y abandonadas en cuanto me iba acercando a mi destino. Y ese era el pub tan bien conocido por los extraños gustos que tenían sus clientes. Placer, vicio, dolor, sangre... y mucho alcohol. Según mis informadores, aquella noche la demonio había decidido pasarse por allí, y si no iba desencaminado, esta vez sería yo quien le daría una sorpresa. A cambio de la que me dio en el piso de mi supuesta víctima, convirtiéndome yo mismo en el blanco de dos psicópatas.

Cuando la vi salir, yo ya estaba en un buen escondite, sumido en la sombra del mismo callejón y agradecido haberme puesto aquella noche mi gabardina negra. Raro era que a aquellas horas no fuese vestido con mi uniforme de enfermero, pero durante aquellos últimos días... todo había cambiado. No tardé en ver pasar a Odette por la calle a la que acechaba después de que un grupo de personas que desprendían un aura que apestaba a maligno pasasen junto a mí entre risas y chistes macabros. Aquel pub había estado atestado de demonios, por lo que fui muy cuidado y rápido a la hora de coger con decisión de un brazo a Odette en cuanto pasó junto a mí sin verme, y tiré de ella hasta tenerla frente a mí, entra la pared y yo. Tapé su boca para el primer sobresalto, y cuando me reconoció, me separé un poco de ella dejándola libre de mordaza, pero teniéndome aún al acecho de movimientos bruscos que pudiesen delatarme.

- ¿Sorprendida de verme aún con vida?- le pregunté con cierto rencor y malicia.- No sé lo que tramabas, pero si era buscarme las cosquillas, lo has conseguido.

Le susurré con una media sonrisa sarcástica y algo peligrosa que nunca se había visto en mí. Otro de los cambios que se habían producido en la última semana. Me acerqué un poco más a ella lentamente, ahora seriamente, sin tener en cuenta que pudiese ser un poderoso demonio o que pudiese matarme con un chasquido de dedos. Quería saber la verdad a toda costa. La distancia de nuestros cuerpos se reducía a escasos centímetros, y éstos desaparecieron cuando acerqué mis labios a su oído y le susurré con voz aterciopelada.

- Acabaré contigo.

Un poco de cambio?No,me gustaba ese lugar y desde el primer dia que puse un pie ahi me encanto.Era lo mas parecido al infierno y a su lado lujurioso y sadico que habia encontrado en la tierra,asi que muchas de las noches que no tenia un plan claro y preciso me iba alli a "deshinibirme"aun mas con otros demonios y con las mascotitas que se encargaban de llegar alli.Eran un pequeñi pasatiempo,nada en comparacion con matar libremente por la calle,escogiendo a tus victimas simplemente porque te gusta su ropa y quieres tirarte al tio bueeno del traje y despues matarlo.Ahi,te tenias que conformas con el menu del dia y a veces,resultaba frustrante,por eso aprovechaba de vez en cuando y salia a las calles cercanas para llevarme mi taper ware particular alli dentro.

Caminaba un poco mas rezagada de los otros demonios que iban casi a lo mismo,no me gustaba que se metieran donde no los llamaban,me gustaba hacerlo sola.Entonces,algo tiro de mi,no me habia percatado de que nadie se ne hubiera acercado,es mas,no habia escuchado ningun paso mas que los mios y los de los demonios,estaba confundida.

Mi espalda choco contra una fria y humeda pared,y entonces pude verle la cara.Si,me sorprendi de encontrarlo vivo,es mas,se me habia olvidado que existia.
Unos dias atras le habia hecho un pequeño encarguito,del que se suponia,no iba a salir ileso,era una especia de venganza por haberme tocado la moral.Quien jugaba con fuego,acababa quemandose,pero este no era el caso,Aidan estaba vivito y coleando y ahora me tenia supuestamente bajo su control.

Me rei ante sus palabras.

-Si quisiera buscarte las cosquillas,te aseguro que te las habria buscado personalmente con estas manitas.-dije con un doble sentido mientras movia mis dedos delante e su cara.

No se rio,nada.Ups!parecia que habia perdido el sentido del humor...pobre.Mas tarde,y con un tono de voz mas calmado me dijo,que?Já!iba listo si habia montado todo aquello para amenazame,pues era lo unico que iba a conseguir el solito antes una demonio como yo.

-Lo dudo.-dije en respuesta mientras ponia una mano en su pecho y le empujaba.Dibuje una sonrisa en mi rostro y negue con la cabeza.

