The Pros And Cons Of Breathing

Aquel día me encontraba realmente mal desde que me había despertado, era como si supiera que algo iba a pasar como si debiera quedarme en la cama y no levantarme hasta el día siguiente por lo menos, pero... ¿Desde cuando hacía caso de los presentimientos? Ni siquiera les hacía caso a las visiones que de vez en cuando tenía, solo servían apra darme dolores de cabeza y ahcerme vomitar de vez en cuando, las odiaba... Pero por una vez, tendría que haberle hecho caso a mi sexto sentido que, al aprecer, nunca falla.

Me había arreglado el pelo y me había puesto lo primero que había pillado y así salí de casa a hacer la habitual ronda de todos los días, con un cigarro y una sonrisa en los labios, me paseé por todos los clubs y bares de la zona, no bebí demasiado ni me drogué porque desde el principio de la noche noté como alguien me seguí, alguien me vigilaba y aquello no me gustaba, así que decidí mantenerme sobrío, por si luego me hiciera falta. Era algo así como la una de la madrugada, la noche acababa de empezar y yo acababa de salir de un bar en el que acababa de terminar una actuación de un grupo de punk para dirigirme al siguiente, tenía varios moretones y arañazos por el cuerpo hechos por punkys locos que se habían metido en el mogollón del concierto, como yo, para soltar golpes al aire y había tenido la mala suerte de que muchos habían ido a pasar a mi (eso por ir vestido de glam) entonces pasé por delante de un callejón oscuro y escuché algo en la distancia, empecé a acelerar en paso hasta que de repente, me encontré a mi mismo corriendo por la ciudad, huyendo de un enemigo invisible que me vigilaba y me perseguía.

Acabé adentrandome en un parque sin dejar de correr, estaba agotado y tuve que parar a tomar algo de aire justo detrás de un árbol, miré hcia atrás y no vi nada, no vi a nadie. Suspiré aliviado porque creí que todo había acabado. Entonces noté una presión en el cuello que me estampó cotnra el árbol y me impedía respirar, miré hacia alante y de entre los árboles salió una figura vestida de negro, un hombre de pelo blanquecino y ojos negros tenía una mano alzada hacia mi y me miraba con una sonrisa divertida en sus labios.

-Vaya,vaya... Mira lo que me ha traido el viento. - se burló.

Yo no podía respirar y de nuevo luchaba contra aquella fuerza invisible que me oprimía la garganta, de repente el hombre bajó la mano y caí al suelo de golpe, empecé a toser, itnentando recuperar el aire que había perdido y alcé la mirada, el hombre seguía sonriendome desde allí.

-Que pérdida de tiempo... No sirves para nada. - dijo negando con la cabeza. - Azazel cada vez elegía peor a sus niños... Creo que es hora de acabar con tu tormento, chico.

Esta vez se acercó a mi, que aún seguía en el suelo, a cuatro patar intentando recueprarme y me dio una patada en el estómago. Me levanté de golpe e intenté defenderme dándole un puñetado, una fuerza invisible me lo impidió y me lanzó contra un árbol, el impacto me provocó un dolor atroz y el árbol casi se partió.

- ¿Qué queires de mi, hijo de...? - no terminé la frase.

Ea la noche perfecta,con pocas estrellas en el cielo que me daban mas ventaja a la hora de mi adorado factor sorpresa.Me encantaba poder pillar de imprevisto a mis victimas.Estaba bastante feliz,nada mas salir del hotel me habia encontrado con una chica "fashion total" una niñita de papá que estaba buscando un taxi para ir a noseque fiesta.Le ofreci mi ayuda,tal y cual y la muy boba callo en la trampa como lo hacen los insectos en esas maravillosas plantas carnivoras con las que tan identificada me sentia.Ellas al igual que yo tendian trampas a sus los seres mas inferiores que ellas y los mataban lentamente.Eran geniales!

Estaba mas llena de energia,estaba con ganas de mas y de repente...me acorde de el.Recorde que hacia varios dias que no veia a mi nuevo amiguito,"el especial" como habia decidido llamarlo.Desde luego no seria nada dificil encontrarlo,teniendo en cuenta los lugares por los que los yonkis como el se movian,asi que me puse en marcha y a los dos o tres locales que visite,di con el.Me extraño no verlo colocandose,pero parecia un poco incomodo,miraba mucho a su alrededor,asi que preferi seguirlo y ver que tramaba o que pretendia hacer.

Llego hasta un parque,las luces,algunas rotas,otras fundidas,le daban un aspecto a la entrada un tanto tetrico,¿acaso los humanos no se daban cuenta de que lo que pasaba en las peliculas podria pasarles a ellos en la vida real?Quizas si,pero serian demasiado tontos como para guardar su prepotencia y su amor propio y ver que aquello era peligroso,preferian exponerse antes de reconocer que sus sentidos,los habian traicionado.

Me percate de que alguien mas lo estaba persiguiendo,no,no era alguien mas,era otro como yo,un demonio,pero no por ser como yo iba a dejar que se hiciera con mi "especial",intervendria cuando viera que lo ponia en peligro,de todos modos,unos cuantos golpes no le vendrian nada mal.

No,no podia matarlo iba a hacerlo,asi que sali de la nada captano su atencion.-Permiteme que te diga,que no,el seguira con su tormento y con su asquerosa existencia por mucho tiempo,es mio.-dije secamente.El otro demonio,Ariadel,me miro con una sonrisa esceptica en su rostro,como si le importara bien poco lo que le estaba diciendo.

