El pacto de Aidan (Sam,Odette & Aidan)

Mi casa no se encontraba lejos de donde nos encontrabamos Aidan y yo,aunque no parecia aver nadie por la zona que intentase detenernos tampoco podiamos estar tan tranquilos.
Tenía que encontrar la forma de hacer que dejarán de buscarnos a Aidan y a mi.

Cruzamos la calle principal,aunque estaba algo asustada ¿y si habian cortado esa calle para intentar detenernos?
Tenia que relajarme,tenia que pensar las cosas con calma si queria que la cosa saliese bien.
Aunque cuanto mas nos acercabamos a la zona más nerviosa me ponia.

Al llegar mire alarmantemente a todas las direcciones, -Calma Piper,calma...- me repetia en voz baja.
Al final poco a poco me tranquilise aunque no estaría del todo tranquila hasta poder volver a pasear libremente por las calles y sin ningun temor a que un policia intentase detenerme por chorriza segun el atacante.

-Si ese imbecil supiese que le e salvado la vida -pense para mi.

Llegamos al final de la calle,ya podia ver mi casa apareciendo ante mis ojos.
Le hice un gesto a Aidan para que me siquiera y acto seguido corrí hasta llegar a la puerta.

-Bienvenido a mi casa,pasa Aidan -dije mientras abria y entraba en su interior.

-Bueno,-dije unavez mas calmada,-supongo que ahora querras acabar con Odette pronto para poder ser libre.
No va a ser tarea facil,la conozco y es muy lista y nosotros solos no tenemos oportunidad contra ella.
Pedire ayuda a un amigo -dije alargando la mano para descolgar el telefono y marcar el móvil de Sam-.

No tardo mucho en cojerlo,hable pausadamente y explicandole un pequeño resumen de la situación.
Tampoco tenia que darle muchos detalles suponía que Dean le habia contado nuestro anterior encuentro con Odette.
Se me rebolvia el estomago solo recordar ese incidente.
Colge el telefono y lo coloque en su lugar,me volvi a Aidan que permanecia callado en el sofá esperando y atendiendo a la conversacíon.

-Sam Winchester nos ayudara -dije sonriendole- es un gran cazador amigo mio.Nos traera toda la información que haya reunido acerca de Odette en este tiempo.

El orden de posteo es: Piper,Sam,Aidan y Odette

Aquel día no estaba siendo muy animado, la verdad. A pesar de que el mundo se estaba yendo al garete, parecía que los demonios, fantasmas y demás criaturas se habían tomado el día por asuntos propios, o algo semejante. En cualquier otra ocasión me alegraría de ello, pero hoy no era mi día: con todo lo que estaba pasando, la sed de sangre demoníaca que me invadía cada vez más y más, el muro que se construía entre mi hermano y yo a cada minuto, y el hecho de que de nuevo hacía un par de días que no le veía el pelo ni de broma, no estaba de humor para estar todo el día ocioso.

Pronto, una llamada me sobresaltó, tendido en la cama como estaba. No tardé en contestar: era Piper, que, a pesar de hablar con una calma y una tranquilidad pasmosas, no podía ocultar del todo su nerviosismo y un cierto toque de terror. Me resumió brevemente lo que tenía entre manos, y me dio la dirección de su casa para que me reuniese con ellos.

Me dirigí hacia la dirección indicada a la mayor velocidad que pude sin llamar la atención. Me fijé en que todo estaba extrañamente tranquilo al acercarme a la casa; demasiado, a decir verdad. Solo podía significar problemas.

Unas palabras acudieron a mi mente mientras llamaba a la puerta:

Cuidado con lo que deseas; puede hacerse realidad.

-Piper, soy yo -anuncié.

