Después de una cacería

Salí del callejón limpiando el cuchillo de sangre de demonio, había sido un buen trabajo y fácil, aunque el muy demonio (nunca mejor dicho) me había hecho un corte en el antebrazo, que tapaba cuidadosamente con la camisa negra que llevaba ese día, seguramente necesitaría puntos, cosa que odiaba.

Llegué al coche y abrí el maletero tirando del asa de una bolsa de deporte abriendo la cremallera para guardar el cuchillo y sacar una toalla limpia para atarme en el brazo, de uno de los bolsillos saqué un paquete de cigarrillos, había intentado dejarlo pero después de una cacería me servía para relajarme, cerré la puerta del maletero y me sente en el capo del coche encendiendo el cigarrillo y dándole la primera calada.

Me incorporé del coche al escuchar que alguien se caia, me giré y vi a una chica en el suelo, tire el cigarrillo al suelo y me acerqué a ella agachandome un poco a su altura.

-Hey, ¿Estas bien? ¿Necesitas ayuda?-Le pregunté tendiendole mi mano para ayudarla a levantarse, no parecía algo borracha-. Vamos, te ayudaré a levantarte-Dije acercandome a ella con cautela, después de matar a un demonio no sabía con quien podía encontrarme.

Aparté la mirada cuando la chica empezó a vomitar, cuando pidió perdón sonreí y le ayudé a levantarse.

-Tranquila, eso nos pasa a todas-Le dije a modo de que no se sintiera culpable-. ¿Quieres que te acerque a algún lado? Tengo el coche aparcado hay mismo, por cierto me llamo Serena.

-Si, igual que ella-Dije sonriendo, estreché su mano-. Creo que su personaje lo han copiado de mí. Hey, no deberías ir sola así..., bueno tan borracha, podrías caerte otra vez, ¿Quieres que te compañe? -Le pregunté dudosa, al ver el estado en que se encontraba-.Si te sientes más segura podemos ir andando. Pero tendrás que esperar un par de minutos, antes tengo que hacer una cosa en mi coche.

-Si, si. Vamos ven, tengo el coche aquí mismo...

Ayudé a la chica a caminar hasta mi coche, con algo de dificultad abrí la puerta del copiloto y le ayudé a sentarse, sin cerrarle la puerta. Volví al maleter y saque una pequeña bolsa de deporte, de ella saqué una camiseta roja de mangas cortas y me la cambie por la camisa negra que tenía puesta, la volví a guardar en la bolsa y saque un botíquín de primeros auxilios. Abrí la puerta trasera, pensando que mejor sería que no viese la sangre y vomitase otra vez.

Me senté soltando un suspiro y empecé a limpiarme la herida con agua oxigenada, para luego empezar a vendarme la herida.

-Hey, como vas. ¿Sigues en el mundo de los vivos?-Le pregunté para mantenerla despierta, siguiendo con mi vendaje.

Termine de vendarme el brazo y mire hacia delante y cuando la vi medio dormida negue con la cabeza, sali del coche para sentarme en el asiento del piloto, le di unas cachetadas en las mejillas para despertarla.

-Hey, nena, despierta no me hagas esto-Dije perdiendo los nervios al ver que no despertaba, mire el claxon del coche y suspiré, apreté el claxón haciendolo sonar-. ¡Despierta!

-Por la simple razón de que te has quedado dormida en mi coche y no sé donde vives, a no ser que prefiras dormir en el coche antes que en una cama-Le respondí frunciendo el ceño, heche la cabeza hacia atrás, estaba cansada y la herida me dolía, seguro que si me lo proponía podría quedarme dormida en unos segundos-. ¿A dónde te llevo?