-Eso no te lo crees ni tu.-añadi secamente.-Y ahora,vete,tengo cosas que hacer.-me separe de la pared mientras lo miraba aun sorprendida por verlo tan entero.

Después de empujarme, di varios pasos atrás y me quedé observándola detenidamente, sin cambiar mi rostro impasible y con cierta curiosidad en mi mirada. O tal vez era desconcierto. Pero el caso es que cuando me dio la espalda para marcharse, me acerqué a ella rápidamente y la paré cogiéndola de nuevo del brazo, pero esta vez sin tanta fuerza, aunque la suavidad con que lo habría hecho días antes no apareció. Cuando se dio la vuelta hacia mí, algo molesta, me encontró con el ceño fruncido.

- Creí que te interesaría saber antes de marcharte como me cargué de un disparo al tipo, derramando todos sus sesos por la habitación, o como hice caer a la mujer escaleras abajo hasta que se rompió el cuello, sin contar con el niño al que dejé huérfano. Pero quizás me equivoqué y esos planes que tan bien tramas solo los haces por puro aburrimiento, sin ninguna curiosidad o interés por saber lo que logras con ellos.- le comenté con tono indiferente, acabando por encogerme de hombros. Todo puro teatro. Di un paso atrás dando la conversación por acabada.- Creí que podría interesarte lo que iba a ofrecerte.

Con una ligera mueca de conformismo, le di la espalda y esta vez fui yo quien iba a irse por entre las sombras.

Me agarro del brazo,con algo de brusquedad,si,no me lo esperaba para nada.Esa primera impresion de cambio,primeramente en su voz,luego en sus actos,y ahora en esa forma de describir la escena a la que lo mande,fueron los detonantes para que mi curiosidad se desatara y me entraran mas ganas de saber por asi decirlo,los datos mas morbosos del dia en el que el tenia que haber muerto.

En un principio,en el que guarde silencio acostumbrandome a sus palabras sin inhibiciones,a la forma en que ahora veia las cosas,mi mente divagaba sobre las posibilidades,o el nivel de porcentaje en el que causar la muerte a otra persona,o en este caso,a otras,podia causar cambios en la personalidad de un enfermero con demasiados escrupulos a la hora de encarguitos como el que le hice,como el.

Reaccione cuando cogio y tras encogerse de hombros se dio la vuelta para marcharse.No,ahora no,y mucho menos cuando acababa de decir que me iba a ofrecer algo.

Me coloque delante de el,en un abrir y cerrar de ojos e hice que dejara de andar.Lo mire con los ojos entrecerrados y tras unos segundos de silencio por parte de ambos,empece a hablar.

-Estas cabreado aun y quieres tenderme una trampa como yo te hice a ti?.-pregunte mientras paseaba por su alrededor y miraba su cambio de look.No,esa teoria no me cuadraba demasiado,el sabia que no seria tan tonta como para caer en una trampa de alguien a quien habia mandado a caer en otra,unos dias antes.No.Negue con la cabeza ante mis propios pensamientos.

-Soy toda oidos,y tu,piensa bien lo que vas a decir,porque de ello depende que te marches prontito o que...no te marches.-añadi sonriente y feliz en mis palabras,tras haberle dado el tono tipico de amenaza de mafioso italiano,en mi caso,sexy.

Sonreí para mis adentros cuando me paró en seco presentándose frente a mí y formulándome aquella pregunta tan recelosa como llena de curiosidad. Porque así era, había conseguido centrar su atención en mí con aquellos comentarios detallados de la masacre que había ocurrido allí. Y qué demonios, mi cambio de actitud también le atraía de sobremanena, aunque ese factor no lo estuviese fingiendo. Lo que para ella representaba una conversación interesante, para mí había sido un momento decisivo y traumático en mi vida que me había hecho comprender que no era todo de color de rosas.

Cuando empezó a pasearse a mi alrededor como la depredadora que era, no abandoné mi media sonrisa. Al final, con sus últimas palabras, se plantó frente a mí con su aire de superioridad, por lo que mi sonrisa se volvió algo maliciosa.

- Mi idea era estar un rato más contigo, así que dejaré que la suerte decida por mí.- con aquellas desconcertantes palabras para ella, me acerqué un paso, cortando las distancias para que mi tono fuese más íntimo.- Supongo que ya habrás notado que no soy el mismo que habló contigo por última vez. ¿Y sabes porqué? Porque gracias a ti, he descubierto que matar no está tan mal. Creo que...- comenté buscando las palabras apropiadas hasta que me decidí y le miré intensamente.- hasta me gusta.

