El Camaro SS necesita repuestos [Libre]

Aparqué el coche a un lado y salí del coche después de apagar el motor. Levanté el capó del coche y me incliné para comprobar el motor.

"Voy a necesitar unas bujías nuevas"-pensé.

Decidí irme a visitar los alrededores del pueblo, y por ello necesitaba tener mi moto a punto, por lo que me fui hasta el taller mecánico para ver si así lo tenía todo listo para el momento en que estuviera lista. Esperaba estar sola, aunque no me hacía especial ilusión porque mis conocimientos en mecánica y motores eran limitados; y, por ello, me sorprendió la presencia de un chico en el taller revisando el capó de un coche. No sabía qué hacer, pues no quería molestarle, así que me limité a aparcar la moto y bajarme de ella, andando hacia el interior del establecimiento para que así me atendieran.

Levanté los limpiaparabrisas de mi coche y agarré un alfiler parar regularlos. Una chica llegó al establecimiento y juraría que me había mirado, ¿Podría ser Shady? Volví a bajar la mirada hacia mi coche, ahora lo más importante era ponerlo a punto.

Al ver que no había nadie dentro aparte del chico que estaba arreglando su coche puse una mueca de fastidio. De verdad necesitaba ayuda, porque la moto empezaba a hacer cosas raras y yo la necesitaba perfecta cuanto antes posible. Suspiré, cansada por mi mala suerte. Ciertas cosas podían conmigo. Me acerqué a él, algo de mala gana. - Siento molestarte, pero ¿podrías ayudarme? - le pregunté de manera educada al llegar a su lado.

Levanté la cabeza extrañado. ¿Me había confundido con un mecánico? Dejé el paño sobre el capó y la miré esperando a ver que quería.

- No he visto a ningún mecánico por aquí y como he visto que tú parecías llevar más tiempo aquí que yo quería preguntarte si sabías dónde puedo encontrar a alguno. - inquirí aún con educación. Vi su cara de extrañeza y puse una de circunstancias. No, no le había confundido con un mecánico por mucho que pareciera creer lo contrario. Simplemente necesitaba que alguien me dijera dónde podía encontrar uno y él era el único que estaba por alrededor.

-Si no me equivoco, me han dicho que esta gente vive en su propio taller, así que intuyo que todavía estarán desayunando-sonreí y volví la mirada hacia mi coche. Me remangué la camisa para meter la mano en el motor.

Después de unos segundos, me levanté con la mano llena de grasa, volví a intentar limpiármela en el paño, sin éxito y me dirigí de nuevo a la chica:

-¿Qué le pasa a tu moto?

- Pues vaya, ahora que que les necesitaba... Gracias, aún así. - le dije con una sonrisa. Me había caído bien. Fui hacia mi moto, aparcada cerca, y guardé el bolso en la parte de atrás. Me saqué el móvil del bolsillo de los pantalones y vi la hora. era pronto, así que podía esperar un rato. El chico se dirigió a mi y me preguntó acerca del problema que tenía con la moto, todo un detalle por su parte. - Lo que le pasa es que va a su bola, ese es el principal problema. Cuando llevo un rato conduciendo noto que va perdiendo fuerza, y me pone bastante nerviosa. - le expliqué.

-Que curioso, nunca había oído algo así-sonreí-, quizá esté encantada-bromeé.

Me acerqué a la moto y me quedé un rato admirandola, era muy buena.

-¿Puedo?-le pedi permiso a la chica para tocar su moto.

- Sí, tal vez lo esté. - le comenté siguiendo la broma. Me había caído simpático a pesar de llevar apenas un par de frases intercambiadas, y por ello no me importaba que fuera a tocar mi moto. Tampoco era tan importante para mí como para mantenerla alejada de cualquiera, pero sí le tenía cierto cariño porque fue de las primeras cosas que había comprado al venir a este país y que, a pesar de los años, aún mantenía. - Claro, sin problemas. - dije apartándome para dejarle el camino libre.

Inspeccioné la moto, no parecía tener nada raro. Puse el pie en el embrague y arranqué la moto. Aceleré varias veces para escuchar el ruido, parecía seguir siendo todo normal.

-Cuando pierde potencia, ¿se calienta?-le pregunté.

Vi cómo examinaba la moto y spue que estaba en buenas manos, así que no pude alegrarme más. Me hizo una pregunta y yo me quedé pensativa. La última vez que lo había hecho...sí, se había calentado un poco. - De hecho, sí, lo hace. - contesté algo pensativa. Estaba empezando a preocuparme el estado de mi pobre moto.

-Quizá la bujía no tenga un grado óptimo para tu moto, es justo lo que venía a cambiar de mi coche, pero también puede ser cosa del embrague, que te esté patinado por estar demasiado tenso, suele ser lo normal en estas motos.

Miré los kilómetros y parecía haber andado mucho para ser una moto en tan buenas condiciones.

-¿Viajas mucho?-le pregunté.

