Save the girl,save myself(Aidan)

Acababa de salir de casa,la noche empezaba a tener los matices de esas noches de verano en las que puedo salir a la calle sin disimular tanto.La verdad es que ese exceso de ropa innecesaria llega a sr molesto,yo no siento frio,asi que todo ese teatro,es cuanto menos enervante.

Estaba caminando por una calle poco transitada,cuando escuche unos gritos de socorro ahogados.Rapidamente llamaron mi atencion,utilizando mi oido para averiguar de donde provenian.Una vez lo tuve claro,utilice mi rapidez para llegar alli y encontrarme con un panorama nada prometedor.Eran dos vampiros,trabajando juntos contra una chica.La tenian sujeta mientras practicaban con ella juegos bastante sadicos.Uno de ellos la agarraba y otro iba haciendole cortes y lamiendo su sangre.No pude reprimirme mas,y entre en accion,sabia que algunos vampiros me miraban con malos ojos,y mucho mas,cuando se enteraban de que era amigo de Pete...considerado el paria de los vampiros por no alimentarse de sangre humana y por transmitir sus conductas a los vampiros que el acogia.

-Dejad a la chica.-con solo esas palabras,logre captar su atencion,haciendo que su vista se clavara en mi.La chica,al verme pidio auxilio,socorro de nuevo,suplicando practicamente por mi ayuda.La mire y asenti,intentando calmarla.

Uno de ellos,el que estaba practicandole esos cortes vino hacia mi,con una expresion demasiado agria.

-Vete de aqui ahora mismo,no quiero matarte,aunque me encantaria.Hemos escuchado hablar de los que son como tu...-dijo con repugancia mientras miraba a su compañero.Sin añadir nada mas,se avalanzo hacia mi,estampandome contra un muro que habia.Empezo a hacer presion en mi cuerpo,mientras sus uñas se clavaban en mi piel,haciendola sangrar.

Empezo a hablar mientras se ensañaba con mi cuerpo,utilizando sus puños y sus pies.Acabe en el suelo,sangrando y demasiado herido como para poder levantarme a defenderme.Ellos volvieron a lo suyo,mientras me dejaban al margen,olvidandose de mi.Escuchaba los gritos de la chica,y mi impotencia en aquel momento,el mal estado en el que me encontraba y que me impedia ir a socorrerla,consiguieron que unas fuerzas que creia extintas,afloraran de nuevo.

Me dirigi hacia ellos,y empece a dar golpes,a uno y a otro,mientras la chica aprovechaba para salir de alli.Eche un ultimo vistazo y vi como desaparecia entre as demas calles...despues de eso,no recorde nada mas.

Llegó la alerta de una mujer del vecindario que anunciaba que había tenido lugar una pelea sangrienta entre unos macarras en el callejón que daba a su patio, dejando a uno con heridas bastante feas. Aquella noche me tocaba recorrer la ciudad en ambulancia, algo que apartaba los problemas de mi mente por el gran ajetreo que implicaba, cosa que me gustaba, pero también podía resultar una tortura para mí. Y es que desde que asesiné a Natalie, la culpa no hacía más que pedirme a gritos salvar otras vidas para poder sentirme en paz. La muerte por la salvación. Así que si me tocaba uno de esos casos en los que no llegabamos a tiempo para salvar al paciente, el mundo se me desmoronaba.

La ambulancia paró su alarma en cuanto llegamos a la calle que informaba la mujer, encontrándonos con ella misma y algún que otro vecino más esperándonos para informarnos de lo ocurrido. La mujer se acercó a mis compañeros y a mí en cuanto salimos por las puertas traseras del auto, diciendo con gesto preocupado que el cuerpo se encontraba al final del callejón que teníamos delante. Que lo denominara "cuerpo" no me tranquilizó en absoluto, así que en cuanto mi vista se adaptó a la oscuridad del lugar y lo vi, corrí hacia él dejando a prisa el maletín auxiliar en el suelo y agachándome junto a él para tomarle el pulso del cuello. Al no ser licántropos, mis compañeros tardaron un poco más en adaptarse a la oscuridad y alcanzar a ver el horrible aspecto que presentaba el joven, tan demacrado y lleno de sangre que con solo ese vistazo, ya podrían darlo por muerto. Y no iban equivocados, puesto que por mucho que intenté notar una chispa de vida en él, no la encontré. Bajé la mirada, derrotado, y me puse en pie para alejarme del cadáver, dándoles la espalda para que no vieran ahora la mueca de rabia y frustración que se formó en mi rostro, dándole un puñetazo a la pared más cercana. Por suerte, no se dieron cuenta de ello, pues en ese preciso momento, los que se había arrodillado junto al cadáver, ahora parecieron alterarse por algo.

- ¡Se mueve! ¡Está despertando!

Dijo uno de ellos, consiguiendo que la sensación de haberme fallado a mí mismo se disolviera. Me volví hacia ellos, incrédulo, y cuando vi como el joven tosía sangre debilmente, mi actitud positiva volvió al cien por cien.

- ¡Rápido, una camilla! Lara, ponle una mascarilla y procura que no pierda más sangre.

Le ordené a mi compañera, que afirmó decidida mientras yo ya corría a ayudar con la camilla. En nada, el paciente ya estaba dentro de la ambulancia en marcha, directos al hospital. Durante el viaje, el chico siguió blanco como el mármol, pero consiguió estar consciente a mitad del camino, una vez a salvo de la muerte. Me senté junto a su camilla y le sonreí con calma cuando posó su mirada en mí.

- Tranquilo, saldrás de ésta.

Como no reciví respuesta, se me ocurrió volverle a tomar el pulso para comprobar su estado, y de nuevo, no reciví señales de vida. Pero allí estaba, mirándome. Fruncí el ceño, empezando a temerme lo peor, y cuando comprobé que mi compañera no tenía su atención en nosotros, volví a dirigirme al paciente, con un tono muy distinto de voz, en un susurro expectante.

- ¿Qué eres?

El momento en el que estuve en el hospital a punto de morir,la misma sensacion,y por contradictorio que pareciera,esa sensacion de muerte,me hizo sentirme vivo.

No estaba muerto,no mas de lo que lo estaba cuando sali de casa,sabia que la pelea no me podia matar,pero si dejarme en una condiciones pesima.De fondo escuchaba el bullicio,los coches pasando y la gente hablando,sonidos lejanos para mi.Estaba bastante desorientado y no lograba abrir los ojos,ni levantarme del suelo.