-Vamos,sabes que te puedo mandar de vuelta al infierno cuando me plazca,y no creo que a Lucifer le haga ninguna gracia que le diga que me has causado quebraderos de cabeza.-añadi amenazante.Sin mas,me fui hacia el y le embesti con fuerza,acabando su cuerpo contra un arbol,chorreando sangre de su espalda,notando ese olor del recipiente al haber sido herido.Clave mis pupilas en las suyas.-Marchate,es mi plan.-le dije mientras mis manos oprimian su cuello.Lo solte pero parecia no entender el concepto "marchate" y volvio a la carga,de nuevo hacia el.

Antes de que el lo alcanzara,lo lance por los aires y me fui directa hacia el,con cara de muy pocos amigos.Esta vez seria en serio,no mas advertencias.Me coloque sobre el y le rompi el cuello,directo al infierno.

Me levante y me sacudi la ropa mientras caminaba hacia el.-Vaya,buenas noches.-dije con cara angelical

Dicen que cuando estás a punto de morir ves la película de tu vida pasar ante tus ojos, es mentira, o quizá no era mi hora. El caso es que me quedé mirando fijamente a los ojos de quel tipo, sus ojos estaban completamente negros, no había anda blanco, ni iris, ni pupilas... Solo negro. Se iba acercando poco a poco a mi para "acabar su trabajo" pero de repente, de entre la maleza una voz captó nuestra atención, esa voz la conocia, ese tono lleno de arrogancia y luego, cuando la vi, esa sonrisa sarcástica, era inconfundible... La zorra infernal había vuelto. Observé la pelea entre ambos boquiabierto, no sabía exactamente por quien apostar pero algo me decía que Odette era dura de pelar y cuando vi como acabó con aquel tipo al que llamó Ariadel entendí la gravedad del asunto, si, había hecho un pacto con una psicopata loca y ahora, al parecer, era "suyo". Cuando mi atacante murió, la fuerza que me había mantenido pegado al árbold esapareció y volví a caer al suelo. Me levanté sin demasiados problemas aunque algo dolorido y me quité el polvo y las hojas secas de la ropa mientras me acercaba a la pelirroja, ella acababa de poner una cara llena de inocencia que no le pegaba para anda, alcé una ceja y esbocé una media sonrisa.

-¿Sabes que se te da horriblemente mal hacer de buena persona? - le solté. - Gracias. - me limité a decir y se hizo un incómodo silencio entre los dos. - ¿Quién es Azazel? - pregunté de golpe. Necesitaba respuestas y esta vez ella me las iba a dar.

El maldito se puso a decirme que era mala actriz,cuando deberia estar besando el suelo por donde yo habia venido.De no ser por mi,estaria criando malvas en mitad de un asqueroso bosque,y nadie lo habria echado de menos.

De repente la pregunta,por lo visto,el maldito Ariadel se habia ido de la lengua mas de lo necesario.Por mi preferiria dejarlo con la intriga,no queria que se enterara de nada,asi yo podria llevar la sarten por el mango...pero algo me decia que el no se iba a dar por vencido tan pronto.
Suspire y empece a caminar en circulos,mientras notaba su mirada clavandose en mi.

-En primer lugar,esperaba un recibimiento mas caluroso,despues de todo te he salvado la vida,te he salvado de una muerte que,creeme no habrias querido...-dije en un tono de enumeracion como si estuviese recitando la lista de la compre en vez de estar hablandole sobre lo que le podia haber pasado.

Note su mirada inquisidora sobre mi,no queria escuchar forraje,solo queria que fuera al grano y le diera las respuestas que el buscaba.

Me rei y me acerque a el,si,le daria algunas repsuestas,pero antes jugaria un rato.-No me has echado de menos?.-le susurre en el oido,mientras echaba algo de aire por su cuello.

Me separe y me rei divertida.-Vamos,el otro dia eras mas agradable,tengo qu conseguirte mas droga para que te alegres?.-

Para variar, no me dio ninguna respuesta, de hecho, evitó mis preguntas lanzando otras e intentando ponerme a prueba, pero había tenido la mala suerte de que casi ni había provado el alcohol, un par de tequilas y cervezas no me afectaban prácticamente nada estando acostumbrado a beberme dos o tres botellas de whisky cada noche así que sus "armas de mujer" no funcionaron. Estaba cerca de mi, dando vueltas a mi alrededor como un águila que vigila a su presa y esta esperando el momento adecuado para atacar, yo la seguía con la mirada con cautela mientras alzaba una ceja, quería respuestas no jueguecitos. Estaba herto de todo aquello.

-¿Un mejor recibimiento? ¿Te recuerdo la paliza que me diste el otro día o no hace falta? - le dije con un tono algo arisco, ella soltó una de sus típicas risitas, aprecía disfrutar de aquella situación. - Y no, no te he echado demasiado de menos, de hecho, he disfrutado mucho más sin ti... - no pude evitar recordar los últimos encuentros con mujeres desde la última vez que nos habíamos visto, no todos habían sido buenos, pero algunos sí... Sonreí como un idiota hasta que escuché la palabra drogas. - Prefiero no drogarme hoy, suele hacerlo por diversión, no soy un maldito yonky... Al menos aún no. -puntualicé y sonreí. - Y bien ¿Quien es Azazel? ¿Y por qué estás aquí? ¿Me estabas siguiendo? RESPONDEME DE UNA VEZ! - dije muy molesto.

Vaya...yo que tenia ganas de jugar y el que pasaba de jueguecitos.Me elevo la voz reclamando respuestas,volviendo a preguntar por Azazel.Puse cara de aburrimiento y me cruce de brazos mientras le echaba en cara muy teatreramente que no me hubiera echado de menos.

Si me hubiera fijado mas,habria podido observar que se sus orejas salia humo del cabreo que tenia encima.

