Perritos calientes conflictivos

Después de una mañana patética, dónde me había levantado veinte minutos tarde, había perdido el autobús y como no, había llegado tarde al trabajo, llegó la hora del descanso. Salí del hospital, necesitando aire fresco para olvidar mis problemas y todos aquellos fiascos que había sufrido. Sin saber porqué, además de tener que aguantarlos, sentía cada vez más intensamente una rabia hacia todo lo que me salía mal, queriendo darle un puñetazo a algo o gritar para quitarme aquella carga de encima. Había empezado a pensar que se debía al día en el que me encontraba, el día en el que la luna se completaba del todo. Pero algo no cuadraba... Gracias a Odette, controlaba la bestia, que ya no había vuelto a dar señales de vida. ¿Porque entonces estaba hoy tan ansioso? Mientras pensaba aquello, llegué al puesto de perritos calientes, que cómo no, tenía una larga cola de espera. Con un suspiro de resignación, me coloqué detrás del último cliente, viendo que tendría para rato allí. Y cuando creía que el cupo de mala suerte se me había agotado por hoy, un tipo con gavardina se acercó peligrosamente a la cola, al parecer, con intención de buscar un hueco para colarse. No dejé de mirarle fríamente por si se le ocurría hacerlo, pero al final pasó de largo para tirar un papel en la papelera que había junto al carrito de los perritos. Dios... Me estaba convirtiendo en un paranoico. Bajé la mirada con cansancio y me encontré con un cordón de mis deportivas deshatado. Ya que estábamos... Me agaché para határmelo, y cuando volví a ponerme en pie, el tipo de la gavardina estaba frente a mí, dándome la espalda. En la fila para los pedidos de perritos. ¡Se había colado en mis narices! Soltando un bufido de incredulidad y hartándome de la absurdidad de la situación, no lo pensé dos veces y le toqué el hombro para que se girase hacia mí, conteniendo la rabia lo mejor que pude.

- Eh, tío. Iba yo primero. Haz el favor de ponerte a la cola como Dios manda.
- Lo siento, no sé de que me hablas.- y volvió a girarse sin darle más importancia. Ahora sí enfadado, le di un empujón para que volviese a girarse hacia mí, rebotado.
- ¿No me has oído? ¡Te has colado!
- Ey, amigo. Relájate, ¿quieres? La vida es así de injusta. Así que te aguantas y te callas.- me dijo de un modo más brusco y amenazante, haciendo de nuevo ademán de darme la espalda. Y entonces no aguanté más.
- ¡Yo no soy tu amigo!

En un abrir y cerrar de ojos, el tipo salió lanzado brutalmente contra el carrito, de tal forma que acabó él y todo el puesto derrumbándose en el suelo aparatosamente. Aún cegado por la rabia, llegué junto a él con paso decidido, alejándose toda la muchedumbre de mí, aún demasiado sorprendida para reaccionar, y cuando alcé unos centímetras al tipo del suelo, cogiéndole por el cuello de la gavardina, me preparé para darle el puñetazo que terminaría por dejarle KO.

Me apetecía un perrito caliente de modo que al salir del trabajo me pare para comprarme uno.Habia una cola enorme aunque no me importaba.
No tenia nada mejor que hacer.
Me coloque en la cola detras de un joven que parecia algo nervioso.Cuando me di cuenta que un hombre con una gabardina se colo frente a él.No me parecio justo pero tampoco queria meterme en problemas y al parecer el chico se lo estaba diciendo.

Cuando me di cuenta el chico misterioso que estaba delante de mi lanzo al hombre de la gabardina contra el puesto de perritos y me temía que no acabaría asi.
Este chico tiene serios problemas de conducta -pense

Me acerque a ellos,ahora mas que nunca devia detener al chico misterioso antes de que le hiciese daño a ese hombre.

-Sueltale,dejale que se marche -la tención que se respiraba en el ambiente era curiosa,todo el mundo miraba a ellos y ahora tambien a mi.