Llegamos a su casa y asentí a sus comentarios, sin querer perder más tiempo con aquella cuestión que tanto me traía de cabeza durante aquella semana. Me senté en el sofá del salón, sin poder quitar la atención de la decoración tan acogedora de la casa, la cual nunca habría creido que pudiese ser de una bruja. Que malos eran los prejuicios si te dejabas llevar por los prototipos de seres malvados de película... Pero ahí estaba el primer fallo, según Piper, ella no era la bruja mala del cuento. Cuando colgó el teléfono, después de haber escuchado con un interés disimulado la conversación, sin querer parecer entrometido, Piper me comentó que aquel amigo suyo era cazador. Aquello consiguió que me tensase por la sola idea de tener a uno de esos locos que se creían los salvadores del mundo, cerca. La bruja no llegó a enterarse de la poca gracia que me hacía que aquel tal Sam Winchester nos ayudase, y en el fondo lo agradecí. Si aquel cazador era amigo de una bruja... tampoco podía ser tan horrible.

Pasamos el rato con conversaciones vanales y un café reconfortante hasta que sonó el timbre de la puerta y Piper se fue a abrir, dejándome de nuevo con los sentidos algo alterados. Escuché desde el salón el rápido saludo entre ellos hasta que aparecieron de nuevo en la habitación. Cuando vi a aquel chico tan alto y con cara de circunstancias, aparentemente sin venir armado, no pude evitar ponerme en pie sin quitarle la mirada de encima, con cierto recelo. Piper suavizó mi situación presentándonos con amabilidad, por lo que decidí dar el primer paso y dejar los prejuicios de lado, al menos, por ahora. Acercándome un poco a ellos, le tendí la mano al cazador.

- Aidan Gabrick, ese soy yo. El motivo de tener que cabrear a una demonio esta tarde.- dije con cinismo en mis palabras para suavizar mi actitud inicial, pero luego, terminé sonando sincero.- Así que, gracias por ayudarme, aunque tenga la sensación de que no sea desinteresadamente.

Con aquel último comentario, dirigí mi mirada hacia Piper, quien parecía guardarle cierto rencor a Odette por algún altercado que desconocía.

Se me olvido caer en la cuenta de que Aidan no era muy amigo de los cazadores.
Aunque algo normal si estos te quieren meter una bala de plata entre ceja y ceja.

Sam vino enseguida,me gustaba ese chico era muy distinto de Dean aunque él siempre fuese el primero para ayudar a algun inocente.
Aunque ultimamentte estaba muy decaido.

Me diriji hacia el sofa para sentarme en el salón y le hice señas a Sam para que hiciese lo mismo y se sentase en el sillón enfrente nuestra.

-Bueno, no tenemos mucho tiempo no sabemos cuando atacara Odette y si hiciste algun pacto con ella de algun modo estais vinculados. -hice un gesto de repulsión ante tal idea-. Ya nos enfretamos a ella Dean y yo y casi acaba con nosotros -dije con la esperanza de que ni Sam ni Aidan preguntasen ante ese asunto el cual no me era gratificante-.Es muy habil y lista y no se detendra ante nada Sam ¿tienes el cuchillo de Ruby verdad? -le pregunte abriendo mucho los ojos.

Piper me abrió la puerta rápidamente, lo que me hizo pensar que no debía estar muy lejos de ella. Se la notaba nerviosa cuando nos dimos dos besos y me indicó que pasase al salón. Lancé una rápida mirada a la decoración de la casa: era bastante acogedora, elegida con un evidente buen gusto. Desde luego, no lo que uno esperaría de la guarida de una bruja como las de los cuentos tradicionales, aunque mi experiencia me había enseñado que solía ser de ese modo. Las pocas brujas que vivían del modo en que relataban las leyendas y demasiadas historias infantiles, solían ser algunas amargadas o muy teatrales; la mayoría ni siquiera lo eran de verdad.

Llegué al salón detrás de ella, donde nos aguardaba el chico causante de todo aquel lío. Así a simple vista no parecía un mal tipo, tal vez estaba lago incómodo con mi presencia por el hecho de que yo era un cazador y él una de las criaturas que solía cazar. Me recordó a Maddie, a la que había tenido que matar con gran pesar de mi corazón.

Le dediqué una sonrisa de lado, estrechando su mano con firmeza.