Poco a poco esas voces se fueron acercando,las notaba a mi lado,y note una mano,estaba caliente.COn mucho esfuerzo,logre abrir los ojos y note como mi cuer po se movia,trasladandose de lugar.

Pasaron mas minutos,aun no estaba en plenas facultades,pero mi vista estaba practicamente bien.gracias a esto,logre ver a un chico que me decia que me pondria bien.*Eso ya lo se...*pense muy a mi pesar.

No!...estaba en una ambulancia,al mirar bien,reconoci los utensilios,el olor,y el uniforme del chico que me hablaba.Despues de situarme,escuche la pregunta.
Abri los ojos,sorprendido por escucharlo.¿Que sabia el de seres?
No conteste,simplemente clave mi mirada interrogante en la suya,intentando averiguar que era el.Ahora era yo el que tenia la duda en su mente y sobre todo,miles de preocupaciones.Me podrian descubrir al ver lo rapido que sanaban mis heridas,el tacto de mi piel y sobre todo,estaba preocupado por salir de alli antes del amanecer.Todo eso se agolpo en mi mente y muy rapidamente me incorpore de la camilla,con la unica idea en mi cabeza era librarme se esa situacion...en mala hora sali de casa,pero ahora que lo recordaba...¿Que habria pasado ocn la chica?

No obtuve contestación, más bien, mi pregunta logró que el chico misterioso se alterase, empezando a mirar a su alrededor con nerviosismo e incorporándose repentinamente en la camilla, quedándose sentado y dando la impresión de ir a lanzarse hacia la primera salida que encontrase a la desesperada. Aquello solo confirmó las sospechas que tenía acerca de que no era un tipo normal. Algo escondía, y no quería que nadie lo supiese. Para que aquella situación no acabase en desgracia, me puse en pie mostrándole las palmas de mis manos en señal de paz.

- Ey, ey, relájate. No te va a pasar nada malo, ¿de acuerdo?

En ese momento, mi compañera se acercó también a nosotros con gesto preocupado, y trayendo consigo una inyección de morfina por si el chico se volví agresivo. No sería la primera vez que ocurría, haciendo rondas por barrios tan marginales donde los heridos no eran más que delincuentes que querían escapar de toda ocasión donde pudiesen tomarles los datos. La idea de mi compañera no ayudó en nada, pues noté como los músculos del chico se ponían más tensos aún, en guardia. Alertado por lo que se nos venía encima, le hice un gesto a la enfermera para que se alejase de él, escondiendo la jeringa.

- No tenemos porqué llegar a esto, no con él .- le informé a la mujer intentando mantener la calma en aquella situación, y entonces volví a girarme hacia él, mirándole directamente a los ojos.- Solo vamos a llevarte a observación. En cuanto te recuperes de las heridas, podrás irte sin más. Ni datos ni preguntas.

Vi el gesto del enfermero,indicandome tranquilidad,pero no podia hacer como si nada.Podia acabar muerto,o peor,como muestrario en una sala de los horrores,mientras miles e medicos estudiaban mi cuerpo intentando dar una explicacion racional a que algo como yo existiera.No queria nada de eso,Pete me habia advertido sobre estas situaciones en las que nuestro pellejo estaria en peligro.
No ayudo en nada el ver a la ayudante,la otra enfermera con una jeringa con algo que seguro era algun tranquilizante.Pero él,la disuadio de la idea,diciendole que no era necesario.¿Acaso tenia algun tipo de interes en ganarse mi confianza?

La verdad es que no tenia otra opcion,deberia acompañarlos hasta el hospital,una vez alli,intentaria escaparme de la forma que fuera.Me termine por sentar en la camilla y suspire cansado.

-No tardaran nada en curarse.-dije casi inaudiblemente.

Al fin y tras unos escasos minutos de silencio en la ambulancia,llegamos al hospital,era mi momento.El chico abrio la puerta,mientras mantenia la mirada en mi,parecia que sabia lo que estaba pensando.
Cerre los ojos,a la espera de escapar,pero a la hora de hacerlo,cuando pase por su lado,crei escuchar unas palabras."Tu secreto esta a salvo conmigo".Me quede inmovil,sin saber si eso habia sido producto de mi imaginacion o habia pasado de verdad.

Aparenté no escuchar el comentario que susurro, tan intrigante, y desde ese momento, supe que era un bicho raro, como yo. No aparté la mirada de él en todo el trayecto, a excepción de las veces que él dirigía la suya hacia mí y disimulaba bajándola hacia mis manos. Pero es que tenía tanta curiosidad por saber si mis sospechas eran ciertas... Quizás la palidez de su piel fuese algo natural en él, pero, ¿y si era un vampiro? O desafortunadamente, uno de esos demonios tan prepotentes y retorcidos con los que había tenido la desgracia de encontrarme al largo de mi vida de licántropo. No... Él parecía más inquieto que otra cosa. Si fuese un demonio, ya habría hecho estrellar la ambulancia, y si fuese un vampiro... intentaría escapar en cuanto le abrieramos las puertas. Pronto llegamos, y mi temor se desmintió. Al menos no se largó en cuanto las abrí... Salimos a la humedad de la noche y para mi sorpresa, el chico ya era capaz de caminar por su propio pie. Aún así le ayudé a bajar el desnivel entre el vehículo y la acera, cogiéndole de un brazo, y al olerme su miedo aún existente, me aventuré a susurrarle con disimulo "Tu secreto esta a salvo conmigo" mientras avanzábamos hacia la entrada del hospital, sin llegar a soltarle, por si acaso. Nada más entrar en el edificio, le hicieron sentar en una silla de ruedas y uno de los auxiliares de enfermería se dispuso a llevárselo, pero entonces, fui rápido y dejé el informe de lado para alcanzarlos.

- John, llévatelo a una de las habitaciones del segundo piso. Yo mismo le atenderé.

El auxiliar se quedó algo parado al principio, pero acabó asintiendo a mi orden y se perdieron en el ascensor del final del pasillo. Hasta que no desaparecieron por sus puertas, no dejé de mirarles de reojo mientras intentaba llenar el último informe. No me fiaba un pelo de que siguiese en la habitación el vampiro cuando llegase. O peor, que John o cualquier otra persona no sufriese ningún asalto.

