Viaje a la perdición

Escuche esas palabras,susurros mas bien,que fueron lo mas parecido a una disculpa que me pudo dedicar.Desde luego,era un licantropo bastante educado.

Guarde silencio durante unos minutos,mientras observaba como me miraba,intrigado por el precio que le podia pedir por la "cura magica"que le ofrecia.Pasee alrededor de el,mientras el mantenia la mirada en el frente,y termine por elevar uno de mis dedos,paseandolo por su espalda,rozandola levamente y poniendolo nervioso por ver como me recreaba y no le daba ningun tipo de respuesta.Al final,acabe por irme delante de el,riendome.

-Vamos,Aidan...no te voy a pedir que me cedas tu alma.-bromee,pero el parecio no entender demasiado mi ironia.

-Vale.-dije suspirando.-Me encanta hablar,pero parece que a ti no...-me encogi de hombros y puse cara de resignacion.-Como te imaginaras...los demonios,no despertamos demasiada...simpatia?Si,esa es la palabra.Muchos cazadores bienes detras de mi y la verdad,es algo agotador,siempre matandolos...Acabo llena de sangre.-la verdad es que el prologo no me estaba saliendo todo lo sentimental que pretendia en un principio,pero...por la boca muere el pez y a mi,nadie me podria cambiar.-Quiero que me ayudes cuando yo lo necesite,ya sabes,crear pistas falsas,o,si alguna vez es necesario...acabar con alguno,en realidad a ti tambien te vendria bien,ellos iran tras de ti tan solo por ser licantropo...Son unos rancios...-al final termine mi exposicion y el guardo silencio por unos instantes.Estaba intrigada por su respuesta.Seria capaz el lobo de aceptar el trato?Si no era demasiado ingenuo,seguro que si.

Esperé su respuesta mientras ella se hacía de rogar, ahora acariciándome con sus dedos mi espalda ya sanada de los cortes cuando pasaba por detrás mío, poniéndome algo nervioso pero sin moverme del sitio, siguiéndola con la mirada. Sabía que no podía fiarme ni un pelo de un demonio, pero aquel trato... era demasiado atractivo para desecharlo. Al final contestó, con ese aire burlón y teatrero que como bestia me había vuelto más violento pero que ahora simplemente resultaba molesto. Frente a mi silencio, terminó contándome lo que desde un primer momento le había pedido, y su explicación, aunque me la temía, me resultó macabra. Me pedía que fuese el cebo para auyentar sus problemas, y además, el que los eliminaría. Ahora mirándola con horror, mi primera contestación fue negativa y algo exhaltada.

- ¿Me estás pidiendo que mate a personas que ni siquiera conozco, que ni siquiera me han hecho nada malo? Creo que aún no has entendido cuál es mi mayor preocupación: ¡Yo no quiero matar a nadie! Por eso mismo quiero dejar de convertirme en un hombre lobo!

Acabé alzando la voz, enfadado al ver que intentaba jugar conmigo, como si fuese un perro de caza. ¿Y aquello de que me serviría? Siendo o no licántropo, mataría a personas, y encima, a consciencia. Con algo de ansiedad, me peiné hacia atrás el desordenado flechillo con una mano nerviosa, dándole la espalda unos segundos para tranquilizarme, y cuando me volví hacia ella, Odette ya se alejaba, ahora siendo ella quien me daba la espalda. Aquello consiguió que realmente comprendiera que la oportunidad de mi vida se me escapaba de las manos. Si aceptaba su trato, al menos podría tener una vida social. Amigos, novia... y mi familia. Sin pensarlo más, corrí hacia Odette.

- ¡Espera! - a unos cinco metros de ella, me paré, mirándola suplicante.- Puede que... no sea tan mala idea.- me costó decir aquello, pero supe que era lo que debía hacer. Desvié la mirada, algo avergonzado de lo que venía a continuación.- Supongo que podría ayudarte a deshacerte de esos cazadores. Y si son una amenaza también para mí...- tragué saliva y volví a mirarla rascándome la frente para encontrar la palabra adecuada.- Tendré que matarlos.

Bajé los brazos, derrotado por mi propia decisión, y suspiré cansado, esperando su reacción sin dejar de mirarla de soslayo.

Acabo la explicacion y el seguia a lo suyo,inmerso en sus pensamientos,con su cerebro trabajando a toda velocidad,analizando los pros y los contras de la situacion,utilizando la bajlanza de su sentido comun y de sus principios como medida para al fin tomar su decision.

