Girls, girls, girls!! (Nikki) (+18)

Si señor, un negocio cojonudo. Eran las 7 de la mañana y acababa de cerrar mi "club de señoritas". Acababa de ganar unos 1000 pavos aquella noche y había condenado a unas 30 almas al infierno... de puta madre, Alali, esta noche has cumplido de puta madre... Estaba tendida en el sofá, con un vaso de whiskey en una mano y un cigarrillo (Marlboro, baby!) en la otra. Mis pequeños súcubos trabajaban, limpiaban el desorden resultante de la noche anterior. Joder, no había mejores putas que los súcubos: no piensan, no protestan, hacen todo lo que mami les ordena... además de que eran tan buenas en la corrupción como en el asesinato y otras lindezas. En cuanto hubieron acabado las envié arriba, a descansar, hasta las 8 de la tarde, que abririamos de nuevo.

Seguí tendida en el sofá, cuando escuché a alguien llamar a la puerta.

-Está cerrado, gilipollas!! -grité cabreada.

Aquella noche había sido extremadamente aburrida, más que eso, ya que ni siquiera me había tirado a nadie. Estaba de un humor de perros porque mi puto cuerpo estaba enmonado, para variar, con esa mierda que se metía Nikki día si y día también y ahora no podía hacer otra cosa que ir de esquina en esquina buscando traficantes, matándolos y drogándome como un puto yonky de mierda... Tío, tenía cosas mucho más importantes e interesantes que hacer en una noche como aquella! Pero no... Tuve que meterme tal cantidad de droga en el cuerpo que casi me da una sobredosis... Pero bueno, al menos me había cargado a unos cuantos infelices y mis manos estaban bastante manchadas de sangre así que, al menos, había tenido algo de diversión al ver sus rostros pálidos y asustados cuando mis ojos cambiaban y se volvían negro, sus gritos al torturarles y como se paraban sus corazones al abrirles en canal... Vale, vale... Después de todo la noche no había estado tan mal...

Ahora eran como... ¿Las 7 de la mañana? Ni idea, el caso era que ya había amanecido y había acabado deambulando por las calles de Townhidden, uno de los traficantes a los que había matado gustosamente me había comentado que habían abierto una especie de "Casa de putas" nueva y a aquellas horas lo único que necesitaba era echar un buen polvo, por una vez, me daba igual si matar o no a la tía después... Solo quería follar! Oh, sí, lo que hacen los instintos primarios, sí, señor... Después de todo por muy creído que me lo tuviera aún era medio humano y eso me hacía ser más débil de lo que quería aparentar por mucha sangre de demonio que bebiera... Tenia necesidades y muchas. Lo peor(o mejor, depende del caso) es que yo era muy impulsivo y siempre conseguía lo que quería... Costase lo que costase! Al final llegué frente a aquel local que parecía cerrado, estudié la fachada, el nombre... Todo. La verdad es que no estaba mal. Empecé a llamar a la puerta como un jodido desesperado pero nadie abría, nadie contestaba aunque, a lo lejos, me pareció escuchar una voz femenina mandándome a la mierda... Oh, las putas siempre tan dulces, amables y consideradas! Desde luego, a esa pensaba romperle la mandíbula a base de pollazos... Joder si es que no se podía estar más desesperado.

-Venga, Joder! ¿ Queréis abrir de una puta vez? ¿Qué pasa? ¿Que ahora las putas también descansan, tienen vacaciones y horarios flexibles? - hice una pausa y continué dándole golpes a la puerta. - ¡Como no abráis de una puta vez, tiraré la puerta abajo!

Y lo peor de todo es que podría haber entrado desde un principio rompiendo la puerta tirándome a la primera que intentara huir de mi pero... Joder, las putas drogas me freían el cerebro de tal manera que después de una noche en la que lo único que había hecho entre muerte y muerte era chutarme de todo terminaba algo descolocado y medio ido... Precisamente por eso necesitaba a una buena puta... Joder, es que de no ser por que estaba muerto me iba a cargar jodido Nikki de los cojones por engancharme a aquella mierda! Aunque bueno, si Nikki supiera a la de mujeres que me había tirado en su nombre quizá estaría orgulloso y todo... Pero... Oh, Puto Lucifer, como odiaba las putas drogas! Joder! Y ahora quería echar un puto polvo! Continué dándole golpes a la puerta, cada vez más fuertes y cuando me harté, me eché para atrás dispuesto a abrir la puerta de una patada, cargué la pierna pero al final me detuve... ¿Parecía que iban a abrir?