-Sam Winchester. Cabrear demonios es mi pan de cada día; además, estaba aburrido -bromeé.- Te ayudaré en lo que me sea posible, Aidan; tú piensa lo que quieras -sonreí de medio lado.

Me puse serio cuando nos centramos en el caso que teníamos entre manos.

-Sí, aquí lo tengo -dije, mostrándoselo.- Deberíamos trazar un plan de actuación, lo primero....Y en mi opinión, deberíamos ser nosotros quien realizásemos el primer movimiento -les dije, mirándoles a ambos.- Deberíamos invocarla y encerrarla en un sello.

Le devolví la media sonrisa a Sam al demostrarme con aquel saludo que no guardaba ningún rencor a los seres que no eran como él, o al menos, a un licántropo como yo. No dejó de parecer extraño, pero lo acepté de buen grado. Pronto Piper comenzó con la explicación y atendí a su conversación con el cazador, poniéndonos los tres serios ante aquel tema tan delicado. En seguida me di cuenta de que yo, por muy metido personalmente que estuviese en el mundo de lo paranormal, no tenía ni mucho menos, el conocimiento que ellos demostraron al hablar del demonio y como vencerlo, así que cuando Sam terminó de dar su opinión, se suponía que me tocaba dar la mía. Frunciendo el ceño con rostro pensativo, intentando parecer un enterado de cómo cargarse a un siervo del diablo, les di mi idea.

- Me parece un buen plan lo del sello, porque, por lo poco que conozco a Odette, juraría que no tardará en intentar matarme en cuanto le de la noticia. Aunque ese factor también lo podríamos utilizar a nuestro favor. Yo podría ser la escusa perfecta para distraerla mientras vosotros atacais. Ya sabeis, el cebo.

Lo dije con un tono de obviedad en la voz, ya que seguramente ellos ya habían pensado en aquello. Al fin y al cabo, era yo el culpable de aquella situación. Yo tendría que pagar los platos rotos si algo salía mal. Y pensar que ni siquiera había sido mi primera idea aquello de matar a Odette... Por muy demonio que fuese, apenas la conocía, pero la noche de "fiesta" que pasamos el mismo día que nos conocimos no fue del todo mal.

El momento de inestabilidad entre Aidan y Sam paso rapidamente, fué solo un momento pero en ese instante pude osbervar como los ojos de Aidan lo miraban con culpa.
Ser un licantropo no es tarea facil,una bestia que no puedes controlar y una perfecta diana para los cazadores.

Me asegure de que Sam no era como los demas,y el mismo Dean me lo confirmo.
Sam mira atraves de las personas,mostruos o lo que sea. Y estudia su interior asi sabe si es malevolo o no.

Me gustaría tener ese don de ser capaz de ver atraves de las personas eso sería muy util.

Volvi al planeta tierra para pensar en una estrategía contra Odette


-Bueno,solo un pequeño detalle... -dije mirando a Aidan-No vas a ser el sebo de nada.Es más con nada mas invocarla Odette sabra que intentamos engañarla.
Tenemos que dibujar varios pentagramas por la casa y que esten bien escondidos para que Odette no los vea.

Me devolvió el saludo, con cierta dosis de culpabilidad en la mirada que me resultó un tanto extraña. ¿Por qué culpabilidad? Él no había pedido aquello, y yo no iba a culparle de nada. Ahora lo importante era deshacerse de Odette.

Me uní a las palabras de Piper.

-Nada de cebos. Eso nunca sale bien, Aidan, y yo no trabajo arriesgando la vida de personas inocesntes -me negué.- Estoy aquí para ayudarte, y eso incluye mantenerte con vida.

Asentí con la cabeza.

-Pero no puede resistirse a la invocación, aunque vendrá con pies de plomo. La casa tiene que estar completamente protegida cuando ella llegue, así que hay que hacer sellos en el techo, en las paredes y en el suelo. Lo mejor sería situarnos nosotros dentro de uno. También hay que llenar botellas de agua bendita y aprovisionarse de sal.