Visitando el centro comercial (libre)

Después de todos los viajes, de aqui para allá no me quedaba nada en el armario, asique decidí acercarme al centro comercial a ver si veía algo bonito para comprarme o sino simplemente para dar un paseo y ver si había cambiado algo por aqui.

Iba a ir en mi bici, pero la ultima vez que la utilicé terminamos mul mal, asique me tocaría ir andando y con mucha suerte encontraría alguna tienda de bicis para sustituirla cuanto antes.

Esa mañana hacía bastante calor, por eso al entrar en el centro comercial mis pies, y mi cuerpo lo agradecieron, adoro el aire acondicionado!!.

Estaba paseando de un lado para otro mirando los escaparates, a la espera que alguno me llamara la suficiente atención como para entrar.

Estaba tan entusiasmado con mi hija que me dirigí al centro comercial antes de quedar con ella. Quería comprarle algo bonito, algo que le hiciera recordarme cuando estaba sola. Algo que le sentara bien o algo que pudiera llevar siempre encima. No estaba muy seguro qué era lo que estaba buscando.

Anduve mirando los escaparates de un lado a otro algo mareado. Sin darme cuenta me choqué con una chica que parecía también estar haciendo lo mismo. La agarré fuertemente de los brazos para que no cayera al suelo con la inercia.

-Lo siento-me disculpé-¿Estás bien? No miraba por donde iba.

Off: Soy tu peor pesadilla, jajajaja

Tenía pensado entrar en la tienda de ropa, pero justo en el escaparate de enfrente algo llamativo me llamo la atención, eran tartas de todos los sabores y colores, casi corriendo me dirigí hacia él.
Miraba el escapate de las tartas mmm que buena pinta tenian, asiq no paraba de ir de una punta a otra mirando los dulces, sin darme cuenta de quien habia a mi alrededor hasta chocar con algo duro. - upss! lo siento! - me disculpé por mi torpeza. - si estoy bien, yo tampoco miraba - reí - y tu? - pregunté mientras examinaba los posibles daños del choque.


Off: jejeje

-Sí, yo estoy bien. Creo que si no te hubiera agarrado habrías salido volando-bromeé-. Tienen buena pinta las tartas, ¿verdad?

Sonreí y me llamó la atención que una chica tan guapa no fuera acompañada por sus amigas o su novio en el centro comercial. Entonces, se me ocurrió la idea de simpatizar con ella, quizá tuviera más ideas que yo para hacer un regalo especial.

-Estoy buscando alguna tienda de artilugios interesantes-dije-, quiero comprárselo a mi… a… una amiga muy especial. ¿Has visto alguna?

Parecía bastante simpatico y no parecía los típicos tios que se chocan contra ti para ligar contigo, o por lo menos este parecía que no lo hacía.

Sonreí y me giré para mirar a mi alrededor, - creo que me ha parecido ver alguna por aqui, - dije mientras buscaba uno de los escaparetes que me llamaron también la atención, y tras dar otra vuelta, en la parte derecha encontré la tienda ideal de regalos. Señalé donde estaba - pues creo que esta esta bastante bien, es de todo un poco de regalos. - hice una pequeña pausa, - es para una mujer? - pregunté algo curiosa, - si quieres te puedo ayudar, si no te molesta claro.- me ofrecí

-Me sería de mucha ayuda la verdad, ando un poco perdido con los gustos de las mujeres-sonreí-, verás se trata de una niña muy revoltosa, rubita y que le gustan las cosas de chicos. Así que, me lo pone muy difícil-le conté mientras caminábamos hacia la tienda-. Quería algo así como un amuleto especial que le hiciera recordarme siempre, algo bonito que le encantara. Está difícil… porque en realidad no la conozco demasiado, pero he quedado con ella esta noche y quiero gustarle. ¡Bueno no gustarle como tú piensas! Me refiero a… -me sonroje y no dije más.

Fui a su lado mientras me contaba la descripción de aquella rubita, que seguro era una ricura, por la manera de describirla del chico y eso me enterneció el corazón - No, si te entiendo, caerle bien, ganarte su cariño, - ayudé a terminar la frase.

Llegamos a la tienda y me cedió el paso para que entrara la primera, - pues si quieres algo que pueda llevar siempre con ella, lo mejor sería un amuleto, como tu dices, pero tienes diferentes formas, - me reí y le miré - ha sonado como si fuera yo la dependienta. - sonreí.

Me fui por los pasillos de la tienda en busca de algo que me llamara la suficiente atención y que se pudiera ajustar a lo que le podía gustar a la niña, me acerqué al estante de las pulseras y le hice un gesto con la mano para que me acompañara, - algún color en especial? - pregunté interesada.

-La verdad es que no sé su color favorito… Sería mejor si el objeto en sí fuera plateado o un color similar. Es más significativo creo, como si fuera más antiguo. Es que es una chica que va a vivir muchas experiencias importantes en su vida y la verdad quiero que me tenga siempre a su lado-sonreí.