Me levanté del sofá terriblemente cabreada. Aquel gilipollas iba a sentir lo divertido que es que te metan una botella de whiskey por el culo y lo agradable que resulta que te sorban los sesos con una pajita... Bastardo de mierda... Tal vez mis súcubos no necesitaran descansar... Pero joder, no voy a pasarme todo el jodido día vigilando a aquel repugnante grupo de viejos, gordos y pardillos que llenaban mi puto negocio. Encendí otro cigarrillo cuando iba en dirección a la puerta.

-Y como cojones piensas tirar mi puta puerta, gilipollas? -le grité sin abrir aún -Te he dicho que mi puto garito está cerrado, te enteras? O es que tanto tiempo sin mojar te ha fundido el cerebro?

Aún así, me dispuse a abrir... Me divertiría torturando a aquel pobre desgraciado durante un buen rato y acabaría comiendome sus vísceras.

Desde el otro lado de la puerta aquella mujer seguía soltándome perlitas pero yo no pensaba irme, ¿Que tanto tiempo sin mojar me había jodido el cerebro? Vale, llevaba un puto día, casi dos, sin follar y podría soportar muchos más pero... No me apetecía nada, me había malacostumbrado a la buena vida de dos, quizá tres por noche con sus respectivas muertes y no pensaba malgastar una noche por culpa de las malditas drogas y me daba absolutamente lo mismo que el local estuviera cerrado. Estaba con la pierna en alto dispuesto a cargarme la puerta pero entonces la bajé al ver como parecía que alguien abriera la puerta y.... BINGO! Cuando vi a aquella tía tuve que tragar saliva... Joder, ¿Acaso era posible estar más buena? Pero no tenía pinta de prostituta... Más bien de... ¡No me jodas! ¿Aquella PEDAZO DE MUJER era un demonio? Venga, va! ¿Ahora me daban un 2x1? Por mi perfecto. No dije absolutamente nada, no sabía si mis ojos ya estaban completamente negros o no, pero me era igual, prácticamente salté sobre ella y empecé a besarle el cuello con ímpetu, echándola hacia atrás y haciendo que la puerta se cerrara detrás de nosotros. Acabamos golpeando contra algo no sabía si era una pared, la barra o cualquier cosa pero aproveché el momento para morder su cuello con todas mis fuerzas, y beber algo de su sangre.

-OH, JODER! - dije al saborear su sangre, no había duda de que era un maldito demonio y era bastante poderoso, solo con unas gotas de su sangre ya me sentía como si fuera el rey del mundo y pudiera con todo y con todos. Aunque algo me decía que aquello iba a durar poco, su mirada de "Te voy a partir la cara, gilipollas" no me daba demasiada confianza...

Aquel bastardo se abalanzó sobre mi como si fuera la última mujer en el mundo. Me mordió y lamió mi sangre... Hijo de puta... Le asesté un puñetazo que le lanzó contra la pared opuesta, mis ojos tomaron su color blanco y le mantuve apretado contra la pared con telequinesis.

-Asqueroso gusano repugnante -dije con ira -Quién coño te crees que eres para tomar MI SANGRE sin permiso...

Repentinamente me fijé en él. Su iris estaba negro. Joder... no me digas que...

-Niñato de mierda -dije soltando una risa histérica, en parte por la mala hostia, en parte porque aquel jodido mordisco me había puesto como una jodida moto -Supongo que eres uno de los engendros de Aza... Me equivoco?

Le miré con arrogancia. Tener a aquel cabrón subyugado me excitaba terriblemente. Me acerqué a él, le arañé la mejilla y lamí la sangre que brotaba.

-Ojo por ojo, cariño -volví a reir.

Y como había imaginado, ZASCA! Se deshizo de mi como si nada, de un solo golpe un puñetazo consiguió lanzarme contra la pared opuesta a la que estábamos y entonces, noté como mi cuerpo se quedaba rígido y mis músculos se tensaban. Mierda, la muy puta estaba utilizando sus poderes contra mi... Ahora se acercaba a mi con los ojos completamente blancos y con aires de superioridad. Me insultó( si es que a eso se le podía llamar insulto porque, personalmente, a mi no me lo parecía) y además me espetó que quien coño me creía que era para beber su sangre sin permiso. No pude evitar sonreír... Aquella maldita zorra infernal me estaba poniendo muy cachondo, bueno, ya venía así desde hacía un buen rato pero ella solo conseguía ponerme más y más y la verdad es que aquello me hacía gracia... Joder, ¿Podría ser que al fin hubiera encontrado a alguien a quien poder follarme como Dios manda? Seguía acercándose a mi y pareció captar algo, de nuevo otro intento de insulto ¿Niñato de mierda? Joder, había oído cosas mejores... Soltó una risa histérica, Vale, ahora me dejó descolocado. ¿Estaba fumada o algo ? ¿Que coño le pasaba? Y entonces dio en el clavo, me preguntó si era un niño de Azazel aunque con otras palabras.