Poco a poco, la realidad que me rodeaba volvía a percivirla, dejando el odio irracional que sentía a un lado, comprendiendo que lo que estaba haciendo no era propio de mí. Ahora las voces alteradas de la multitud que presenciaba la escena y de las alertas de algunos que empezaban a buscar a algún policia al que recurrir fueron presentes para mí. Parpadeé un par de veces sin dejar de mirar al tipo al que estaba a punto de darle un puñetazo y que ahora me miraba aterrado.¿Cómo había llegado a aquello? Entonces apareció la voz de mi conciencia en forma de una mujer joven que había aparecido de repente junto a nosotros y me ordenaba que le dejase en paz. Sorprendido de mí mismo al verme en aquella situación y extrañado de la seguridad en las palabras de la chica, bajé el puño lentamente, volviendo a razonar como siempre. Me incorporé mirando los desperfectos que había causado con aquel golpe de una fuerza dudablemente humana, y entonces comprendí en el lío que podía meterme. Echando una última mirada a aquella chica misteriosa, me alejé a prisa de allí, esquivando a la gente sin querer mirar atrás, temiendo que a alguno se le ocurriese pararme los pies. Y entonces si que estaría metido en un grave problema.

Ese chico parecio confuso y no saber que habia pasado.
Por suerte no se resistio y dejo al hombre quien se encontraba en el suelo con un fuerte Shock.
El chico miro a su alredeor asustado y justo como pense por su cara salio a correr despavorido de alli apartndo a la gente de su camino.

No podia dejarle escapar,ese chico podia tener problemas o peor aun podia causarlos.
Corri detras de él persiguiendole,era un chico rapido y atletico por la velocidad a la que corría.Preferí no gritarle de forma que no se diese cuenta de que le estaba persiguiendo de otro modo intentaría perderme de vista.

Al cabo de unos minutos que me parecierón eternos,el joven comenzo a aminorar la marcha poco a poco.
No sabia muy bien que decirle y tampoco que era el chico en cuestión y si me atacaría.

Pero tenía que asegurarme de que no hiciese mas daño a nadie ni a él mismo.
Me detube a penas unos pasos de él y coji aire tan rapido como pude para comenzar a hablar.

-Espera,-dije algo fatigada despues de semejante carrera para alcanzarle-.

Tenía suerte de ser bruja,o no habria podido seguir su ritmo y alcanzarle.
El joven me miraba inspeccionnadome cuando me escucho como determinando si era una amenaza para él o no.

Corrí lo más rápido que me permitieron mis piernas, notando que mi pulsación se aceleraba por momentos, asustado por una parte por la posibilidad de que un coche de policía me parase los pies, y por otra... Por la bestia que había dentro de mí que cada vez se hacía más presente en mi escaso autocontrol. Fui frenando el paso una vez recorridas las tres manzanas siguientes y haber esquivado a todo vianante que se cruzaba frente a mí, a aquellas horas, demasiados para mi gusto. Pero por desgracia, mi respiración seguía alterada, aún ansiosa al pensar en lo que había hecho y el peligro que podía correr ahora. Por lo visto, el mal genio no era lo único que me estaba transmitiendo el monstruo que había en mí, sino también la paranoia. Me paré en la esquina que daba a un callejón, apoyándome en la pared para recuperar el control mientras me apartaba los mechones rebeldes del rostro, y sin ayudar en nada, repentinamente un vianante rozó mi hombro con cierta brusquedad al pasar por mi lado, consiguiendo que me girase hacia él dispuesto a decirle algo, pero entonces la volví a ver. La chica de antes, la que me había pedido parar, ahora estaba a pocos metros de mí, y pudo ver durante un segundo, al fijar mi mirada en ella, que había un brillo muy poco natural en mis ojos, y que desapareció al segundo después. Girándome del todo hacia ella y examinándola de arriba a abajo con una rápida mirada, como si examinara a un contrincante, fruncí el ceño sin fiarme un pelo.

- ¿Qué haces siguiéndome? ¿Quién eres tú?- me acerqué un par de pasos hacia ella con aspecto tan inquieto como algo amenazador, y echando una ojeada a nuestro alrededor, volví a preguntarle parándome frente a ella a pocos pasos.- Si eres policía, diles a tus amiguitos que dejen de seguirme. Yo solo me defendía.

Cuando el chico se acerco a mi mi autoreflejo me dijo que me separase.
Que sería mejor guardar las distancias,un brillo que habia visto antes en algun lugar pero no recordaba donde aparecio derepente.

