By the way(Ragnos)

Habia escuchado rumores,normalmente no prestaba demasiada atencion a ellos,pero algo capto mi atencion,la palabra demonio.

Era demasiado tentador el conocer a otro de los mio,aunque no me llevara demasiado bien con ellos,pues la mayoria se creian superiores de lo que eran,pero por probar y ver si podia encontrar un aliado,o al menos algo de diversion extra,no perdia nada,asi que puse rumbo al local que supuestamente era de su propiedad.

Llegue,era la primera vez que ponia uno de mis pies alli,pero parecia un lugar en el que encontrar victimas en bruto,gente que pensaba en ir a pasarselo bien,y que posiblemente acabara muerta en cualquier ocntenedor,donde se merecian.

Camine decidida hasta la barra,con la idea clara de preguntar por el dueño del local,pero antes,podria acallar mi sed con algo de beber,si...esta vez elegiria alguna copa,la sangre la dejaria para mas tarde.

La música sonaba, no era rock para variar, sino musica de discoteca, electrónica, si, bueno, esas cosas que le gustaban a los mortales y que a mi ni me iban ni me venían. Me encontraba tranquilamente, tirado en mi despacho, con una copa de ron del bueno en mi mano. Ron añejo, rico rico, ñam ñam, exquisito manjar para alguien como yo, sin duda alguna. Bostecé mientras escuchaba la música retumbar en las paredes, y yo movía con ritmo mi cabeza en silencio, agitando mis hombros de vez en cuando hasta que finalmente... me cansé otra vez.

-Joder... - tomé el auricular del teléfono, y llamé a la barra. -¡Jimmy! ¡Quiero una puta copa de whisky y rapidito! ¡Y que venga Janice! - gruñí en voz alta.

En la barra, el teléfono sonó, y el tipo que se encontraba frente a Odette, el barman, tomó el auricular. Escuchó y contestó.

-Pero... si Janice acabó el turno... - habló tranquilamente.

-¡Pues contrata otra! ¡La primera que pilles! - solté y colgué con mala ostia.

El barman, Jimmy, colgó y miró a Odette, a la cual, tras mucho observarla, mostró fugazmente sus ojos negros de demonio. Sin duda Ragnos sabía como llevar un local.

-Disculpa, ¿pero estarías dispuesta por 400 dolares llevar una copa al jefe? Se está cabreando... - comentó Jimmy

Estaba con la copa en la mano,observandolo todo,todo lo que estaba a mi alrededor,era una especie de mania eso de analizar cada lugar nuevo al que iba,y desde luego,esta no iba a ser una excepcion.

Esa voz de fondo llamo mi atencion.Enarque una ceja y lo mire sorprendida,pero sobre todo extrañada de que se ateviera a proponerme ser camarera por unos minutos.En ese preciso instante se me pasaron por la mente diversas opciones,formas de acabar con ese ser tan insolente,pero recode el motivo por el cual estaba ahi,conocer al dueño del local,al demonio,asi que aquello parecio ser una estupenda oportunidad servida en bandeja de plata.

Asenti y cogi la copa que tenia preparada para su jefe.-Tranquilo,no hace falta que me indiques el camino.-la verdad es que la disposicion de los bares era muy parecida,eso añadido a que mientras mas cerca estuviera de su situacion mas lo sentiria,harian el resto.Toque a la puerta,imitando los buenos modales de las tipicas camareras obedientes,y entre.

-Creo que esto es para ti.-dije con una gran sonrisa de satisfaccion en mi cara,habia conseguido una audiencia con aquel tipo y sin ni tan siquiera pedirlo...seria mi noche de suerte.

-Al fin nos conocemos,soy Odette...y no hace falta que me digas tu nombre.-añadi con prepotencia.

Jugueteaba en silencio con la copa de cristal que había contenido anteriormente el ron, para después en silencio, lanzarla contra la pared, aburrido. Finalmente, alguien llamó a la puerta y en cuanto ese alguien entró, abrí los ojos de par en par y solté un silbido.

-La ostia, Janice está despedida, tú estás contratada chata - dije seriamente, para después, observar en silencio la copa, y después, a la nueva camarera, si es que en verdad lo era, o incluso ya la había contratado y no la conocía de nada.

