Un trato es un trato(Aidan)

Estaba enfadada,mas que enfadada,...estaba que echaba chispas por la encerrona que me habia hecho el tal Aidan...y no,aquello no se iba a quedar asi,ni que lo pensara.

Camine decidida hacia el hospital,iba a hacerle pagar con creces lo que me habia hecho.Por el camino,mate sin piedad a varios ancianos que salian del hospital,varias chicas las cuales seguro que salian por un coma etilico o cualquier intoxicacion a causa del alcohol,...pero no importaba,su vida acabo en pocos segundos.

Llegue frente a la puerta y entre,me dirigi al mostrador e pregunte por el y me digeron que estaba a punto de terminar su turno...Me tocaria esperar si no queria montar un numerito en mitad del asqueroso hospital.

Al fin lo vi aparecer...con su maravilloso uniforme...asi no parecia ni siquiera un traidor...Me coloque delante de el,colocando una mano en su pecho para que parara.

-Mira,mira...el licantropo arrepentido...-dije moviendo mi cabeza hacia un lado mientras lo miraba.

-Tu y yo tenemos que hablar,vamos.-dije ahora mas secamente.

Aún no había podido superar el percance que sudeció en casa de Piper. Aún sufría alguna pesadilla en la que aparecía Odette con aspecto amenazador, más propio del mismo Diablo envuelto en llamas, y me perseguía, dispuesta a terminar con mi vida. Por eso cuando levanté la vista de mi mochila de trabajo, que colgaba de mi hombro derecho, y vi delante de mí a la demonio, parándome con su mano en mi pecho, la chica podría haber notado como mi corazón se paraba unos segundos y luego volvía a latir aceleradamente. Así que mi rostro también mostró el sobresalto primero de encontrar frente a mí a mi peor pesadilla. No me dio tiempo a hablar - aunque dudaba que pudiese salir alguna palabra de mi boca en aquellos momentos-, que me instó amenazante a que saliesemos del hospital sin que nadie sospechase nada. Aún sin mostrar mas que ese primer signo de terror, accedí a su "propuesta", y me dirgí a la salida mientras ella me seguía los pasos. Lo que le pilló por sorpresa esta vez a Odette fue que, en cuanto aparecieron los encargados de las camillas, bloqueando la salida, yo me adelanté en el último momento a salir por ella, dejando a la demonio sin salida directa, al menos por unos segundos. Cuando lo comprobé girándome un instante hacia ella, no esperé más y apreté el paso, dispuesto a conseguir que perdiese mi rastro. No pensaba volver a ponerme en peligro de muerte, y menos, por un arrebato de orgullo demoniaco.

Empece a caminar,por delante de el,arriesgandome asi a que se escapara en cualquier momento,pero esperaba por su bien y por el de todo el hospital que aquella idea ni le pasara por la cabeza.

Durante el camino no le dije nada,en realidad no me apetecia demasiado verlo,pero le iba a dar un pequeño escarmiento por haberme hecho esa encerrona en casa de la bruja,llevando tambien al cazador,el pequeño de los Winchester.

La puerta se abrio y justo al salir me pare de repente,colcandome frente a el con un gesto bastante serio.

-Veras guapito...teniamos un trato,por eso estoy aqui...pero eso ya lo sabras.Tu lo rompiste,traicionaste tu palabra y el pacto que teniamos era sagrado,y ahora,me debes algo.-el me miraba en silencio,como si no se creyera aquello,como si el haberme traicionado no conllevara ninguna consecuencia.Me calle de repente,mi cara seguia igual,mi expresion neutra y mis ojos clavados en el,en que me dijera algo,en que intentara deshacerse de mi con alguna de las artimañas que habia usado antes...cualquier cosa con tal de romper el trato...Maldito licantropo,no sabia con quien se habia metido,pero lo iba a averiguar en breve.

-No me voy a marchar hasta que obtenga lo que he venido a buscar.-dije finalmente.

