El encuentro con la desconocida (Alex Willis)

Cruzando el gran portón de la iglesia, noto una gran punzada en el pecho, recuerdos semi-borrados me vienen a la cabeza, me atormentant, pero hago tripas corazón y atravieso la puerta y empiezo a caminar por aquella estancia sagrada, la casa de Dios, no tenia nada que hacer allí pero mi alma me pedia acudir allí... Ese sentimiento no lo entendia, y lo que no entiendo me cabrea, de eso lleva el mal humor que llebava encima en aquel momento.

Observo fijamente cada rincón de la estancia y veo allí la pila baptismal, me hacerco allí lentamente y toco la pila batismal, hecha de mármol pulido, y tan solo de ver l'agua bendita, allí se reflejaba el cuerpo que llevaba...

Estaba un poco desconcertado ya que no me atrevia a tocarla, y eso me enfurecia mas, así que doy un fuerte golpe a la pila, que resuena por la estancia vacía. Estaba dispuesto a irme, pero no podia apoyar el pie.

-Joder!- Me quejo al apyar el pie en el suelo. Me siento en un banco de madera cercano como puedo, que cruje al sentarme.

Nunca había ido a la iglesia, jamás había tenido la necesidad de ir, ni tan siquiera cuando mis padre murieron, ni cuando mi hermano desapareció. Ahora que lo pensaba durante toda mi vida había pasado por lo que la mayoría de las personas ni siquiera aguantarían. Había perdido a mis madres cuando era muy joven, hacía años que no me hablaba con mi hermano, a quien apenas conocía y apenas recordaba lo que significaba querer a alguien, pues el último tio del que me había encaprichado hacía tiempo que no le veía y sinceramente dudaba que lo volvierse a ver algún día.

Entré en el amplio salón de la iglesía algo asustada por el hecho de estar allí dentro, de atreverme a quejarme ante alguien que seguramente me odiase por ser el monstruo que era. Me sente en una ed las últimas filas y me puse a mirar el gran crucifijo.

- Por favor... ayúdame... - dije apenas en un susurro.

El ambiente tranquilo se ve interrumpido por otra presencia en la estancia, me giro tranquilamente y sorprendentemente veo a una chica allí sentada en una de las últimas filas de bancos del lugar.
La chica estaba observando fijamente un crucifijo, su mirada mostraba las penas de su vida, en un primer momento vacilo, pero al final me hacerco a ella, y mientras me hacerco oigo sus suplicas y me pongo a su lado. La miro fijamente a los ojos con crueldad.

-No pierdas el tiempo, no te va ayudar, nunca lo ha echo y no creas que lo empezará ha hacer...-le digo mientras cierro los ojos y muevo la cabeza hacia arriba.

En el momento que cierro los ojos me percato de que el ambiente es mas raro de lo normal, dentro de mi habia algo que me decia que no debi hacercarme a aquella chica, así que abro los ojos de golpe y la miro sonriendo maliciosamente. Río flojo.

Un chico se acercó a mi mientras intentaba rezar, tardé unos segundos en darme cuenta de quién era. Aquel enfermero del hospital, pero ¿qué hacía en este lugar?. La última vez que le había visto se marchaba del psiquiátrico sin mirar atrás mientras yo le observaba desde la ventana de mi habitación.

Noté como se me formaba un nudo en el estómago, y como mi corazón latia con fuerza. Era raro, pues nunca me había pasado con nadie, ni siquiera cuando estaba con Jake, a quién hacia tiempo había creido que era el tiio al que más había querido.

- Tú... - pude decir sin dejar de mirarle. No sabía exactamente qué hacer, pero ya notaba en su interior una extraña presencia. El hecho de ser un monstruo siempre me había ayudado a descubrir a esos seres - pensé que no volvería a verte...

"No es un demonio aunque es tan fuerte como ellos... ten cuidado" me advirtió Axel.

Sorprendido, es como me encontraba al oír esas palabras. Todas esos recuerdos e imegenes venian a mi cabeza de repente y por pur instinto retrozedo un paso para atreas un poco desconfiado, por mucho que la amara, continuaba siendo medio demonio.
-Tú!-Digo un poco brusco. Cuando todo volvia estar todo en su sitio me hacerco a ella le cojo la mano con delicadeza y se la beso con ternura. Le miro con picardía y sonrio.
-Aqui el único que te puede ayudar soy yo...-le susurro al oído. Luego me aparto de ella, y me siento en el banco del lado, aguardando la respuesta, observandola encuriosido.