-Cierto eso es para mi, y... ostia, ¿sabes mi nombre? Genial - sonreí egocéntricamente para tomar mi copa de whisky y darle un buen trago, para después, dejarla sobre la mesa.

-Pues, hola señorita Odette, ¿qué te trae por mi humilde morada? - pregunté divertido observandola con total tranquilidad.

Vaya demonio,humano,vampiro o lo que fuera,todos los del sexo masculino tenian el mismo cerebro...que novedad...

Deje la copa en la mesa y me medio sente en el filo de esta.-Veras,siempre es bueno saludar a compañeros,no crees?.-dije ironicamente,por que debia haber una razon que no fuera la simple curiosidad para ver a uno de los mios?.

-Por cierto,no hace falta que despidas a la tal Janice...yo solo he hecho esto como "favor",ademas,asi he podido acceder a esta parte del local,bien,objetivo cumplido!.-dije con una alegria demasiado teatrera.

Empece a dar golpecitos con las uñas a la mesa mientras volvia a examinar la habitacion,vale,el tipo tenia buen gusto para la decoracion,o al menos,dinero para permitirse contratar a un equipo de decoradores.

-¿Has tenido que matar a mucha gente para conseguir eso?.-pregunte con una sonrisita mientras lo miraba.

-Compañeros, si bueno, si así gustas de llamarlo preciosa - dije con total tranquilidad. Bostecé, mientras ella volvía a hablar nuevamente, y yo la escuchaba con total tranquilidad, mientras me acomodaba nuevamente, situando mis pies sobre el escritorio de mi despacho.

Ladee la cabeza ante su alegría teatrera y finalmente, la observé, mientras echaba un ojo a mi habitación, cosa que yo aproveché para fijarme en sus curvas, para después, coger otra vez mi copa y darle un buen trago.

-¿Mucha gente? Baaaah, solo al local entero. La sangre sale bien cuando está fresca, y mirale tú ahora, que lugar más provechoso. Neutralidad, es lo que hay en este sitio, pero, no todo lo que reluce es oro... - reí a carcajada limpia. -Pero bueno, basta de fardar, poca gente quiere colarse aqui, aparte de conocerme, ¿hay algo que más quiera? - dije seriamente. -Si no, te pido una copa y charlamos tranquilamente - sonreí.

Me encanto aquella respuesta,el bromear con la sangre,con matar gente...simplemente me encantaba,y gracias a ese comentario,supe que aquel demonio podria ser uno de los pocos afortunados que gozaran de mi simpatia.

-Buena respuesta y si,te cojo la palabra,me encantaria tomarme una copa,pues la mia me la deje a medias para venir aqui.-me levante del escritorio y con pequeños pasos mientras hablaba me acerque hasta un sofa que habia en una esquina,me acomode alli y pase los brazos por este.

-Si,la verdad es que el local esta genial,pero no te cansas de estar aqui encerrado?yo no seria capaz,me encanta demaisado el bufet libre como para esperar que vengan a mi,me gusta salir a buscarlos,observarlos,atemorizarlos...-dije como si aquello fuera lo mas normal del mundo,aunque claro,para mi si que lo era.

Lo mire,tenia una mirada demasiado tranquila,y como no,como todos nosotros,escondia algo,me gustaba,al fin alguien que tuviera los mismos pensamientos que yo.

-¿Voy a tener que hacerme yo misma de camarera?.-dije suspirando al ver que no llegaba nadie con las copas.-Desde luego,si quieres que las cosas se hagan bien,debes hacerlas tu mismo.-

-Tomo nota - dije unicamente, observando como se movía, hasta que se movió hacia el sofá que allí tenia. Aquella parte del bar, era mi casa, asi que...

La miré en silencio, mientras preguntaba y finalmente, me levanté, tomando mi silla y moviéndola hasta estar cerca del sofá, donde me senté con total tranquilidad.

-Que va, aqui hay mucho que hacer, además, ¿quien te dice que esté aqui encerrado todo el día? - reí, para después, escuchar sus palabras y sonreir, riéndome. -Cierto, si quieres algo bien, hazlo tú mismo - me levanté y cogí un par de copas del armario, le indiqué que mirara la nevera que alli había.

-Echa un ojo y coge lo que gustes. Refresco, cerveza, whisky, hay de todo y frio frio - sonreí.

Me crucé de brazos pensativo y finalmente, sonreí de medio lado:

-Ahora que lo pienso, si tú vieras la de cosas que uno puede hacer aqui, lo flipas señorita - comenté.