El joven me examinaba inquieto y dispuesto a atacar si se veia nuevamente amenazado.

Nuevamente vi unos pasos hacia atras alejandome.

-No soy de la policia,ni tú un simple humano segun e podido comprobar.-Media cada palabra que decia con cuenta gotas no queria que se enfadase-.No se que eres,pero no puedes atacar a la gente de la manera que lo has hecho solo por que se cuele delante de ti.
Podrias averlo matado,y si me dices que esa era tú intención estas muerto! -Agregue seriamente,aunque el joven me imponia y no conseguia recordar donde habia visto ese brillo antes.

Su respuesta no tardó en llegar, aclarándome para mi alivio que no era policía, pero demosntrándome que algo en mí le había alertado de mi condición inhumana. Y aquello me hizo dudar ahora de que me encontrase frente a una cazadora, algo que me preocupaba más que enfrentarme a una simple policía... Y entonces me soltó aquello de que no debía comportarme así o terminaría muerto. Me tomé aquello como una amenaza en toda regla, sólo fijándome en el peligro que podía resultar para mí aquella chica misteriosa y al parecer, con poder suficientes para pararme los pies. En otra ocasión, habría meditado sobre la gran razón que había en sus palabras y el terrible daño que había causado y podría haber causado de no haber parado a tiempo. Pero sus palabras no consiguieron que me calmase y volviera a ser yo, frunciendo el ceño y tensando la mandíbula, dando un paso más hacia ella, cabreado.

- ¿Es que vas a matarme tú si te confiese que esa era mi intención? Porque sí, quise matarlo! ¡Porque estoy harto de que la gente se aproveche de mí, de que me traten como a una mierda! Y si tú no hubieses intervenido, ahora estaría disfrutando de ver un moratón en el ojo de ese cretino!- le espeté señalándole con rabia el lugar por dónde había dejado al tipo que se coló, acabando por subir el tono hasta el punto de que más de una persona se girase extrañada hacia nosotros. Pero eso no me importó, me importaba bien poco cualquier cosa que no significase una amenaza como aquella chica.

El chico se acerco a mi y estaba claramente molesto.Di un paso de nuevo hacia atras por precaución.
Ese chico estaba apunto de estallar,y me habia tomado como amenaza.Lo que significaba que era peligroso y que devia pararle los pies.

Pero habia mucha gente y usar mi magia delante de tanta gente levantaría sospechas,y no me apetecia volver a la era de ''Brujas a la hoguera''.

-Por muy molesto que estes esa no es razón para pegar a nadie.-pense mejor lo que decia,ese tipo si se merecia un pequeño golpe,pero no lanzarlo como si fuese un muñeco de trapo-.Bueno rectifico,si se merecía un golpe pero no lanzarlo como si fuese de goma.Que es humano y tú evidentemente no lo eres...

Comenze a atar cabos...

-Rapido,fuerte,mal humor...¡¡¡puede ser un licantropo!!!-pense oara mi.

Le mire de nuevo cuando al fin supe que tenia delante
Como habia gente mirandonos lo dije bajito para que solo él pudiese escucharlo.

-Ya se que eres!!.Eres un licantropo!!-exclame impresionada.

Habia oido hablar de ellos pero no habia visto ninguno en mi vida.

En respuesta a mi alterada confesión de intenciones, ella me hechó la reprimenda en un tono más moderado pero que no consiguió que me calmase mucho. Di un paso hacia atrás, y le di un poco la espalda para no acabar llevando a cabo la imagen que había surgido en mi mente y que no parecía posible haber salido de mí. Querer ver a aquella chica en el suelo desangrada y con un fuerte mordisco en el hombro solo era propio una vez más del licántropo que había en mí. Me llevé una mano al rostro para despejarme aquellos pensamientos macabros, y cuando oí su nuevo comentario, me giré rápidamente hacia ella, sorprendido y aterrado por la facilidad con la que se había dado cuenta de lo que era. Respondiendo a mis instintos de supervivencia, la cogí con fuerza de un brazo sin siquiera mirar alrededor, y la arrastré con decisión al callejón, consiguiendo que de un segundo para otro, la tuviese atrapada entre la pared y yo, quedándome muy cerca de ella.