Al final,con una cara demasiado expresiva,una cara que mostraba horror,nego ante mi propuesta.Tenia bastantes argumentos preparados por si llegaba ese momento,es mas,estaba segura de ello,pero de repente me canse y me di la vuelta,sin decir ni una palabra mas,simplemente le dedique una ultima mirada de decepcion y me comence a marchar.Mi tiempo era demasiado valioso como para perderlo con el,ademas,si el no queria,seguro que podria encontrar a otro maldito ser que necesitara mi ayuda y estuviera tan desesperado como para aceptar cuanquiel tipo de trato.Ademas el era demasiado...bueno?noble?...seria dificil convencerlo.

Un par de minutos despues escuche unos pasos que corrian hacia mi,y su voz.Me pare y antes de darme la vuelta,ya sabia lo que me iba a decir.Una gran sonrisa de satisfaccion se dibujo en mi cara y al final me gire.Una vez asi,cara a cara,me dijo las palabras magicas y mi sonrisa fue aun mayor.Al final,la noche se habia puesto interesante.Reduje la distancia que teniamos,estirando mi mano,mientras fijaba mis ojos en sus pupilas,que hasta ese momento miraban al suelo.-No te arrepentiras.-le dije estirando mi mano para estrechar la suya.*Bueno,quizas un poco...*pense en mi retorcida mente.

-Tienes toda la razon,la supervivencia es lo mas importante y con ellos en el camino,la tuya esta en peligro.-añadi dandole el ultimo toque.Estaba bastante entusiasmada con mi nueva mascota.

-Y bien,¿quieres darte un ultimo festin como licantropo?Puedo hacer que sea una noche especial.Total libertad para matar siendo una bestia.-me imaginaba la respuesta,pero quizas me sorprenderia.

Cerre los ojos y aspire el aire,ese que los humanos tanto apreciaban,el aire puro.Llene mis pulmones de el y al final los abri.-El bosque no esta tan mal,verdad?.-dije para romper el silencio,a mi no me importaba,pero no queria que el siguiera pensando y terminara arrepintiendose de la decision que habia tomado.

Aún algo receloso, terminé estrechándole la mano, sabiendo que acabaría arrepintiéndome de aquel trato en cuanto tuviese un nuevo cadáver entre mis manos. El único consuelo era pensar que al menos la víctima no sería un inocente más. Sería en defensa propia. Aquel pensamiento consiguió tranquilizarme lo suficiente para dejar de mirarle como si fuese a arrancarme la cabeza de un momento a otro. Pero su lengua viperina volvió a convencerme de que los demonios nunca eran de fiar. Di un paso hacia atrás, dolido por su invitación.

- No! No pienso volver a despertar una mañana más con las manos manchadas de sangre. Así que dejémoslo claro ahora. Yo te ayudaré con los cazadores, pero el trato es no dejarme volver a convertirme con inocentes al alcance, ¿de acuerdo?

Mi tono fue algo duro, pues no quería que después de aceptar su condición ella se bufara de mí jugando a su antojo con mis transformaciones. Terminé la frase dando un par de pasos inconscientes hacia ella, terminando por estar a menos de un metro de distancia, sin dejar de mirarle a los ojos, esperando su aclaración.

Tal y como me imaginaba...el licantropo tenia problemas con su otro yo,no queria dejarlo salir ni tan siquiera para pasar un ultimo rato de diversion,desatando sus instintos...lo que el realmente deseaba.
Deberia marcharme pronto de alli,o al final acabaria convenciendome para comer algodones de azucar mientras me montaba en un tiovivo...demasiado cursi para mi gusto,pero al final,ese toque altivo e incluso algo enfadado que uso,me parecio de lo mas interesante.

Sonreia mientras escuchaba sus palabras,viendo como por el enfado del momento,no se daba cuenta de que se estaba acercando demasiado a la boca del lobo...o mas bien era yo la que estaba mas cerca?Al final,el lobo era el.

No pude evitar reirme por mis pensamientos,mientras el clavaba sus ojos,pidiendo,exigiendo que mi trato se cumpliera integramente.

-Como tu digas.-dije mientras acercaba mi boca a su oido para decir estas palabras en un susurro.Me separe de su cuerpo,aun manteniendo la distancia que el habia acortado.

