Invasión demoníaca (TODO DIOS)

Nos habíamos puesto de acuerdo tanto yo como Rustin a atacar la ciudad para darle tiempo a Ody y a Lestat a que pudieran actuar y buscar a ese chico. Camine a paso lento, y en poco Rustin apareció a mi lado, y al llegar a la entrada de la ciudad, hice que una lluvia de ranas se cerniese sobre la ciudad, relámpagos cayeron sobre esta mientras que una especie de nube roja se adelantaba por las calles como una neblina pequeña, a ras del suelo. Adelante unos pasos al frente, esperando a los cazadores.

En poco tiempo la gente fue asomándose a las calles al ver esa tormenta extraña, y algunos se extrañaron al ver esa nube extraña. Insensatos salieron fuera de sus cases, lejos de la seguridad de sus regazos, y inhalando el humo empezaron a sangrar por ojos nariz y boca, cayendo al poco en un estado extraño de coma, en el cual no podían moverse del suelo. La nube los asfixiaba al estar en el suelo.

Las ranas extrañas caían sobre la gente, algunas no les hacían nada, pero otras al contacto con las personas expulsaban una toxina altamente potente, haciendo que entrasen en un estado de trance, convulsionante y cayendo al suelo, muriendo al poco por un ataque al corazón.

Tanto yo como Rustin pasábamos sin inmutarnos por la neblina.

OFF: ORDEN DEL ROL. Synyster, Justin, Rustin, Alex, Amanda, Sam, Dean y los que no esten conectados. Si alguien de delante de tí no está, te saltas su turno y te toca a tí.

Al levantarme de la cama me había invadido una sensación extraña, como un mal presentimiento de que algo no muy bueno iba a suceder. Decidí surtirme de armas, por si acaso. Mi intuición pocas veces se daba, pero nunca me solía pasar. Miré por la ventana de mi habitación al parecerme haber oído una tormenta, y vi cómo empezaban a caer ranas del cielo y se extendía una neblina roja. La gente salía a la calle y al entrar en contacto con ella empezaban a sangrar por todos los sitios visibles. No necesitaba ser médico para saber que estaban siendo envenenados. Las ranas que también veía caer explosionaban al hacer contacto con ciertas personas. Les hacían también caer al suelo entre convulsiones para después acabar muriendo. Lo que más me sorprendía era el hecho de que aún así no volvieran a meterse en lugares seguros donde el humo no les afectara. También, al fijarme un poco mejor, pude darme cuenta de que dos figuras se estaban acercando por la calle aparentemente inmunes al daño generalizado que se estaba dando por allí. Claramente eran las causas de ello, y lo más probable era que fuesen demonios. Sólo ellos llegaban a tales extremos de destrucción, posiblemente por mera diversión o puede que porque escondiesen otro plan aún mayor. La cuestión era que no podía quedarme mirando por la ventana como si nada, que era cazadora y tenía que hacer algo al respecto. Me fui hasta el armario y saqué un pañuelo amplio, que me anudé en torno a la nariz y la boca para evitar respirar el aire contaminado. Sería burdo, pero tampoco podía andarme con delicadezas. Suerte que al menos había cogido armas y no estaba indefensa, aunque veía crudo salir de esa sin no venían más cazadores. Salí del motel bajo mi pañuelo protector y me dirigí a los chicos, pues al menos iba a presentar batalla durante el mayor tiempo posible. Comencé a andar en su dirección firmemente, ignorando los cadáveres que empezaban a sembrar el suelo, y me paré cuando quedé cerca, examinándoles con cierta curiosidad, a pesar de todo.

Destruccion. Synyster estaba arrasando la ciudad, se notaba quien era. Mientras el hacia caer a la ciudad bajo plagas de ranas, nubes venenosas, rayos y todos sus trucos, yo iba lanzando rayos a las casas que tenia cerca, solo por diversion. Y la gente que uia de las ranas y la nube venenosa y tenia la suerte de toparse conmigo, su sufrimiento era apagado con mis propias manos, asi, uno a uno la cabezas empezaban a rodar, la ciudad estaba devastada y solo habian pasado varios minutos, dentro de poco llegarian los cazadores. No me equivoque. Alli habia un cazador, o alguien lo suficientemente ingenuo como para salir e interponerse en nuestro camino. Parecia una pelicula de scary movie, nosotros devastando la ciudad y esa mujer con el pañuelo en la cara para no respirar el gas venenoso y intentando esquivar las ranas que le caian. Seguimos avanzando hasta situarnos cerca de ella. Podria acabar con ella rapidamente, pero no estabamos aqui para eso asi que no dije nada y deje a Synyster actuar como el quisiera.