Sonreí con más picardía frente a su reacción, y aún con ese aire de misterio, me separé un poco de ella, ahora adoptando una postura más impasible colocando las manos en los bolsillos.

- ¿Para qué engañarte? Pensaba tenderte una pequeña trampa si accedías a mi siguiente propuesta de pasar esta noche en mi piso. Puedes verlo como una invitación arriesgada o como una perdida de tiempo o insulto, pero ¿no está ahí la emoción del momento, no saber qué puede ocurrir?

Vaya!ese era el mismo licantropo que huia de la civilizacion las noches en que se transformaba?El mismo lobo que ayudaba a "indefensas" chicas en estaciones de tren solitarias?No,desde luego ese no era el mismo tipo medio amargado que habia conocido unos meses atras,nada de eso,y el mismo,se estaba encargando de decirmelo.

Parecia que estaba con alguien que habia conocido esa misma noche,pues a excepcion de la cara,era alguien totalmente nuevo.

Lo escuche atenta,aun sin creerme lo que soltaba.-¿Tu?Disfrutas matando?Y...con solo matar a esos muertos de hambre has llegado a esa conclusion?.-dije con el mismo tono de voz de intriga que use antes.La verdad es que de ser cierto,me encantaria,tener a un licantropo de mi bando podria ser bastante beneficioso e incluso interesante,pero para eso,debia estar totalmente convencida de que asi era,y que no se trataba de que el chucho habia estudiado arte dramatico a distancia,que acababa de obtener el titulo y que estaba ensayando conmigo.

Coloque una de mis manos en la cintura y arquee una ceja cuando solto aquello de su piso.De verdad creia que era tan tonta?Me acerque al igual que el habia hecho antes,quedando a escasos centimetros de su cara,sintiendo su respiracion y posando la mia sobre el,mirandolo directamente a los ojos.

-Dime que has venido a buscar y deja los aires de casanova para otras a las que puedas impresionar.-añadi casi en un susurro.Me separe de el y gire la cabeza,mirando,mas bien comprobando que no hubiera nadie por ahi cerca,llegados a estos extremos,no me podia fiar de nadie.

-Por cierto...bonita luna...tienes ganas de que este llena?.-añadi en referencia a nuestro anterior pacto.

Mi sonrisa se torció en una mueca de fastidio que disimulé muy bien cuando Odette utilizó mi truco, demosntrándome que ella también sabía jugar sucio y se conocía mi estrategia de chico duro. Aún así, seguía sin fiarse de mí, pues no tardó en separarse y mirar hacia la oscuridad del callejón, como si esperase que algún peligro apareciese por allí. ¿Tan impredecible me creía?

- Ya te lo he dicho. Te quiero a tí.

Di un paso hacia ella para demostrarle que le decía la verdad, pero entonces ella salió con el tema de la luna llena. Miré hacia el cielo estrellado instintivamente y al segundo después volví a centrarme en ella, mirándole con desconfianza.

- No tendré que esperar mucho. Mañana mismo empezará mi transición. Por eso mismo quería pasar mi última noche consciente del mes con alguien interesante.- le confesé esta vez sin picardía.- ¿Cómo tengo que decírtelo para que entiendas que he cambiado? Quiero probar cosas diferentes, Odette. Y tú eres la que mejor puede mostrármelas.

Esta vez me quedé donde estaba, sabiendo que no era bueno presionar a la demonio, pues solía reaccionar con violencia. Aunque... quizás fuese la guinda que necesitaba para decidirse. Por alguna razón, esta vez era ella quien más desconfiaba del otro.

...Si,con cada una de sus palabras me iba convenciendo de que el cambio era un hecho,no una simple y barata actuacion tal y como habia pensado en un principio.

Ahora,con sus plenas facultades de licantropo,estaba seguro que en breve podria volver a dejar salir a la bestia que yo misma habia reprimido meses antes,por la cual lo habia dejado vivir en aquel momento y por la que habiamos llegado al trato que hoy lo habia traido hasta mi.Definitivamente,tenia que estar deseando de dejar salir ese lado suyo,dejar de ser humano y que la bestia actuara por el si el cambio de personalidad era cierto.

-Entonces genial,mañana podras aprovechar para matar todo lo que quieras.Solo un pequeño consejo,no huyas al bosque,porque ahi solo te encontraras con ciervos y bichos de ese tipo,si quieres volver a revivir viejos tiempos.-y con viejos tiempos me referia a la semana pasada cuando fue a hacer el pequeño encargo en el que acabo con dos de los tres objetivos.-...te recomiendo quedarte en la ciudad,seria mucho mas divertido.-añadi sonriente,sabiendo de lo que hablaba.