Por lo visto era mas facil servirnos la bebida alli mismo que esperar a que algun camarero o camarera viniera a traernosla.Me levanted el sofa y me dirigi hacia la nevera,la abri y si,ahi estaba,esa adorada botella de vodka,la saque y la lleve hasta alli,sirviendola en los dos vasos.

-Tienes un concepto un tanto extraño sobre la sorpresa,compañero,no soy "chica"que se asombre facilmente.-afirme mientras daba un trago al vaso.
Estaba bien poder tener una conversacion demonio-demonio...las mentes iban bien encaminadas,despues de todo,estar en el infierno te hace ser...especial.

-Aunque no veo ningun resto de sangre,cabeza,piel...asi que creo que no te refieres a torturar,aunque si me dejaras a alguna pequeña humanita a solas conmigo unos minutos,te aseguro que haria de este un lugar mas acogedor.-añadi bromeando y elevando el vaso para brindar.

-Por una proxima tortura en la que ambos estemos presentes.-añadi a modo de brindis.

- Bueno, si no te asombras fácilmente, hace todo mucho mas interesante.- sonreí divertido para después mirar mi copa durante unos instantes, hasta finalmente escuchar los comentarios de Odette sobre la decoración. Ladee la cabeza pensativo y finalmente hablé:

- Hombre, si te traigo otra humana seria para desnudados mutuamente frente a mi. Eso si que seria una decoración de la ostia.- afirmé.- Lo de la sangre, sesos y tripas me lo guardo para la privacidad, encanto.- aseguré.

Ciertamente, me agradaba hablar con un congénere para variar, y sin uda me resultaba interesante su forma de ser. Finalmente propuso un brindis y sonreí.

- Salud.- dije alzando mi copa y brindando, para después beber en silencio de un trago mi copa.

Brindamos como buenos demonios que eramos y bajamos las copas,colocandolas en una pequeña mesita de madera.Sonrei por su anterior comentario y no pude evitar soltarlo.

-Para decorar de ese modo esta habitacion no te haria falta nadie mas que yo,creo que es evidente.-añadi terminando por reirme,pero era lo que pensaba de verdad,mi recipiente era de lo mejorcito que me habia encontrado por la tierra.

Volvi a llenar el vaso y de un trago me lo acabe.

-Bien,y cuanto tiempo llevas por aqui?.-de repente me entro la curiosidad,yo tan solo llevaba unos meses,y aunque al principio me costo adaptarme,acabe por acostumbrarme.Me lo quede mirando,muy fijamente esperando una respuesta.

-Ocurre algo?

Tras brindar, ella lanzó un directo comentario que provocó la atención de mi mirada, la cual resplandeció durante unos segundos en un colr amarillento y después logró propcar en mi una leve pero picaresca sonrisa. Me pensé la respuesta a su nueva pregunta, echando cuentas y finalmente, asentí:

- Creo que llevo 10 años por aquí pululando, de ahí mi riqueza y este boniiiiito local.- afirmé, aun mirandola. Su reacción ante mi mirada no se hizo tardar. Sonreí sugerente:

- Simplenente me preguntaba si en verdad podrías decorar y atraer
mi mirada e interés como afirmas.- comenté.

Vaya,diez años era demasiado,yo esperaba no tener que pasar tanto tiempo por la tierra,estaba deseando volver a mi calido hogar,a la cercania de mi padre y a ese aroma a almas siendo torturadas por mi o por alguno de mi mas diabolicos congeneres.

Estaba con la mente en blanco,bueno,en blanco literalmente no,estaba pensando en todo aquello y su voz llamo mi atencion.Cuando esas palabras se ordenaron en mi cabeza sonrei y me eche hacia atras en el sofa.

-Podria atraer tu mirada,interes y muchas mas cosas.-añadi con una media sonrisa y con la mirada mantenida en el.

En un movimiento rapido,me quite los zapatos y puse mis pies sobre el,estirando las piernas.-Lo que pasa es que estoy muerta...un masaje me vendria genial,te lo aseguro.-dije con una candida e inocente sonrisa que no pegaba demasiado conmigo.

-Oooh, eso suena a provocación, y debo decir que me gusta - comenté mientras la observaba moverse en el sofá. Después, enarqué una ceja ante sus rapidos movimientos y finalmente, noté sus pies sobre mis piernas.