Sin duda pasaba algo raro, había escuchado como la gente gritaba y corría y poco después una desna nube, al parecer toxica, y ranas del cielo.

Sin duda el hecho de que callesen ranas del cielo era algo curioso, aunque lo había leido en la biblia como una de las plagas de jesucrito, el hecho de que estallasen al contacto lo hacía lo mínimo curioso.

Cogí un pañuelo que tenía en la guantera del coche y me lo amarré de manera que pudiese evitar inhalar ese gas. Dejé mi coche por donde pude y llamé a Jesse, no quería que saliese de casa y debía estar protegidos, sobretodo por Andrew. Para variar no me cogió el teléfono así que le dejé un mensaje en su buzón de voz.

- Jesse no salgas de casa, quedate allí y protégete la boca y que Andre haga lo mismo. Está pasando algo bastante malo. Llamaré a Alex para que vaya con ustedes dos. - mi voz denotaba algo de miedo ante la idea de que le pasase algo.

Salí del coche y del maletero pille munición y la escopeta. Mi pistola la llavaba siempre encima, adémás cogí algo de agua bendita y sal, vamos que iba bien armado. Comencé a caminar, esquivnado las molestas ranas y a la gente que corría sin ninguna dirección aparente.

Mientras estaba dándole por saco a Sammy con el tema de aquella mujer que estaba para unas cuantas noches. Me acerque a la ventana para ver que llovía ¡que diablos ranas! Miro a mi hermano-Sammy ves esto esta lloviendo Ranas tío ranas, cuando cojones llueve ranas, llueve pero lluvia ranas que yo sepa no-Miro a mi hermano que coge el libro que Bobby le paso, me lo pasa me miro arqueando una ceja –No jodas estamos en mitad del fin del mundo, y llueve ranas ¡mierda! Podría llover mujeres hermosas porque tenia que ser ranas son asquerosas. Sammy prepara todo tenemos trabajo. En vista de que mi hermano estaba tardando -Sammy el mundo se va por el retrete te pones a buscar cosas, yo no espero -Me dirijo rápidamente para coger mi arma cargo mirando a mi hermano -Nunca ha lloviendo ranas, así que sea lo que sea eso debe ser un presagio demoniaco nada bueno -Salgo tras con mi hermano al lado quien no dice una palabra, lo más seguro que este pensando en llamar aquella perra de ojos negros. Me acerco a un tipo que estaba riendo del espectáculo -Si parece el que el tiempo dijo en la tele que llovería ranas ¿Curioso verdad?-Miro que se voltean sus ojos en negro -O mierda lo sabía tú verdad, ¿has hecho esto? podrías a ver esmerado un poco, pero ranas dude que problema tienes con las ranas -una rana golpea un mi cara le disparo -que asco -miro a mi hermano que me mira diciendo! que haces hermano! -Es que la rana,...me ataco primero

Estábamos en el motel, y a decir verdad la cabeza amenazaba con estallarme si Dean seguía con aquel maldito tema. De pronto, pareció concederme un pequeño descanso, mientras miraba por las ventanas, pero entonces empezó a decir que llovían ranas.

¿Ranas? ¿Desde cuándo llovían ranas? Al principio me costó creerle, pero luego lo vi por mí mismo. Me quedé sin palabras, solamente cogí el libro que Bobby me había dejado y se lo pasé a Dean, arqueando una ceja.

-No lo sé, la verdad. Pero recuerda Dean -dije, en tono de quien ya a discutido muchas veces lo mismo- esas cosas solo pasan en el porno. Acuérdate -agregué, haciendo un gesto con las manos-: realidad, porno.

Me puse a prepararlo todo, pero mi hermano, como siempre se impaciento y me amenazó con salir sin mí. Me apresuré, pues era muy capaz de hacerlo, y no dije nada cuando salimos.