-No, soy el espíritu santo que vengo a preñarte, No te jode... - le espeté, mirándola directamente a los ojos, si creía que me daba miedo la llevaba clara, con esa cara de zorra lo único que hacia era ponerme jodidamente cachondo.

Entonces me arañó la mejilla con sus uñas y se puse a lamer mi sangre, OH, JODER! Algo se acababa de poner muy contento en mi cuerpo, me dijo, muy cerca de mi cara que aquello era el ojo por ojo y se volvió a reír. Luché con todas mis fuerzas para intentas moverme, lanzarme a su cuello... LO QUE FUERA! Pero la hija de puta era poderosa... Vale, así no tenía gracia y tenía unas ganas terribles de morderle una de esas increiblemente redondas y grandes tetas...

-¿Sabes? Si me tienes aquí retenido esto no tiene ni puta gracia.... ¿Por qué no me sueltas y te enseño de lo que soy capaz, gatita? - No, desde luego no regia bien, se me había ido toda la sangre de la cabeza a otra zona de mi cuerpo y solo quería... Pffff... ¿Algo para calmarme. Empecé a luchar otra vez por liberarme. - ¡JODER! ¡SUELTAME, PEDAZO DE ZORRA! ¡TE VAS A ENTERAR CUANDO CONSIGA LIBERARME!

Reí otra vez, como una loca. Joder, aquel crio de mierda me estaba poniendo muy cachonda. Me acerqué a él.

-Hagamos un trato -dije con voz sensual -Yo te suelto, pero a cambio tu tienes que echarme el mejor polvo de mis últimos 2000 años... -suspiré -Si me decepcionas, me comeré tus vísceras... Y le mantendré vivo para que lo veas.

Me quité la ajustada camiseta y el sujetador.

-Aceptas, zorrita?

Mientras yo luchaba con todo lo que tenía para liberarme ella seguía soltando carcajadas y riéndose de mi, cosa que me ponía aún más de los nervios, me mosqueaba y me ponía aún más cachondo... Joder! Si no me soltaba al menos que me follara bien follado! Con la cara de guarra que tenía, estaba seguro de que le encantaría... Y entonces, me dijo que podíamos hacer un trato dejé de intentar liberarme por una vez y alcé una ceja, escuchando lo que tenía que decirme, como si hubiera leído mis pensamientos (o simplemente se hubiera fijado en mi entrepierna) me soltó una proposición que hizo que todo mi cuerpo ardiera de deseo y lo que me pedía era fácil... El mejor polvo en 2000 años. Suspiró y me dijo que si la decepcionaba se comería mis vísceras y se encargaría de que estuviera vivo mientras lo hacía para que lo sintiera y lo viera todo... Pedazo de zorra... Sin más, sin dejarme tiempo a responderle se quitó la apretadísima camiseta y el sujetador y no pude evitar quedarme mirándola embobado y tragar saliva. Y entonces me preguntó si aceptaba... Pero se equivocó al llamarme aquello... La atravesé con la mirada.

-¿Perdona? Aquí la única zorrita serás tu sobretodo cuando te ponga a cuatro patas y empieces a gemir con todas tus fuerzas hasta quedarte sin voz! - le grité. - Claro que acepto, suéltame de una puta vez!

Le liberé dejándole caer. Se dió una buena hostia contra el suelo... Le estuvo bien, por chulo de mierda.

-Más vale que me hagas gemir como a una zorrita -dije con voz entre amenazante y provocadora -Eso si te gusta tu hígado donde está.

Aquel gilipollas la tenía más dura que una piedra... Y me estaba matando de ganas... Me quité los pantalones y me senté sobre la barra.

-Tu nombre?