Me quedé sorprendida ante el beso y después ante el comentario. No conocía a ese chico, solamente que durante mi estancia en aquel sitio me habia cuidado y conocía esa parte de mi que quería ocultar, pues a fin de cuentas él me había ayudado durante más de un ataque.

- Ni siquiera ser qué haces aquí... ni quién eres - dije algo aturdida.

"No te fies, quiere hacerte daño, lo sé, no es humano y tampoco es un ser que hayamos conocido... Alex no te fies que si te pasa algo a mi también..." en parte tenía razón.

Resguardando la respuesta paciente, le miro a los ojos y me levanto, el pie todavia me duele, así que cojeaba un poco del pie izquierdo. Escucho atentamente lo que me quiere decir la chica y me quedo un poco perplejo, noto como una sensación de desconfianza por su parte y eso me incomoda bastante, así que para volver a la guardia saco mi faceta mas arisca y borde.

-Quién soy yo no importa, la única que importa quí eres tú, así que centrate en sobrevivir, esto esta lleno de cazadores, así que ves con cuidado...-le digo tajante.

Me habia echo la promesa que para mi aut0exilio tendria que salvarla a ella, aunque muriera en el intento.

La persona manchada por aquel despreciable demonio era lo único que me importaba, no podía dejarme llebar por mis emociones, y menos ante ella, mis sentimientos eran mios y no queria que me volviesen a traicionar, ya sufrí bastante.

Desde entonces he procurado no tener ningun contacto con nadie, eso hasta que le encontre a "ella", pero no me dejaré engañar, no otra vez.

La levanto con fuerza pero sin hacerle daño, por mucho desprecio que le tuviera, era su guardián, a parte, y lo mas importante, le amaba.

Ese sentimiento me atormentaba la conciencia y eso me hundía bastante y a la vez me enfurecia.

En aquel preciso momento uno de mis inoportunos impulsos me lleva ha hacercarme mas de lo adecuado a ella, pero reacciono a tiempo mordiendome el labio y retrocediendo.

-Que tienes pensado hacer, eh?-Le digo borde.

Vale ahora me había sorprendido del todo, no sabía que responderle. Una parte de mi quería decirle que me ayudara pero otra parte, mucho más fuerte dominada por Axel me decía que no debía fiarme, sobretodo por esos cambios repentinos de humor.

"No te fies..." dijo Axel y no p ude evitar notar como esa personalidad tan fuerte iba emergiendo, no quería que saliera pero no me sentia con fuerzas para pararla, necesitaba todos esos medicamentos los cuales ahora no tenía a mano.

Me mareé un poco y me eché hacia delante, dejando que mis cabellos taparan mi rostro....

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Sentí una inmensa alegría cuando pude salir, sabía de sobre que esto no duraría, aunque Alex fuera débil en ciertos sentidos tenía mucho más fuerza de la que pensaba.
Miré a aquel ser a los ojos, desafiante.

- No hay nada que hacer - dije brusca - qué demonios eres? - me levanté mostrando que no estaba dispuesta a achantarme.

Observando en la distancia, con precaución veo que la muchacha se tambalea hasta que su rostro queda cubierto por su pelo, cosa que me asusta un poco ya que sabia lo que estaba ocurriendo.

Momentaneamente se apoderó de mi la rabia asi que apreté ell puño con fuerza, me hacerco a ella seriamente, le aparto el pelo de la cara y me hacerco mas a ella hasta que mis labios se frotan con los suyos...

En aquel momento no sabía lo que hacia del cierto, pero tenia que hacer algo, y deprisa. Tras unos segundos me aparto de ella y la abrazo.

-No lo hagas, o me sentará peor a mí que a tí...-Le digo con un hilo de voz.

Ha sucumbido a la voluntad de Axel, yo no se como reaccionar, primero dudo, pero estoy seguro que tengo de aydarla como sea...

- Alejate de nosotras - dije fiera - da igual lo que seas pero no te acerques, no hace falta saber qué eres para darme cuenta de que eres un peligro para Alex y por lo tanto para mi

Noto como Alex está asustada, nunca la había sentido así, pero ese tio no la convenía. Cierto era que me daba igual, pero no era bueno tener cerca a un ser que podría cortarme el rollo o peor aún, que pudiera sellarme en su interior de nuevo, no... no lo iba a permitir.