- Sí, viajo bastante. - contesté. - Desde que me compré la moto, hará unos 5 ó 6 años, ya no recuerdo exactamente, no he dejado de moverme con ella siempre que tenía la portunidad. Se ha convertido en prácticamente el único medio de transporte que utilizo, y ahora que me he venido a este pueblo aún más. Habría lamentado su pérdida, así que te agradezco mucho que hayas hecho este diagnóstico preliminar. - comenté. Luego miré su coche, con curiosidad. Era bastante bonito, y del estilo a los que me gustaban a mí. - Y tú, ¿viajas mucho? - inquirí con curiosidad.

-Si viajo bastante, no duro más de una semana en un lugar-reí.

Apagué la moto.

-Como no se levante esta gente, voy a ir yo mismo a por esas piezas-bromeé-, tengo algunas cosillas que hacer.

- Te entiendo, yo siempre que puedo soy así. Al menos desde que me fui de casa, con 16. Hacía años que no volvía a Inglaterra, y lo cierto era que no lo echaba demasiado en falta. Mi espíritu viajero tenía suficiente con viajar por este país en cuanto me fuera posible, y cada vez que surgía la posibilidad la aprovechaba. Mi trabajo como cazadora, además, ayudaba bastante al hecho de que no tuviera un hogar fijo desde hacía tanto tiempo. - Te agradecería mucho si consiguieras traerles aquí, así me dan una segunda opinión respecto a mi moto. - le dije con una sonrisa de medio lado.

-Igual no hay nadie-reí-, además no tengo prisa y sin mi coche no me iría a ningún lado. ¿Nos sentamos?

Señalé un muro de hormigón que estaba cerca.

- Por supuesto. - afirmé sonriente. Y podía no ser el asiento más cómodo del mundo, pero a falta de algo mejor que hacer decidí sentarme, pues tenía su punto de razón al decir que posiblemente no estuvieran y para esperar de pie, mejor hacerlo sentada y en compañía. - Siempre me pasa lo mismo. - dije una vez que nos sentamos. él me miró extrañada y yo pasé a explicarlo. - Empiezo a socializar con la gente sin siquiera saber su nombre. - comenté con una risita. - Empezaré yo. Soy Amanda. - me presenté alcanzándole la mano una vez sentados en el muro para que me la estrechara.

Todavía no había llegado de la comisaria, aparqué el coche en la parte trasera y pude ver a dos chicos, más bien una chica y un chico.

La chica era bastante mona, algo flaca, pero guapa y el tio estaba increiblemente bueno, lo que atrajo mi interés.

- Hola chicos - dije sonriendo y bajando del coche, con la mochila en la mano - puedo ayudaros en algo?

-Encantado, yo soy Jake-dije estrechando su mano.

De repente apareció un coche y una chica despampanante salió de él. Para mi sorpresa se dirigió enseguida hacia nosotros.

-Si, aquí la señorita está primero-señalé a Amanda-, lo mio puede esperar.

- Muchas gracias, cortés caballero. - dije soltando una risa sin poder evitarlo. Después miré a la chica, que parecía ser quien controlaba el taller. Mejor, porque verdaderamente la necesitaba. - Pues verás, mi moto - dije señalándola con una mano - lleva algo de tiempo haciendo cosas raras, y yo había venido para una revisión, a ver qué demonios le pasa. - expliqué encogiéndome de hombros. De cazar podía saber bastante, pero para mecánica era verdaderamente nula.

- Pasad adentro - dije señalando al taller. Caminé para que me siguieran y abrí la parte del taller para que entraran con la moto.

Dejé el bolso a un lado y me quité la chaqueta que llevaba puesta, me até el cabello en una coleta.

- Bueno veamos que le pasa a esta preciosidad - dije acercándome a la moto - qué clase de ruidos hace?

Seguí su indicación y me levanté del bordillo, yendo hacia donde estaba la moto para llevarla al interior del taller cuya puerta nos había abierto. Pasé, con Jake a mi lado y la planté donde cabía, quedándome yo quieta al lado de la chica. Se preparó para revisarla mientras yo también me quitaba la chaqueta, pues estando en un espacio cerrado no la necesitaba. - Ruidos los normales, o al menos eso creo. No soy demasiado buena en este campo. - me disculpé con una sonrisilla. - Lo que le pasa es que pierde potencia al llevar un rato conduciendo, y me tiene bastante mosca no saber por qué. - expliqué.

Me apoyé en la pared y me mantuve en silencio hasta ver como se desenvolvían las chicas.

Me puse a mirar a moto, de rodillas en el suelo para estar más cómoda.

- Creo que es el muelle del embrague - dije señalando - para este modelo de moto son mejores unos más blandos y estos que tienes son duros, lo que hace que se tensen y baje la potencia

La miré y sonreí

- En principio con cambiarlos a unos blandos bastará - me levanté y cogí algunas herramientas - en un rato lo tendré listo