Aquella chica era la mar de simpática, me ayudaba sin contemplaciones y parecía tener buen gusto. ¿Porque no me atrevía a decirle que la chica en la que pensaba era mi hija? Realmente tenía miedo de que no me hiciera caso por tener una hija… Aunque se la ve tan gentil y buena que me gustaría que lo supiera. Estaba orgulloso de mi hija… y yo mismo me lo notaba.

-¿Qué podría ser mejor, un collar, una pulsera un anillo…? Aunque no sé su talla, tiene unos deditos tan finos como su… ¡muy finos! ¿Qué me recomiendas?

Le miré y sonreí. - claro, es muchisimo mejor, al no tener un color en concreto, sino un plata o cobre puede levarlo siempre y no tener problemas de conjuntarlo, - reí, por lo que pensé y que enseguida añadí - que las chicas somos muy nuestras para los temas de conjuntos.

Habia una bandeja llena de pulseras, anillos y colgantes, estuve mirando intentando econtrar lo más bonito y lo más adecuados.
- Yo creo que los anillos no son lo mejor, - vi que me miró, esperando a que le dijera un porque - por que ahora mismo tenemos que buscar uno que le entre en su manita, pero segun vaya creciendo no le va a entrar, asique para toda la vida no podrá ser. - le miré y sonreí - a menos que quiera llevarlo colgado cuando crezca. Asique descartamos los anillos? o seguimos con ellos? - pregunté para seguir con nuestra busqueda del regalo ideal.

-Descartemos los anillos mejor-reí.

Tenía toda la razón las mujeres siempre se preocupaban de conjuntar las cosas, no había pensado en eso. Si no hubiera tenido la ayuda de esta chica tan agradable habría acabado comprándole cualquier tontería a mi hija, o peor, nada.

Me acerqué para poder ver los amuletos de cerca. Me concentré en los colgantes habían algunos verdaderamente escalofriantes.



Leí la etiqueta que tenía debajo en voz alta:

-Un símbolo de magia negra para muchos. El macho cabrío formaba parte del Sabbath negro. La antorcha de fuego entre los cuernos revela el profundo significado de la lucha perpétua entre la Luz y las Tinieblas.

Luego cogí otro entre las manos que era menos llamativo y leí la descripción:



-Indica los caminos para expulsar al demonio, representado en el centro, lejos de ti. Interesante significado...

Luego cogí otro.



-Martillo de Thor. De las cosmovisiones germánicas y escandinavas, este Dios del Trueno viaja en el cielo en un carro guiado por dos cabras, portando su Martillo, que es usado en esas culturas como un símbolo mágico que capacita al que lo porta para destruir obstáculos y barreras que se interpongan en el camino hacia la felicidad. Si tienes problemas, gente o situaciones a las que no sabes como enfrentarte bien no encuentras una salida a tus problemas, el martillo actuará para ti abriendo brechas por donde entrará un resquicio de esperanza, al mismo tiempo que aumentará tu fuerza y poder para enfrentarte a cualquier situación.

Miré a la chica para ver si pensaba lo mismo que yo.

-Este tiene un significado realmente interesante, creo que es lo que busco, aunque no se si esta imagen de martillo le sentará bien a ella. Aunque es toda una guerrera si esto le ayudará a ser fuerte y seguir adelante cuando no esté... Quizá funcione-sonreí.

Escuché atentamente mientras miraba el colgante que me mostraba y buscando otros posibles para luego leer su significado.
Cuando me enseñó el último colgante, y comenzó a leer, cada palabra me hacia estar más atenta, por la descripción del amuleto, era alucinante.
Le miré y sonreí. - creo que es lo que buscas, - le hice una mueca para que permitiera cogerlo y verlo más de cerca. - es bonito ehh!! a los niños les gustan más los animalitos, pero seguro que esto le encanta! ademas si dices que es muy guerrera es como un arma para ella. - miré la cuerda del colgante. - vas a dejarle esa cuerda? - pregunté descarada, ya que me ponía aconsejar al chico, por lo menos lo haria bien. - te lo digo, por que como es una niña, y como suelen ser bastante traviesos pueden estar jugando y romperlo, aparte con el paso del tiempo da más de si. - dije algo más cortada, no quería parecer una sabionda. Sonreí.

-¿Y qué puedo ponerle para que no se rompa?-le pregunté.

Cogí el colgante y lo puse en mi mano para observarlo con más detenimiento. Lo acerqué y lo alejé para verlo desde varias perspectivas, su figura me había cautivado y, la descripción era lo que más me había atrapado desde un principio. Era perfecto para ella, un símbolo de total preocupación y protección regalado por su padre.

Me puse a pensar - pues podrías ponerle una cadena de plata, que no es muy facil de romper, no se yo he llevado muchas cadenas y me han durado muchisimo tiempo. - me puse a andar un poquito mientras buscaba alguna cadena de plata o algo. - asi algún otro material resistente y que sea bonito no lo conozco.

Seguí mirando por la tienda, pero no tenían nada de plata, eran todos amuletos y articulos de regalo. - Pues si quieres pagar eso, y buscamos la cadena en la joyeria del centro, - Le ofrecí la posibilidad - o lo que prefieras, no te obligo - reí por que parecía que había que hacer lo que yo decía.