Cogí el bolso de Alex y caminé rumbo a la salida de la iglesia no sin antes mirar la pila que hay en la entrada para los que quieren hacer el paripé. Lo miré fijamente y concentrada la pila estalló, vertiéndo el agua sobre el suelo. Yo sonreí maliciosamente y luego seguí mi camino.

Perplejo ante el cambio repentino de la muchacha, sonrio malevolamente y me empapo las manos del agua vertida de la pila baptismal, empezaba el juego. Sonrío malevolamente y me hacerco a Axel y le dibujo una cruz con el agua en la mejilla. Despues, me seco las manos y le cojo con fuerza por los brazos, ahora mismo hacerle daño a Azel me daba igual, pero mantenia un ciertolímite, ya que en el fondo, continuaba siendo Alex.

-Lo pagarás, lo pagarás muy caro...-digo friamente. Pienso sin mucho resultado y al ver que mas o menos se resiste le pego un empujon hacia el agua vertida con todas mis fuerzas.

-Tus poderes no me asustan Axel...No tengo miedo ni de ti ni del engendro maléfico que te creó!-chillo enfurecido.

La rabia se apoderaba de mi, así que me abalanzo contra ella y la cojo del cuello contra la pared.

-Desaparece!-Digo tajante.

No puedo evitar sonreir.

- Eres tú el que está haciendole daño a una humana - dije sin perder mi sonrisa - ahora suéltame

Me concentró y hago que sus manos me suelten y con un rápido gesto lo lanzo lo suficientemente lejos empotrándolo contra uno de los bancos. DE una de las habitaciones anexas sale el cura de la iglesia el cual se pone histérico al ver la que se está liando.

- Cura ayúdeme, ese monstruo intenta hacerme daño - dije fingiendo a la perfección el papel de víctima, incluso logrando que lágrimas salieran de mis ojos - es un monstruo

El cura se acerca a mi para consolarme y mira a Brian.

- Marchate de aquí o llamaré a la policia - dijo sin quitarle la vista de encima mientras yo sonreía divertida

Sonrio una vez en el suelo, ya que había pasado por alto que tenia poderes. Me recompongo y le miro cruel. Oigo a un hombre de avanzada edad, que era eso, una amenaza? Pues no me iba a marchar, no sin Alex a mi lado.

Miro al cura con mala cara y después me giro hacia Axel, esto estaba yendo demasiado lejos. No iba a consentir que le hiciera daño a nadie, y menos a mí.

-Usted se calla!- digo tajante al cura.-No ve que no soy yo el monsrtuo!-continuo.

Tenía que hacer algo y deprisa, el tiempo se me acababa y no estaba dispuesto a que mi autoexilio se viera en peligro.

El cura asustado se larga corriendo de puro pánico. Me hacerco a la chica violentamente y la cojo de nuevo, esta vez la tiro el suelo.

-Podemos estar así toda la vida...-le digo en un suspiro.

- No lo entiendes verdad? hagas lo que me hagas yo seguiré en este cuerpo y lo único que lograrás será dañarla a ella - dije mostrándo mi cuerpo - no soy un monstruo que está dentro de Alex, yo soy parte de ella

No pude evitar sonreir ante aquel ser, estaba claro que no era del todo bueno, pero que tampoco era un demonio, yo los conocía bastante bien y no tenía esa aura, pero tampco era otro niño especial ni un anticristo... su aura era demasiado pura.

Me levanté algo enfadad por haberme tirado al suelo, auqellos pantalones eran nuevos, aunque mostrando todavía mi sarcásticas sonrisa en el rostro. Me aparto el pelo con total tranquilidad.

- Aléjate de nosotras - comencé a caminar hacía la salida de la iglesia.

Sonrío con ironía y me hacerco a ella velozmente, y le giro. Le miro con furia, me hacia mucha rabia reconocer que tenía razón. Le cojo por el brazo y le miro a los ojos preciosos que tenía.

-Por que le haces esto a ella?-le pregunto con acidez. No sabía muy bien que hacer, esto se me estaba yendo de las manos, y eso no lo iba a permitir por nada del mundo. Ella no se iba a ir de allí hasta que hablara con Alex.