Fiebre del sabado noche (Dean)

Sábado noche, día de locuras y sin duda de mucho ajetreo en las calles de la ciudad. Bostecé ligeramente aburrido para después, rascarme la nuca pensativo, mirando a la gente pasar desde mi tranquilo callejón. Gente hablando, por teléfono, con otras personas, incluso consigo mismos, ¡había algún que otro loco! Sin duda alguna, su estancia en la Tierra se estaba haciendo más interesante por momentos, a medida que pasaba el tiempo. Tomé un cigarro y me lo encendí con suma calma, para después, girarme hacia el callejón y echar a caminar, pero, para sorpresa mia, me encontré con alguien inesperado, un cazador que me apuntaba con un rifle, ladee la cabeza:

-¡Vas a morir monstruo! ¡Por lo que le has hecho a Timmy! - dijo aunque, antes de que pudiera reaccionar, chasquee mis dedos y rompí sus dos manos.

-Uno, no sé quien es Timmy, dos, déjame tranquilo - dicho esto, chasquee los dedos, y su vida, fue segada con un sonoro "Crack" en su cuello. Negué en silencio. -Ay, la borrachera del sábado noche. Que obvio... - me sacudí las manos y mi traje, y eché a caminar por el callejón tranquilamente.

Hey –me acerco al demonio que hace un momento había acabado con la vida de alguien, aunque no estaba seguro (que demonios tenían entre manos) con paso decidido saco la daga de Ruby que tome prestado sonrío acercándome al demonio.

–Well debe ser un día de suerte un demonio para esta noche ¿Qué nos ahorramos la charla y hacemos una lucha? Espero a la reacción del demonio frunciendo los labios, apretando con fuerza la daga de Ruby

Me giré lentamente, al observar que hay alguien que, para variar, está dando por saco, gruñí y me giré lentamente, hasta que vislumbré la cara de mi atacante, para después, sonreir macabramente y mostrar durante unos segundos mis ojos de color amarillento.

-Anda, un Winchester - reí un segundo, para apartar la daga con total confianza. -Quita eso, merluzo, no tengo intención de pelear contigo, ese tipo de ahi, simplemente me apuntaba con un arma y yo me defendí, él se lo buscó. ¡Respeto las reyes de la Madre América! - reí macabramente, mirandole

Observo los ojos del demonios muevo la cabeza sonrío hago un chiste de los míos-man en serio por cierto seguro, que de noche iluminas mas que una linterna – Me quedo serio mirando al demonio, nada puedo creer de estos hijos de perra de ojos pálidos seguro de que tarde o temprano se lanzaría para acabar con mi vida si es que le dejo…-claro los reyes de la madre América –miro el cuerpo de sujeto que estaba en el suelo –sabes los demonios tenéis un arte ego, podéis hacer lo que querías ¿no? Eso vamos a cárganos a los humanos que son desechos solo nos estorban, pero para eso estamos aquí ¿no? Para limpiar a nuestra America de sucios hijos de perra demoniacos-


al observar esos ojos que recordé un momento a Azazel el maldito demonio que destruyo toda mi familia, no me ande con rodeos le pregunte directamente a la fuente- entonces debes ser un amigo de Azazel- giro sobre mis talones aun empuñado el cuchillo –tal vez parientes –sonrío algo esforzado, sin apartar la mirada. O come on estaba cansado de las mierdas de todo que tener que liderar con estos malditos – parece que es mi día de suerte, y soy famoso mas que… Lindsay lohan si… un Winchester que te pateara tu trasero de nuevo así que, porque no nos dejamos la charla demoníaca y luchamos o tal vez prefieras tomar un jugo demoniaco antes, contarme como te hiciste demonio bla bla bla-

-Como no, Lincoln, Kennedy, eran reyes, a su manera. - ironicé. -Pero, ¿para qué negarlo? Me gusta mucho jugar con estas conversaciones, ¿sabe? Sobretodo si afirmas que tengo un alter ego. ¡Ja! ¡Soy así, imbécil! - me aparté pensativo, mirandole con total tranquilidad.

-Eeeeeh, que solo me he cargado a ese porque me apuntaba con su pistola, ¿qué culpa tengo? - me encogí de hombros para después, escuchar que preguntaba sobre Azazel. -Eh, Azazel, es viejo, yo también, aunque bueno... - ladee la cabeza.

-No, no soy pariente ni amigo suyo - concluí, tranquilamente, mientras metía mis manos en los bolsillos. -¿Luchar para qué? ¿Contarte como me hice demonio para qué? Chico, antes de que des un paso, te rompo las piernas, y no quiero hacerlo, me caes bien, me eliminais a la competencia - clarifiqué.