Tal vez debería avisar a Ruby, pensé, y supe por la mirada que me lanzó Dean, que sabía en lo que estaba pensando. No obstante, no dijo nada, y nos dirigimos a encarar a un tipo que, a todas luces, debía ser un demonio, ya que contemplaba la masacre con regocijo e incluso se reía a mandíbula batiente.

Una rana atacó a Dean mientras hablaba con el demonio, y él le pegó un tiro. Lo miré con cara de "pero qué haces?", y el se justificó con una de sus frases típicas.

-Déjalo, anda -bufé. Me volví hacia el demonio- ¿Quién eres? -exigí, con voz potente.

Seguíamos andando, hasta que frente a nosotros empezaron a aparecer todo un palmares de cazadores, los llamados *Heroes* empezaban a aparecer. Grima corría por mis venas solo en pensar que era lo que les haría a cada uno de ellos. Dí un paso al frente, hasta que vi aparecer a los hermanos Winchester.

- ¿Vosotros?

Pregunte alucinado, luego reí.

- Vaya vaya... Esto si es una verdadera sorpresa, como un pañuelo. ¿Me recordáis?

Pregunte de nuevo a ambos, y observe como aparecían también dos cazadores que no conocía de nada. Una chica, joven, y un hombre entrado ya en edad. Reí sonoramente al observarles.

- Rustin, échate atrás, Sam puede hacerte daño de verdad.

Dije, y me coloque delante de el. Las ranas dejaron de caer, y la nube en poco desapareció. Observe a cada uno de ellos, pasando mi mirada y posandola en cada cazador apenas dos segundos antes de pasarla al siguiente.

- Esta bien... ¿Alguna vez habéis jugado al Simón dice?

Pregunte entre risas.

- Simón Dice, ¡¡AL SUELO!!

Grite, y todos cayeron al suelo.

Aparecí cuando todos se cayeron al suelo mirando al demonio, que le tenía retenido. Con ellos los Winchester y mi apreciado enemigo Sam.
-Me alegro de ver este espectáculo, cuando empieza la sangre a derramase-
Miro a Sam me rió acercándome a el que aprieta sus puños
-Donde esta tu zorrita ahora Sam, no esta por aquí acaso te has cansado de follar con demonios lastima…somos muy deliciosos en la cama más-

Miro a Dean me rió, me acerco a Synyster –debo decir que eres muy bueno dando espectáculos hales más sufrir – Miro a Sam le torturo con mi poder para que se retuerza del dolor en el suelo.

-Sam no has tomado suficiente medicina demoníaca, pretendes acabar conmigo. Tus poderes son nulos aquí amor por eso te matare aquí ahora mismo.


Golpeo a Sam para lanzarlo lejos, golpeo a Dean dejándolo inconsciente
-Ahora que tu hermano esta lejos de saber la verdad, sabes que te esta traicionando la zorra de la que crees que te ayudara a matarme. Sii es verdad!!!! Basta de hablar Synyter tortura a Sam -

Yo había sido la primera en acercarme al lugar donde los dos chicos estaban sembrando el caos y la destrucción, pero por suerte para mí no la última. Primero un chico que no conocía, de aspecto duro; luego los dos hermanos Winchester también se habían acercado hasta el lugar, y yo les habría sonreído de no haber sido porque con el pañuelo que me protegía de la neblina que el más joven había producido aún cubría mi cara. Daba gracias por ello, porque no quería acabar tan mal como los ciudadanos que nos rodeaban en el suelo, muertos. Durante un momento mantuve esperanzas de que posiblemente podríamos llegar a hacerles algún daño, pues juntos tantos cazadores teníamos esperanzas frente a sólo dos demonios. Claro, nuestra suerte no podía durar eternamente y eso lo recordé en el momento en que el chico con aspecto de cantante de rock nos tiró al suelo. Suerte que tenía mi pañuelo encima, que si no me habría dado algo literalmente. Luego también se acercó una mujer de apariencia poderosa que parecía tener algo personal con Sam. Les golpeó a él y a Dean y yo abrí mucho los ojos, sorprendida por la facilidad con la que lo habían hecho. Me levanté del suelo, dispuesta a presentar pelea, al menos. Me daba igual que fueran tres poderosos demonios contra nosotros, yo estaba dispuesta a luchar hasta dejarme la piel en el intento. No me acerqué donde estaba Sam en el suelo porque no podíamos permitirnos que uno de nosotros no estuviera pendiente de la lucha, así que me limité a quedarme en mi posición y llevar la mano a la pistola que llevaba bajo la chaqueta, mientras con la libre me arrancaba el pañuelo al ver que ya no quedaba niebla en el suelo que me pudiera dañar.