Aun no sabia como es que no habia salido corriendo de alli.Quizas es que el chico no me daba mala impresion,quizas...pero las apariencias engañan.

Estaba dentro del hospital,llevaba años sin pisar ninguno,desde que...me converti.Iba en silla de ruedas,mirandolo todo a mi alrededor,hasta que el chico de la ambulancia hablo y capto mi atencion.Por lo visto no iba a dejar que nadie a parte de el me examinada.Le eche un ultimo vistazo,suplicandole que nadie me pusiera una mano encima.

Entre en la habitacion,mientras el compañero me iba haciendo preguntas sobre lo que me habia pasado.Como pude,improvise y le respondi,sin saber demasiado si se lo habia tragado o no.

Eche mi cabeza hacia atras,y vi la ventana.Era un segundo piso,pero no tendria demasiadas dificultades para salir de alli.Me levante y abri la ventana,asomando la cabeza para ahcer los calculos de distancia.

Tenia medio cuerpo fuera,cuando escuche esa voz,la del enfermero.Podia haber salido de alli,pero me gire.

En cuanto terminé con el papeleo, subí a prisa al segundo piso saltando las escaleras de dos en dos, sin tiempo que perder esperando al ascensor. Cuando llegué al pasillo de las habitaciones, me tranquilicé un poco al no encontrarme nigún cadáver por el suelo, y qué decir tiene cuando me encontré a John ordenando algunas camillas olvidadas en la sala de espera. Me fui asomando a las puertas y acabé encontrándolo en unas del final, con medio cuerpo sacado por la ventana.

- Bonita noche, ¿verdad? Lástima que le quede un día aú para completarse a la Luna.

Comenté vanalmente para hacerle saber que estaba allí mientras abría un estante y sacaba un recipiente con agua y algunos pañuelos. Por suerte, no saltó por la ventana como esperaba, sino que se giró hacia mí, apartándose de la ventana. Dejé los utensilios en la mesita que había junto a la cama y me quedé allí, estudiando su progreso curativo, que no dejaba de impresionarme aunque yo mismo lo viviese día a día.

- Veo que ya estás mucho mejor. Aún así sería aconsejable que te relajases y te sentases al menos. La tensión no es buena para la curación.

Le comenté como experto en la materia, aún con un tono amable para que le fuese más fácil confiar en mí. Aunque supuse que algo ya habría logrado. Que siguiese aún allí y sin haber causado daños era un milagro.

Al final me acabe volviendo a la cama,sentandome en el filo,mientras veia como el recogia los instrumentos tipicos para hacer curas y todo lo demas.Escuche sus palabras sin mucha antencion,pensando en lo que se me venia encima cuando viera que pracicamente estaba curado.

Sonrei de medio lado y al final eleve la vista hacia el.

-¿Por que me ayudas?.-dije.Solamente esas palabras.Queria saber por que ayudaba a un extraño,por muy enfermero que fuera,y,su pregunta,la primera que me formulo.Despues de eso,habia estado dandole vueltas y mas vueltas a la cabeza,hasta que no pude mas.Ahora estabamos a solas,sin su compañera de la ambulancia y suponia que lo que tuviera que decir,me lo diria ahora.

-¿Que sabes tu?.-la verdad es que no veia nada inusual en el,parecia un simple enfermero,aunque la verdad,yo no habia tratado con muchos "seres"como los denominaba la gente,tan solo con unos pocos vampiros,y,estaba seguro de que el no lo era.

Empezo a descubrir mi piel,habia sangre,pero casi ninguna herida,si en ese momento me hubiera dado una ducha,nadie habria creido que acababa de salir de una paliza.

El chico misterioso accedió a mi sugerimiento y se sentó en el borde de la cama, dejándome subirle una manga de la camiseta para ver que, aunque la ropa estaba cubierta de sangre, no había rastro de heridas después de limpiar la piel. Con el ceño fruncido, escuché las primeras palabras que me dirigía en forma de pregunta. No, si muy hablador no era. Eso o que era más reservado de lo normal. Sin siquiera apartar la vista de mi trabajo, limpiando la sangre seca de su piel, buscando algún rasguño, contesté sin pensármelo.

- Es mi trabajo, ¿no?

Después de darme por vencido en la busqueda de heridas en su cuerpo, suspiré, resignado. Ni siquiera yo tenía una habilidad de curación tan acelerada, y menos en su estado de desnutrición. Y en ese momento caí en la cuenta. Con la de sangre que había perdido, ¿no era natural en un vampiro estar sediendo? Levanté la mirada hacia él y dejé el pañuelo ahora totalmente rojo dentro del recipiente de agua, pensando que era hora de contestar decentemente a sus preguntas.

- No sé mucho sobre vampiros, pero puedo distinguir uno cuando lo veo. - le confesé cruzándome de brazos.- Y tu rapidez regenerativa sinceramente da bastantes pistas. Pero lo de no tener pulso... Bueno, fue un gran indicio. - dije con algo de ironía, encogiéndome de hombros con una ligera sonrisa torcida. - Por eso no quise dejarte a solas con más médicos. Ellos ni se imaginan lo que yo he llegado a ver, y seguramente, habría resultado todo un follón si hubiesen llegado a examinarte, pero tampoco podía dejarte en ese estado en la calle. Al fin y al cabo no sé tanto de vampiros como para predecir que ibas a curarte tan pronto.

Mientras su mirada se posaba en mi,tras un vano intento de buscar heridas,confeso que sabia lo que era.Mi mirada tambien se elevo,encontrandose cn sus ojos clavados en mi,mientras iba explicando todo aquello.Sus explicaciones eran de lo mas normal,al menos asi sonaban gracias a su tono de voz.

No dije nada,nada hasta que el finalizo por completo.Suspire ante la evidencia.

-Gracias supongo.-fue lo primero que dije,de todas formas,su primera impresion fue salvarme,sacarme del callejon aunque supiera que habia algo raro en mi.Guarde silencio un breve tiempo.

-La verdad es que es toda una suerte,al menos en momentos asi.-añadi con una media sonrisa,mientras divagaba en mis pensamientos.Aparte la mirada de el mientras seguia hablando.-No te sientas en peligro,por favor.-dije rapidamente,pensando en la situacion normal en la que alguien estaba frente a un vampiro.