-De acuerdo,pero mi informacion,que por cierto es de primera mano,tiene su precio,querido....Por cierto,tanta intimidad entre nosotros y aun no se tu nombre.-dije negando con la cabeza.

-Ese Azazel del que te ha hablado el de antes,que por cierto era un demonio como yo...-dije como si aquello fuera lo mas normal del mundo,incluso evidente.Señale con la cabeza hacia el lugar donde lo habia matado y segui con mi explicacion.

-Bien,por donde iba...ah!si!pues nada,que bebiste la sangre de ese demonio cuando eras un bebe,nada,lo normal.-dije riendome.Aquello solo serviria para que su interes dse despertara,pero claro,tambien estaba la opcion de que no se lo creyera...Normal,tanta droga en su cuerpo le habria dejado las neuronas fritas,aunque el deberia estar acostumbrado a ver todo tipo de cosas cuando estuviera colocado.

-Quieres una rayita para entenderlo mejor?.-dije burlandome de el.

Odette captó enseguida que no estaba para jueguecitos y que estaba muy cabreado, no era bueno cabrearme, pero ella cosneguía sacarme de mis casillas cada vez que nos encontrabamos. Por fin empezó a hablar, aprecía que al fin iba a decir algo importante pero se limitó a informarme de que su información me costaía un precio y que ni siquiera sabía mi nombre, si tenía que decirle mi nombre para que empezara a cantar lo haría pero mi paciencia tenía un límite.

-Me llamo Nikki Sixx... Y vas a tener que explicarme más tarde eso del precio... Creo que intentas tomarme el pelo o algo.

Hice apenas un comentario ya que quería escuchar todo lo que tenía que decirme así que, cuando habló escuché atentamente, aunque con mucho escepticismo. Sus palabras no me gustaron, no las entendí y todo me parecía una locura, había olvidado que ella me había dicho que era un demonio, quizá estaba demasiado drogado aquel día como para pensarlo varias veces y darme cuenta de que aquello era imposible pero el caso era que ahora decía que yo había bebido sangre de demonio cuando era un niño. Era una locura, era imposible pero no parecía estar de broma ni tomándome el pelo. Estaba pensativo, con el ceño fruncido y mirandola a los ojos, iba a hablar a pregutnarle miles de cosas o, simplemente, a decirle que estaba como una cabra, cuando soltó una de sus perlitas, que consiguió encenderme aún más, pero intenté evitar saltar ni gritarle nada, suspiré e intenté aprecer más relajado.

-Vamos a ver si lo he entendido bien, zorra infernal. - comencé. - Ese tipo, Azazel, el que ha intentado matarme y tú... Soys demonios. Y yo bebí sangre de Azazel cuando era un bebé. O estás como una cabra o te has metido mucha más droga que yo, amiga mia. - le dije seriamente sin creerme nada de lo que decía. - Su hubiera bebido sangre de ese tipo... Lo recordaría, ¿No crees? Además... ¿En qué me convertiría beber sangre de demonio? - pregunté alzando una ceja.

El escepticismo y un toque de ironia bañaban sus palabras,aquello solo conseguia que me sintera mejor,que entendiera que mis palabras lo estaban sacando de quicio.

-Muy bien,Nikki...vaya tienes nombre de...-y me calle.Vale,iba a soltar una burrada y tampoco era cuestion de meterme con el nombre que habia elegido su madre para el.

-La idea general es esa,si,y no lo recuerdas porque eras un bebe,es evidente,o acaso recuerdas algo de tu vida teniendo meses?.-dije bastante cinica.Odiaba que la gente fuera tan poco receptiva.

-Si,bebiste su sangre,y no fuiste el unico.Azazel se lo hizo a muchos niños,los que el consideraba mas fuertes.Has oido hablar de un pequeño hombre llamado Hitler y de la raza aria?Pues ese Azazel,queria hacer lo mismo con vosotros.-le puse ese ejemplo porque no sabia si asimilaria todo aquello de golpe.-El otro dia,cuando la paliza...lo hice porque entrarse es ese trance,aquello te paso por morderme,tragaste mi sangre y...voila!empezaste a parecerte mas a mi que a una adorable ancianita.-lo deje unos minutos y me dedique a pasear,cerrando los ojos y sintiendo la ciudad,llena de gente,llena de victimas potenciales.

Volvi de nuevo hasta donde el estaba y me lo encontre apoyado contra un arbol de cuclillas.Me puse a su altura.-Alguna pregunta mas,o podemos ir a divertirnos ya?.-le dije.

De nuevo la miré alzando una ceja cuando dijo mi nombre y se calló su comentario, mejor, no me apetecía enfadarme más de la cuenta o mejor dicho, más de lo que ya estaba. Continuó explicandome las cosas y mi expresión iba cambiando con cada nueva frase que decía, no podía creerlo pero... Todo tenía sentido. Todo encajaba. Cuando terminó su explicación empezó a darvueltas con los ojos cerrados y una sonrisa diavólica en sus labios, yo noté como empezaba a faltarme el aire y tuve que apoyarme en un árbol, terminé por dejarme caer al suelo y apollarme en el árbol, quedándome en cuclillas mirando al horizonte y pensando que era un monstruo. Empecé a pensar que si tenía aquello dentro de mi, podría haber ehcho miles de atrocidades sin recordar ninguna, quizá.... Sacandome de mi trance escuché la voz de Odette cerca de mi, alcé la mirada y la vi ahí, cerca de mi con su sonrisa. Negué con la cabeza y me levanté.