Mire por la ventana de la habitación del hotel observe, el cielo algo estaba pasando. Cogi rápidamente mi artesanal para meterlo todo en mi mochila que cargue para salir rápidamente. Salí corriendo para ver aquello ranas caían del cielo, parecía algo bíblico…….corrí hasta ver aquel demonio junto estaba los Winchester. Sam estaba en el suelo. Vi a la zorra que mato a mis hermanas que estaba torturando a Sam.

-Zorra –Le disparo en todo el pecho con mi rifle, que sigo disparado para llegar a hasta Sam tomarle de la mano para levantarlo -¿estas bien Sam?

Miro a Lilith que no esta -¿Dónde se ha metido? –Miro Sam confundida -¿Qué esta pasando Sam, es algo bíblico verdad es el final el fin del mundo?

Me gustaría que esto terminara bien que no salga herido nadie, miro ambos lados esperando algo.

Apenas tuve tiempo para alzar la pistola para apuntar a aquel tipo, y de lanzarle una mirada por encima a su acompañante, antes de que él alzase una mano y nos derribase a todos por tierra con una facilidad aterradora. ¿Quién demonios era? No parecía preocupado en lo más mínimo por mí, pero advirtió al otro que yo podía dañarle. ¿No era un demonio, entonces? ¿Qué era, por todos los infiernos?

Ni siquiera había podido pensar en usar mis poderes para exorcizarles, cuando de la nada surgió Lilith. Mis ojos se clavaron en los suyos, ardientes de odio.

-Que te jodan, zorra -espeté, apretando los puños cuando oleadas de dolor me recorrieron por dentro.- Acabaré contigo.

Cuando me golpeó y vi cómo golpeaba a Dean, mis ojos se abrieron de par en par.

-¡DEAN! -bramé, preocupado por mi hermano.- ¡Si le has hecho daño te juro que te lo haré pagar, zorra!

Vi cómo Amanda se levantaba con cierta dificultad. Al principio no la había reconocido por el pañuelo llevaba sobre la cara, pero cuando se lo arrancó y sacó la pistola pude reconocerla. Al menos, los que estábamos allí éramos cazadores.

Vanessa llegó corriendo y le pegó un tiro a Lilith, tras lo cual me ayudó a levantarme. Por unos instantes, Lilith parecía haber desaparecido, pero me mantuve en guardia y corrí hacia mi hermano. Parecía estar bien, solo inconsciente.

-No lo sé, Vanessa. Creo que lo están causando ellos -agregué, mientras señalaba a la pareja que había contemplado la escena inmóviles.

-¿Quién eres? -repetí, mirando al único de los dos que había hablado.

Alcé la mano y me preparé para exorcizar a Lilith si volvía a aparecer, al tiempo que preparaba la pistola para disparar.

Mire el espectaculo que se estaba montando, la verdad es que disfrutaba de ello y los poderes de Synyster habian cambiado mucho desde que lo vi por primera vez. Vi que ya eran bastante gente, incluso habia aparecido alguien de los nuestros. Mire a el que levanto la mano y saco la pistola, parecia el lider asi que hable mirandole a el
- Te voy a decir quien es el que tengo a mi lado
Deje un poco de silencio para aumentar el misterio, esto era muy divertido
- El es el fin del mundo
Rei mientras miraba a los pateticos hombrecillos que intentaban hacernos frente, el lider podia hacerme daño de verdad segun las palabras de Synyster, por eso que le hiba a obedecer, pero debia de divertirme un poco asi que empece a lanzar rayos hacia edificios y gente que pasaba ajena a nosotros

Observe como Lilith apareció. No le preste mucha atención, no era de mis demonios favoritos. La verdad, solo hacia caso a tres demonios en si. Uno, por ser mi..."Creador", o tutor, en otras palabras. El otro por ser una gran compañera de batallas, y la otra, por ser como era. Solo de recordarla se me aborrono la piel.