-y ahora que estamos siendo sinceros...puedo preguntarte algo?.-la verdad es que me daba igual si me respondia que si como si decia que no,y antes de que dijera nada,lance mi pregunta.

-Jamas te has sentido bien sacando al lobo,dejando que el actue por ti,sabiendo que al no ser humano no tienes que soportar a tu conciencia?.-tras esto,le di un golpe en el hombro,que ya estaba curado.-Ademas,tienes muchas ventajas.-dije refiriendome al hombro y a las demas heridas de las que solo quedaba el recuerdo.

Su susurro tan cercano a mi oído consiguió que un escalofrío recorriese mi nuca, por lo que, cuando se alejó, lo agradecí inmensamente. Tener cerca a aquella demonio sinceramente me asustaba bastante. Pero no más que la bestia que había dentro de mí, un punto a su favor. Cuando creí que la sesión había acabado, me pidió permiso para formularme una de sus preguntas curiosas, que supe desde el primer momento que mi respuesta le importaría bien poco. Y así fue, pues no esperó a mi reacción, que ya me la estaba preguntando. Dejé caer los hombros con un suspiro de cansancio, pero cuando terminó de hablar, le dediqué una mirada de asombro y luego cierta diversión, aunque todo ello sin dejar de lado el sarcasmo, pues mi sonrisa no llegó a reflejarse en mis ojos.

- Tiene gracia que me preguntes eso. Aunque supongo que también es comprensible. ¿No se dice de vosotros los demonios que no sentiis compasión ni amor por nada ni nadie?- mi actitud quizás fue demasiado confiada, pero realmente me sorprendía que alguien pudiese hablar de la muerte y el desenfreno con tanta naturalidad.- La verdad es que ni aunque me prometisen todo el oro del mundo, querría llevar esta maldición conmigo. Quizás te sorprenda, pero valoro la vida más de lo que te puedes llegar a imaginar. Así que no, no lo disfruto. Si dependiese de mí, te lo cedería encantado.

Le comenté al final, encogiéndome de hombros aún con aquella sonrisa en mi rostro, más agria que sarcástica a estas alturas.

Escuche sus palabras,en silencio,hasta que pronuncio esa afirmacion,ese cliche,tipico y estereotipado.Algo en mi desperto y me lance contra el,atrapandolo entre un arbol y yo,mi mano,sujetaba su cuello.

No sabes nada sobre nosotros,no sabes nada sobre mi para hacer esa afirmacion.-dije secamente.¿Como podia decir eso?¿Como se atrevia?Desde luego,sentia muy poco aprecio por su vida.Nosotros,los verdaderos seguidores de Lucifer,sentiamos verdadero amor por el,admiracion,respeto!

Termine por soltarlo cuando vi que le faltaba el aire,dejandolo caer por su propio peso.Me di la vuelta y me dedique a respirar profundamente,de no haber sido por la existencia de ese pacto entre ambos,el estaria ahora mismo muerto y desmembrado en el suelo de tierra que tenia a sus pies.

-Sera mejor que no vuelvas a decir nada mas,nada de ese tipo.-dicho esto,puse una estupenda sonrisa en mi boca.Otro de mis cambios de humor.

-Y bien,no me diras que te marchas ya a casa?-dije elevando una ceja.-Aun es temprano,donde quieres ir?la verdad es que empiezo a oler a tierra y...no me gusta nada.-

Antes de poder verlo venir, me encontré estampado contra un árbol mientras una de las manos de Odette apretaba mi cuello con una fuerza inhumana. Mientras me espetaba que no era quién para juzgarlos, noté que mis pies se alzaban cada vez más hasta perder el contacto con el suelo, y en ese momento creí que iba a matarme. Cuando ya no tenía apenas aire en los pulmones, me liberó, provocándome tos mientras intentaba recuperar la normalidad de mi respiración. Al poco me incorporé acariciándome el cuello y mirándola de nuevo con esa desconfianza que no debería haber perdido desde el primer momento. ¿Porque habría hecho aquel trato con ella? Aunque supuse que justamente aquel pacto fue lo que me salvó la vida. Su bipolaridad hizo cambiar radicalmente la temática de la discusión, sonriéndome como si no hubiese pasado nada. Su pregunta me dejó fuera de lugar, arqueando una ceja.