-Entonces... ¿Por eso veo... cosas? ¿Porque soy un semidemonio? ¿Un monstruo? ¿Está en mi naturaleza matar? ¿Ser "malo"? ¿Cómo puedo acabar con todo esto? - pregunté todo de golpe, necesitaba respuestas. - Entonces... Lo que decían era cierto... Pero no estaba enfermo, Sikki... - empecé a decirme a mi mismo. Suspiré y me pasé una mano por el pelo. Demasiada información que parecía encajar de golpe, demasiadas locuras que me aprecían imposibles y a la vez... Lo aclaraban todo. Miré a Odette desde abajo con cara de cachorrillo abandonado, no sabía que hacer.

Tal y como me imaginaba,aquello eran demasiadas cosas como para que su mente las asimilara de repente,era lo que tenia ser humano,...ah,no!el no era un humano normal...bueno,dejemoslo en que era complicado de asimilar.

-En tu naturaleza esta el ser malo,es mas,habras hecho miles de cosas malas,pero consuelate pensando que no las recuerdas,si no,creeme,estarias en in psiquiatrico.-dije mirandolo desde arriba.

Habia escuchado que otros habian podido luchar contra lo que llevaban en su interior,y no,no era una leyenda urbana,el mas cercano ejemplo era Sam Winchester,del que habia oido hablar tanto y con cuyo hermano habia tropezado por ahi.Podia haberle contado eso,pero solo habria llevado a que el intentara separarse de mi,romper el trato que teniamos y eso no me convenia.

-Tranquilo,como sabras,eso solo ocurre cuando pierdes el conocimiento,tampoco es para alarmarse,si te pasa una vez a la semana,no se notara demasiado.-dije mientras tendia mi mano para que se levantara.La sensacion era buena,tenerlo a mis pies con cara de cordero degollado,daba sensacion de grandeza,pero resultaba incomodo para mis cervicales.

-Aunque siempre que quieras dejarte llevar,soltarte,...ya sabes que no recordaras nada...siempre que quieras,solo tienes que pedirme que te de de mi sangre,eso lo acelerara todo,seras mas fuerte.-dije mientras paseaba mis manos por delante de el.

Enterré mi cabeza entre mis brazos, que había apoyado en las rodillas. Estaba intentando no pensar o asimilarlo todo mientras escuchaba de fondo las palabras de Odette. Desde pequeño había sido un niño especial, no era como los demás, me había vuelto violento y solitario, luego empecé a dedicarme al rock y ahí podía soltar toda mi agresividad, pero yo sabía que noe ra así era timido, sincero, amable... Pero si que era cierto que a veces perdía el conocimiento y no recordaba nada, luego estaban los dolores de cabeza y als visiones. Aquello era una maldición y yo la tenía desde pequeño, en el fondo, siempre lo había sabido, pero no había querido creermelo. Necesitaba conservar mi inocencia un poco más pero ya era demasiado tarde, ahora ella me ofrecía la oportuniad de vovler a vivirlo, de experimentarlo de nuevo, la locura, el dejarme llevar y el no recordar nada de lo que había hecho, pero saber que quizá me había convertido en un asesino... Aunque ya era un monstruo. ¿Qué era peor? Entonces, se me pasaron por la cabeza ideas tan descabelladas que quise gritar. ¿Y si Tommy estaba en la cárcel por mi culpa? Recordé el día que habí ido a visitarlo, había gritado, me había insultado, me había echado y pude ver el miedo en sus ojos y él era como mi hermano, juntos eramos los Terror Twins... Estuve a punto de echarme a llorar pero me tragué todos aquellos estúpidos sentimientos, ahora necesitaba alcohol, droga y amor... O quizá... Alcé la cabeza y miré a Odette. No había tardado demasiado en responderle pero mis pensamientos eran tantos que para mi había sido una eternidad y ahora veia como había extendido su mano para ayudarme a levantarme. Cogí su mano y me levanté. Nos quedamos durante unos intantes de pie, mirandonos el uno al otro y esbocé una media sonrisa.

-Quememos la ciudad. - sonreí. - Es hora de divertirse un poco.

Tardo un poco en reaccionar,parecia pensativo,por momentos triste,reflexivo y arrepentido,pero todo aquello paso a un segundo plano cuando levanto la cabeza y dijo aquellas palabras.No pude evitarlo y una enorme sonrisa de satisfaccion de dibujo en mi cara sin poder evitarlo.

-A tus ordenes.-dije haciendo una reverencia.Estaba segura de que aquello iba a ser genial,impresionante poder ver en accion a uno de los famosos "niños de Azazel".

-Tengo un monton de ideas para ti,aunque creo que tu tendras las tuyas propias.-dije empezando a caminar.Queria ir a algun lugar concurrido,matar al azar,sin mas,como si quien mas victimas otuviera al cabo de un rato fuera el ganados...pero que demonios!(y nunca mejor dicho)Delante de nosotros aparecio un grupo de amigos,con una bolsas en las manos,iban de botellon y habian elegido un lugar pesimo para hacerlo.

-¿Quieres empezar ya?.-dije señalandolos con la cabeza.A el le parecio una buena idea,pues empezo a caminar hacia ellos.Antes de llegar,me coloque delante de el,con una sonrisa que escondia algo.Lo mire por unos segundos y me aceruqe a el.-¿Quieres recordarlo,o te gustaria mi droga particular?