También observe que la chica de antes se levantaba, y le sonreí ampliamente. Me gustaba de que no se diese por vencida. Entonces escuche a Sam, pero me quede un poco boquiabierto al escuchar a Rostin hablar con el, y sonreí ampliamente. Me coloque a su lado, y alargue mi brazo hacia Sam y la chica de al lado, haciendo que se retorciesen de dolor. Mire a Rostin.

- Encárgate tu de los otros dos.

Pedí, mientras observaba la cara de sufrimiento tanto de Sam como de la otra chica. Me incline un poco hacia Sam.

- Yo soy el niño al que salvasteis de aquel demonio... Yo soy quien os destruirá, y terminara con todos los ángeles del mundo, yo convertí a Castiel en un muñeco de acción, yo soy el anticristo Sam.

Respondí encantado.

- El fin del mundo que conocéis.

Había recibido una llamada al móvil, aunque nadie había contestado. Reconocí el número inmediatamente, era Justin. Me asusté, hasta ahora nunca había llamado de esa manera, además la gente corría por todos lados. Al estar en el taller se podía ver el centro del pueblo. Una espesa nuba se había levantado, pero era de color verdoso, además... o mis ojos me estaban engañando o habían ranas que caían del cielo.

Cogí mi móvil y llamé, pero nadie contestó. "Maldito capullo" pensé mientras tiraba el movil y cogía mi chaqueta.

Hice lo que Synyster me había enseñado, cerré los ojos y me concentré, con la esperanza de poder notar algo que me pudiese ayudar.

No sé si será por mi desesperación o porque realmente había mejorado con mis poderes, pero enseguida pude notar muchas presencias. Me concentré en encontrar a Justin, y finalmente le vi, esa fuerza interior de él... aunque vi otra presencia que ya conocía.

"Synyster..." pensé con algo de enfado. Además habían más presencias que no reconocí, aunque una era de un demonio bastante poderoso.

Cogí mi chaqueta vaquera y mi pistola con bastante munición, no iba a dejar que Justin se sacrificara. Subí a mi coche y conduje hasta esa zona. Cuando llegué confirmé lo que había sentido. Justin estaba en el suelo, levantándose, Synyster caminaba con esa cara suya de superioridad y al lado había otro tio enorme que también parecía divertirse.

- Justin! - grité saliendo del coche y corriendo hacía él - estás bien?

Me sorprendió ver a Dean también allí, además estaba Amanda, aquella chica a la que había conocido en el taller.

Synyster habló, pero no le dije nada, sino le miré con algo de odio por haberle hecho a mi hermano y luego me centré en él.

Caí al suelo ante el comentario de ese chico, dándome un buen golpe en el vientre.

"Cabrón" pensé para mi.

No sabía que tipo de ser era ese, parecía un demonio, pero estaba claro que había algo diferente. El tro demonio en cuanto comenzó a hacer sus poderes se identificó con esos ojos blancos suyos, pero el otro no había mostrado ni una señal de lo que era.

De prontó escuché la voz de Alex. ¿Qué demonios hacía aquí?-

- Alex qué haces aquí? - dije agarrándola del brazo - tienes que marcharte es peligroso

Me sorprendieron las palabras de aquel chico de aspecto radical.

"El anticritos... es imposible" pensé, ahora asustado por lo que podría pasar a Alex.

Tal y como dijo Synyster, pare de destrozar viviendas y aterrorrizar a ''inocentes'' y mire a los dos que me habia indicado Synyster, el hombre (Justin) estaba hablando con una recien llegada

- Que bonito reencuentro

Dije sonriendo

- Pero mira delante de ti

Corri hasta situarme delante de el, le di un rodillazo en la cabeza y luego lo tire contra una pared, di un salto hacia el y le golpee duramente el estomago para rematarlo con una patada en el esternon, al caer ese tal Jusin oi como se rompia un frasco y algo quedaba esparcido por el suelo (el frasco de agua bendita y la sal)
Luego me gire hacia la otra chica (Amanda)

- Encanto, eres la siguiente

Me abalance sobre ella, le di un golpe en la mandibula, luego otro en las costillas hizo que se arrodillara y le di un talonazo en la nuca. Mire la escena de nuevo con mis ojos blancos completamente.

En pocos segundos y sin que pudiera hacer nada aquel demonio gigante le había dado una paliza a Justin. Este estaba en el suelo, intentándo recobrar el sentido después de semejantes golpes. Luego fué contra amanda a quién también le propinó su ración de golpes.