- Por lo visto, tu instinto de cazador funciona de maravilla. ¿Pero ahora qué? ¿Piensas matarme a mí también? ¿Como haces tú y los tuyos con todo aquel que se sale de lo que llamais "normal", como si tuvieseis derecho a asesinar a todo el que no sea como vosotros!?

De nuevo había subido el tono hasta terminar en amenaza, dándole un puñetazo a la pared que había junto a ella. Pero ahora no me importaba como pudiese terminar aquello, ahora nadie se fijaría en nosotros.

El joven me cojio del brazo tan fuertemente que cundo me solto atrapada entre la pared y él los dedos se quedarón marcados.
Estaba aterrorizada,no parecia aver pillado al joven en una etapa muy amigable.Y ahora estaba atrapada y si me mataba nadie se daría cuenta y yo seguramente no tendria ni tiempo para gritar.

Escuche lo que me dijo,me confundia con una cazadora,sus palabras aunque en tono amenazador me llegarón al alma.
¿A cuantas criaturas inocentes los cazadores habían asesinado a sangre fría?.

Me arme de valor y le mire directamente a los ojos mientras suplicaba que no tuviese nada malo contra las brujas.

-No soy cazadora-dije mirandole a los ojos-soy una bruja,pero no soy una bruja maligna.Yo no hago daño a la gente.Y veo que tú tampoco quieres hacer daño a nadie...

Comprendi que el chico necesitaría mas que palabras para entrar en razón.
Esperaba que el pegarle una bofetada no le cabrease más si no que le hiciese entrar en razón.

Le pegue la bofetada aunque no antes de respirar profundamente varias veces para armarme de valor.
No iba a golpear a un ser precisamente inofensivo,sino a uno que me podria arrancar la cabeza de su sitio y yo no enterrarme.

Por suerte, la cazadora no recurrió a la violencia todabía. Estaba demasiado ocupada sintiendo terror hacia mí, mostrando aquella sensación que desprendía cada poro de su piel. Y aquello consiguió que hubiese más seguridad en mí y estuviese más dispuesto que nunca a hacer lo que hiciese falta para que aquellos hipócritas que nos llamaban asesinos y monstruos precisamente a nosotros pagaran la misma moneda. Pero entonces, cogiendo un valor de no sé dónde, la chica habló con bastante seguridad, demostrándome que lo que decía era cierto. Me relajé un tanto, mirándole con curiosidad y recelo. Si sólo era una bruja "buena", ¿Porqué me había amenazado de muerte? Cuando iba a interrogarla de nuevo, me sorprendió con un bofetón en la cara, que me la giró de un golpe. Incrédulo, me llevé una mano a la mandíbula por si me la había desencajado, y cuando volví a mirarla, me separé de ella unos pasos, mirándola como si fuese la primera vez que la veía.

- ¿Y dices que no haces daño a la gente? Auh...

Con aquel tono irónico pero aún sorprendido, dejé de masajearme el mentón y terminé suspirando, bajando los hombros, al fin, más relajado y sin la sensación de que el lobo estaba presente. Terminé apoyándome en la pared contraria de lado, pinándome el flequillo con los dedos e intentando poner ahora en orden mis ideas. Había intentado matar a un hombre... y ahora a aquella bruja. La miré de soslayo, con un suspiro de arrepentimiento.

- Yo... siento mucho todo esto. No sé lo que me ocurre hoy. No... No soy yo. La verdad es que realmente no quería matarte, ¿sabes?- sin creer que mis palabras fuesen suficiente escusa para que perdonase mi conducta de energumeno, dejé las palabras inútiles a parte, mirando al cielo para que la ansiedad no me atacase de nuevo. Cuando pasaron unos segundos de silencio. volví a hablarle, más centrado.- Así que una bruja buena... ¿Cómo reconociste mi condición?

El joven parecio calmarse cuando le abofetee,pude respirar tranquila.Temia que ocurriese todo lo contrarío y acabase decapitada o descuartizada antes de siquiera poder dar un grito.

Era la primera vez que tenía delante de mi a un licantropo,hace algunos años cuando era pqueña la abuela se enfrento a uno.Ella salio herida con una mordedura en el costado.Por suerte cojierón la herida a tiempo y pudo curarse.
Al final mi padre dio caza al hombre lobo una semana despues con la ayuda de mi madre.
Me pregunto si realmente ese licántropo no sería como este joven.De ser asi sin quererlo mis padres habrian cometido un asesinato.