-No suelo hacer daño a inocentes.La verdad es que me veo asi por eso mismo,por intentar salvar a esa chica,...esos malditos...!-dije elevando la voz.No comprendia como habia otros como yo que disfrutaban causando el daño ajeno,recreandose con la muerte...

-Y tu...?que eres tu?.-dije volviendo al tema.El no ea normal,pero no conseguia distinguir que era lo extraño enn el,cual era su "problema"por asi decirlo.Mis ojos se abrieron mas de la cuenta,esperando su repsuesta.

Después de mi explicación, me sorprendió oir por primera vez algo que saliese de su boca y no fuese una pregunta, es más, que fuese una muestra de agradecimiento. Le dediqué una media sonrisa y me encogí de hombros.

- No ha sido nada del otro mundo. Llevo en mi rutina diaria la manía de salvar personas.

Bromeé para quitarle importancia a la cuestión. No quería que pensase que me debía algo a cambio, porque además del hecho de que su curación se había debido principalmente a su condición, me sentía agradecido por no haberme provocado otro sentimiento de culpa, perdiendo un paciente más. Y lo de encubrirle... Supuse que cualquiera lo habría hecho de estar en mi situación. En ese momento, decidí alejar la sangre de sus heridas, no fuese que el mismo olor le recordase que debía alimentarse. Cuando dejé el recipiente en el mueble que había junto a la puerta, el vampiro volvió a hablar, leyéndome la mente al comentarme que no debía sentir temor de él. Me giré hacia él, sorprendido y en ese momento no supe que responderle para negarle mi incomodidad, porque esa sensación existía. Entonces rompió mi silencio aclarando su condición y dejándome entender la razón de haberlo encontrado tan malherido en aquel callejón. Me volví a acercar a él con el ceño fruncido, queriendo saber algo más de aquella chica y sus agresores, pero antes de poder preguntarle, él se me adelantó cambiando radicalmente la dirección del tema, centrándolo ahora en mí. Intentando sonar natural, decidí confesárselo, siendo la primera persona que lo oiría de mi boca.

- Soy un licántropo.- dije simplemente, y el chico frunció el ceño, haciendo ademán de girarse hacia la ventana al pensar, seguramente, que algo no cuadraba en aquello. Así que lo aclaré rápidamente al caer en la cuenta, con cierta ironía.- Aunque como puedes ver, ahora inactivo. Si no hubiese hecho tratos con el diablo, ahora mismo estaría despedazando a un jabalí en alguna parte del bosque. Cada uno busca el modo de librarse de sus demonios, por lo visto.- terminé diciéndole, sonriendo ligeramente con sarcasmo por la gran realidad que se escondía tras esa ironía.

No sabia porque,pero ese chico tenia algo que me hacia confiar en el.Quizas era su expresion,su forma de hablar intentan do tranquilizarme,o que aunque estuviera con un vampiro no sintiera demasiado miedo o desconfianza.

Tras dedicarle mis palabras,las que definian mi condicion de vampiro,la situacion parecio volverse aun mas comoda.Pasaron unos segundos y el,al fin decidio responder a lo que le habia preguntado...para mayor sorpresa mia.Era un licantropo,la verdad es que no habia tenido demasiado trato con ellos,pero sabia lo que podian llegar a hacer.Me quede mirandolo...suponia que no estarian siempre con la apariencia de licantropo...pero esa noche habia luna llena...

Rapidamente empezo con su explicacion:un demonio le habia ayudado a controlar su condicion de licantropo.Demonio?No eran de fiar...Pete me lo decia,nunca dan nada a cambio de nada.Lo mire intentando mostrar comprension por lo que habia hecho,si yo tuviera una opcion de dejar de ser lo que era,la menos por unos dias,haria lo inimaginable.

-Mi nombre es Chris...bueno,ya lo sabras por los formularios y todo ese rollo.-añadi mientras elevaba la vista y sonreia de medio lado.-Por cierto...¿cuando me poder marchar de aqui?.-me moria de ganas por volver a casa.

No dijo nada al respecto, pues al parecer, yo no era el único que era capaz de creerse todo lo que le dijeran a estas alturas. Realmente, la realidad superaba la ficción con creces. Creyendo que mi confesión le haría volverse más reservado conmigo (películas como Underworld, donde vampiros y licántropos se odiaban a muerta, habían hecho mucho daño, y más a alguien tan implicado en el tema que no sabía la verdadera relación entre esas dos razas), me sorprendió dándome su nombre, aunque efectivamente, ya lo supiese.

- Yo soy Aidan, encantado. No se conocen vampiros todos los días.- le devolví la presentación con otra media sonrisa agradable, y entonces vino la pregunta, que me pilló por sorpresa. Los pacientes que llegaban con tal gravedad al hospital no se iban de allí a los diez minutos. Tendría que acostumbrarme a aquello...- Ah, pues... Puedes irte cuando quieras. Solo espero que no sospechen de que te he asesinado o algo parecido.- bromeé empezando a imaginarme la situación, no tan inverosímil.- Ya sabes, los pacientes no suelen recuperarse tan fácilmente. Pero bueno, me las apañaré.

Me encogí de hombros para quitarle importancia al asunto, pues estaba hablando más de la cuenta. No había razón ahora para que se complicase más la vida guardado apariencias. Y de repente me acordé de una duda que quería preguntarle antes de que se fuese.

- Espera, una última cosa. ¿Quienes fueron los que te atacaron? ¿Demonios?

Aidan.Ese era su nombre.El nombre del enfermero mas empatico que jamas hubiera visto.Seguia mostrandose comprensivo con toda mi situacion,y me contesto que podia marcharme a casa cuando quisiera,aunque,sabia que aquello seria un problema para el.

Estaba divagando en mi mente,queria irme pero a la vez,queria seguir aquella conversacion.De repente,mis pensamientos fueron interrumpidos por su voz,que me hacia esa pregunta.

Baje la cabeza,era la historia de siempre,los vampiros malos contra el vampiro bueno y sentimental.Mantuve la vista en el suelo.