La miré y enarqué una ceja, observando su sonrisa y finalmente, su forma de actuar. No colaba su patética actuación, pero, ¿para qué negarlo? Le gustaba seguirle el juego.

Dejé mi copa a un lado, y comencé a masajear sus pies con maestría mirandola aun con mi ceja enarcada.

-Tengo el presentimiento de que esto es una simple escusa para que te masajee los pies y demás, pero, ¿qué pierdo siguiendote el juego más que la dignidad ya perdida antaño asesinando? - reí divertido.

El masaje comenzo pese a su escepticismo a la hora de seguirme la corriente y la verdad es que no sabia ni queria saber cuantos masajes habia dado a lo largo de su existencia,pero lo hacia de maravilla.

Eche mi cabeza hacia atras y cerre los ojos disfrutando del momento mientras escuchaba sus palabras de fondo.

-No deberias decir que es indigno asesinar,torturar o nada de eso...es lo que mejor se nos da hacer.-dije abriendo un ojo y levantando un poco la cabeza para verlo.

-Estupendo,eres un maravilloso anfitrion,deberias incluir uno de estos de regalo con cada consumicion.-dije refiriendome al masaje...y si,la imagen que vino a mi mente era genial,el dueño del local en esa situacion.

-Puedes dejarlo si quieres,me los has dejado como nuevos.-dije mientras bajaba los pies al suelo.

-¿Puedo devolverte el favor de alguna forma?.-

-Eeeeh, hablo desde el sentido humano. Para mi matar y todo eso es chachi - dije con cierta "inocencia" en mi voz, observando sus gestos ante su masaje, escuchando sus comentarios en silencio hasta que finalmente, cuando ella afirmó que estaba como nueva.

Paré finalmente, y escuché sus palabras, y me crucé de brazos divertido para después encogerme de hombros:

-Tantas cosas quiero, si es que... - dije pensativo. -¿Sugerencias, Odette?

Como me imaginaba,aquello no iba a ser demasiado directo.Era un demonio y dar rodeos era mi mas preciado hobbie,eso,matar y todo tipo de torturas y daños fisicos que pudiera proporcionarle a la gente.

Me lo quede mirando,con una sonrisa en mi cara y sin mas cogi el vaso de nuevo y bebi de el.

-Eh...mi mente es un pozo de ideas,quizas te arrepientas de darme sienda suelta.-dije levantandome de alli.

Me coloque tras de el,y le quite la chaqueta...vale,aquello iba con segundas intenciones,queria que se pensara que iba a lanzarme sobre el,pero sin estropearle el traje de seda italiano.Solte la chaqueta y comence a darle un masaje en la espalda.

-Disfrutalo,no suelo ir por ahi dando masajes.-dije mientras me centraba en su cuello.-Debe ser muy estresante pasar tanto tiempo entre estas paredes...-

La observé en silencio, y cuando dibujo aquella sonrisa, ladee mi cabeza para después, verla tomar su vaso. Sonreí con ironía y picardía para después, seguirla con la mirada, y contestar con diversión a sus palabras:

-Bueeeno, pues dejemos que la imaginación prime contigo, y veremos que sabes hacer. A lo mejor tienes premio y todo - reí antes de notar como se deshacía de mi chaqueta, para después, comenzar a hacer maravillas con sus manos, mientras hablaba.

-Tomo nota, señorita... - dije entrecerrando los ojos. -¿Estresante? Teniendo ahi fuera de todo, no te imaginas, pero bueeeno, siempre están estos momentos, con una bella señorita como usted - sonreí, levantando la mirada para verla a los ojos y guiñarle un ojo con picardía.

Por lo visto lo estaba haciendo mas que bien,pues mi "cliente"no se quejaba para nada,es mas parecia encantado con todo aquello.

-La verdad es que mi compañia relaja bastante,bueno,a la mayoria de la gente,los que acaban vivos.-bromee macabramente mientras seguia con el masaje.