Y...ahora me hablaba de probar cosas diferentes?A ver que me aclare...Antes no me podia ver,e incluso accedio a matar al tipo que le encargue,para perderme de viste y ahora no hacia mas que comentar que queria "experimentar"con una demonio...Bueno...a lo mejor su problema es que se habia vuelto bipolar y aun no lo sabia.

-Si eso es lo que buscas,pequeño,te aconsejo que aproveches y te busques una prostituta barata a la que no le importe que se te escape la mano si te emocionas demasiado.-añadi sin darle demasiada importancia al asunto.-Y si no,mañana te podrias dedicar a buscar una lobita como tu...Por cierto,te van las mujeres peludas?.-si el se tomaba libertades,no sabia porque no podia hacer comentarios fuera de lugar.

Escuché con atención su primer comentario, recomendándome quedarme en la ciudad durante el cambio a bestia irracional. No pude evitar echarme a reir ligeramente por lo que me aconsejaba. Sí, estaría muy bien ahorrarme aquellos viajes en un autobús atestado de los desechos de la ciudad que marchaban a las chabolas de los alrededores pues ya habían tenido suficiente con todo el día pidiendo limosna o reciclando latas en la playa. Habría un cambio considerable si pasaba de arrancar la piel a ratones de campo a destripar de arriba a abajo a algún humano, pero todo eso, mientras no fuesen demasiados para luego no dejar rastro.

- Puede que haya abandonado mis normas morales, pero no me he vuelto tonto. No pienso dejarme suelto por las calles para despertar rodeado de cadáveres y terminar encerrado en una cárcel o disecado como trofeo de uno de esos cazadores en menos de dos horas.

Después de aquel comentario que le cortó el rollo de sus pensamientos sádicos, cambió de tema centrándose en mis necesidades y gustos por las mujeres. La miré ciertamente sorprendido para terminar negando con la cabeza ligeramente. Ella seguía igual que siempre, con sus comentarios fuera de lugar que conseguían dejar por debajo a los demás. Como única respuesta, me quedé mirándola unos segundos de una forma que la inquietó por mi silencio, y cuando hizo ademán de irse, le contesté al fin.

- No me conformaré con ninguna otra que no seas tú. - la volví a sugetar de la muñeca y la atraje hacia mí, de nuevo, quedándonos a escasos centímetros, casi chocando contra mi pecho, teniendo sus labios a solo un movimiento de probarlos.- ¿Es que la todo poderosa Odette tiene miedo de romperse una uña frente a un licántropo? - le pregunté con picardía, y me atreví a apartarle un mechón de pelo del rostro, sabiendo que aquella situación podría acabar pronto... o seguir toda la noche.

Bueno...no se le podian pedir peras al olmo,o como desde ahora diria yo...no se le podian pedir visceras al chucho...

Desestimo mi idea,totalmente desinteresada de mantenerse en la ciudad para poder tener un poco mas de diversion,diciendo que no se iba a exponer.

-Si no te gusta el riesgo,no se que haces frente a mi,tocandome la moral.-añadi,y enctonces,tras varios segundos,que quizas fueron minutos,porque mi cuepro me pedia que me marchara de alli y dejara de perder el tiempo,volvio a la carga,acercandome e insinuando que iba a conseguir lo que se proponia.No se cansaba del rechazo?Vale que en los primeros encuentros habria estado encantada y mas que encantada de conocer ese lado que ahora mostraba,y entonces habria tenido suerte de contar en su lista de tias con una demonio,pero el tipo perdio su oportunidad y yo,era demaisado orgullosa como para cambiar de opinion por pasar la noche con el,teniendo en cuenta,que quizas me defraudaba...

-Se que te encantaria que me lanzara sobre ti,pero creeme,te vas a quedar con las ganas.-añadi mientras mis labios,al hablar,rozaban levemente los suyos.Termine con una sonrisa y me deshice de su mano,que aun seguia oprimiendo mi muñeca.

Retrocedi un par de pasos,me gustaba tener mi espacio vital y el se empeñaba en reducirlo cada vez mas.

-Y...algo mas?o puedo marcharme a divertirme?.-dije totalmente sin interesarme su respuesta,pues iba a hacer lo que me diera la gana.

