Saliendo de un problema... para entrar en otro

La caza había sido un poco más acidentada de lo esperado. Miro a Mark mientras conduzco hacia su casa, la herida sangraba pero esperaba que no fuera nada importante. Aparco bajo su casa y le ayudo a salir del coche y subir por la escalera.

-Prerárate, porque Ryan esperará a que te cure para matarnos a los dos después. Podríamos mentirle, pero es demasiado listo y nos descubriría... en fin, aceptemos las consecuencias de nuestros actos.

Abro la puerta usando las llaves de Mark y entro al piso. Siento a Mark en el sofá y llamo a gritos a Ryan.

Estaba ya durmiendo cuando de repente la puerta se abre de un golpe y oigo la voz de Martha llamandome. Pego un salto de la cama y voy hacia donde está ella, solo con un pantalón de pijama corto. Cuando llego al salón me encuentro con algo que temía que alguna vez tenía que pasar.

Mark se encuentra sentado en el sofá, con la mano apollada en el hombro, haciendo presión. Su mano estaba roja, llena de sangre. Al igual que su hombro. Alguien le habia herido. O mejor dicho...algo. Corriendo cojo uno de los paños de la cocina y voy hacia Mark.

- ¿Pero se puede saber que ha pasado aqui? ¿Que te ha pasado Mark? Espero que tengas una buena explicación para esto - digo, explorando su herida, que no parece muy grave.

Al salir del coche subo lentamente las escaleras de la casa, me siento en el sofa esperando a que Ryan venga y se ponga a gritar enfurecido. Dejo que me vea la herida y que empiece a curarmela.

- Ryan...no te enfades, pero llevamos mas de dos años cazando los dos juntos. Tu no querias enseñarme para protegerme y eso, pero yo quiero hacer esto. Siento que tengo que hacerlo- le miro a Ryan que sigue con mi herida.

Martha me mira y muevo la cabeza encogiend los hombros, ahora solo queda ver su reaccion.

La respuesta del jóven era la que me imaginaba, pero no era la que me hubiese gustado oir. Ser cazador habia destrozado con la vida de mi hermana y su marido, y empezaba a hacerlo con la mia. En la carta que Sophie me dejó me hacia prometer que jamás permitiría a Mark que se convirtiese en cazador, que le mantendría alejado de todo lo sobrenatural que existía en este mundo. Pero veo que él no me escuchó, y que a Martha le dio igual lo que le dije.

- ¿Pero estais los dos locos o que os pasa? ¿Es que no sabeis que clase de seres rondan por ahi? Marck, si no quise entrenarte ni que aprendieras a ser cazador es porque tu madre me hacia prometerlo en esa carta que me envió, junto a todas las cosas de tu padre. Sé que quieres encontrar a lo que sea que asesinara a tus padres, y creeme cuando te digo que desde hace cinco años no dejo de investigarlo. Pero no quiero que te maten. Eres lo unico que tengo Mark, te quiero como a mi hijo. No me hagas pasar otra vez por perder a uno.

Hago un gesto para que Martha le presione la herida mientras voy a por el botiquín del baño. Al volver, la herida casi ha dejado de sangrar. Le pongo una gasa que tapa toda la herida y se lo sujeto a la piel con algo de esparadrapo.

- ¿Como te encuentras?

Ryan se enfada conmigo y se pone a decir cosas sobre mis padres y otra carta que mi madre le ahbia escrito a el diciendo que yo no deberia ser nunca un cazador.

- Dile algo tu tambien ¿no?- digo a Martha aprovechando que Ryan se ha ido a por el botiquin.-Se que hay muchos seres ahi fuera, he luchado contra algunos de ellos y he vencido. No quiero quedarme aqui sentado mientras tu vas a salvar al mundo. Lo unico que quiero es salir por ahi y hacer lo que hacian mis padres y si muero morir en una cazeria, no en casa como mis padres. Entiendeme...porfavor.

