Exploración (Dean)

Después de pasearme por el pueblo para ver el lugar en el que había decidido asentarme, decidí que tenía que explorar otros ambientes en los que pudiera descubrir a algún cazador dispuesto a ayudarme, pues no tenía que olvidar que el principal propósito que me había traído por aquí era poder acabar mi entrenamiento. Al acabar de comer en un pequeño restaurante que había encontrado, me fui al bar de copas en el que probablemente encontrara más información que simplemente en la calle.
Abrí la puerta del lugar y, al ser por la tarde, empezaba a haber gente aunque no estuviera lleno. Se me quedaron mirando algunos, posiblemente porque no se esperaban que nadie fuera a entrar a esas horas, pero les ignoré y me fui directa a la barra, donde me pedí un whiskey doble y me senté mirando el panorama.

Salí del hotel en dirección al bar. Abrí las puertas, y observe a una chica sentada en la barra. La mire de arriba abajo y sonreí. Me volví hacia Sam, pero recordé que no estaba. Cerré un segundo los ojos y me senté al lado de la chica.

- Lo mismo que ella.

Dije, sonriendo levemente.

Ví como un chico indudablemente atractivo se sentaba a mi lado y pedía lo mismo que yo, y me giré para imitarle y mirarle yo también de arriba a abajo. Era algo mayor que yo, pero no lo suficiente como para quedar fuera de mi alcance. Tenía los ojos verdes, cosa que me llamó inmediatamente la atención por su particularidad. Le sonreí, pícara.
- Soy Amanda - le dije, y le tendí la mano para que me la estrechara.

- Peter.

Le sonreí y tome su mano, luego cogí mi baso y bebí. La mire.

Tenía la impresión de que no había sido sincero con su nombre, pero no dejé que trasluciera. Le sonreí de nuevo y, con la mano libre, pegué un trago a mi vaso. En cuanto lo dejé en la mesa, saqué un cigarro del bolsillo delantero de la chaqueta y lo encendí. Dí una calada lenta, y espiré el humo con la ceja levantada, analizando a mi acompañante.
- Y bien...Peter. ¿Qué te trae por aquí?

- Estoy de paso.

Sonreí y me volví hacia ella.

- y tu??

- Sí, podría decirse que también. Soy nueva en el pueblo, y me he pasado la mañana paseándome. Como ya estaba cansada, he decidido venir por aquí. - comenté algo distraída mientras fumaba rápidamente. Se veía a la legua que no estaba siendo sincero, pero eso me gustaba. Si tenía algo que ocultar posiblemente fuera porque estaba relacionado con lo sobrenatural de algún modo (puede que incluso siendo cazador), y yo estaba dispuesta a descubrir qué era lo que escondía.
- ¿Y a qué te dedicas, Peter?

- Soy financiero en el banco de la ciudad.

Dije mirándola sonriendo.

- Y tu?

- Acabo de terminar la carrera, y aún estoy buscando trabajo. De momento no elimino ninguna opción, pero lo que salga.
Estaba consiguiendo interesarme, algo bastante notable. Normalmente los hombres me aburrían, pero estaba claro que este Peter era distinto.
- ¿Qué haces para divertirte? ¿Venir a bares y hablar con perfectas desconocidas? - pregunté acabándome de un trago la bebida. Pedí otra al camarero, que no tardó en traerla.

Pedí otra al camarero, y reí al escucharla.

- Vaya... Bueno... Si, es una de las cosas que suelo hacer.

- Sí, te pega... - era interesante el chaval, sobre todo descubrir todo lo que escondía, y que me lo estuviera poniendo tan difícil me atraía bastante. Sonreí de medio lado, tanteando el terreno, aunque decidí seguir con la ronda de preguntas tontas hasta que a alguno se le ocurriera algo mejor.
- ¿Qué clase de música te gusta, Peter?

- Por que no dejas de hacerme preguntas tontas, y me preguntas de verdad que es lo que te interesa sabe, Amanda??

Pregunte mirándola fijamente.

Sonreí de medio lado. Lejos de sentirme ofendida me hacía gracia que fuera tan directo.
- Porque me parecía mal empezar directamente por ahí, llámalo cortesía británica - le dije entre risas. - Vale, pasará a preguntarte todo lo que me interesa. A condición de que seas sincero, claro está. Empecemos por el principio, ¿quieres? ¿Cómo te llamas? - la situación había pegado un giro la mar de interesante, y no estaba dispuesta a perdérmelo...