Le dejé su espacio vital como ella pedía a gritos por su comportamiento arisco hacia mí. Pareció ser que ya no tenía el interés que había mostrado en mi en un primer momento, o que sus planes no estaban saliendo como ella creía y eso la asqueaba. El caso es que dejé caer los hombros con un suspiro de abatimiento, dándome por rendido y me separé unos pasos de ella, sin más ánimo de seguir insistiendo. Estaba claro que a Odette le gustaba dominar la situación, y yo no estaba de ánimos para dejarme chulear como había hecho tiempo atrás.

- Supongo que me equivoqué contigo. Esperaba encontrarme con un demonio sediento de almas corrompidas. Y justo te encuentro el único día del año que no estas necesitada de esos vicios. Lástima...

Le comenté con una mueca de disgusto, alejándome de ella lentamente con un tono de voz algo burlón pero que no llegó a reflejarse en mis ojos, y cuando llegué a mitad de la calle, le di la espalda y me dispuse a salir del callejón. Pero en el último momento, le miré de soslayo, agregando una despedida.

- Espero volver a vernos mañana sobre esta misma hora. Deberías estar sorda para no escuchar los aullidos que se oirán por la zona.- dije sin más señalándole la calle con una mirada- Siempre nos quedará una pelea a muerte mientras no quieras mi alma.- y con una media sonrisa cómplice después de aquella "broma", desaparecí al doblar la esquina.

¿S e habia cansado de incordiar o es que estaba haciendo como que tenia orgullo de repente?No lo sabia,peor me decantaba por la segunda opcion.Sin mas,decidio que era hora de marcharse y empezo a despedirse,no sin antes hacer un comentario sobre mis apatia de esa noche.

Me encogi de hombros,sin comentar nada,viendo como se marchaba,pero no lo hizo directamente,antes dijo que esperaba verme mañana.Era todo un reto,queria que estuvieramos el lobo y yo,y sabia que queria demostrar su cambio aunque no estuviera el como tal.Entonces,doblo la esquina.

Me apresure a seguirlo,no sabia porque,pero mi cuerpo empezo a caminar apresuradamente mientras iba pensando todo aquello en mi cabeza.

-Vaya,que prisa tienes...Solo porque no quiero acostarme contigo te marchas?Tanto te afecta mi rechazo?añadi con un tono un tanto irritante.

-Por supuesto que mañana estare por aqui,no me lo perderia por nada del mundo...pero me apetece,si,de repente me han entrado ganas de alegrarte la noche.¿Quieres que te enseñe como se mata de verdad?Aprovecha,me siento generosa.-dije totalmente sonriente.

Sin llegar a dar ni diez pasos por la calle, donde aún había más de un grupo de demonios que paseaba entre risas y comas etílicos, escuché los pasos rápidos de Odette, siguiéndome por algún motivo. Me giré lentamente hacia ella, esperándome cualquier cosa, y entonces me abordó con aquella acusación que sonó tan infantil. Fruncí el ceño sin entender nada hasta que decidí explicarme, aunque fuese algo obvio.

- No me voy por eso... Es que, bueno..., dijiste que tenías prisa en "marcharte a divertirte", ¿recuerdas?

Aún con mi tono de explicación racional, ella no hizo signo alguno de haber caído en la cuenta, o por lo menos, quiso ignorarlo, pues al momento me salió con otro tema. Ésta vez la verdadera razón de haberme seguido: muerte y más muerte. Empezaba a pensar que en su mente tan cerrada como retorcida sólo cabía ese concepto. Sin fiarme un pelo, pero interesado en su nueva propuesta, me quedé mirándola ladeando ligeramente la cabeza, intentando entender qué estaría pasando dentro de aquella cabecita. Ah, sí, ya lo recordaba: muerte y más muerte.

- Claro, ¿porqué no? Aunque no puedo prometerte que mañana pueda aplicar tus clases de hoy a mi matanza. No creo ni que recuerde mi nombre.- le comenté con ligereza, volviendo a caminar mientras ella me seguía al lado.- Aunque sería todo un detalle por tu parte si me dejases elegir la víctima.

Desde cuando le importaba lo que a mi me apeteciera hacer?Bueno,ahora al menos se mostraba mas comprensivo,llegando incluso a darme penilla por haberlo tratado mal,pero claro,siendo yo lo que era,ese sentimiento desaparecio enseguida.Se medio disculpo o eso me parecio a mi,a su manera y comenzo a caminar.Me coloque a su lado,ahora,me apetecia estar con el y enseñarle a divertirse bien,aunque como el bien decia,mañana,cuando fuera un lobo,no se acordaria de nada.