-No,no fueron demonios.-quizas ese trato que haia dicho tener con una de ellos,lo habia influenciado,pero la verdad es que entre nosotros mismos,los vampiros,haia bastante rivalidad...no hacia falta irse a temas infernales para crear una situacion asi.-Fueron unos vampiros...-eleve la mirada y clave mis ojos en el.-Intentaban...beber de ella,estaban jugando,asustandola...y no pude evitar meterme por medio.-sabia que mucha gent elo hubiera dejado pasar,y que otro vampiro,se habria unido a ellos,...pero yo era distinto,no era capaz de hacer nada de eso.

-No es que me lleve muy bien con ellos...aparte,me consideran una especie de "esquirol"vampirico.-aprete los labios,resignado y me levante,estirando mi mano.-Muchas gracias Aidan...creo que me marchare...pero no quiero causarte problemas...Si es necesario,puedo quedarme algo mas.-sin darle tiempo a contestar,una enfermera entro en la habitacion,quedandose algo sorprendida de verme de pie y con una sonrisa en mi cara.-E...esto...-

No tardó en responder a mi pregunta, y cuando confesó que habían sido vampiros, la sorpresa reflejó mi rostro para luego escucharle con más atención, queriendo entender qué les había llevado a aquellos de su propia condición a intentar matar a uno de los suyos. Al contarme lo ocurrido en aquel callejón, asentí con la cabeza ligeramente, comprendiendo ahora que entre los vampiros, el que se saltaba las costumbres vampíricas, era un desterrado. Aquello me recordó a mi familia, quienes no habían sabido más de mí desde que maté a Natalie, pero que tenía muy claro, si conociesen mi nueva condición, lo único que querrían de mí sería que desapareciese de sus vidas. Bajé la mirada, algo afectado por aquel recuerdo, pero poco tardé el volver a alzar la vista hacia Chris, que ahora me ofrecía su mano mientras me daba las gracias por todo, a lo que respondí estrechándosela sin pensarlo dos veces, pero cuando iba a contestar... Una enfermera apareció en la habitación, dejándonos a ambos petrificados. Nuestra mirada de sorpresa fija en ella consiguió que la joven se sintiese algo cohibida y tartamudease ligeramente.

- Um... Perdón. ¿Ésta es la habitación de...- miró la ficha que tenía en sus manos con nerviosismo.- ...Chris Wentz? Me han avisado de que... de que el paciente necesitaba urgente tratamiento y debía ser llevado a observación.

Miré de reojo disimuladamente a Chris, buscando en él una solución ante aquel panorama, pero él parecía tan pillado por sorpresa como yo, así que mi don de improvisación, que hacía años que no utilizaba (desde las clases de teatro que hacía en secundaria), surgió a la luz, con un tono confiado que logró la inseguridad de la enfermera.

- Bueno... Compruébalo tú misma.- le dije señalando con la mano a mi compañero.- ¿Crees que éste hombre necesita ser urgentemente llevado a observación? Yo creo que ésta bastante sano, ¿no crees?- comenté al final con una sonrisa amistosa, suavizando el tema dándole un par de golpecitos en el pecho a Chris, lo que luego me resultó algo sobreactuado, así que decidí ir al grano y quitarnos aquella enfermera de encima.- No, él no es Chris Wentz. ¿Porque no buscas a John y le preguntas en qué habítación lo dejó? Él te lo aclarará.

Con una sonrisa encantadora y aquella sugerencia, la joven se dio por convencida, seguramente tan incómoda como nosotros, y gustosamente, desparareció de la puerta, dejándonos respirar con normalidad de nuevo. Al menos a mí... Me volví de repente hacia Chris, sin querer esperar a que la chica volviese, comprendiendo que algo raro pasaba allí.

- Tienes que irte, ya! Si vuelve y nos encuentra aquí, si que se me caerá el pelo, y tú irás directo a observación, pero no exactamente por estar herido. ¡Vamos!

La enfermera,algo confundida por lo que ponia ne la ficha y lo que en realidad veia pregunto si yo era Chris Wentz.Rapidamente,el enfermero se saco una escusa de la manga consiguiendo asi que ella se marchara conforme en busca de ese otro paciente imaginario.

Habia que largarse de ahi,tal y como decia el chico,...si me descubrian a mi y a mi secreto,estabamos acabados.La primera idea fue saltar por la ventana tal y como pretendia hacer antes de que el entrara en la habitacion,pero no...a mi parecer no corria peligro si salia por la puerta,no me habia visto mucha gente y ahora que no estaba tan lleno de sangre,pasaria algo mas inadvertido.

-Gracias por todo,no se como agradecertelo.-añadi sinceramente manteniendo la mirada en el,no eran demasiadas las personas en las que podia confiar...muy pocas,pero el,en tan solo unas horas se habia ganado un puesto en esa selecta lista.

Me asome a la puerta y vi que nadie estaba demasiado cerca de alli como para resultar un peligro,me dirigi al ascensor,pero cuando iba a entrar,algo me agarro del brazo,gire la cabeza y era el.Me decia que mejor por las escaleras,no se sabia a quien me podia encontrar cuando las puertas del ascensor se abrieran.

-De acuerdo.-añadi,y sin mas el se coloco delante de mi,señalando en camino a seguir.Bajamos las escaleras,rapidamente y sin hablar,hasta que salimos a la parte trasera del hospital.Alli nos encontramos con unas cuantas enfermeras jovenes que estaban fumando en su tiempo de descanso.Parecia que estaban bastante ocupadas como para percatarse de nuestra presencia...punto a nuestro favor.

Cuando estuvimos a una distancia prudencial,nos detuvimos,volviendo a hablar despues d enuestra pequeña evasion hospitalaria.

-Ojala todo el mundo fuera como tu,en serio,gracias de nuevo...Aidan.-estaba agradeciendo mucho esa noche,pero no era para menos.-¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?Solo tienes que pedirlo,te debo una.-

Pasamos junto a aquellas enfermeras que estaban de descanso, demasiado ocupadas contándose sus problemas familiares como para percatarse de nuestra salida. Así que nuestra actuación a lo Misión imposible para salir del hospital sin llamar la atención salió a pedir de boca. Cuando ya estábamos a salvo de miradas indeseadas, Chris se giró hacia mí y me agradeció de nuevo lo que había hecho por él. Con un gesto que le quitaba importancia al asunto, le respondí.