Sonreí y me gire.

- Quieres la verdad?? De acuerdo, pero, pregunta por pregunta.

Sonreí y la mire.

- Me llamo Dean Winchester.

Respondí.

- Eres cazadora??

Algo me decía que si, que ella era una cazadora, pero aun en formación.

- ¡Que viva la sinceridad! - dije bebiendo un gran trago de mi bebida. Sin duda estaba siendo una velada interesante, ya que al parecer había encontrado lo que buscaba sin apenas esfuerzo. - Podría decirse que sí, aunque no exactamente como me imagino que lo serás tú. Dean...me gusta - respondí paladeando su nombre y sonriendo de forma torcida. - ¿Tanto se me nota? - inquirí con fingida inocencia mientras mantenía la sonrisa.

- No mientes mal, pero te pones pesada cuando no consigues lo que quieres.

Sonreí.

- El típico error del novato.

- Gracias por el consejo de experto, supongo. - comenté interesada. Ahora que me fijaba bien parecía tener mucha más experiencia, aunque eso tampoco me imponía en exceso. Prefería seguir jugando al juego de provocación que habíamos comenzado antes de pasar a pedirle lo que realmente quería. Tiempo al tiempo. - ¿Y qué me va a costar beber de esas perlas de sabiduría, oh gran experto? - pregunté burlesca.

Sonreí.

- Oh, muchas, muchas cosas.

Dije sonriendo.

- Antes de nada, te voy a dar un consejo que espero no olvides nunca.

Me volví completamente hacia ella.

- o te fíes de ningún cazador.

- Creo que ese es precisamente el único consejo al respecto que ya conocía, pero gracias de todos modos. Además, es parte de nuestro encanto no ser completamente de fiar. Por ejemplo, ¿en qué te quedarías tú si fueras completamente honesto y tuviera la seguridad de que nunca fueras a ser inesperado? En simplemente un chico guapo con aires de malote. Os da otro toque, que a mí particularmente me encanta. - respondí girándome yo también para verle de frente. Me divertía observar sus reacciones. - ¿Me va a costar muchas cosas? Interesante, Dean, francamente interesante. - dije acercándome un poco y sonriendo de medio lado, como acostumbraba.

Reí ampliamente.

- Oh, no sabía que tenia delante a todo una listilla, que mas cosas sabes??

- Si te lo contara no tendría gracia, ¿no crees? Será mejor que lo averigües tú, si tan interesado estás... - comenté provocativa. Me estaba diviertiendo de verdad con esa conversación...- Sí, bueno, soy un poco listilla. No eres el primero que me lo dice, y seguro que tampoco el último. Supongo que es algo que no puedo evitar. - agregué alzando los hombros y poniendo los ojos en blanco, y después sonriéndole. - ¿Hay mucho trabajo por aquí o te bastas tú solo? - pregunté con interés.

Sonreí y la mire.

- No me vendría mal un poco de ayuda.

Dije, luego mire sus ojos, baje mi mirada por su cuerpo.

- Pero estoy bien solo.

La respuesta que me esperaba de un auténtico cazador, al menos de alguien con quien pudiera contar. Me reí al ver su gesto, pues el disimulo no era uno de sus grandes dones. Negué con la cabeza manteniendo la sonrisa, era demasiado obvio.
- Ya me imaginaba, pero al menos me has dicho lo importante, que en este pueblo no me va a dar tiempo a aburrirme. Gracias por el dato. - le guiñé el ojo y volví a mirarle, aunque sólo a los ojos.

Le sonreí.

- Oh no, no ahí tiempo para aburrirse en esta ciudad.

- Ya veo, ya. Y menos si tú estás en ella, al parecer. - lancé como indirecta casi sin darme cuenta. Pedí una nueva bebida, esta vez un chupito de ginebra. Cuando me lo trajo el camarero brindé por Dean. - Salud. - dije antes de bebérmelo de un trago y relamerme los labios por su sabor. Hacía tiempo que no bebía ginebra, y me hizo sonreír mientras elevaba la cabeza, con una sonrisa en la cara. En cuanto la bajé entrecerré los ojos y le miré, estudiándolo. Realmente era atractivo, y el alcohol me estaba empezando a animar, aunque no lo suficiente como para emborracharme. Me estaban entrando ganas de acercarme más, pero me contuve. Tiempo al tiempo.