Parecía que la zorra infernal tenía ganas de emepzar a divertirse y de montar algún numerito sangriento, pero yo quería saber de lo que era capaz, con o sin su ayuda. Recordaba haber estado cientos de veces a punto de vomitar tan solo por mis visiones en las que veía cuerpos sin vida, descuatrizados o destrozados... y pensar que yo mismo podría haberlo hecho.... Aparté las dieas de mic abeza cuando empezamos a caminar, escuchaba sus palabras aprecía emocionada por lo que ibamos a hacer, yo simplemente tenía una expresión fría y pensativa, en la que a veces aparecía una sonrisa pícara, cuando apareció un grupo de chavales más jóvenes con bolsas de alcohol y preparados para un botellón, Odette y yo vimos las puertas del cielo (o del infierno, mejor dicho) abiertas. Ella los vio y enseguida me rpeguntó si quería empezar con ellos, no le contesté y me limité a camianr en su dirección pensando en qué podría hacer en cómo tenía que hacer las cosas... Si estaba en mi naturaleza saldría solo, pero no podía evitar estar nevioso, nunca había hecho nada por el estilo... O al menos, no lo recordaba, estaba aterrado. Por suerte (o por desgracia) Odette me paró en seco poniendose delante de mi y me hizo la pregunta del millón, alcé una ceja y me quedé pensativo durante unos seugndos, si ya lo había hecho antes, quizá sería más fácil si bebía su sangre... Por esta vez me iba a dejar llevar. Me acerqué a ella y aparté el pelo de su cuello, le cogí del pelo, haciendo que inclunara la cabeza y le mordí con todas mis fuerzas hasta que noté como algo de sangre empezaba abajar por su cuello. Lamí toda la sangreé y la saboreé, empecé a notar algo extraño dentro de mi, como algo queriendo salir, como si algo se hubiera desatado, bebí algo más hasta que ella me apartó bruscamente, yo quería más sangre y ahora mis labios estaban manchados con ella, iba a lanzarme contra ella para conseguir más cuando escuché las risas de aquellos chicos. Esbocé una media sonrisa y me busqué por los pantalones. Premio! Tenía un cuchillo.

-Creo que es hora de empezar con la fiesta... - dije con una voz que no parecía la mía. Sonreí y empecé a caminar dejandola allí.

Spoiler:

Tal y como me imaginaba,la sensacion de deshinibicion era demasiado tentadora como para que el la rechazara.Cuando le ofreci mi sangre no lo dudo y con violencia mordio mi cuello hasta que se lo permiti.En ese momento me percate de que ya no era el,era el otro Nikki que habia conocido la otra noche,el que a mi me gustaba.

Al ver que no podria conseguir mas sangre,me dejo atras dirigiendose hacia los chicos que habian llegado al parque,no pude evitar sonreir mientras el caminaba delante de mi,con el firme proposito de acabar con ellos de la manera mas sanguinaria y dolorosa posible.

Vi como se marcho con las dos chicas que le prometieron pagar sus favores de una forma que el no podria rechazar,pero claro,el verdadero placer no lo encontraria con esas pequeñas,si no con sus cuerpos muertos,cuya vida les arrebataria el.

Yo mientras tanto me quede con los tres chicos.En un primer lugar me sente en el banco donde ellos estaban y me servi una copa,mientras escuchaban como ellos cuchicheaban cobre lo que podrian hacerme...Desde luego sus mentes no daban para mucho,no como la mia.

Spoiler:

La visión que tenía ante mis ojos era algo con lo que cualquier eprsona normal hubiera vomitado o se hubiera desmayado, yo me quedé absolutamente maravillado y en mi rostro apareció una enorme sonrisa de satisfacción. En el suelo había dos cadáveres, bueno más bien un cadáver y visceras de otro desparramadas por todas partes, el cadaver tenía el miembro arrancado y un charco de sangre alr ededor de la entrepierna, cuando pasé por su aldo le du una patada a o que le había cortado, seguro que algún perro acabaría comiendoselo o algo.

Aún quedaba uno vivo estampado cotnra un árbol, Odette estaba frente a él manchada completamente de sangre, llegué a su ladod esde detrás y empecé a lamerle el cuello intentando comprobar si la sangre estaba tan deliciosa como la suya, no lo estaba, parecía rancia en comparación. Ella se giró y me miró, parecía molesta pero no me importó la besé con pasión y le mordí el labio inferior del que empezó a salir sangre y yo bebí gustoso me separé y sonreí.

-Vaya, que detalle por tu parte, me has dejado a uno... - dije acercandome al chaval del árbol y lo miré pensativo. - Mmmmm... ¿Qué podríamos hacerle a este? - cogí el cuchillo y le hice dos pequeños cortes a los dos lados de los labios. - ¿Lo haces gritar tú o lo hago yo? - me giré hacia Odette con una sonrisa, aquello lo había aprendido de las mafias de LA, la sonrisa del payaso era famosa mundialmente y disfrutaba haciendola, era relmente divertido ver las caras horrorizadas, como intentaban no gritar en vano, ya que primero eran cortes pequeños, luego cortaban dedos y por último...miembros más rpeciados del cuerpo...

Por detras aparecio mi nuevo amigo de torturas,notando como lamia mi cuello.¿Que pretendia?Desde luego se equivocaba si pensaba que iba a volver a morderme de la misma forma de antes.

Poco tardo en desviar su atencion hasta el tipo que tenia en el arbol,al cual le hizo unos cortes en la boca.Me levante sonriente y manteniandolo en ese estado de estatua,me acerque lentamente a el,mientras le hablaba.

-¿Te lo has pasado bien con tus amiguitas ahi atras?.-dije casi sin mirarlo,centrando mi mirada y mi atencion en el tipo,desde luego,iba a pagar por haber tenido ese vocabulario antes conmigo.

Me coloque delante de el y empece a darle puñetazos...al segundo,no pudo evitarlo mas y empezo a gritar,cumpliendo asi nuestro objetivo.Su cara,con aquellos dos cortecitos que le habia hecho Nikki,los cuales empezaron a desgarrarse mas,empezo a adquirir un tono rojizo que bajaba por su cara.Me acerque y lami parte de la sangre,degustandola,aquello era como un trofeo.