-Espero que no te duermas por esto,como te he dicho,soy una caja de sorpresas y tengo toda la noche desocupada.dije cuando acabe el masaje,me coloque de nuevo delante de el y apoye mis manos en mis caderas.-¿Que tal?.-pregunte con una gran sonrisa.Me coloque los zapatos volvi a captar su atencion con mis palabras.-¿Vamos a pasar toda la noche en este despacho,no es que no me guste,pero soy una chica de mas accion,me entiendes,verdad?.-

-Ooooh, ya veo... - comenté cerrando los ojos, aun escuchándola. Cuando paró, los abrí y la observé, ladeando la cabeza en silencio ante sus palabras.

-¿Noche desocupada? ¿Noche? Hmmmmm... - pensé. -Hay dos opciones, salir y llevarte a bailar, o mi opción favorita - dije mirando de reojo el sofá en silencio, dándola a entender su opción favorita. -¿Qué será, mi invitada?

Empece a dar pequeños pasos por la habitacion,deteniendome en aquellos lugares que llamaban mi atencion,hasta que escuche su voz y me acerque a el.Sonrei de lado al escuchar las propuestas que lanzaba,aunque claro,sabia cual podia ser por la que mas se decantaba.

Me acerque a su oido mientras apoyaba mi mano un su hombro.-Te he dicho que tengo toda la noche desocupada,hay tiempo para todo,y ahora me apetece salir de aqui.-dije separandome mientras me reia fijando la vista en el.

Camine hasta la puerta y me di la vuelta para mirar al demonio.-¿Vamos?No me ha dado tiempo de ver demasiado el local.-

Me estiré en silencio tras aquel delicioso masaje nuevamente, observando sus gestos y sus movimientos, y ya próxima a mi oido, situando su mano en mi hombro, me susurró y yo reí, mientras me desabrochaba las mangas de mi camisa y sacaba los bordes de la camisa por debajo del pantalón.

-A mandar señorita... - dije mientras me levantaba, la agarraba de la cintura con picardía para después salir al lugar.

La música sonaba a toda pastilla, y la bebida corría por aquel lugar. Mucha gente, mucho ruido. Me gustaba. Llamé a Jimmy en silencio, con un gesto y vino enseguida con un micrófono y unas gafas de sol.

-¡Señoras y señores! ¡Hora feliz! ¡Consumiciones gratis durante toooooda la hora! - anuncié para después lanzar el micro por ahi y ponerme las gafas de sol y saludar haciendo un gesto de paz con los dedos. Que puta ironía. Lancé después las gafas por ahi y miré a Odette:

-Sala V.I.P o Sala P.M (Para Mortales( - dije divertido.

Salimos de la habitacion y enseguida empezamos a ver gente,bailando,bebiendo y haciendo esas cosas normales que se habian en un local asi.

Lo vi subirse a un escenario,captar la atencion de todo el mundo presente y ser ovacionado por aquello que solto de barra libre.Lo mire riendome desde donde estaba y enseguida volvio con su invitada de honor.


-Sabes como ganarte a la gente,eso no se puede negar.-era cierto,aunque en las condiciones en las que la mayoria estaban cualquier cosa los haria medianamente feliz.

-Y,en esa sala V.I.P. podria entrar una demonio como yo?.-pregunte.

-Me adoran preciosa, les doy lo que gustan. Salvo los ángeles que rara vez bajan, son unos amargados - comenté mientras echaba a caminar hacia la entrada a la Sala V.I.P.

La miré y reí:

-Veamos, eres la invitada de honor chata, tú entras porque me da la gana. Además, ¿quien manda aqui? Ah, si, yo... - sonreí y avancé en silencio. El gorila nos dejó pasar, al verme obviamente, y finalmente, la sala V.I.P, no tan abarrotada, pero con gente igualmente.

-Me lo he montado demasiado bien para mi gusto...

Entramos en la sala V.I.P.,bastante rapido,pues el era el jefe y sus "vasayos"por asi llamarlos,movian la colita al verlo llegar.

Sonrei al ver como respondia a mi pregunta.-Me esta gustando esta visita,esta siendo de lo mas productiva.-dije mientras pasaba mi mano por la pared mientras avanzaba.

La verdad es que aquello estaba bastante tranquilo,la musica se escuchaba mas de fondo y se podia hablar mas tranquilamente.
Vi un sofa bastante elegante,vaya,aquello estaba cuidado hasta el mas minimo detalle y me acerque,lo bordee y acabe sentandome alli,haciendole un gesto a Ragnos para que me acompañara.

-Traes aqui a todas las demonios que vienen por aqui interesadas en conocer a un congenere?..