- No hay nada que deber, en serio. Ha sido un placer tener como paciente a mi primer vampiro. Nunca está de más conocer las habilidades de otras culturas.- le comenté con una sonrisa por tener el detalle de denominar a la variedad de seres malditos como “culturas”. – Sólo espero no tener que volver a verte por éste hospital. Hasta la vista.

Dejándole con aquella despedida con la que intenté hacerle entender que deseaba que sus problemas con otros vampiros se solucionasen para no volver a recogerlo medio muerto del todo en algún callejón mugriento, me alejé de allí, directo a la puerta trasera del hospital. Dispuesto a enfrentarme al interrogatorio. Lo que me encontré fue la entrada desierta y oscura. Por lo visto, las enfermeras ya habían terminado su descanso. Cuando me acerqué a la puerta, me quedé parado al ver aparecer tres figuras de entre la profunda oscuridad que bañaba el final del callejón y que pronto se acercaron peligrosamente a mi única salida. Por el aspecto y el aroma a sangre que desprendían, supe que eran vampiros. Aún inmóvil, esperé guardando la compostura a que mostrasen sus intenciones.

- Vaya, vaya… ¿Qué tenemos aquí? Si es el buen samaritano que nos cortó nuestro momento de diversión con el vampiro vegetariano.- comentó el que parecía el cabecilla mientras los otros dos se acercaban lentamente a mis costados con una calma inquietante.- Y si no me engaña mi olfato, apesta a chucho. A licántropo. – comentó otro paseándose por detrás de mí y diciendo aquella última palabra en un susurro peligroso cerca de mi oído.

- Y vosotros a cadáver en descomposición. – les eché en cara sin mostrar nerviosismo y miedo ante ellos. Pero sin querer esperar a ver más, me dispuse a entrar por la puerta trasera del hospital mientras dejaba atrás las risas nada tranquilizadoras de los demás.- Con permiso.

- Ah, no. No tan rápido.- dijo el tercero, apareciendo de repente junto a mí y cortándome el paso con un brazo atravesando la entrada. – Queremos divertirnos un rato lanzándote la pelotita… Pero dime, si eres un hombre lobo, ¿cómo es que no estás ahora mismo devorando personas por ahí?

-Será que me habéis quitado el apetito.

Mi respuesta, tan directa y desafiante, que contesté mirando fijamente a los ojos de aquel vampiro que me cortaba el paso, consiguió que las risas de los chupasangre se extinguieran y pasaran de los juegos a la acción. Sin tener tiempo a vérmelo venir, el tipo de la puerta me empujó hacia atrás con fuerza, consiguiendo que perdiera el equilibrio y me chocase de espaldas contra el pecho de otro, que me agarró por los brazos mientras otro se disponía a pegarme un puñetazo en la cara. Pero esta vez mi instinto ya estaba activo, y esquivé el golpe agachándome en el último momento, consiguiendo incluso que el puñetazo llegase al rostro del que me agarraba. Aprovechando la oportunidad, me deshice de sus garras y le pegué un derechazo en la mandíbula al que intentó pegarme. Pero luego el tercero también se unió, y esta vez no logré esquivar el golpe.

Nos despedimos,ambos separamos nuestros caminos.El volvio por donde habiamos venido,retrocediendo en sus pasos para volver al interior del hospital y yo debia volver a casa,...pero en vez de eso,me quede apoyado en la pared del edificio,pensando en todo aquello.Introduje mis manos en los bolsillos y apoye la cabeza sobre la piedra que componia en exterior del hospital.Cerre los ojos.De repente,algo capto mi atencion,los pasos de Aidan se detuvieron,y,unas nuevas voces entraron en escena...aunque,no eran tan nuevas para mi.Me puse alerta,eran las mismas que habia escuchado en el callejon y ahora en vez de estar alrededor de la chica,estaban intentando jugar con el.

Me dirigi rapidamente hacia el ruido,escuchando como cada vez las voces eran mas cercanas.Justo llegue en el momento en el que uno de ellos golpeaba a Aidan,haciendo que su cuerpo cayera hacia atras,desplazandose varios metros.Rapidamente me coloque detras de el,amortiguando el impacto con mis brazos.-Ten cuidado.-habia escuchado como ellos mismos se delataban como los vampiros del callejon,pero esas palabras salieron involuntariamente de mi boca.

-Jajaja,...¿que,vegetariano...como nosotros no te aceptamos,te dedicas a jugar con cachorritos?.-tras su supuesto comentario ingenioso,se dio la vuelta para que sus compañeros le rieran la broma.En ese momento,y sin pensarmelo,me lance contra el,produciendose un choque entre nuestros cuepos.Con ese acto,me gane una mirada por su parte,capaz de derreti el hielo de los polos,pero no me importaba,tenia una cuenta pendiente con ellos,con el.-Menos hablar,y mas actuar,...con los que tienen las mismas posibilidades que tu.-añadio desafiante.Me gire hacia Aidan,por unos minutos me habia olvidado de que estaba ahi,y entonces me di cuenta de que corria peligro.El sabria defenderse,no lo dudaba,pero eran dos contra uno,una pelea nada igualitaria.
Tenia que desahacerme rapidamente del cabecilla del grupo.El se levanto,volviendo al ataque,pero antes de caer,pude ver un contenedor,era metalico,...perfecto para mi plan,por muy extremo que fuera.Acabe por levantarme,volviendo a la carga,estampandolo contra en contenedorr,poco a poco,lo fui acorralando contra el,hasta que en un rapido mmovimiento,coloque medio cuerpo suyo dentro del contenedor,estire la tapa hacia abajo,y justo antes de que estuviera del todo cerrada,tire de sus pies,dejando que su cabeza se separara de su cuerpo.Lo deje ahi,sin ningun tipo de miramientos,los mismos que el habia demostrado con la chica.

Me gire hacia Aidan,dispuesto a ayudarlo.Me lance contra uno de ellos,facilitandole el trabajo.

