Recién llegando [privado]

Apenas había llegado a la ciudad y dejado las cosas en el hotel que ya había salido rápidamente a recorrer las calles de la que sería la nueva ciudad donde iba a comenzar a vivir en ese lugar. Pensaba que no iba a poder estar todo el tiempo en el hotel y que debería de conseguirme una casa, aunque… claro, ¿quién le iba a vender o alquilar una a alguien menor de edad? Y menos si parecía alguien menor de lo que en verdad era… maldita apariencia mía que me hacía parecer adorable y pequeña.

Lo único que estaba haciendo era dar una vuelta por la ciudad y ver qué era lo que me estaba rodeando, lo que pertenecería a mi nueva vida, la que iba a comenzar a partir de aquel momento… Y si iba a hacer lo que tenía pensado, lo mejor sería comenzar a sociabilizar con la gente. Me di la vuelta y le hablé a la primera persona que se me cruzó por delante, una chica.

-Buenas tardes- le dije con una sonrisa, pero rápidamente fruncí el ceño. Muy precipitado… aun creo que no puedo ir así por la calle, pensé, pero ya le había hablado, así que sería mejor continuar para no parecer una loca-. Hace buen tiempo, ¿no?- tachada de loca completamente. ¿Cuánto costaría volver a cambiarme de ciudad?

Sentí que no había sido muy grato para la otra chica que la detuviese para hablar. Definitivamente me había apurado mucho y había hecho las cosas mal. ¿Para qué? Quizá no era un buen momento para comenzar a cambiar y debería de esperar un poco más, aunque yo no quería hacer eso. Mientras que lo hiciese más rápido, sería mejor, a pesar de que sabía que mi vida pasada no la iba a poder dejar atrás ni tampoco la iba a poder cambiar, simplemente taparla con cosas nuevas… cosas nueves y mejores, esperaba.

-Acabo de llegar de Londres, esto no me parece muy común…- había vivido demasiado tiempo allí. De hecho, había vivido toda mi vida en Londres, por lo que no conocía nada más que no fuese Londres y su clima, además de su gente y la forma en la que todo sucedía absolutamente rápido sin que se perdiese un segundo. Aquel también era mi ritmo, nada lento-. Pero los días lluviosos no son algo muy bueno- me encogí de hombros. Aquello no le hacía muy bien a mi cabello y lo sabía, aunque no iba a quitar que la lluvia era igual linda-. ¿Cuesta mucho acostumbrarse al lugar?

So era lo que esperaba, integrarme pronto con los demás definitivamente sería una buena opción para que me acostumbrase más rápido al lugar. Sin embargo, aun estaba el punto de que iba a llegar un momento en el que iba a extrañar a mi familia y quisiese volver quizá con ellos, aunque deseaba que aquello no sucediese. Por lo menos, que ellos viesen a por mi, sería mucho más entretenido.

-Parece que entonces voy por buen camino- le sonreí. Si conocía gente, podría encontrar gente que me agradase, lo que sería algo genial si sólo se necesitaba eso para adaptarme, aunque no solo tenía que ser a las personas, sino al lugar en si, completamente…

Un hombre se acercó a nosotras, saludándonos. Le miré, pero aparté rápidamente la vista para volver a fijarla en la mujer que tenía en frente. ¿Qué debía hacer? Lo que menos quería en ese momento era hablar con hombres, ¿pero podía hacer otra cosa? Creía que no, porque quedaría raro que de la nada me fuese, aunque fuese lo más convenientes.

-Buenas tardes- con que le dijera eso ya era suficiente, volví a mirar a la chica-. ¿Llevas mucho tiempo aquí?- le pregunté encogiéndome de hombros para restarle un poco de importancia a mi pregunta.