Cuando dice que prefiere morir cazando que en casa, mis nervios se ponen de punta y siento una gran impotencia por lo que acabo de deir. Me giro hacia el y le grito.

- ¡No se te ocurra volver a decir eso! ¿Me oyes? ¿Como puedes decir que prefieres morir cazando? ¡No quiero que mueras Mark! ¿Te cuesta entender eso? Te prohibo que vuelvas a salir a cazar nada, ya sea demonio, hombre lobo o una vaca para comer. ¿Me has oido? Y te juro que si tengo que vigilarte las 24 horas del dia lo haré. Tus padres no permitirian que hicieses esto Mark. Yo solo quiero lo mejor para ti. ¿Es que no has sido feliz aqui conmigo? ¿No te he tratado bien?

Me permito el lujo de intervenir en la conversación, puesto que esa situación también era mi culpa.

-Ryan no seas duro con él. Todos hemos cambiado desde que conocimos este otro mundo. Y Mark no es la excepción. Es normal que quiera conocer sobre él y aprender a cazar y defenderse. Es justo ¿ no crees? Es posible que puedas vigilarle ahora, pero no podrás hacerlo siempre, y ese mundo sobrenatural le encontrará, y si no sabe defenderse, morirá. -miro a Ryan mordiéndome el labio, como siempre que estoy nerviosa o pensativa--Además es bueno en esto, Ryan.

Me giro hacia Martha y la miro, aun enfadado.

- ¿Y tu en que pensabas, Martha? Creo que cuando supiste a que me dedicaba fui bastante claro al decirte que si podías ayudarme a mi, pero que Mark estaría fuera de esto. Así no voy a poder protegerle, y podría morir, y eso si que no me lo perdonaria. Sabes que no quería meterle en esto, y aun asi lo hiciste. Y no necesita cazar, prometi cuidar de él siempre. Y me da igual que sea bueno porqu no volverás a hacerlo. ¿Me has entendido? - le pregunto.

Martha intenta defenderme pero Ryan es muy cabezota y no entrara en razón nunca, ha dicho que no me dejara cazar y yo quiero cazar, asi que si eso es lo que quiere...

- Ya vale, ella no tiene la culpa. La tienes tu, si tu me hubieses enseñado a cazar ella no hubiese tenido que meterse en esto, ella me salvo del primer dia que salia a cazar solo. Si no fue por ella yo no estaria aqui.- digo levantandome del sofa y alzando mi voz- Y otra cosa voy a decirte yo a ti, y espero que tambien te quede claro. Yo voy a seguri cazando quieras o no, porque ¿sabes que?- grito enfadado.- Tu no eres mi padre, deja de mandarme y de intentar controlar todo lo que hago, ya soy mayorcito para poder hacer lo que me de la gana.

Salgo del salon y me meto en mi habitación, cierro la puerta de golpe y empiezo a meter ropa en una mochila. Cuando acabo de meter lo necesario, vuelvo a salir al salón. Le tiro las llaves a sus pies y le grito desde la puerta de la calle.

- Olvidame, déjame en paz. Cuando entiendas que tengo que ser un cazador, búscame.

Salgo de allí sin saber a donde ir, si voy a casa de Sean me hara volver rapidamente a casa con Ryan y eso ahora no pienso hacerlo.

Miro a Ryan y niego con la cabeza.

-Sé que no te gusta, pero piénsalo, o lo perderás también. Pero tranquilo, estará conmigo en casa. Ven a buscarnos cuando lo hayas pensado.

Le pongo la mano en el hombro y salgo tras Mark. No me cuesta demasiado alcanzarlo.

-¡Eh! Venga anda, vamos a mi casa. Si te dejo ir solo después de esta bomba, Ryan no me va a perdonar nunca.-veo su expresión de enfado que oculta pena y le revuelvo el pelo-tranquilo, acabará aceptándolo. Y ahora vamos.

Cojo el coche, le abro la puerta para que entre y una vez acomodados, arranco para volver a mi hogar, dulce hogar.