Cogi la navaja de Nikki y empece a dar cortes por su cuerpo,rajando el cinturon y haciendo que sus pantalones cayeran.El tipo me miro con miedo...estaba bien que lo sintiera.Empece a rozar el filo de la hoja con su entrepierna,escuchando suplicas.Me rei sonoramente.

-Dime,...que le podemos hacer?.-

Odette, como esperaba se dedicó a jugar con el pobre humano, arañandole, cortandole, haciendole gritar como una nena y así fue como finalmente los dos pequeños cortes que le había hecho en los labios crecieron de golpe haciendo que sus mejillas se abrieran literalmente y que la sangre inundara su cara de golpe, la visión de la sangre me dejó embobado y con los ojos fijos en ella. No presté atención a nada más que a la sangre, no escuché a Odette, no se que dijo, no sé qué pasó... Me acerqué un poco a aquel chico que lloraba, gemía de dolor y cuando le quedaban fuerzas gritaba y entonces, no se si fue el chico u Odette pero alguien me dio una bofetada, me revolví para defenderme y acabé empotrado en un árbol, escuché un sonoro grito, aquel chico debería haber mueto a manos de Odette, a mi, me daba vueltas la cabeza, la apoyé contra el árbol y cerré los ojos... Al volver a abrirlos había vuelto a ser yo.

Me levanté del suelo con dificultades y al ver todo aquel espectaculo estuve a punto de vomitar, miré mis manos y vi que estabn manchadas de sangre, casi me puse a temblar y entonces vi a la zorra infernal acercarse a mi, con cara de pocos amigos y un arañazo en la mejilla que aún sangraba un poco. No recordaba nada, aunque no quería hacerlo. Por la mirada de Odette, sabía eprfectamente que si no había hecho todo aquello yo solo, había ayudado bastante. De repente, me entró el pánico y empecé a balbucear cosas ininteligibles, cuando ella estuvo frente a mi me quedé de piedra, blanco como la pared y asustado, cuando mi cuerpo reaccionó eché a correr. Necesitaba salir de allí.

Estaba recreandome con aquel tipo que tenia atrapado en el arbol,cortando su cuerpo,arañando su piel y escuchando esos gritos,..tan inmersa en todo aquello que se me olvido que estab acompañada hasta que escuche un sonido de pasos retrocediendo,entonces lo mire y me encontre con la escena.

El estaba horrorizado,con la mirada ausente y con una expresion que no se parecia en nada a la de antes.No me lo podia creer,...ya se le habia pasado el efecto de la sangre?el efecto de la diversion?Me acerque a el mirandolo,examinandolo...el por su parte me dedicaba esas miradas de miedo,mezcladas con un "quiero salir de aqui".Y claro,lo intento...pero lo pare,lo inmovilice y camine lentamente hasta donde estaba el y me plante ahi,quedandome en silencio por unos segundos,muy seria.

-Asi que masacras a medio parque y ya te vas?.-la respuesta era evidente,pero queria ponerlo nervvioso.Si volvia a ser un tipo medianamente normal,aquella escena debio traumarlo demasiado y yo,yo iba a seguir haciendolo.

-No pienses que te vas a marchar,tu me has pedido accion y la voy a tener,..asi que si no quieres seguir matando gente...tendre que hacer lo propio contigo.-añadi sonriente.Tenia su cuchillo en la mano y pense que seria una buena idea hacerle unos cortecitos.Cogi la hoja y suavemente empece a moverla por su brazo,haciendo que un pequeño hilo de sangre saliera a la superficie.Me agache y empece a lamer la herida,llevandome parte de la sangre con la lengua,mirandolo,demostrandole que podia hacerle mas sangre y el ni tan siquiera podria moverse.
Separe la hoja de su piel y la coloque sobre su entrepierna,mirandolo divertida.-Si no quieres correr la misma suerte que ellos,mas te vale seguirme la corriente.-

Antes de llegar muy lejos, cuandoe staba a apenas unos metros de aquella escena que aprecía sacada de una película de Tarantino, Odette me paró, me inmovilizó con su... lo que fuera y se acercó lentamente a mi mientras yo intentaba moverme, salir de allí, en vano. Estaba completamente inmovilizado, me sentía impotente. Cuando llegó frente a mi me observó y estudió con detenimiento para hablar finalmente. Con sus palabras solo consiguió ponerme aún más nervioso y dejarme del todo claro que aquella matanza había sido obra mía. No podía hablar, no podía responderle y, en realidad, eso era lo que ella quería así que continuó con sus amenazas, que solo servían para asustarme aunque pensandolo bien, si podía hacerle aquello a esas personas... ¿Por qué no podía atacarla a ella? Mis ojos se posaron en su cuello como si quisieran hacerme recordar y allí vi las marcas de mordiscos. ¿Aquello lo había hecho yo?

Volviendo a la realidad noté un cosquilleo recorriendo mi brazo, Odette había cogido un cuchillo, de hechoe ra mi cuchillo, y estaba recorriendo mi brazo con él haciendo que sangrera, aunque aquello no me daba miedo, en todo caso me hacía cosquillas. Cogió mi brazo y lamió la herida y la sangre, mientras me miraba con una expresión extraña que no conseguía distinguir... ¿Era lujuría? ¿Odio? ¿Deseo? ¿Picardía? ¿O simplemente estaba jugando conmigo? La última opción, sin duda, me pareció la correcta cuando separó el cuchillo de mi piel y lo acercó a mi entrepierna, al notar el contacto de la hoja através de la ropa me encogí de golpe, no, aquello no lo haría. No se lo permitiría. Pero al ver lo que tenía a mi alrededor dudé, ella era capaz de hacerlo... Sus palabras hicieron que me estremeciera... Ahora no tenía más remedio que ser su mascota o su juguete, hacer todo lo que me dijera, si me negaba... No quería ni pensarlo.