Me encogi de hombros,sabiendo que si,que no era mañana,seria otro dia,pero acabaria disfrutando y poniendo en practica lo que hicieramos.

-Me encantaria ver que tipo de presa escoges,asi que estupendo,acepto tu idea.-añadi sonriente mientras estiraba mi mano para estrecharla.

Seguimos caminando y me pare frente a el,mirandolo,No sabia que idea tendria,no sabia que tipo de victima tendria pensado escoger,pero algo me decia que no seria una ancianita ni una niña con dos coletas rubias y una piruleta...mas que nada,porque ese tipo de personas no las iba a encontrar por la zona en la que estabamos.

-Te gustaria escogerlo,o escogerla por la calle o prefieres entrar dentro y coger a alguno...aunque,ahi,hay mas demonios que otra cosa y no se hasta que punto les agradaria tu presencia.-dije poniendo una mueca en mi cara.Seria toda una faena que se lo cargaran ahora que empezaba a ser mas divertido.

Le estreché la mano frente al trato que acababamos de hacer y seguir caminando por aquella calle, ahora más decididos que antes, pues ya teníamos un plan en mente. Aunque, la verdad, el objetivo que se iba formando en mi mente de la víctima que buscaba no terminó de cuajar hasta que Odette me dio una idea con sus últimos comentarios. Volví a mirarla con un brillo peligroso en mis ojos que escondían algo que la demonio no logró reconocer hasta que mis pasos le mostraron la solución.

- En ese caso, confiaré en que te interesa lo suficiente el plan de mañana para no dejarme morir esta noche.

Con una de mis encantadoras sonrisas torcidas, avancé con paso decidido hacia el pub que había nombrado, dónde la mayor parte de clientes eran demonios, tan borrachos como susceptibles a peleas. Sí, mi víctima sería uno de ellos para empezar. Quería saber como reaccionaría Odette frente a la muerte de uno de sus "hermanos", si sentía algo de remordimiento o simplemente eran un incordio más al ser de bajo rango, indiferentes para alguien con tanto poder. Incluso quizás le importaban menos que un licántropo cualquiera. No sé si estuvo de acuerdo con la idea, pero no le di tiempo suficiente a reaccionar. En un santiamén, estaba frente al guardia de la puerta, un hombre extremadamente corpulento y alto con gafas de sol que se las subió para mostrar sus pequeños ojos al ver que el individuo que esperaba entrar saltándose toda la cola venía acompañado de la reconocida Odette.

- Tenemos prisa. A mi ama y a mí nos esperan dentro unos importantes invitados.

Le comenté a King Kong sin siquiera pestañear, y fue tan creíble, que el segurata no tardó en poner los ojos totalmente negros por el interés del asunto y abrirnos paso en la valla de pase VIP. Ambos entramos delante de todos los demonios recelosos que habían en la cola y no estuvimos solos hasta pasar por la entrada de la recepción.

Oh,si!la respuesta acertada.Al menos habia confirmado tener lo que hacia falta para entrar a un local lleno hasta la bola de demonios.

Lo vi caminar hasta alli,mientras yo iba unos pasos mas rezagada sonriendo por lo que iba a hacer.Llegamos a la puerta,en un principio no tenia intencion de meterme por medio,queria verlo actuar por si solo y ver que tantas ganas y de donde estaba dispuesto a llegar por entrar ahi.No hizo falta mi intervencion,pues se las ingenio bastante bien,llegando incluso a convencer al guarda para que no pusiera ninguna pega.

Cuando entrabamos dentro,hice un gesto al guarda y nada,mas.Ambos empezamos a caminar mientras en mi mente se iban desarrolando distintas ideas sobre lo que podia pasar.Sabia que el licantropo de habia vuelto demasiado valiente al pensar en entrar ahi,pero bueno...a no ser que estuviera en peligro extremo,no intervendria...si lo estaba...ya pensaria si hacerlo o no.


-Contento?con ideas?.-dije mientras caminabamos.El pasillo nos llevaba hasta una de las salas VIP del local en las que se encontraban los demonios mas importantes y con los que me habia estado codeando esa noche.

-Bien,...no solo tienes que divertirte matando...puedes hacer lo que te plazca,considerate mi invitado.-dije girandome hacia el con una enorme sonrisa.Le hice un gesto con la mano para que entrara y segundos despues lo segui.