Aquel puñetazo de potencia increible me cortó la respiración y me lanzó unos metros por los aires hasta chocar contra algo que me agarró impidiendo mi caída. Cuando me recuperé del golpe, miré a mi salvador y para mi sorpresa, me encontré con Chris, que había llegado a la escena sin siquiera verlo venir. Antes de poder decirle algo, Wentz se encaró hacia los oponentes, dejándome a un lado, recuperando la respiración. Pero pronto tuve que centrar mi atención de los dos restantes, que cansados de ver una pelea que daban por vencida por su parte, se acercaron a mí con miradas asesinas, deseosos de formar parte también de la pelea. Instintivamente, di un par de pasos hacia atrás sin dejar de estudiar el panorama y echar una ojeada a la batalla de Chris. En cuanto retrocedí hasta quedarme pegado a un contenedor que había detrás mío, los dos se lanzaron a la vez a por mí de un modo muy rastrero. El primero en llegar se llevó otro de mis puñetazos que tiraban al suelo, pero el otro aprovechó para darme un fuerte rodillazo en el estómago, consiguiendo que cayese de rodillas al suelo con un gruñido de dolor, y casi seguídamente, una patada en el mismo lugar, dejándome tumbado boca abajo en el suelo. Uno de ellos rió al haberme dejado K.O. tan rápido, y con crueldad, se agachó junto a mí y tiró de mis mechones de pelo con fuerza para que levantase la mirada hacia él.

- Así es como deberíais estar la escoria como tú, besando el suelo que los dioses como nosotros pisamos. No mereceis tener el poder que teneis. No mereceis vivir.

Mi mandíbula, tensa, soltó un gruñido entre dientes con aquellas palabras, y mi mirada, fija en él y desafiante, se tornó asesina, llena de rabia y de un color nada natural. Al vampiro solo le dio tiempo a fruncir el ceño, extrañado, un segundo antes de que mi mente se cegase y que mi cuerpo se lanzara hacia él, renovado de todo golpe y dispuesto a devolver diez veces aumentado el daño que me habían hecho. De un segundo para otro, me encontraba encima de él, dándole un puñetazo tras otro en la cara, perdiendo la cuenta, y cada vez más fuerte, notando como los huesos de su rostro se iban deformando a cada golpe. El otro vampiro intentó separarme de su compañero, y en cuanto me giré hacia él con una rapidez increible, le mordí el hombro de tal modo que el mismo dolor le dejó fuera de combate unos segundos. Sin esperar a más, volví a tratar al vampiro que tenía en el suelo como un saco de boxeo, dejándole muerto de tanto puñetazo. Y a los pocos segundos, otra mano en mi brazo intentó pararme, con lo que, ésta vez, me giré poniéndome de pie hacia mi nuevo oponente y lo lancé sin soltarlo contra el contenedor más cercano, dispuesto a acabar con él como había hecho con el primero. El vampiro me gritó algo que ni escuché, y cuando fui a pegarle el primer golpe, centrándome al final en su rostro, reconocí a Chris. Aunque tardé unos segundos en recordar que no debía golpearle.

Aidan estaba descontrolado,cuando acabe de ver como moria decapitado el jefe de esa patetica banda,me gire para ver como le iba,y me encontre el panorama.En el suelo habia uno de ellos reventado,literalmente,otro de ellos estaba mas alejado y en las mismas condiciones.No me imaginaba que el enfermero pudiera actuar asi.

Me acerque a el,agarrando su hombro para que supiera que estaba bien,todo habia acabado,podia calmarse,...pero casi me llevo un puñetazo por haberlo pillado desprevenido.

-TranquilI,Aidan,soy yo...ellos,en fin,ya no molestaran a nadie mas.-dije mientras veia como su cara cambiaba al darse cuenta de que era yo quien lo habia tocado.

Sabia que los licantropos eran muy inestables,me preguntaba si seria tan bueno eso que habia hecho la demonio con el,que ni tan siquiera cambio un poco.
-¿Estas bien?Esos tios son unos bestias...eran.-dije volviendo a lo obvio.Al final el me habia salvado esa noche y yo lo habia ayudado en su pequeño percance vampirico.-Esto podria considerarse una especie de saldo de favores?.-añadi bromeando,intentando que volviera a actuar como antes,pero lo notaba distinto.

La tensión de mis músculos no se relajó apenas nada, pero mi mirada asesina fue desapareciendo a la vez que bajaba el puño que había dispuesto en alto para golpearle en la cara. Con su segundo comentario, conseguí hacerme entender que debía soltarle, así que dejé de agarrarle contra el contenedor y me aparté unos pasos de él aún con una mirada de recelo a mi alrededor, como si aún buscase algún tipo de peligro que pudiese acecharnos. Y entonces vi por primera vez los cuerpos inertes de los vampiros a los que acabábamos de matar. Uno con medio cuello arrancado de cuajo, otro decapitado del todo, y el otro... con un pudin de carne y sesos como cabeza, estampado en el suelo. Aquello me hizo volver del todo a la realidad, llevándome una mano a los labios disimuladamente para no ceder a la angustia de ver aquella masacre. Volví a mirar a Chris, que ahora bromeaba acerca de estar en igualdad de favores, pero no fui capaz de entender porqué se tomaba el tema con tanta ligereza. Fruncí el ceño, con desaprovación por lo que habíamos hecho, yo al menos, inconscientemente, y me acerqué a la entrada del hospital sin dejar de observar el panorama con temor.

- Yo no te he ayudado en nada, ¿vale? Olvida lo que ha pasado esta noche. Olvídalo todo.- le dije al final, aún algo fuera de lugar con todo aquello frente a mí de repente, con mis nudillos llenos de sangre y con un sabor metálico en los labios. Había mordido a aquellos hombres, los había matado!- ¡Y ahora vete! No tengo nada que ver con vosotros.

Le espeté al final, justo antes de darme la vuelta para entrar en el hospital, dispuesto a limpiarme aquella sangre en el primer baño que encontrase. Me sentía horrible de nuevo, y todo por culpa de aquellos tipos sin escrúpulos llamados vampiros...

Me quede totalmente sorprendido por su reaccion.Durante toda la noche,habia sido muy agradable conmigo,una de las pocas personas agradables que habia conocido en mi vida.

No sabia como actuar ante sus ultimas palabras,asi que me quede algo confundido,escuchando de fondo,como sus pisadas se alejaban de mi posicion.De nuevo,la historia de mi vida...

No,no iba a permitir que de nuevo me rechazaran,que me metieran en el mismo saco tan solo por ser vampiro,y mucho menos por esos...que estaban mejor muertos totalmente que haciendo daño a gente inocente.Rapidamente me dirigi hacia el,encontrandolo justo en la puerta que daba acceso al hospital.
-¿Tanto te ha afectado matar a esos tipos?¿Preferirias que siguieran haciendo daño,que mañana por la noche recogieras en un callejon a alguien medio desangrado,que no tenga la oportunidad de recuperarse como he hecho yo?.-lo avasalle a preguntas retoricas,sabia cual era la repsuesta,pero no buscaba escucharla,lo que queria es que se diera cuenta de que lo que habiamos hecho,era lo correcto.