Me maldije por subestimar de nuevo el poder de la demonio, pues de un segundo a otro, ella volvía a estar frente a mí, ya fuera el hospital, mientras los últimos trabajadores ya se marchaban, pasando por nuestro lado, ignorantes de lo que allí ocurría. Me coloqué bien la mochila en el hombro para ocultar mi nerviosismo y logré clavar una dura mirada entrecerrada en sus ojos, llenos de deseo de venganza. Mi valentía - o estupidez, según como se mire- llegó al punto de soltar una risita sarcástica frente a sus palabras.

- Me parece que te equivocas, porque creo recordar que te lo dejé muy claro el día de tu invocación. Fuiste tú quien no cumplió el pacto, quien me prometió controlar a la bestia, y lo único que hicistes fue cabrearla más aún. Así que dime, qué narices puedo deberte yo a ti.- le espeté con cierto tono de desprecio, y antes de que reaccionase con aquel último comentario, alequé una última cuestión a su amenaza.- Y si tú no piensas marcharte, lo haré yo. No tenemos nada de qué hablar.

Dejándole con aquellas duras palabras, pasé por su lado y la dejé allí sola. ¿Esperando salir impune de aquello? Las posibilidades eran nulas, pero al menos yo me había quedado a gusto.

Por lo visto,mi amiguito el licantropo se habia leido unos cuantos libros de autoayuda y de reafirmacion del caracter desde la ultima vez que lo vi.Saco valor de algun lugar muy oculto en el y empezo a decir que tal,cual y noseque mas tonterias,intentando convencerme,en vano,de que aquello que le exigia era un sinsentido.

-No te equivoques,yo te prometi dejarla encerrada dentro de ti.Tu tenias que haber previsto,haberte imaginado que aquello traeria consecuencias,lo que te ofreci era antinaural y no me importa que te trajera otras consecuencias,ademas,nadie jamas a salido vivo cuando ha intentado burlarse de mi,y creeme,no seras el primero.-dije terminando con un tono amenazador.

Solto su ultima parte del monologo y se dispuso a marcharse.¿Que se creia...?No lo sabia,pero rapidamente me coloque delante de el y le di una bofetada que hizo que su cuerpo retrocediera hasta chocar con una pared del exterior del hospital.Sin mas,apareci delante de el,quedandome a centimetros de el,con una cara que no era para nada humana,mis ojos se tornaron negros y mi voz,resono como si de un megafono ahogado se tratase.

-Si quieres marcharte,podras hacerlo,pero tu cuerpo ira directo al deposito de cadaveres en multitud de pequeñas bolsitas con numeros,retando a los forenses a reconstruir tu cuepro como si de un puzzle se tratara,queda claro?.-Me separe de el y mis ojos volvieron a la normalidad.-Ahora si quieres,puedes marcharte,tu decides,lobito.Me vas a escuchar?.-dije ahora con voz aterciopelada como si antes no hubiera parecido totalmente una maldita zorra demoniaca...la verdad es que habia escuchado ese apodo y me estaba empezando a gustar,todo era ponerse.

Me cruce de brazos esperando su respuesta,mientras me dedicaba a desconchar mi esmalte de uñas.

La explicación que me dio después de mi primer comentario me sirvió bien poco. ¿No se suponía que en el trato debía especificarse los efectos secundarios de su forma de hacerse pasar por matasanos? Como si yo fuese el experto en bloquear a licántropos... Tomándome su primera amenaza como si oyese llover, me alejé de ella, y en menos de cinco segundos, apareció de nuevo frente a mí y me dio una de esas bofetadas que podrían torcerte el cuello perfectamente. Chocando de espaldas con la pared más cercana, me llevé una mano al pómulo herido, mirándola con incredulidad y cierto temor ahora. Y más cuando se colocó tan cerca de mí con aquellos ojos inhumanos clavados en los míos y aquella amenaza propia del tipo de la matanza de Texas. Cuando volvió en sí, dejó un margen entre nosotros y separé mi mano de la cara, viendo en la palma que me debía haber abierto una pequeña brecha o arañazo en la piel, pues tenía un poco de sangre en ella. Llamándole interiormente más de un descalificativo poco bonito, no único que llegué a decir fue con un tono lleno de recelo y rencor.

- Veo que no me queda otra opción, así que, adelante. Acabemos con ésto de una vez.