Me sorprendio su pregunta,cualquier ser sobrenatural acostumbrado a las cosas que se mueven por este mundo podria haverlo notado al ver el estado en que se encontraba.

Suspire dejando caer mi peso relajadamente sobre la pared apoyando las manos detras en mi espalda.

-No te ofendas,pero cualquier persona acostumbrada a este mundo que huviese presenciado lo que yo lo habria acabado descubriendo.
Me alegra que no quisieras matarme,es un alivio no sabia si acabaría descuartizada en pocos segundos. -dije bromeando-.Por cierto me llamo Piper

Para mi alivio, noté como mi compañera terminaba por relajarse al no encontrar más peligro en mí. Y no tardó en responder, preocupándome por la naturalidad con la que explicó que cualquiera podría reconocer mi condición de licántropo. Aquello me llevaria a serios problemas si resultaba tan obvio lo que era frente a cazadores. Aún con aquellos pensamientos, respondí con cierta ironía.

- Vaya... ¿Tanto se me nota?- fue una pregunta retórica casi para mí mismo, que bajé la mirada sin dejar de pensar en aquel tema, que realmente, no tenía ninguna gracia. No tardó en confesarme su miedo, por lo que volví a alzar la mirada hacia ella, sintiéndome mal al haberle aterrado de aquel modo, sabiendo que aunque bromease, no debía alejarse mucho de la verdad.- Yo soy Aidan. Licántropo inexperto.- me presenté con una risita cínica e incómoda.- La verdad es que llevo dos años siendo lo que soy, y te aseguro que nunca me había pasado ésto. Quizás influya que hoy sea día de luna llena... Pero no había sentido nunca antes esta rabia dentro de mí. Es como si... el monstruo estuviese ansioso por salir. Como si no pudiese esperar a que anochezca.

Le comenté en mi defensa, sintiendo que no tenía fuerzas para seguir luchando contra aquello. Y no sé porqué me preguntaba aquello a mí mismo, si en el fondo empezaba a verlo todo claro. Todo se debía a la influencia de aquella demonio en mi parte licántropa. No haber salido en toda la semana a la luz estaba volviendo loca a mi parte animal.

Le escuche atentamente,el joven no parecia ser una amenaza mas bien solo estaba angustiado y no podia mantener la cabeza fría.
Eso sería un problema tanto para él mismo como para las personas que lo rodeasen

Me habia propuesto este año realizar todas las buenas obras que pudiese y creo que Aidan era una de ellas.
Ademas con todo lo ocurrido ultimamente mas vale tener aliados que enemigos -pense

-Aidan, no tengo mucha experiencia con licántropos realmente eres el primero que veo en 8 años que llevo en esto.
Pero creo que aun no dominas a la bestia que ahi en ti suficiente y eso hace que te vuelvas violento.Y desgraciadamente un perfecto trofeo para algunoz cazadores corruptos.

Me quede pensando en lo ultimo que acababa de decir,cazadores corruptos.
Me e sorprendido al conocer a cazadores que no van con intenciones de solo matar aquello que daña a las personas.
Pero tambien se que están aquellos que los unico que les mueve es la lucha,la masacre la destrucción sin importar si esa criatura habia hecho algo o no.

Me horrorize ante aquel pensamiento y Aidan no era más que otro eslavon perdido que si era descubierto podria convertirse en un juego de cazar al gato...

Escuché sus palabras y lo que opinaba sobre lo que me pasaba. Pero era estúpido intentar encontrar un tratamiento para aquello cuando sabía perfectamente lo que me ocurría pero no quería asumirlo. Lo único que necesitaba era encontrar a aquella demonio y convencerla de que me permitiese soltar a la bestia en algún momento. Porque sino, explotaría matando a alguien a plena luz del día, o en el trabajo, o a saber dónde y cuando. Al menos, como licántropo, sabía lo que podía encontrarme por las noches en un bosque, pero siendo tan impredecible... todos corrían peligro. Su último comentario me hizo clavar la mirada en ella de nuevo, sabiendo que no era nada nueva aquella posibilidad, pero estando en la situación que estaba... quizás era lo mejor que me podía pasar.