La decoracion,bastante tipica de demonio a ojos de alguien que conociera de nuestra existencia,a mi parecer era genial.Paredes oscuras con columnas algo mas visibles,distintos tipos de sofas,sillas y en el fondo una barra totalmente repleta de alcohol.Algunos directamente se servian,pues la anarquia dominaba la mayor parte del tiempo,otras veces,usaban a la camarera.Ls musica se escuchaba,pero no demasiado alta.Alli se trataban muchos temas de trabajo aparte del placer.Mas de una vez,habia cerrado algun que otro trato que por cierto,habia salido genial.
Por la izquierda aparecio la humana que hacia las veces de camarera,pues a decir verdad,no solian durar demasiado vivas,y cambiabamos muy a menudo,tanto,que eramos incapaces de aprendernos el nombre.

-¿Vas a tomar algo?.-dije mientras llamaba con la mano a la chica.Mientras tanto,saludaba a un demonio al que llevaba siglos conociendo...Mejor seria que no le diera por montar ningun numerico con el...pues saldria perdiendo y yo,me tendria que aguantar sin pasar una noche divertida al dia siguiente.

Nada más entrar en el recividor del local, Odette se dirigió a mí disimuladamente mientras otro demonio muy bien trajeado nos ofrecía quedarse con los abrigos. Yo le ignoré y Odette al final se quedó con el suyo. Escuché sus comentarios sin dejar de estudiar la sala llena de luces que había a continuación a rebosar de gente, y cuando hablé, fue sin apartar la mirada de mi objetivo.

- Iré improvisando sobre la marcha.

Nos dirigimos al reservado de la zona V.I.P, y duarnte el trayecto, estudié con detalle y rápidamente todos los demonios trajeados que habían allí, comprendiendo que ninguno sería de un nivel mediocre de poder. Aquello no me echó atrás, pero sí que me convenció de que debería tener los sentidos al máximo si no quería ser yo el muerto aquella noche. Aunque ¿contaría algo tener a Odette como profesora y aliada, no? La opción de dejarme tirado en medio de la pelea no podía descartarla. Viniendo de ella, nunca se sabía como podían acabar las cosas.

Me senté junto a ella en la barra sin quitar un ojo de los presentes, y visto que no respondí a su pregunta sobre tomar algo, ella mismo me pidió algo para beber. Pero ni siquiera miré la copa que acaban de poner frente a mí, pues uno de los demonios que tenía por mejores candidatos, se puso en pie y fue directo al baño, dejando a sus compañeros de mesa distraidos con sus conversaciones. De un segundo a otro, me incliné hacia dentro de la barra, cuyo camarero atendía a otros clientes en la otra punta de ésta, y saqué de un cubo que había cerca un picahielo. Con un gesto ligero y rápido, lo guardé tras el pantalón, siendo Odette solo consciente de ello, y fui directo a los baños de caballero. La diversión acababa de empezar.

Muy hablador no estaba el,no decia mucho,simplemente se limitaba a mirar a su alrededor,aunque claro,el tambien era el blanco de algunas miradas.El olor que desprendia era demasiado intenso como para obviarlo,y depsertaba curiosidad en algunos de mis congeneres,que seguramente se preguntaban,que hacia aun con el,porque aun no lo habia matado?

La respuesta era facil,el me proporcionaria mas diversion estando vivo que si simplemente lo mataba,ademas,habia sobrevivido a mi trampa,eso le otorgaba puntos extra.

No sabia si estaba concentrado o simplemente pasaba de mi,pero no contesto a mi pregunta,asi que le pedi lo mismo que yo.

-Puedes hablar mientras planeas,o lo que estes haciendo en tu cabecita.-dije mientras elevaba el vaso donde estaba el licor y le hacia un gesto para que me acompañara,pero en vez de eso,lo vi escudriñar por detras de la barra y sacar algo metalico,un picahielos que se guardo rapidamente en el pantalon.Sonrei,pues ya me imaginaba el uso que le daria al utensilio que le habia robado a la camarera.

Me levante de la silla con la copa en la mano y me coloque tras el,mientras mi mano iba descendiendo por su espalda lentamente,mas parecido a un masaje que a otra cosa.-Desde luego eres mas interesante desde que te pasaste a mi bando.-dije mientras mi mano iba descendiendo hasta que acabo en su culo,notando la dureza del acero.-Muy bien.-añadi finalmente y me separe de el.