Parece que ese demonio sabe hacer buenos chistes si tiene clase
–Woah que suerte hoy no voy al cielo-sonrío no era la primera vez que voy al cielo, he estado en el infierno y cielo debo decir que es apestoso.
–Entonces tu plan demon es ¿Qué nosotros acabemos con la competencia? –Comienzo a reír –ya eso es una novedad para nosotros, sabes tienes clase para ser un demonio puede que no te mate, tal vez sepas algo que yo necesito saber. -
Si algo como ¿Dónde demonios están los jinetes?

–Well no ando con rodeos voy a ser claro, al parecer el gran jefe Lucifer emerge un poder grande contra los llamados jinetes del Apocalipsis, por lo que necesito saber algo-miro serio al demonio hasta yo mismo no me reconozco ¿platicado con un demon? (O come on) desde cuando hago esto…claro que también debo saber la localización de esos jinetes. –Necesito saber donde puedo localizar a hambruna, peste, guerra estoy seguro..de que sabes sobre tus amigos compadres de los infiernos o al menos, debes saber algo ¿verdad?-Vale según muerte me dijo que necesito encontrar esos jinetes aun no se para que, debo parecer idiota en estos momentos en serio ( para que demonios, necesitamos los anillos de Frodo o decir mas bien de los jinetes)

-No, pero al infierno te puedo mandar otra vez si quieres, tio simpático - comenté burlón y divertido, para después, moverme tranquilamente hacia una pared, encender un cigarrillo y fumar tranquilamente, mirándolo con total tranquilidad.

-Trafico con información, simpático, ¿ahora te enteras? Si es que tiene cojones. ¡Y claro que me eliminais a la competencia! ¡Si no, ya no tendría tantas diablesas en mi catre! - reí para después ofrecerle un cigarrillo tranquilamente.

Escuché su petición, y fuí abriendo los ojos tranquilamente, pero, sin duda, un tanto sorprendido. Demasiado tiempo en la Tierra, sin duda alguna.

-La ostia puta, ¿cuanto tiempo llevo yo aquí sin saber de esto? ¡Cojones! - asentí. -¡A la mierda el negocio como vengan estos! ¡Mal asunto! - comenté para mi mismo. -No sé nada, pero siempre puedo sacar algo, la cosa es, ¿confiarás en un demonio como yo? - sonreí burlón mientras daba otra clada a ami cigarro.

El demonio se apoyo en la pared sacando un Marlboro, alzando la cajetilla mientras me ofrecía un cigarrillo, niego levemente con la cabeza -No fumo, prefiero mantenerme con los pulmones sanos- Me apoyo en la pared observando su plante serio esperando una respuesta, sobre el paradero de los jinetes pero por lo visto, este demonio no reunía esa información o tal vez estaba jugando (como suelen hacer todos los demonios ) frunzo el entrecejo sonrío algo esforzado

- O claro todos los días me puedo fiar en un demonio- No estaba para juegos pero en un paso en falso puedo ser un hombre muerto, puede que este lo suficientemente desesperando para buscar información entre los apestosos demonios (pero que otra elección tengo) alzo la vista mirando un tipo que se bamboleo saliendo del bar, de nuevo observo al demonio-No soy muy amigo de los demonios, créeme no te gustaría saber lo que he hecho con muchos hermanos tuyos. Pero si me das esa información te daré algo a cambio, te dejare libre ¿te parece? Nadie ira detrás de tu trasero demoniaco, estará fuera de juego man ¿Qué dices? -

-Tú mismo colega... - me encogí de hombros y finalmente, me estiré para después, escuchar sus palabras.

Primeramente me encogí de hombros ante su decisión de no fiarse de un demonio, o bueno, la que ya tomó en su día:

-Como quieras amigo - comencé. Luego, comentó su observación de que no era muy amigo de los demonios, y después, me reí ante sus últimas palabras, pero no con desprecio, si no con ironía.

-Necio... ¿te crees que puedes hacerme tú algo a mi? Mira colega, te daré la información a un precio que ya me pensaré, y cuando la obtenga, más tarde, ni de coña - dije seriamente, no mentía para variar.

Debo estar desesperado pidiendo ayuda a un demonio. De otro modo, estoy atado de pies a manos, no tengo opciones.
-Okay -
Le dije al demonio.- Joder que puedo perder ¿Mi alma? De todos modos vamos a morir -
Sonrío levemente moviendo la cabeza, me apoyo en la pared. Observando al demonio que cambio de expresión.
-Crees que Lucifer les gusta la competencia -
Le dije al demonio mirándolo. Con aquellos ojos que me hace recordar tanto, al cabrón de ojos amarillos.

-Pues no -Le dije finalmente -El solo quiere usaros para su mierda de plan. Cuando ese pase, os espantaran como las moscas. Así que, si no quieres ayudarme perfecto, si no…Cuando Lucifer se apodere de esta mierda de mundo, te darás cuenta del error que has cometido.