Descargando mi estres con las maquinas (James Wycliff)

Todavia no habia encontrado nada de aquella noche, y el estres podía conmigo, estaba muy tensa, mi cuerpo me pedia descargar adrenalina contra algo.

Al llegar al gimnasio me cambie lo más rapido posible, estaba ansiosa por llegar a la sala y dar todo de mi.
Con mis leggins cortos, mi camiseta blanca y toalla en los hombros hice mi aparición en la sala mientras me cogía una coleta.
Comencé el calentamiento en la bici, segui por la de correr y terminé en el saco.

Me até unas vendas alrededor de mis nudillos para no destrozarlos demasiado. El primer golpe fue soso, pero los siguientes iban aumentando de intensidad.

Seguia golpeando el saco cuando oí una voz conocida, era el guaperas del gimnasio, siempre que iba alli le veia con sus pantalones y ese culito moviendose en las maquinas y en silencio babeaba , pero como no, se le veia el tipico chulito de gimnasio.
Sin hacer un amago de mirarle contesté - debería, pero para que molestar a alguien si lo que quiero es cansarme, para eso vengo aqui, no crees? - dije arisca y algo sofocada mientras seguia con mi ritmo pero menos cansada que al principio, ya que el saco se movia menos.

Cada vez que hablaba le daba un poco más fuerte al saco. Sentí como me miraba, e hizo que en mi cara saliera una pequeña sonrisilla tonta, que al instante quité. - bueno, no quiero que se piensen cosas que no son, de un simple favor se piensan que se van a comer el mundo - dije con soltura mientras empezaba a disminuir la fuerza con solo pensar en lo destrozada que estaría mañana si seguia metiendome esa caña. - Eso le pasa a muchos cuando una es simpatica. - dije algo vacilona.

Con el " te entiendo" me quedé muerta, pero seguí golpeando al saco como si no hubiera dicho nada. Se apartó lo que hizo que me girara para ver donde iba, y se quedó a mi lado, pero al oir la proposición paré en seco sorprendida y le miré con desconcierto, sin acordarme que el saco tenía que volver. Al volver el saco me golpeó he hizo que me arrimara a él y corriendo volví a mi posición. Sonreí pidiendo disculpas - bueno, no me vendrá mal saber como zurrar a alguien si se intenta sobrepasar conmigo- dije dura y algo más simpatica.

Acercate??? eso hizo que una de mis cejas se levantara, y una pequeña sonrisilla que intentaba disimular se posara en mis labios.
Me coloqué en posición, bueno más bien se colocó él detrás de mi. - mmm, pues la verdad que.....- miré de reojo donde tenía sus manos y una de ellas se iba a posar en mi hombro, insesperadamente cogi con mis dos manos la suya y me giré a modo que su brazo quedara un poco retorcido. - creo que esto, - dije algo chisposa, le solté el brazo, le miré con una risilla, por la cara que tenía. - bueno ya enserio, es lo único que sabia - que me había enseñado James y me volví a girar para ponerme en posición.

Vi como se quedó, e hizo que soltara una gran carcajada, seguramente estuviese acostumbrado a mujeres con silicona, que son la mayoria tontas y solo saben rebozarse y soltar risillas tontas, pero creo que conmigo no va a ocurrir.
Escuché sus indicaciones y sin que me dijera nada imité su posición, mi mano derecha protegiendo la cara, y mi mano izquierda preparada para golpear, hasta icluso hice un amago de golpear, y sonreí. - cual es el siguiente paso? - pregunté un poco ansiada, me gustaban las clases particulares de boxeo, siempre me ha sido atractivo ese campo del deporte.

Hice lo que él me dijo, e imité sus pasos, cuando lo hacía él parecía todo un profesional, pero cuando lo hacía yo, tenía la sensación que estaba muy ridicula, pero tendría que seguir practicando para poder defenderme.

Me paré un instanté y le observé - como que empezamos? - la miré sorprendida, - vamos a pelear ya? - pregunté - si no hemos practicado ningun golpe ni nada de eso. - dije algo asustada por la paliza que me iba a meter y eso hizo que saliese una pequeña risilla en la cara de él.

Negue con la cabeza mientras me ponía detrás de ella y la hacia un breve masaje en los hombros – No te preocupes, las mejores cosas de este deporte, se aprender practicando… - Di dos pequeños toquecitos con mi mano en su brazo y volvi a mi posición original, cogiendo un par de manoplas para ponerme un poco abierto de piernas frente a ella y abrir los brazos esperando. - ¿Prefieres esto o pegar directamente a un Puchin? – Que eran aquellas peras que colgaban del techo y estaban mas rigidas que un saco normal de boxeo. Le guie la mirada hasta la pera y sonreí.

Pensé que ibamos a tener un combate cuerpo a cuerpo y por eso me puse tan tensa. Se situó detras de mi para darme un pequeño masaje. Sonreí, lo que hacia un hombre para dar confianza y ligarse a una chica pensé. Se volvió a poner en posición delante de mi colocandose las manoplas. Al verle suspiré por el alivio de ver, que iba a recibir y no a darme. - No, no, me vale con las manoplas. - añadí. Me puse en situación como me había enseñado en apuenas unos minutos. Sonreí y el asintió con la cabeza para que empezara.

Comencé con poco ritmo y algo tímida por que no sabía si lo hacía bien o si le podía hacer daño, pero poco a poco fui cogiendo un poco de ritmo.