- No lo había pensado... Supongo que daba por hecho pasar la noche entera echando baba por la boca y destripando ciervos.- dije con cierta ironía, pero esta vez sin querer chulearle. Otra presión así en mi cuello y me rompería la columna. Pero entonces pensé en su actitud repentina de buen rollo, y me hizo dudar de sus planes conmigo.- Por cierto... ¿Que relación esperas tener exactamente conmigo con todo esto? No lo digo por nada en especial, pero tu ofrecimiento ha sonado bastante a cita. - le comenté sinceramente poniéndole algo de humor a la cuestión para relajar el ambiente. Pero quién sabe, viniendo de un demonio, quizás resultaba todo lo contrario. En ese caso, ya estaba alerta para el resto de la noche.

Empezaba a gustarme ese tono ironico que le estaba poniendo a la conversacion.Si por algo me caracterizaba era por mi ironia,sarcasmo,maldad,mente retorcida...bueno.que a mi tambien me gustaba la ironia.

Despues,lo estropeo todo con esos delirios de grandeza.Arquee una ceja y con cara de incredulidad,le respondi.

-Mira,guapo,eres muy mono,y,para un rato estarias genial,pero no soy una "chica"de citas,asi que no te emociones.-conteste cortantemente.Pero entendi que debia contestar a su pregunta.-Tendremos una relacion,laboral,por asi decirlo,aunque la verdad,no me importaria nada mezclar trabajo y placer.-dije acercandome poco a poco a su cara.Note como retrocedia.-Vamos,no muerdo,a menos que me lo pidas.-la verdad es que sabia incomodar a la gente cuando me lo proponia,y ahora lo estaba consiguiendo.

Al final,termine por eliminar esa distancia,y dandole un mordisco en el labio inferior,me separe de el mientras me reia.

-No,definitivamente,esto no es una cita.-dije mientras acariciaba su cabeza como hacian los niños con los cachorritos.

Como tanto temía, no supo tomarse a la ligera aquel comentario, pues su ego era demasiado grande para ignorar aquella muestra de seguridad. Tendría que ir acostumbrándome a aquellas reacciones viniendo de demonios. Con aquel comentario cortante que no es que me afectase mucho, se dio por ganadora en su primer asalto. El segundo llegó cuando me "aclaró" que sería una relación laboral, mezclada con el placer. Mientras pensaba que aquella respuesta no me tranquilizaba en absoluto, se acercó a mí con un brillo en los ojos un tanto peligroso que instintivamente, me hizo retroceder el espacio que me quedaba entre el árbol en el que me había estampado antes, chocándome con su corteza, dejándome en lo que se diría la espada y la pared. Y entonces me mordió el labio de un modo electrizante que consiguió que mi parte de licántropo se removiese nervioso allí donde fuese que estuviese encerrado. Cuando se separó de mí, pude volver a respirar, empezando a pensar que me acaba de convertir en su mascota oficial. Acariciarme la cabeza solo empeoró la situación de inferioridad, consiguiendo que al segundo después, me despeluchase yo mismo para quitarme aquella sensación de encima, apartándome de su alcance, caminando unos pasos de vuelta a la urbanización, pero girándome al final hacia ella.

- ¿Sabes qué? Olvida lo que dije. Tienes razón, no tengo ni idea de demonios. - le comenté con un gesto de rendición.- Y prefiero seguir sin conocerles más de lo necesario. Asi que... Prefiero dejar esta salida laboral para cuando comencemos con el trabajo de verdad. No te ofendas, pero no me siento cómodo apareciendo en pubs con la ropa en éste estado.

Le comenté al final señalándole la camiseta que llevaba, hecha girones por varias partes y manchada de sangre por toda la espalda. Lo que venía a continuación era todo un misterio para mí, pero al menos, la distancia entre nosotros era lo suficiente grande para no sufrir otro de sus mordiscos.

La verdad es que parecia realmente un peluche,nunca me habian gustado los peluches,es mas,mas de una vez habia "destripado"los que me habia encontrado,pero esta vez el era un peluche en el sentido universal de la palabra.

Se le notaba que estaba incomodo,que se queria marchar y asi fue,cuando se dio la vuelta,colocandose su pelo y diciendo que preferia marcharse a casa.Mientras el aun me miraba,haciendo ese comentario sobre la ropa y los lugares a los que ir,hice un gesto,como si estuviera mirando la hora,algo absurdo,pues no llevaba reloj.

-Aun es temprano.-dije mientras caminaba hacia el.Era demonio,asi que en fracciones de segundo,estaba frente a el,haciendo que se girara para verme la cara.