Se hizo de rogar y no me soltó inmediatamente, estuve jodidamente tentado a cuando lo hiciera matarla y beberme toda su sangre pero tenía demasiadas ganas de tirármela como para ello... Así que terminé dejando esa opción como un posible plan B. Cuando finalmente me soltó me llevé un gran golpe contra el suelo que me hizo levantarme aturdido, sacudiendo la cabez ay de nuevo, atravesandola con la mirada. Aquella puta se iba a enterar de lo que era capaz... Mientras me recuperaba del golpe y me levantaba, ella se dedicaba a perder el tiempo hablando y soltando una nueva amenaza diciendo que más me valía cumplir lo que le había dicho si quería que mi higado siguiera en el lugar en el que estaba. Observé como desvió su mirada a mi entrepierna y le faltó tiempo para quitarse los pantalones y quedarse sobre la barra. Entonces me preguntó mi nombre. ¿Perdona? ¿Es que acaso aquello importaba en aquel momento? Mientras caminaba hacia ella me quité la camiseta y qeudé frente a ella.

-¿Te importa mi nombre ahora mismo? Vamos, dejemonos de mierdas y presentaciones... Y vamos al grano. - de un salto me subí a la barra y me puse sobre ella tumbandola. - Pero... Puedes llamarme Sikki. - dije justo antes de inclinarme y empezar a lamer sus pechos y a mroder con fuerza sus pezones.

La cogí por las muñecas y subí lentamente con mi lengua hasta su cuello donde la volví a morder y le dejé una gran marca morada y por fin la besé con brutalidad mordiendole los labios y jugando con me lengua en su bocapegando mi cuerpo al suyo que cada vez estaba más caliente y no podía aguantar más... Joder, tenía unas ganas tremendas de follarmela!

-Ssssikki -dije en tono sibilante -Me gusta saber el nombre de mi comida... Soy una romántica... -dije reprimiendo un gemido... aquel cabrón prometía, prometía mucho.

Antes de que se le ocurriera tomarse un nuevo chute de sangre sin permiso le dí un empujón que lo dejó tumbado bocaarriba, le arañe desde el cuello hasta el inicio de la pierna dejando cinco regueros de sangre que lamí lentamente.

-Por como tienes eso de ahí abajo se diría que te gusta -dije mirándole.

Acerqué mi boca a su miembro y comencé a lamerlo para luego metérmelo entero en la boca.

Yo estaba a lo mio mientras ella hablaba, silbó mi nombre, dijo que le gustaba conocer el nombre de la comida, que era una romántica... No le hice caso, simplemente me dejé llevar por lo que iba a hacerle, quería comérmela, quería tirármela, quería matarla.... Quería hacerle tantas cosas que mi cabeza no sabía por cual de todas empezar, Joder, estaba tan buena... Abrí mi boca de nuevo, a punto de volver a morderla y de saborear su sangre pero ella me vio las intenciones y me echó para atrás y me tumbó boca arriba. Me clavó las uñas en el cuello y las deslizó hacia abajo hasta el principio de mis piernas, no pude evitar gemir de puro placer y más aún cuando se inclinó y empezó a lamer la sangre que salía de mis heridas. Volvió a hablar, joder, ¿Por qué hablaba tanto? Dijo que por como tenía "eso de ahí abajo" aquello me estaba gustando, joder, no podía ni imaginárselo, tenía una jodida erección tan grande que incluso me dolía. Entonces, sin más, acabó con mis problemas liberando mi miembro y metiéndoselo en la boca de golpe, empezó a lamerlo, a meterlo y sacarlo una y otra vez y no pude evitar agarrarle del pelo y dictarle un ritmo cada vez más rápido. Tenía que reconocer que aquella jodida demonio sabía como chuparla... No podía evitar estar disfrutando con aquello pero no era yo quien tenía que darle el mejor polvo de su vida así que, agarrándola del pelo hice que subiera hasta mis labios mientras mis manos se deslizaban hasta su entrepierna y empezaba a acariciarle el clítoris todo lo rápido que sabía, mientras ocupaba su boca besando la mía para que no hablara. Y sin más, la penetré con varios de mis dedos y empecé a mover mi mano dentro de ella... ¿Quería el mejor polvo de su vida? Pues lo iba a tener... y me iba a encargar de que gimiera como una puta perra, joder!

Aquel hijo de perra sabía como tocarme, el muy cabrón... Oh dios, me estaba haciendo ponerme mala... Pensé que aquel idiota tal vez no fuera tan mosquito muerto como creía, el chico tenía potencial... Le aparté de golpe con telequinesis, dejándole de nuevo contra la pared.

-Bueno... Vas a venirte conmigo... -dije poniendome la camiseta -A mamá Alali le gustan algunas cosas especiales que tu, cariño, vas a poder probar -le solté dejándole de pie, totalmente desnudo -Camina, delante de mi -ordené.

Sikki iba a conocer mi cuarto de los juguetes.

