Paseando con mis demonios interiores.. (Ruth Williams)

Seguí haciendo aquello, moviendo mi rodilla, para después, notar como separaba mis nalgas y me acariciaba para introducir un dedo en mi sexo, me hizo gemir con suavidad y arrimarme contra su cuerpo, mordiendo su labio con fuerza, notando sus besos en mi cuello, presionando algo mas fuerte mi rodilla contra su cuerpo, de repente me coloque a horcajadas sobre él, y comencé a mover mis caderas hacia adelante como si me penetrara, pero el todavía llevaba los bóxers, y yo no tenía intención de retirárselos, lo abracé y comencé a moverme de manera provocativa sobre él, mirando la pared de enfrente.

Note como se quitaba los bóxers ahí le deje, fricciono nuestros sexos haciéndome jadear para después, se introduce en mi interior, y empieza a mover sus caderas rítmicamente, le dejo hasta que gime con suavidad, me aparto un poco y le miro con el ceño fruncido le empujo, estirándolo en la cama, y estiro la sabana para cubrir sus ojos, mientras llevo una mano a su boca, y empiezo a moverme de forma intensa sobre su cuerpo, acariciando su miembro con mi cuerpo, y pasando mi mano libre por todo su cuerpo.

Note como se dejaba hacer, por mí, y acataba un extraño estado de sumisión, pero sus manos seguían acariciándome, en un arrebato, tome sus manos por las muñecas y las puse sobre su cabeza, empezando a cabalgar sobre su cuerpo de manera rápida e intensa, sin permitirle moverse, ni ver, mientras que llevaba mis labios a su cuello y lo besaba, mordía y la mía, así como su torso, recorriendo sus músculos con mis labios.

Escuchaba sus gemidos y sus jadeos, y me hacían sonreír y moverme con mas violencia sobre su cuerpo, chocándonos y acariciándonos, sin parar, lamiéndolo, mientras me recreaba con sus pectorales, una mano apreso las suyas, y con la otra, la deslice lentamente por todo su cuerpo hasta llegar a su miembro, empezando a estimular sus testículos con suaves masajes, sin dejar de moverme, ni cabalgar sobre su cuerpo, todo para darle placer, y sentirle en mí interior, me gustaba muchísimo que gimiera y dijera mi nombre, e iba a aprovechar el momento.

Notaba las reacciones de su cuerpo, que me hacían saber que le gustaba aquello, después gimió mi nombre, y yo seguí moviéndome con violencia, volví de nuevo a su cuello besándolo y mordisqueándolo, mientras mis caderas hacían la penetración mas profunda y mi mano se movía en sus testículos haciendo masajes circulares y leves caricias con las yemas de mis dedos, -mmmm..- jadee y gemí con suavidad me encantaba todo aquello, me hacía sentir bien y me evitaba pensar en otras cosas que no fuera darle placer a Jhos.

Me humedecía de notar su sexo en mí, y no paraba con mis movimientos, ni en sus testículos, ni los de mi cadera, ni mis labios, pero entonces deslice estos hacía arriba, hasta el hueco de debajo de su oído lo bese y sin dejar de darle placer, ni a él ni a mí, susurre jadeante en su oído -Jhos.. dime que me deseas…- no lo pensé dos veces, y se lo solté, después me di cuenta de lo que eso podía acarrear pero, ya era tarde, y lo había soltado, en fin.. que mas daba, me volví a centrar en su cuerpo, y note lo próxima que estaba yo del orgasmo empecé a moverme mas deprisa, y a jugar con su cuerpo, de manera mas intensa.

Escuche su susurro y jadee, humedeciéndome en gran medida, y note como su miembro se ponía más duro todavía, haciéndome gemir, en su oído, lleve mis labios a su oído y lo bese, mordisquee el lóbulo de su oreja y susurre -Jhos.. vas a correrte..?- pregunte en un tono pícaro y juguetón, quería saber si le quedaba mucho tiempo por llegar, ya que a mí no me quedaba mucho, me encantaba aquello, me había dejado hacer con él lo que quisiera, de repente destape sus ojos y lo bese con pasión.

Note como su cuerpo se tensaba, mientras yo le besaba con pasión y el unía su lengua a nuestro pequeño y extraño juego de placer, comenzó a gemir, y su cuerpo dio pequeños espasmos, para después notar como descargaba en mí, haciéndome llegar a mi también con un dulce gemido, me reí con suavidad y volví a besarle sin dejar de moverme, ahora mi cuerpo se deslizaba con muchísima mas facilidad por la mezcla de nuestros fluídos.

El parecía encantado de que yo no parara los movimientos, pero al final después de besarnos durante bastante rato, de jugar con su lengua y acariciar su cuerpo, lo saque de mi interior, y me pose a su lado, sonriendo bese su mejilla, y me quede tranquila, a su merced si era necesario, me lo había pasado muy bien, y ahora me apetecía verle durante un rato, Jhosef me había sorprendido, primero me había mostrado su lado dulce, y protector, después su lado mas salvaje y morboso, y por último, su lado sumiso, y excitado, era increíble todo lo que guardaba.