Yo me levanté, enfadada. Concentré mi ira y lancé al demonio por los aires, golpeándose contra la pared de una de las casas.

- No deberías haber hecho eso - dije enfadada. Posiblemente acabaría mal, pero ahora solo pensaba en ayudar a Justin, y gracias a lo que me había ensaño Synyster podía hacer algo.

Luego me concentré en un contenedor de basura que había cerca y, con esfuerzo, hice que saliera disparado en la misma dirección que Rustin, empotrándolo contra él. Sabía que eso no lo detendría, pero le haría daño.

Cogí mi pistola para tenerla en la mano y corrí hacia Justin, quien me miraba algo asustado.

- Levantate - dije ayudándolo

Observe como Rostin daba su fabulosa sinfonía apocalíptica de golpes, patadas, combinaciones. Algo que siempre me había conmovido. Nunca en la vida me había aburrido con el al lado, era como la poesía en movimiento, un arte que solo el manejaba con toda precisión. Sonreí, pero entonces Alex apareció para estropearlo todo y lanzar a Rostin por los aires. Mire a Alex, y sonreí levemente, negando con la cabeza. Vi el contenedor volando hacia su dirección, y por el camino hice que solo fuese un trozo de hierro, puesto que el reto fue desintegrándose. Me gire de nuevo hacía ella.

- Alex... No debiste venir...

Dije simplemente, no me apetecía hacerle daño. Camine despacio y con parsimonia hasta Rostin, recuperándolo de sus heridas y magulladuras. Lo ayude a levantarse.

- No vayas a por la chica de cabello moreno y Sam, yo me encargo de ellos...

Dije de nuevo, y me gire hacia Alex.

- No me apetece hacerte daño, así que... Vete ahora.

En mi mente sonaba un pequeño, por favor.

Me quedé atónito cuando Alex usó sus poderes. ¿Desde cuando tenía tanto control sobre ellos? Aquella situación empezaba a superarme.

- Levántete - me dijo mientras me ayudaba.

Estaba bastante magullado, posiblemente tendría alguna costilla rota o fracturada, pero no podía dejar que esto pasara. Mi familia vivía aquí y por lo tanto tenía que proteger este lugar.

Caminé hasta que un chico nos detuvo. Era ese tio de aspecto roquero. Se dirigió a ella. ¿A caso se conocían?. Vale aquello era el colmo. Me había quedado sin agua bendita, pero si aquel chico había nacido de una humana, sería vulnerable a las balas.

- Apartate de ella - dije defendiéndola y poniéndome delante de ella - te mataré si la tocas - le amenacé

Que me fuera, aquellas palabras las hubiese seguido al pie de la letra si Justin no estuviera aquí. Pero no podía, no podía dejarle solo, no sabiendo que era capaz de hacer quizás más daño que él.

Justin se puso delante mio, defendiéndome de Synyster.

- Espera Justin - dije parándole los pies. Luego miré a Synyster - no puedo marcharme... por qué haces esto? - dije algo enfadada - qué te ha hecho este pueblo para que les hagas sufrir?

Él me estaba enseñando, incluso había llegado a confiar n él, al menos lo suficiente como para poder estar relajada a su lado.

- Para esto... eres el único que puede parar esta locura... si queres guerra no la tomes con todo el pueblo - dije algo desesperada

Mire al chico fornido hablar, colocándose delante de Alex, alce una ceja al ver lo que hacía, fui a lanzarlo a volandas hasta el otro lado del pueblo cuando alex se coloco en frente de el. Suspire, y baje lentamente el brazo. Negué con la cabeza a su afirmación.

- Tu no puedes entenderlo Alex... Cuando te dije que me veía relejado en ti no era solo por tus poderes... Sino por que aguantas tan poco a los cazadores como yo.

Di unos pasos hacia ella de nuevo, y con la mente inmovilice al armario que tenía como hermano. Me acerque hasta estar casi tocándola.

- Estuve toda mi infancia huyendo de ellos...

Señale a los Winchester.

- Fueron los únicos que me perdonaron, los únicos mas raciales de todos los cazadores.

Reí a pulmón abierto.

- Y pensar, que si los demás cazadores ni hubieran intentado matarme, yo ahora mismo no sería como soy... Seria exactamente como tu me pides ahora.

Sonreí levemente.

- Ahora, por favor, vete.