Las cosas empezaban a ponerse interesantes y ya podía ver en su cara como estaba disfrutando lo que le hacía y yo solo estaba empezando, de hecho, aquello no era ni un aperitivo pero, de golpe, acabó lanzándome de nuevo por los aires y volví a acabar con la espalda pegada a la pared, luché para liberarme en vano y continué allí mirándola entre rabioso y sorprendido, ¿De qué coño iba a aquello? Si no me daba tiempo no podía hacerle nada... Solté un bufido mientras veía como ella volvía a ponerse la camiseta y entonces me dijo que me iba a ir con ella... ¿A donde? No tenía ni idea de qué leches estaba pasando y solo quería... joder, me moría por tirármela! Me explicó que le gustaban cosas especiales y que yo iba a probar, se "presentó" como Alali, mierda un demonio... La conocía de oídas y sí, todos decían que ella y yo nos llevaríamos bien pero... Nada más lejos de la realidad, quería tirármela, matarla, que sufriera, pero a la vez, darle placer... De golpe me soltó, pero esta vez caí de pie y entonces me ordenó que caminara delante de ella... La miré alzando una ceja, al final terminé cediendo, más porque tenía ganas de follar que por otra cosa y caminé delante de ella, que iba detrás de mi, guiándome hasta llegar a una habitación que estaba completamente a oscuras, entré y cuando ella la iluminó no pude evitar girarme hacia ella frunciendo el ceño.

-¿¡Pero qué coño....?!

Cuanto tiempo si llevar a nadie allí... Y que ganas tenía de jugar...

Era una habitación con las paredes pintadas de rojo, unas argollas colgando del techo, cuerdas, esposas, fustas, látigos y todo tipo de juguetes. Si había algo que me gustaba era follar y hacer daño a la vez.

-Hay algún problema, gatito? -dije en tono meloso.

Te empujé hacia las argollas de las que colgué unas cadenas con grilletes... Aquello iba a gustarle, seguro.

-Ahora vuelvo, no te marches -dije riendo... Estaba adorable, allí atado con los brazos en alto. Salí y volví al cabo de un rato con un corset de cuero por debajo del pecho, ligueros, medias de encaje y botas de cuero de tacón... Agarré una fusta y miré al chico.

-Empezamos?

Cuando entré en aquella habitación, instintivamente, me di cuenta de que la había jodido. Algo me decía que, al final, no iba a follar como se me había prometido porque por el aspecto de esa habitación, más bien parecía un cuarto de tortura que otra cosa pero Alali era una profesional en aquello así que no me preocupé, simplemente esperé después de mi primera reacción y observé de nuevo la habitación, las argollas que colgaban del techo me inspiraban poca confianza pero las paredes rojas y algunos juguetes que había en ellas me llamaban mucho la atención... Joder, si al final me iba a gustar y todo hacerlo con una demonio ninfomana! Me preguntó que si había algún problema y sonreí pegando mi cuerpo al suyo y agarrando con fuerza su culo.

-Si, gatita, el problema es que quiero follarte... YA. - le susurré al oído mordiéndole con fuerza el lóbulo de la oreja al separarme.

Y no mentía porque al acercarme a ella la temperatura de mi cuerpo crecía y no solo la temperatura, sino que mi erección también. Ella me empujó separándome con brusquedad y me ató las muñecas a unas cadenas con grilletes que había colgado de las argollas... Oh, oh... Y entonces, sin más me dijo que ahora volvía y como una broma a la que no le encontré la gracia por ninguna parte me dijo que no me marchara, ya claro, como si pudiera escaparme atado como estaba. La atravesé con la mirada mientras abandonaba la habitación y solté un sonoro suspiro, la espera se me hizo interminable y cuando por fin ella volvió me quedé boquiabierto al verla y me puse de nuevo cachondo perdido. Fue directa a la pared y agarró una fusta mientras me miraba y me preguntaba que si empezábamos.

-Joder, sabes que lo estoy deseando... - dije con una sonrisa viendo como se acercaba a mi con la fusta en la mano. Aquello iba a doler pero... Menos mal que tenía una increíble resistencia al dolor, además, estaba seguro de que, siendo ella quien me haría todo aquello... Me daría más placer que otra cosa.

Elevó mi cabeza poniendo la fusta en mi barbilla y entonces me besó con brusquedad antes de hacer nada, mordiéndome con fuerza el labio inferior e incluso la legua yo hice lo propio y terminé por hacerle sangre en el labio inferior y al sentir su sabor en mi boca jadeé, cuando ella se di cuenta se separó y me golpeó con fuerza en el pecho con la fusta, lo que me hizo volver a jadear. Sin duda alguna, aquello prometía...