- No creas que no soy consciente de ello. Pero creo que mi problema no tiene nada que ver con no saber controlar a la bestia. Es... algo más complicado.- le confesé al final, decidiendo que quién mejor que una bruja para tener alguna idea de lo que podía pasarme.- ¿Sabes algo acerca de pactos con demonios?

En ese momento, una voz algo alterada nos alertó de que alguien estaba en la entrada del callejón. Cuando nos giramos hacia su dueño, nos encontramos con el tipo de la gabardina de antes señalándonos, y a un par de policias que acaban de aparecer también, mirando alertados al lugar dónde el tipo señalaba desesperadamente.

-¡Él! ¡Él fue quien intentó matarme! ¡Y su compinche! ¡La que me robó la cartera!

Sin intentar encontrarle sentido a las acusaciones de aquel desquiciado, fijé mi atención en los policias, que parecían muy seguros de las palabras de la víctima y amenazaban con sacar sus pistolas. Retrocedí instintivamente sin no antes dedicarle una mirada de alerta a Piper, y sin querer, me choqué con un cubo de basura que provocó un fuerte golpe metálico en el suelo. Antes de poder comprender lo ocurrido, los dos agentes nos apuntaron con sus armas.

- ¡No se muevan! ¡Las manos en alto!

Los policias me dieron un susto tan que pegue un pequeño brinco cuando los escuche.
Pero despues escucha la voz del hombre al que Aidan habia empujado y acababa de decir que yo era la compinche de Aidan y que le habia robado la cartera!!!!!

Abri la boca como señal de sorpresa ante tal acusación,mire a Aidan detenidamente.
Estabamos metidos en un buen lio,estupido mal educado!! si le e salvado la vida -pense molesta.

No sabia que hacer asi que me dispuse a prepararme para cualquier indicio por parte de Aidan sobre que ibamos a hacer ahora.

Ver aquellos policias apuntándonos con sus armas, dispuestos a arrestarnos en cuanto alzásemos las manos en señal de rendición mientras el otro tipo nos miraba acusatoriamente, deseando que nos pegasen un tiro, me hizo no pensar dos veces lo que decidí a continuación.

- ¡Corre!

Le grité a Piper mientras ya daba media vuelta y saltaba el cubo de basura que había caído detrás mío. La chica no tardó en seguirme al ver que los policias no se decidieron a disparar, pues su trabajo era atraparnos si no íbamos armados, no herirnos. No tardamos en llegar sin mirar atrás a un callejón más estrecho aún que había al final del que estábamos y que daba a la calle peatonal en diagonal de la que por donde habíamos entrado. A mitad de aquel callejón en el que apenas cabía un coche aparcado, esperé a que la bruja me adelantara para atravesar el único contenedor que había allí, parándoles el paso a los policias, que soltaron un par de maldiciones al encontrárselo. No tardé en alcanzar a Piper al final de la calle, y en cuanto salimos de ella, nos encontramos con la zona peatonal llena de gente que nos ayudarían a despistarlos más aún. Le cogí de un brazo a mi compañera y caminamos a prisa hasta entrar en el primer portal que encontramos, no sin antes mirar un par de veces hacia atrás, sin ver más a los polis. Una vez recuperamos la compostura, busqué la mirada de Piper.

- No me digiste nada de que también te dedicases a robar carteras. ¿De dónde has salido tú?

Nos detuvimos en el portal,al entrar me apoye en la pared mass cercana que pude escondiendome en una de las esquinas para poder recuperar el aire que me faltaba y de paso la voz.

Espere hasta que mi respiración fué calmandose poco a poco.Realmente estaba molesta,yo no era ninguna ladrona.

-Yo no he robado nada a nadie Aidan.-dije con un tono algo molesta- no me dedico a robar carteras,tengo otros hobbys mas sanos y recomendables que robarle la cartera a un pobre desgraciado.

Realmente este no es mi día -pense mientras daba un suspiro.

-Bueno ¿y ahora que vamos a hacer? -pregunte encojiendome de hombros como señl de que esa situación me incomodaba bastante-.
La policia nos busca a ambos,a ti por pegar a ese tipo y a mi por que segun él le e robado la cartera.
Tengo que pensar un modo de arreglar esto... -me dije a mi misma mientras dejaba vagar mi mente recordando lo ocurrido.