-E...Está bien... - me tembló la voz. - ¿Qué... Qué quieres que haga? - pregunté sin estar aún demasiado seguro. Aunque no dejaba de recordarme una y otra vez que era mi vida o la de los demás... Y prefería salvar la vida... Tan egoísta como siempre. - Oye... ¿Por qué no me das más sangre? Así... Volveré a ser... Malo. Ya sabes, alomejor solo necesito un poco más....

Notaba como sus pulsaciones iban variando segun me acercaba a una zona u otra,con el roce del cuchillo,con mis palabras,con mis amenazas.Al fin hablo y me percate de que habia sido un buen chantage el hacerle creer que iba a desprenderlo de ciertas partes de su cuerpo.
Sonrei ante sus palabras y sobre todo ante la ultima frase,si le daba de beber de mi sangre,si el notaba que aquello lo volvia fuerte,si conseguia que sus ganas de probarla aumentaran,podria tenerlo comiendo de mi mano siempre que quisiera.

Lo deje libre y sus musculos volvieron a moverse y me acerque a el,cogiendo el cuchillo y hundiendolo en mi brazo,consiguiendo hacerme un corte del que salia sangre.Me lo lleve a la boca y lo lami,llevandome sangre,conservandola en mi boca para acercarme a el y besarlo con mi sangre,haciendo que se la tragara,mientras me iba separando y llevaba el brazo a su boca.Aquello seria mas que suficiente para lograr que de nuevo.

-Mejor?.-dije con esa sonrisa tan tipica de mi.

Sin duda, había tenido la mejor idea de mi vida. Odette sonrió mientras le hablaba y le exponía "mi plan" y lo demás fue coser y cantar. Sabía que era prácticamente inevitable que me conviertiera en un monstruo o en un asesino porque, básicamente, ya lo era y ya lo había hecho antes, pero prefería no recordar nada, aunque eso supusiera tener que depender de la zorra ifnernal y de su sangre, no me importaba, al menos... Podría ponerme la excusa de que ella me obligaba a hacerlo, pero en el fondo, sabía que era yo mismo el que se moría de ganas por desinibirse, por ser yo mismo y mostrar mi verdadera naturaleza... Dejar libre el animal que llevaba dentro.

Enseguida, me soltó de aquel extraño hechizo que me hacía permanecer inmóvil, se acercó a mi mientras me miraba y se clavó el cuchillo en el brazo, la sangre empezó a salir a borbotones y solo de verla noté como empezaba a salivar demasiado, notaba su olor, que era distinto al de la sangre humana o animal, se llevó la herida a la boca y la lamió, yo esperaba impaciente mi turno y para nada me esperaba lo que hizo a continuación, de golpe se acercó a mi y me besó, haciendo que bebiera la sangre que había bebidod e su herida y había mantenido en sus labios para mi, cuando la sangre entrço en mi cuerpo noté su calidez y como de nuevo me iba despertando poco a poco, el beso fue más que beber sangre y aproveché para dejar que mi lengua jugueteara en su boca aunque ella se separó rápidamente al notarlo, entonces llevó su brazo a mi boca, lo cogí con ánsias y lo lamí, acabando con la sangre que se había derramado, luego succioné directamente de la herida, cuando habló alcé simplemente la mirada, mi boca estaba manchada de sangre y le sonreí con una mirada cómplice. Bebí un poco más y de nuevo me separé y con una sonrisa pícara la miré.

-Mucho mejor y preparado para lo que me digas, preciosa. - hice una pausa. - ¿Podrías explicarme tú qué coño me pasa? No entiendo cuando me convierto en un maldito crío atormentado y me da mucha rabia... Lo odio... Ese no soy yo! - puse morritos como un niño pequeño enfadado. - Pero bueno... ¿A dónde vamos? ¿A quién matamos? ¿Qué te parece quemar a alguien vivo? Siempre me ha encantado el olor de la carne quemada y esos gritos....oh, increíbles!

Bebio de mi sangre hasta saciarse,o mejor dicho,hasta que lo deje.El empezo a hablar de lo que le ocurria cuando era una persona con sentimientos humanos,en realidad,empezaba a caerme bien.Habiamos tenido nuestros mas y nuestros menos,pero cuando estaba "colocado"con la sangre,llegaba a ser un buen camarada de fechorias.Sonrei mientras empezabamos a caminar.

-Podemos hacer lo que tu quieras,yo he practicado toda clase de muertes,asi que me da lo mismo.-dije encogiendome de hombros.[color=orange]-Pero hace mucho que no quemo vivo a nadie,me encantaria poder repetirlo,y,si son monjitas,mejor que mejor.-nriendo,me encantaba matarlas.

Rapidamente,fuimos incrementando en paso,tenia en mente un lugar concreto,la iglesia.Sabia que a esas horas,las inocentes y candidas monjas acababan de recoger el comedor social que habian instalado en la parte posterior de la iglesia...lo sabia,porque ya habia matado a mas de un indigente y tenia controlados los horarios.

Era yo la que iba marcando el camino,mientras iba charlando animadamente con el.

[color=orange]-Te he dicho que me encanta tu nuevo yo?.-añadi sonriente.En ese momento vi como dos de esos murcielagos de vestido largo asomaban la cabecita po la puerta.lo avise y nos quedamos esperando a que salieran de alli,...no me apetecia nada entrar en ese lugar...olia mal.

