Buscando a Amanda(libre)

Bill Compton era su primer novio y contacto con el mundo vampírico, según tenía entendido, así que encajaba que eso fuera normal desde que le conoció. - Mi vida dejó de ser normal en el momento en que mi abuelo me dijo que existían todos los seres que ahora cazo. - le dije encogiéndome de hombros. - He intentado que lo sea, y a veces lo consigo, pero no siempre. Aunque claro, mis consecuencias son menos extremas que las tuyas. - dije señalando a la herida de su labio. Sonreí cuando me dijo que no podía evitar preocuparse, pues me alegraba ser tan importante para ella. También ella era una buena amiga para mí, y me alegraba poder no guardar secretos con alguien. - No podía hacer menos que aceptarte, pues cada persona es única a su modo y no debería ser despreciada por ello. Ni tú ni nadie. - le dije. Me caía bien a pesar de su don, y que supiera de él no iba a cambiar ese hecho. Ella seguía siendo igual de simpática con o sin él.

-Es una pena que no lo ignoremos y no sepas nada de lo que ocurre a nuestro alrededor -dije sonriendo -Es una pena acabar dañada por lo oscuro-dije con una sonrisa triste.

-Pero te tengo a ti-dije sonriendo- y me entiendes-dije con una sonrisa-Y siempre mepreocuparas -

- Verdaderamente es un apena, pues estoy segura de que no habiéndolo sabido mi vida habría sido mucho menos...no sé, agotadora y peligrosa. - asentí a lo que ella me dijo alzando la cerva y bebiendo otro sorbo, pensativa. - Es una pena, sí, porque desde luego es mucho mejor dañar tú a lo oscuro. - comenté con una sonrisilla maliciosa. Desde luego sí, era mejor en ciertas ocasiones dañar a ser dañado. Solté una risilla con su comentario último, que me tenía y que se preocuparía por mí.- Sabes que no tienes que hacerlo, Sook, que puedo cuidar de mi misma. Y a mi me alegra mucho tenerte a tí, que me puedes ayudar a aclararme aun cuando yo misma no puedo. - le dije.

-En serio puedo hacerlo -dije sorprendida y es que sinceramente no sabía que la habia estado ayudando tanto

-Aunque si no supieramos esto seria mas facil atacarnos es mejor asi supongo-

- Pues claro que sí. Muchas veces ni siquiera me doy cuenta de lo que estoy pensando, o estoy tan confusa que ni yo misma puedo entenderlo. En esos casos tú puedes ayudarme a aclarar mis propios pensamientos, y teniendo en cuenta que esas cosas me pasan a menudo se puede resumir en que sí, eres muy buena ayuda. - le dije sonriente. Luego asentí a lo que dijo, de acuerdo con ella. - A pesar de todo es mejor saberlo y saber defenderse, pues a pesar de habernos herido muchas veces por lo menos seguimos vivas, ¿no? - inquirí de manera retórica. - Eso se merece un brindis, al menos. - dije alzando mi botella para chocarla con la suya y beber un trago.

- Para nada, muejr. Aprovecha que hay dos camas y duerme un rato, que te vendrá bien. Si quieres mañana te acompaño a casa y me encargo de hacerla segura para que nadie pueda entrar sin tu permiso. - sugerí. Me dijo que sí y yo le sonreí. Me estiré un poco y me levanté de la silla, ayudándola también a levantarse. - Allí tienes el baño, por si lo necesitas. - dije señalándoselo. Yo no iba a dormirme, por lo que cogí un libro de una de mis maletas y me fui aparte para leer, no sin antes despedirme de ella. - Qué duermas bien. - le dije con una sonrisa. Vi cómo se metía en la cama y en cuanto se quedó dormida me fui de allí hasta la otra sala, libro en mano.

OFF: TEMA CERRADO.