//primero yo, luego justin, luego rostin, luego alex, luego amanda, y luego sam, dean y los que no esten conectados//

Estaba paralizado, aquel tio era más poderoso que lo que jamás me hubiese imaginado. No necesitó un gesto ni nada, simplemente logró paralizarme.

- Alex no le escuches - dije intentando zafarme de su hechizo

Escuché sus palabras y miré a Alex. ¿odia a los cazadores? Es normal, jamás había estado a su lado y sabía que odiaba la caza y todo lo que significaba porque había perdido mucho por su culpa.

En una cosa tenía razón, Alex debía irse.

- Alex hazle caso y marchate... esta no es tu batalla - dije preocupado y todavía intentando moverme

- Callate Justin - le grité a mi hermano que, ahora, estaba paralizado.

Synyster se había acercado a mi y me había hablado. Todas aquellas palabras eran ciertas, odiaba a los cazadores, incluso a Justin en cierta medida. Les ayudaba porque sacaba dinero con ello, pero no me gustaba lo que hacían, lo que podían hacerle a una familia.

Agarré el rostro de Synyster con una de mis manos, para que no pudiera hacer otra cosa que mirarme a los ojos.

- Se lo que es tener que huir, ya sabes que yo he tenido que ocultar loq ue soy capaz de hacer, pero eso no significa que decida destruir todo lo que me rodea para eliminar a unos cazadores... porque llegará el momento en el que estés solo, por que cuando decidas enfrentarte a los demonios también te darán caza, no todos los cazadores intentarán matarte... y los winchester son ese ejemplo - respiré - por favor para esto, detén esta locura

Mire a los dos que estaban enfrente de Synyster despues de que este me curara. Me fui hasta el lado de Synyster y observe a la chica que tendria algo especial con el y a el chico, ese tal Justin, al que le habia golpeado, estaba muy dolido, pero aun asi se habia levantado con ayuda de la chica, era un tio fuerte, pero nada en comparacion ante Synyster

- Hacedle caso a Synyster, siempre dice lo mejor k ay que hacer

Segui observando a los demas cazzadores por si alguien intentaba un golpe traicionero hacia Synyster

Casi en el momento en que me acerqué el chico que no parecía estar al mando atacó al cazador fornido que estaba cerca de mí. Me giré y estuve tentada de ir a ayudarle, pero no me dio tiempo, pues en cuanto acabó con él se giró hacia mí y, llamándome encanto (bendita cortesía demoniaca) me golpeó en la mandíbula, haciéndome sentir la sangre brotar por el golpe. Tuve suerte de no haberme mordido la lengua, porque en ese caso lo habría lamentado. Volvió a no dejarme tiempo para reaccionar y me golpeó en el pecho, dejándome sin respiración aunque creo que sin romperme ninguna costilla. Me arrodillé en el suelo por el impulso del golpe y me llevé una mano al pecho, pues me costaba respirar. Solté una tos y no me sorprendió ver sangre caer al suelo, pero antes de poder fijarme mejor me dio un golpe en la nuca, haciéndome echar la cabeza para adelante y que se me nublara la vista momentáneamente. Suspiré con dificultad y agradecí que desviara su atención para centrarla en la escena que tenía lugar, con el chico rockero hablando con...¿Alex? ¿Qué narices pintaba ella allí? Escuché parte de la conversación y parecía que se conocían, aunque no podía decir nada ni aunque lo intentara. Me pusé de pie de nuevo con dificultad, notando aún un agudo dolor en el pecho y en el cuello que hizo que me costara alzar la cabeza para mirarles, aún con fuerzas para luchar. Porque si algo me caracterizaba era que era más tozuda que una mula, y si me había posicionado para la lucha no iba a abandonarla aún.
- Entiendo que odies a algunos cazadores. - dije mirando al chico que parecía estar al mando, Synyster según mi atacante, con la voz rota. - Pero algunos no te hemos hecho nada, y sólo estamos aquí para proteger a la gente inocente que no tiene nada que ver con esta guerra. Joder, ¡ni siquiera te conozco! - exclamé, dolorida por el esfuerzo que me suponía hablar. - ¿También nosotros merecemos esto? - pregunté finalmente. Era una pregunta retórica, por supuesto, porque sabía que ellos lo iban a hacer nos lo mereciéramos o no.