Me quede muy quieto delante de el,mirandolo fijamente.-Yo no me siento culpable por eso,...por eso ni por nada,porque yo soy distinto a ellos,yo no mato inocentes,pero parece que eso no te importa.Seguro que prefieres encerrarte en una burbuja,aislarte y buscar consuelo en esa demonio y en sus cuestionables medios para contenerte...-me di la vuelta,mientras acariciaba mi nuca.Suspire cuando volvi a darme la vuelta,encontrandolo mirandome fijamente a los ojos.Interrogante.
-Somos lo que somos y nadie puede cambiarlo,excepto nosotros mismos,podemos,controlarnos,hacer que lo malo que hay en nosotros,sea...menos malo.-sentia que no podia parar de hablar,sentia que tenia que hacerlo entrar en razon,hacerle comprender lo que tanto tiempo me habia costado entender a mi.

Caminé seguro una vez entré en el hospital, mirando que nadie me viese con aquella sangre en las manos, y pronto me sorprendió la voz de Chris, de nuevo junto a mí. Me giré hacia él para dedicarle una mirada rápida de recelo y luego seguir caminando unos pasos más por el mismo pasillo hasta entrar en el primer baño que encontré. Apoyé mis manos en el lavabo mientras escuchaba con desespero sus palabras, hasta que terminó su primera parrafada. Le miré sin saber muy bien qué decir.

- No es eso, yo...

Al notar mi incomodidad, siguió soltándome todo aquello con tono de reproche, y decidí no prestarle mucha atención, lavándome las manos. No quería aceptar que pudiese tener razón. Matar así, de aquel modo... no era natural. Pero entonces nombró a Odette, y alcé la mirada hacia él, sorprendido de que me echase en cara aquello. Ella me había intentado ayudar a soportar aquella bestia, había sido un tipo de trato... pero tenía razón. No lo había cumplido al pie de la letra. Prefería mil veces ser el monstruo que llevaba siendo las noches de luna llena desde hacia dos años a estar permanentemente dispuesto a atacar a cualquiera. Su última frase me dejó marca, consiguiendo que empezase a dudar de todo lo que había creído hasta el momento. ¿De verdad podía haber una solución a aquella maldición? ¿Algo que pudiese hacer uno mismo? Controlar el mal que reinaba en mi interior... Tantas preguntas y emociones en las últimas horas hicieron mella en mí en ese momento, consiguiendo que mi vista se volviese negra por unos segundos y mis piernas flaquearan, apoyándome en el lavabo de nuevo para no acabar sentado en el suelo, cerrando los ojos e intentando que volviese a la normalidad. Y entonces una voz nueva llegó a nosotros, la de una enfermera que pareció conocerme, aunque yo no llegué a levantar la mirada hacia ella.

- Aidan, ¿aún sigues aquí? Últimamente vas algo despistado con los turnos, eh?

Con aquel comentario simpático y una risita, pasó junto a nosotros sin fijarse en mi estado y se metió en uno de los baños, dejándonos de nuevo a solas. Me incorporé entonces, y con un suspiro para recomponerme, salí del baño y me apoyé en la pared más cercana a Chris, con rostro afligido.

- Llevo años creyendo que lo mejor que podía hacer con esta maldición era ponerle fin a mi vida, pero ni siquiera encontré la valentía para hacerlo. Así que me enfrenté al dilema de, o hacerme ver por algún cazador o hacer las cosas bien, intentar compensar las muertes que había causado con salvación.- le confesé, sin ser capaz de mirarle más de dos segundos, incómodo y derrotado.- Y ya ves que opción elegí. Me abandoné completamente para que al menos mi conciencia descansara en paz, pero lo que ha pasado hoy... Yo no soy ningún heroe, Chris. Y no creo que tenga la fuerza suficiente para hacer frente a la bestia que hay en mí.

Caminando,siguiendolo mas bien hasta el interior del hospital.No me sentia nada comodo alli,es mas,queria marcharme,pero no podia dejar la conversacion a medias,no podia y no queria.Sabia por experiecia propia lo mal que se sentia cuando tu mismo no te aceptas.

El empezo a hablar cuando yo termine,sacando aquellas palabras que me hicieron verlo reflejado en mi."Quitarse la vida"por mi mente habia pasado esa idea,aunque con el paso del tiempo,aquello fue desapareciendo de mi mente.Lo mejor era aceptarlo,e intentar mejorarlo.

De buenas a primeras,una enfermera hizo aparicion,pero tan solo por unos instantes,comentandole algo a Aidan y desapareciendo en uno de los baños.Mantuve la mirada en el y lo ayude a levantarse.

-Entiendo lo que sientes,mejor de lo que piensas.Es normal pensar asi,es normal sentirse mal,pero,aunque haya dias que parezca que todo es negro...no es asi.Tienes libertad para elegir...-me calle,sin saber si decir mis siguientes palabras.-...y si no puedes controlarte,nadie echara de menos a unos asesinos sin piedad como ellos.-me senti mas seguro al escuchar mis palabras,podian sonar duras,pero era la verdad.-Ellos si tienen motivos para sentirse como asesinos,como animales y no lo hacen...eso te diferencia de ellosacabe por apoyar una mano sobre su hombro,apoyandolo.-Ademas,si necesitas terapia,aqui estoy yo,y Pete!.-dije acordandome de repente de el.-El...me ayudo mucho cuando todo paso...se podria decir que es lo mejor que me ha pasado en mi ...no-vida.-me di cuenta de que yo habia necesitado que me abrieran los ojos para saber que no era una maquina de matar,que tenia opciones,entonces,lo vi claro,el no habia tenido ningun apoyo,ningun referente,todos los cambios que hubo en su vida,los tuvo que afrontar el solo.Suspire ante la mera idea y retrocedi un par de pasos hasta acabar apoyando mi espalda contra el metal que componia la pared.

-Pronto amanecera...deberia marcharme Aidan.-dije mientras cerraba los ojos volviendo a mis pensamientos.