-No te preocupes por la ropa,si te da verguenza llevar la camiseta ragada,puedo arreglarlo.-quizas se pensaba que iba a hacer aparecer una camiseta de la nada...pero yo no era maga,ni bruja ni nada por el estilo.Con una sonrisa torcida en mi rostro,arranque su camiseta,lanzandola lejos.Le sonrei.-Problema resuelto,algo mas?Tienes algun problema con llevar los pantalones sucios?.-dije intimidandolo.

Aquella vez, no respondió amenazante ni siendo lanzado por los aires, pero su nueva actitud me hizo temer algo peor, si cabía. Con aire juguetón, se miró la muñeca y caminó hacia mí con aire sugerente hasta terminar delante, a muy poca distancia el uno del otro. Y entonces comprendí que no iba a ser tan fácil marcharse de rositas. Con picardía, me comentó que tenía una solución para poder alargar la noche, y sin más, me arrancó la camiseta haciéndola girones. Casi ni atendí a su última broma, pues di un paso hacia atrás, alejándome de ella mientras ahora la miraba con el ceño fruncido, sin poderme creer el giro que había tomado la situación. Sin querer alterarme o ponerme a su mismo nivel, cogí valentía y decidí aclarar la situación con razonamiento, aunque el tono herido no llegué a conseguir disimularlo del todo.

- ¿Te parece gracioso hacerme esto? Porque yo no recuerdo haber acordado nada de ser tu mascota. Quieres que sea el cebo que te libre de posibles miradas que busquen tu muerte, quieres que me cargue a los cazadores que van detrás de tí por crímenes que has cometido tú misma. Y yo, a todo ésto, he aceptado. Aún sabiendo perfectamente que corro un alto grado de peligro de muerte, he aceptado.- durante aquella aclaración, fui acercándome a ella con una mirada fría en ella, sintiendo como empezaba a sentir un enfado que incluso la bestia que había en mí empezó a alterarse. Mi tono había ido subiendo de volumen por la misma frustración, y al final, estallé, apartándome de ella de nuevo y gritándole con rabia.- ¡Pero no esperes que sea tu putita! Eso no pienso permitirlo! ¿Me oyes?!

Fui a paso decidido hacia mi mochila, sin esperar quedarme a ver su reacción de demonio herido en el orgullo o de diversión malévola. Me puse la camiseta de recambio a prisa y agarré la mochila sin miramientos, volviendo hacia Odette aún alterado.

- Si aún piensas seguir con este juego, rompo el trato ahora mismo.

Sabía lo que me podía venir encima y la ocasión que estaba perdiendo de tener una vida social, normal como la de cualquier otra persona. Mi sueño. Pero no permitiría seguir teniendo aquella sensación de que me tomaba el pelo, siendo yo el pringado al que le caían todos los problemas encima. ¿Es que no le servía ya suficiente morir por su causa?

El licantropo se puso digno...¿como no?Despues de que tan solo petendia que pasara un uen rato...Si es que los demonios eramos unos incomprendidos.

Escuche sus palabras sin dejar que el notara que me hervia la sangre.Estaba acostumbrada a conseguir todo lo que me proponia y ese cachorro asustado no iba a ser menos.Mantenia mi cara divertida,no iba a dejar que el pensara que me habia ganado,asi que cuando termino,le hable muy tranquilamente.

-Esta bien...es mas,si tengo que elegir,me quedo con el trato...al menos eso lo tengo seguro y no me defraudaras.Por el contrario,...de otra forma,podria salir escaldada y con mi livido sin saciar.-me ayudaba con las manos para ponerlo nervioso,y mis risitas intercaladas,tambien conseguian lo suyo.

Lo vi,como se acercaba a la mochila y se ponia otra camiseta.Me quede mirandolo hasta que termino.

-Ahora que impedimento encuentras en ir por ahi?Tienes una camiseta limpia,no?dije señalandolo.-O....es que te doy miedo...?-termine riendome.

Su respuesta llegó, y para mi sorpresa, sin ningún ataque de cólera, al menos, no visible. Escuché sus palabras, sus risitas y sus amenazas, y al final llegué a la conclusión de que mi brote de rebeldía le había afectado más de lo que quería aparentar. Pero la verdad es que consiguió que de nuevo, el bello se me pusiese de punta. Aquella demonio estaba hecha toda una psicópata, y no estaba de menos tenerle un poco de miedo, pues me salvaría en más de una ocasión. Acabé asintiendo a su amenaza, dando por hecho que lo había entendido, bajando la mirada de sus ojos, ahora con un brillo frío y duro, y creyendo que ya había logrado salir entero de aquella noche. Pero para mi doble sorpresa, cuando hice ademán de irme, ella volvió a insistir sobre salir aquella noche. Intentando no perder la compostura, volví a mirarla, buscando rápidamente una buena escusa.