No tardó en responderme con un tono molesto que no era ninguna ladrona. no sé porqué, no me extrañé de que aquel tipo fuese un completo mentiroso. Se aprovechaba de la gente, de sus devilidades y despistes, de eso vivían algunos. Y seguramente pensaba hacer lo mismo con Piper, denunciándola ahora que nadie le creería para sacar una buena tajada de su cuenta de ahorros. Me eché hacia atrás el flequillo, intentando aclarar las ideas para que se me ocurriese algo para salir de allí. Me asomé con cuidado por la esquina y no vi a ningún tipo trajeado de policía ni nadie que nos mirara sospechosamente, lo que me tranquilizó bastante.

- Recemos para que no nos haya captado ninguna cámara de seguridad y no se hayan fijado en mi uniforme de paramédico. Porque si ha pasado algo de eso, ya podemos dar nuestra paz por finalizada.- le comenté aún atento a la gente que aparecía por el final de la calle, pero al final me giré hacia Piper, recordando lo que era, y me acerqué a ella con el ceño ligeramente fruncido, pensativo.- Espera, ¿tú no eras bruja? Debe haber algún tipo de encantamiento o algo que hagais para libraros de este tipo de situaciones, ¿no? Perdida de memoria, retroceder el tiempo, hipnosis... No sé, algo.

Me quede en blanco,solo una vez en mi vida use un conjuro como ese y no era tan facil como se pensaba.
Tenias que tener algo de la persona que fuese a perder la memoria.En nuestro caso varias cosas las cuales no poseiamos.Y despues preparar el altar con las velas y el conjuro adecuado.

-Hay un pequeño problema con eso...-dije pausadamente- veras la magia no es hacer un simple conjuro sacado de la manga y recitar algunas palabras y listo.
Es mas complicado y cuanto mas complicado es el problema mas complicado es el hechizo.
Los paganos hacian hechizos de esta clase pero para ello necesitaban un objeto perteneciente a las personas que querian hacer el hechizo.
Y luego conseguir los ingredientes algo no muy facil en este tiempo ya que algunas plantas no las encuentras facilmente.
Pero partiendo del principio,necesitariamos algo de las personas a las que vamos a hacer perder la memoria.
Y hay demasiada gente que vio lo que paso Aidan asi que a menos que robemos un objeto personal de cada individuo estaremos en las mismas.

Escuché su explicación, cada vez viendo más crudo el tema con cada complicación que ponía. Al final, asentí con rostro cansado y acabé haciendo un gesto de resignación, volviendo a acercarme a la salida del portal.

- En ese caso sólo nos queda cruzar los dedos. Y por ahora la suerte parece estar de nuestra parte. Aunque haya tardado en llegar...- comenté mirando de nuevo la calle sin ver policía alguno. Al fina me giré de nuevo hacia ella.- ¿Te atreves a intentar salir de aquí de una vez por todas? No veo a nadie sospechoso.

Frente a su silencio, le hice un gesto para animarla a acercarse a mí, y después de mirar a ambos lados de la calle, cogí de la mano a Piper y salimos al ruedo, mezclándonos entre los vianantes que iban en todas direcciones por la amplia acera. Cuando pasaron unos minutos de miradas expectantes a nuestro alrededor sin peligro visible, llegamos a relajarnos, haciéndonos al paso tranquilo de los demás. Y entonces me di cuenta de que aún cogía su mano. La solté ligeramente y le dediqué una media sonrisa para dejar de lado la incomodidad que habíamos sentidos minutos antes.

- No me respondiste a la pregunta que te hice en el callejón.- le recordé con otra de mis sonrisas amables, quizás llegando incluso a ser de disculpa. La había liado más de lo que me hubiese gustado...- Te pregunté sobre tus conocimientos sobre demonios y pactos con ellos.

Espere con el corazón en un puño que nadie reconociera a Aidan o a mí de lo contrario estariamos en problemas.
A veces la magia no era mas que una utilidad como liarte a tiros con un fantasma.No servia de mucha ayuda.
Me relaje un vez vi a Aidan que lo hacia,quien me tenia tomada de la mano y me solto al recordarlo.
Entonces hablo sobre la pregunta que me hizo en el callejon,la cual medite recordando mi gran estupidez de invocar a Odette.