Al final,fue resignacion lo que encontre en su cara y en sus palabras.Normal,despues de que le diera esa pequeña caricia a su adorable cara de bueno,parecia mucho mas receptivo a mis palabras y mis condiciones.

-Me encanta que seas tan comprensivo...asi nos llevaremos mucho mejor.-dije con un tono educado y dulce.Me dedique a mirarlo,pensando que quizas estaba tramando algo como la otra vez en la casa de la bruja,pero parecia normal,parecia que por ahora no tenia en mente hacer nada malo conmigo.

-Veras adorado y queridisimo Aidan,como soy terriblemente buena.-me encanto esa mezcla de palabras.-...me he propuesto acabar con el mal del mundo y necesito que mates a un tipo por mi.-aquello debio dejarlo frio,el jamas se imaginaria que su deuda consistiera en algo como eso.

-Quiero que acabes con el,mañana mismo.Si aceptas,cosa que es obligatoria,te dare las indicaciones para encontrarlo.-el tipo era una perla por asi decirlo,exconvicto,acusado de asesinato y violacion y encima...me debia favores...otro listo al igual que aqui,el amigo licantropo.No tenia ganas de mirarle la cara,asi que mi amiguito,me vendria de perlas para mi objetivo.Pase una mano por su cabello alborotandolo,haciendo que volviera a la realidad.

-¿A que hora te viene bien?.-dije como si aquello estuviera zanjado.

Después de dar mi brazo a torcer, volvió a ser la misma de siempre, con aquel sarcasmo que tan poca gracia me hacía y con su tono extremadamente arrogante que conseguía despertar en mí las ganas de intentar acabar con ella. Pero aquellas ideas de venganza no servían de nada frente a una demonio como ella. Lo único que podía hacer era conformarme con lo que me pidiese hacer, aunque fuese un claro plan para matarme y no tener que ensuciarse siquiera las manos. Aquel dato me lo confirmó cuando comentó que debería matar a un tipo, según ella, una mala pieza. Fruncí el ceño, algo horrorizado al principio, pero rápidamente desistí de oponerme a ello. Solo conseguiría otro bofetón o algo peor. Bajé el rostro, resignado, mientras oía sus indicaciones, y cuando me revolvió el pelo, mi mandíbula se tensó por la misma impotencia, y en un arrebato, cogí su muñeca todabía en alto y la aparté de mi contacto con brusquedad, de nuevo, poseído por uno de esos ataques del monstruo que había en mi interior. Aún no le había venido en gana a Odette quitarme aquella maldición de encima... Mirándole con dureza, le planté cara.

- No me dejas otra, Odette! ¿Es que esperas que diga que no para que tu misma puedas matarme? Acepto, claro que acepto! Pero que te quede claro que no lo hago porque desee vivir por encima de otros, si no por el simple hecho de no darte el placer de verme sufrir.- después de aquel arrebato, me alejé de la pared y me coloqué a un lado de ella, manteniendo las distancias y dirigiéndome a ella con más calma.- Asumiré que se merece la muerte, así que dame la dirección y la hora.

Me extraño la facilidad con la que acepto el trato,supuestamente tendria que haber empezado a poner impedimentos,pero respondio relativamente rapido y tan solo pidio los datos.Lo mire extrañada,¿pretendia marcharse?....

-Tranquilo perrito,no comas ansias,aun es temprano y podemos hablar de otras cosas.-dije mientras sacaba un papelito del bolsillo de mi pantalon,se lo tendi y sonrei al quitarselo antes de que lo cogiera.

-¿Como te ha ido estos dias,mucho trabajo?.-dije mirando el papel y doblandolo de vez en cuando.Al final,al ver que sus respuestas eran algo reacias,le tendi el papel doblado y se lo di sin mas juegos de por medio.Vi como se lo guardaba.Quizas fuera la ultima vez que lo volviera a ver,pues el tipo iba a morir,pero quizas mi amiguito y colaborador,no consiguiera demasiado y al final tuviera que ir yo a hacer el trabajo que le habia costado la vida.

-Venga,que te hago compañia,no creo que tengas mucho que hacer y...-me quede pensativa.-¿Queres que esta noche salga la bestia?.-dije pensando que si moria,no se daria ese ultimo gusto.