Carpas, Tombolas, Atracciones (Todos)

Aquella semana se habia organizado las fiestas de aquel pueblo, carpas llenas de comida, mas tias disponibles de lo que habia podido ver por mi solo, premios, atracciones, aunque siendo sincero lo que mas me gustaba era la segunda parte, tias, quizas podria conseguir que alguna cayera aquella noche.
Pasee por delante de las atracciones topandome, para mi suerte, con una rubia asiliconada de unos 20 años, genial, ya tenia diversion.
No tardo demasiado en lanzarse encima mio, quizas demaisado descarada aun asi, era mejor asi, pocas palabras y mas sexo, quizas tendria que hacerla mi frase.
Me cogio de la mano llevandome entre dos carpas donde no tardo demasiado en subirse su falda mientras con sus manos hacia de las suyas en el interior de mi pantalon. Por suerte los gemidos de aquella humana no se escuchaban lo suficiente como para llamar la atencion de nadie. Cuando acabe lo que llevaba entre manos con aquella humana desapareci ante sus ojos poniendo rumbo a quien sabe donde de aquella feria.

Había vuelto al pueblo después de una larga ausencia, y encima estaban de fiesta. Aparqué mi coche destartalado al lado de la feria, me crucé el bolso y empecé a caminar por la feria, recordando los pocos y buenos momentos que había pasado en este pueblo, me acerqué a un puesto de comida rápida y pedí un refresco de cola, caminé alejándome de las atracciones, era algo que no me gustaba, quizás por mi vértigo. Me sente en una de las mesas de los bares disponibles en la feria y me dedique a mirar a la gente pasear tranquilamente mientras tomaba sorbos de mi refresco.

Sabía que no sería buena idea lo de ir a una fiesta, pero llevaba demasiado tiempo encerrada como para ahora dejarlo de lado. Llegué a la zona de las carpas y me puse a ver si veía a alguien conocido.

Spoiler:

Tras desistir, había bastante gente, decidí ir a coger algo de bebida. No sabía si sería bueno emborracharme, principalmente porque me pasaba la mayor parte del tiempo drogada con las pastillas, pero quería divertirme, sentirme como antes de toda esta mierda, volverme a sentir yo misma. Así que pedí una cerveza en una de las carpas, extrañada por no haber escuchado todavía la incesante voz de Axel en mi cabeza.