-Sí haces un pacto con un demonio este esta forzado a cumpliarlo.Lo que no quiere decir que al igual que nosotros no podriamos intentar escabullirnos de nuestra parte del trato te aseguro que el encontraría una manera de escabullirse del suyo. -dije pausadamente mientras le miraba-.
A menos que hayan recibido ordenes de que deben cumplirlo y de ser asi algo traman.Ningun demonio quiere volver al infierno,y si ''mueren'' volverían alli.
¿Por qué lo preguntas? ¿Acaso piensas hacer un pacto con alguno?

Escuché su explicación sin dejar de mirar al frente, esquivando la multitud de gente que paseaba a un paso más rápido que el nuestro por nuestro alrededor, mirando a Piper en más de una ocasión de reojo hasta qye terminó de hablar. Entonces sonreí con ironía, y me encogí de hombros para que no sonase tan grave lo que diría a continuación.

- No, más bien lo preguntaba para saber qué me pasaría si deshago el pacto.- Piper me dedicó una mirada que me obligó a especificar mejor lo que le estaba contando.- Es una larga historia, pero el caso es que la demonio me ofreció encerrar mi parte licántropa las noches de luna llena para así evitar herir a gente inocente, pero como has visto tú misma, no ha funcionado. Así que... le pediré a Odette que retire el pacto.

Finalicé, dándome cuenta de que la había llamado por su nombre, y cuando volví a mirar a Piper, parecía alterada, así que le dediqué una mirada interrogante.

-¿Qué ocurre?

Mis ojos se abrieron ligueramente al igual que mis labios se separarón formando una mueca de sorpresa y horror.
Odette?! Pero es que el mundo se ha vuelto loco?!-pense

Con todo el mal que esa demonio salida del infierno queria causar en este lugar y Aidan tenía un pacto con ella.
Indudablemente Odette no retiraría el pacto,ni loca aunque se supone que cuando los demonios hacen un pacto deben cumplirlo seguro que Odette al igual que la mayoria encontraba el modo de incumplirlo,librase de ese pacto y tener a Aidan atrapado.

Trague saliva y volvi a respirar cuando me di cuenta que mi cuerpo habia dejado de hacerlo involuntariamente.

-Leiste la letra pequeña de ese contrato Aidan?!-dije algo enfadada- esa que pone PDATA:Eres un idiota,yo encontrare el modo de no cumplir mi parte y tú estaras atrapado para siempre.

Intente tranquilizarme y pensar con calma.

-Odette no anulara el pacto Aidan -dije finalmente algo más sueve pero dejando notar mi frustración en mis palabras- creeme,se de lo que hablo,yo tambien e tenido problemas con Odette y casi nos mata. -dije pensando en lo ocurrido hace tiempo-.

Me dejaron parado sus duras palabras, pero a la vez, comprendí que había cometido un grave error haciendo aquel pacto. Cerré los ojos maldiciéndome a mí mismo mentalmente, cayendo en la cuenta de que desde el primer momento me había temido aquello, y no había querido asumirlo. Sí, me merecía aquel insulto gratuito de idiota.Su última frase me sorprendió, volviendo a mirarla directamente al rostro mientras caminábamos, y entonces me paré en seco en medio del paseo, buscando una solución a aquello.

- Entonces tú la debes conocer mejor que nadie.- le dije penstivo, y colocándome al fin los brazos en jarra, llegué a una conclusión- Voy a enfrentarme a ella si hace falta, lo tengo claro. Quiero romper ese pacto, cueste lo que cueste. No puedo seguir esquivando mis errores...- solté un suspiro de cansancio y volví a mirar a Piper a los ojos, acercándome a ella unos pasos.- Sé que no es justo pedirte esto... Pero, ¿me ayudarías a invocarla? Sólo sería eso, te lo prometo. Ni siquiera tendría porqué saber que participaste. Y a cambio, lo que me pidas. - su actitud no es que fuese muy receptiva, así que antes de que dijese nada, agregué algo más con un tono de súplica, haciendo ademán de cogerle la mano pero quedándome a medias, inseguro.- Yo no sabría hacerlo solo. Por favor... Necesito acabar con ésto antes de que mate a alguien y no haya vuelta atrás para ese error.