- Yo no... - al final me tuve que dar por vencido, bajando los hombros con un suspiro de resignación mientras volvía a peinarme el flequillo.- Supongo que no tengo nada mejor que hacer esta noche. Así que, salgamos de este bosque y luego me cuentas tu plan, ¿vale? Me da algo de grima éste lugar.

El regocijo que sintió por salirse con la suya fue tal que llegué a sentirlo desde la distancia, en el ambiente. Aquella mujer tenía un ego inmenso. Cuando me di la vuelta para marchar de allí, hice rodar los ojos, dando por hecho que Odette había conseguido que perdiese el norte. ¿A quién en su sano juicio sino, se le ocurriría salir de juerga con un demonio?

Para mi sorpresa,y tras mi actuacion en la que evite que mi verdadera mala leche saliera a la luz,el accedio.

Esta vez no guarde mi expresion,es mas,la exprese sobremanera,con un exceso de actuacion que el noto.

-Estupendo!genial!veras que bien te lo pasas...mucho mejor que quedarte vagando por aqui solo...ni punto de comparacion!.-dije mientras me acercaba y enganchaba mi brazo en el suyo.Al hacer esto,se quedo parado,mirandome bastante extrañado.

-Asi que...bueno,me imagino,que esta sera la primera vez que sales por ahi con un demonio.Has tenido suerte de que sea yo,hay cada uno...-termine diciendo en un tono comico.

Estabamos bastante cerca de la "civilizacion".La zona del bosque,la mas espesa,la habiamos dejado atras.Eche un ultimo vistazo.
-Creo que cualquiera en su sano juicio,preferiria estar en mi compañia que ahi,en ese bosque solitario y oscuro.-dije ayudandome con mis manos,imitando a la brujas de los cuentos para niños.

Al final,al ver que no reaccionaba demasiado ante mis palabras,le di un golpecito en el hombro.-Vamos animate,o esto sera como ir acompañadamde una estatua.-termine diciendole.-Oye...y donde podemos ir?la verdad es que conozco muchos lugares solitarios donde se puede matar gente,...pero lugares para salir...no muchos.-dije riendome.

Mientras Odette, teatreramente, daba saltos de alegría por haber accedido a sus planes, me fui alejando del bosque sin prestarle mucha antención, y entonces me cogió del brazo. Realmente, sufría un problema grave de bipolaridad, y como no quise que su estado de ánimo volviese a cambiar, intenté tomarme como algo normal que ahora se hiciese mi amiga después del primer shock. Así que mientras salíamos de allí, Odette soltó alguna que otra broma sarcástica, consiguiendo que le mirara de reojo en más de una ocasión, ciertamente, algo asombrado de que un demonio como ella tuviese sentido del humor, y bastante acertado para mi gusto. Con una ligera sonrisa, miré a mi alrededor hasta llegar de nuevo a la civilización, donde se hartó de hablar sola dándome un golpecito amistoso en el hombro. Volví a girarme hacia ella, empezando a acostumbrarme a su bipolaridad hasta el punto que ya no me resultaba tan molesta su compañía.

- Lo siento, no quería estropear tu monólogo.- le dije como si tal cosa, consiguiendo que me dedicase una mirada fulminante, pero luego, siguió como si tal cosa confesando que no estaba muy puesta en la vida social. Le miré con cierta desaprovación al oir de nuevo su afición por matar personas, pero luego decidí no comentar más el tema.- Vaya... Creía que tenías un plan. Déjame pensar... Hay un pub cerca de aquí. Fangtasía, perfecto para bichos raros como nosotros. Ahí no dejan cargarse a nadie, pero si quieres una copa de sangre, tendrás dónde elegir.

Odette pareció convencida, al parecer, disimulando bastante bien si mis pinceladas de ironía le había molestado, así que sin pensarlo más, nos dirigimos hacia el pub sin más contratiempos. Eso sí, sin ningún brazo cogido por ahora.



P.D.: Ody, finalizo el tema, ok? MP si no estoy presente