Sin mas,se levanto y se fue hacia los baños,vaya,que maldeducado,ni tan siquiera me avisaba...asi que me quede alli al menos por unos minutos...tampoco le iba a pasar nada por estar un ratito a solas...o si?Aquellos demonios eran bastante poderosos y tenian,por asi decirlo,malas pulgas.Mire a mi alrededor.Los demonios iban y venian,de una sala a otra segun les apetecia.Esta desde luego,era la mas tranquila,mi preferida,pero para momentos de mayor diversion,nos soliamos marchar a la contigua,que gracias a la insonorizacion del local,paracia lejana para nosotros.

Mire el reloj...ups..diez minutos...Seria mejor ir a ver como iba.

Entré en los baños de caballeros, grandes y espaciosos, e insonorizados, en los que había entrado mi objetivo. Me lo encontré meando en un urinario, por lo que terminé uniéndome a él antes de empezar con la pelea. Éste me saludó con una mirada recelosa cuando me pilló mirándole de reojo mientras ambos haciamos nuestras necesidades, y cuando ambos terminamos, fue a lavarse las manos, y en ese momento, sin perder más tiempo, saqué con ligereza el picahielos y fui a clavárselo de lleno en el corazón desde atrás. Pero él se lo vio venir con una rapidez inhumana, y me agarró la muñeca con fuerza, retorciéndomela hasta gritar y dejar caer el arma. Pero en cuanto se giró hacia mí, yo le recibí con un fuerte puñetazo en el rostro que le hizo girar más de noventa grados el cuello. Lo sorprendente fue ver como volvía a mirarme directamente con una sonrisa diabólica.

- ¿El nuevo cachorrito de Odette quiere hacerse el valiente? Mala elección.

Y con aquellas palabras juguetonas, el demonio me tiró por los aires, lanzándome contra los espejos de los lavabos, rompiendo más de uno y cayendo aparatosamente en el mármol y luego en el suelo. Me costó unos segundos recuperarme, pero cuando lo hice, mientras él volvía a sus comentarios ofensivos a la vez que ocurrentes, vi desde mi posición en el suelo el picahielos a pocos centímetros de mí. Lo cogí rápidamente y el demonio me pisó la misma mano, de nuevo siendo más rápido que yo. ¿Dónde estaba Odette cuando se le necesitaba? Cogí el arma con la mano libre y se lo clavé en el pie con fuerza, ahora siendo él el que soltó un grito de dolor y rabia. Saqué el picahielos y sin esperar más se lo clavé en la pierna, alejándolo de mí y permitiéndome ponerme en pie. En ese momento se abrió la puerta del baño.

Estaba sola en la barra,terminando mi bebida tranquilamente.Supuestamente mi recien estrenado amigo estaria atareado estrenandose,o mas bien recordando viejos tiempos.Estrenandose,porque lo iba a hacer conscientemente,lo iba a hacer tras haberlo buscado y bastante convencido de ello por cierto;y recordando viejos tiempos,porque la primera vez que habia matado le habia gustado demasiado que por asi decirlo,le habia tomado el gusto a eso de arrebatar vidas.Prometia.

Termine mi copa y tras dedicarle una sonrisa a la camarera que me llevaba mirando un rato,me levante de camine despacio hasta los baños,los de chica.Entre y me coloque bien el pelo,mientras tanto,tarareaba una cancion que llevaba dias rondandome la cabeza y tras unos minutos ahi,decidi ir a ver que tal le iba al lobo.

Mis tacones se iban escuchando entre el pasillo que separaba ambos baños,el silencio que se sentia alli,algo muy distinto al sonido "ambiental" que habia en la sala de donde veniamos,solo se rompia por eso y por un susurro lejano.

Escuche al lobo responder a una serie de insultos por parte del demonio y algunos golpes.Aligere el paso y al final,termine abriendo la puerta del baño,encontrandome al demonio medio inmobilizado,un charco de sangre a sus pies y a Aidan que se habia girado al escuchar la puerta.

Mire sorprendida la escena,contemplando que el estaba ileso,mas o menos y me acerque a ambos.

-¿Que te pasa Eradel?Te ha cazado el lobo?.-dije con un tono burlon.El licantropo deberia hacerlo bien,pues si al demonio le daba por escapar y salir a la sala con los demas,ambos estariamos en un lio.Yo era poderosa,pero el tambien lo era,y entre los presentes,contaba con muchos pro hacia el.

Cogi el picahielos que antes se habia llevado de la barra y lo arranque,provocando un grito por parte de demonio y se lo lance al licantropo.-¿Quieres hacerlo solo?.-pregunte con interes por saber si se veria capacitado para hacerle algo antes de que lo matara ahi mismo.