Empezamos a caminar, ella aceptó mi idea de quemar vivo a alguien y entonces me emocioné, la última vez que lo había hecho había sido en Los Ángeles, hacía años... Habían culpado a un mendigo de aquello y yo, para variar, había salido libre y mi "otro yo" nunca se había enterado de aquello... Si llegara a enterarse de la de brutalidades que habíamos hecho... Porque no, ese crío estúpido y yo no eramos la misma persona, al principio, quizá si... Pero desde sus lagunas había logrado separar nuestras personalidades y el alcohol y las drogas habían ayudado mucho. Entonces mencionó lo de las monjas y casi di un salto de alegría, las odiaba. Sentía un odio y una rabia irracional por ellas, por la religión, por Dios... Y en esto mis dos "partes" estabamos de acuerdo. Si existía, nos había abandonado y había hecho de nuestra vida un infierno, yo solo le pagaba con la misma manera, divirtiendome y haciendo de su "preciada creación" algo más caótico.

Ella me guió, aceleramos el paso cuando tuvimos el plan creado en nuestras mentes y no tardamos demasiado en llegar a la puerta de una iglesia cercana, que estaba bastante apartada de todo por suerte apra nosotros, por desgracia para ellas. Odette había estado bastante animada conmigo e incluso parecía que empezaba a caerle bien y su comentario me lo confirmó.

-Oh, vaya... Gracias. Espero que no te tomes muy enserio al crío llorica. - me encogí de hombros. - Cuantas más drogas toma y más alcohol bebe más control tomo yo sobre el cuerpo y... tu sangre ayuda mucho. Así que gracias. - sonreí.- ¿Has visto alguna vez el club de la lucha? - le pregunté. - Bien pues si quieres entender lo que nos pasa al Nikki bueno y a mi, deverías verla, somos algo así como los protagonistas... Pero yo estoy mucho más bueno que Brad Pitt... - le guiñé un ojo. - Por cierto... Puedes llamarme Sikki... Sí, lo sé... Todos dicen que estoy enfermo.

Dos monjas salieron en aquel momento de la iglesia, nos quedamos allí quietos, esperando a que poco a poco fueran saliendo y reuniendose en la puerta en una especie de consejo de sabias o algo extraño aunque quizá solo iban a masturbarse als unas a las otras porque no me creía que se pasaran toda la vida sin follar. Cuando hubieron unas diez monjas reunidas allí fuera miré a Odette ansioso, quería salir y matar, era como un niño pequeño con una pistola nueva... oh, espera... Los niños pequeños no tenían pistola... Daba igual, estaba impaciente por matarlas. Ella sonrió y no pude evitar salir hacia ellas con paso decidido cogí un cigarro y me lo puse en los labios, llegué alc entro de su "misteriosa" reunión y con una sonrisa llena de inocencia les hablé.

-¿Perdonen? ¿Tienen fuego?

Spoiler:

Observaba como el se divertia sobremanera con las monjas,que al principio creian que era simplemente un maleducado,pero que cuando estaban rociadas con el alcohol de la petaca de Nikki,solo entonces,fueron conscientes de que algo no marchaba demasiado bien.Al notar la calor,unas pocas de ellas slaieron corriendo,con tan mala suerte,que el camino que escogieron fue el que las llevaba justo en mi direccion,entonces,no me quedaba otra cosa que acoger a esas maravillosas personas con los brazos abiertos.

A la primera,la hice caer al suelo,y como son personas gregarias,dos o tres la siguieron,consiguiendo crear un bonito monton de cositas negras en el suelo.Las deje ahi,inmoviles mientras me iba con la que habia quedado de pie.Me acerque a ella,notando su respiracion agitada,como rezaba,como pedia por tener una muerte digna con la ayuda de Dios.Me bufe en su cara.

-Ese no te va a ayudar,creeme ilusa...o...acaso lo ves por aqui?.-dije abriendo los brazos y negando con la cabeza.

Agarre uno de sus brazos y estire de el,arrancandoselo de cuajo,notando como sus musculos y tejidos se desgarraban,escuchando ese maravilloso sonido proveniente de su garganta.Con el otro hice lo mismo,y entonces me aburri,dejandola ahi,de rodillas en el suelo,mirando al cielo y siguiendo rezando...

Ahora el centro de mi atencion era las otras,la que estaban en el montoncito,ahi,muy monas ellas.
A la que habia debajo la liquide rapido,un pisoton en el craneo y punto,sesos y sangre desparramadas por el suelo.

-Chicas...os toca.-dije alegremente.

Escuchaba los gritos de las monjitas y olía el aroma que desprendía su carne al quemarse mientras me deleitaba cortando y rajando sus arrugados cuerpos, ahora la sangre me cubría por completo dándole a mi piel y a mi ropa un tono rojizo y brillante extraño. Como un niño diabólico, salido directamente del infierno las despedazaba, las abría en canal, sacaba sus vísceras y se las enseñaba a las que aún seguían vivas, a otras las dejaba que se quemaran vivas y cuando veía que el fuego podía apagarse les echaba más alcohol y reavivaba las llamas haciendo que sus gritos continuaran, habría disfrutado más si estos fueran eternos... Me encantaba todo aquello pero no tardé demasiado en cansarme de jugar con cadáveres porque la evrdad era que las monjas a las que había atacado ya habían muerto y yo simplemente estaba sacando organos de cuerpos sin vida, algo que ya no tenía nada de gracia. Con una mueca de fastidio me levanté aburrido y caminé lentamente hacia donde estaba Odette con sus monjitas, por suerte, llegué a tiempo de ver su última jugada magistral. Empecé a aplaudirle cuando terminó con las monjas y cuando me miró crucé los brazos sobre el pecho, me di cuenta de que estaba manchada de sangre y sonreí.

-Eso ha estado realmente bien... - comenté sobre los cadáveres a nuestro alrededor. - ¿Sabes? Te has puesto perdida de sangre... - hice una pausa y me mordí el labio ifnerior. - ... Así estás aún más buena.