Cold desert (Bedisa)

Me rei de ella cuando solto aquellas palabras, aun seguia creiendo que habia sido tan buen novio como pensaba? No solia serle fiel ni a una mosca lo tendria que ser a una de mis primeras novias de verdad? No creo, podria empezar preguntando a una de sus ex mejores amigas veria como no fui tan bueno como creia.

- Bianca te podria contar muchas cosas -le sonrei con malicia-

Parecia que por primera vez se quedaba estupefacta ante mi respuesta, quizas en su tiempo no me habia creido capaz de poner un dedo encima de cualquier tia que no fuera ella, pero, vamos, todos me habian puesto el mote aquel que lo dejaba bien claro, otra cosa es que ella misma se engañara creyendo que era un santo.

Suspiré y puse ojos de cachirro degollado de nuevo, el único modo de que eso me afectara es que sintiera algo por Jake y, sinceramente, yo prácticamente ya no sentía nada, cortesía de Odette. -¿Cómo pudiste?- pregunté, haciendo un poco de mal teatro, antes de reírme de nuevo.

-¿Sabes lo gracioso? Que podías haber tenido sexo sin compromiso y quisiste compromiso- algo había, por mucho que siguiera por detrás de otras, seguro que a ellas no les había hablado de su padre, ni tampoco se las llevaba al claro a decirles que las quería y mucho menos acudía corriendo cuando ellas le llamaba para escuchar sus problemas... durante un tiempo sólo tuve que chasquear los dedos. -Ahora sólo quieres sexo y empiezo a pensar que es lo que no voy a darte- ni yo ni su querida policía, de eso me iba a encargar yo.

No la solte en ningun instante sabia lo muy experta que se habia vuelto para conseguir confundirme, algo que la verdad no le servia de una mirda conmigo, estaba bastante mas que acostumbrado a aquel tipo de juegos, siendo sincero, los empleaba asta yo, creo que mis taticas las conocia mejor que nadie. Baje mi mano y empeze a acariciar aquella zona que tanto le gustaba que tocara, su cara lo demostraba a la perfeccion.

- Tranquila, no pensaba hacerlo contigo he encontrado algunas tias que lo hace mejor, sobretodo me demuestran con creces como les gusta lo que les doy -le sonrei con lascividad-

Segui acariciando aquella zona sintiendo como lentamente iva humedeciedo por segundos, creo que lo que le pedia su cuerpo no era lo mismo que decia, una pena. Me levante apartandome de ella.

- En fin un placer volverte a ver pero lo siento no voy a caer en tus juegos de iniciada en la perversidad-me despedi moviendo la mano- Dale recuerdos a tu encantadora maestra

Asentí y sonreí, no sería ese el día en que le suplicara, de hecho, no recordaba haberlo hecho jamás. -Lo haré, descuida, tu aprovecha para hacerle una última visita a su encantadora policía- quizás podría mantener vivo a mi querido amigo en comisaría y cobrarme el favor que me debía de otro modo, eso o ir matando a todas las tías con las que se acostara Jake, pero eso no era necesario, no le veía utilidad.

Con un ligero movimiento de la mano atraje hacia mi la ropa que Jake me había arrancado minutos antes, la falda estaba intacta, la blusa no tanto, era demasiado bruto a veces. -¿Quieres quedarte la cámara, cielo?- dije fingiendo que no había pasado nada.

No me habia dado cuenta que aun llevaba la camara en mi bolsillo, la cogi y la examine por encima, tenia que acceptar aquello de ella? No, simplemente por joderla cuanto mas mejor. Me di la vuelta con la camara entre mis manos mientras con una sonrisa de oreja a oreja la lanzaba hacia abajo del barranco que habia en el claro. Bedisa se quedo parada ante mi reaccion algo que a mi me provoco una carcajada.

- Creo que no

Volvi a darme la vuelta yendo hacia su coche, seria buen licantropo y me iria corriendo? O no, se me ocurrian cosas mejores. Rompi el cristal del coche metiendo la mano dentro y abriendolo, me meti dentro y tras hacer un apaño consegui que el coche reaccionara y se encendiera para luego meterme directo en la carretera.

Pero que infantil era, me importaba más bien poco que me costara una cámara de fotos, sobre todo cuando yo no tenía ni el más mínimo interés en utilizarla, pero que intentara (porque se iba a quedar en un intento) robarme el coche... no, eso sí que no.

Me concentré en el coche, que se alejaba a toda velocidad por la carretera, con un triunfal perrito al volante, y enseguida comenzó a salir humo del capó, haciendo que el coche se parara lentamente. La puerta del piloto salió despedida hacia los árboles y saqué a Jake de allí con mis propias manos, dejándolo tirado en el suelo y arrodillándome a su lado, negando con la cabeza. -No, no, no Jake. Eso está mal- ¿iba a tener que llamar a su padre para que le diera unos azotes? Porque que se los diera yo ya no era una posibilidad. -Está muy mal. Quizás todavía te creas superior a mi, de hecho cometes el error de creerte superior a todo el mundo, pero si sigues así colmarás mi paciencia y te causaré un tipo de dolor que no te gustará... y no te servirá de nada ser licántropo si lo hago-

Frunci el cejo viendome estirado en la carretera con Bedisa a mi lado de rodillas recordandome que era superior a mi, no lo negaria no tenia sus magicas manos llenas de trucos de magia pero si tenia otras cosas que ella no tenia, aun asi, veia bastante mas claro que acabara yo mal que no ella. Me levante lanzandome encima de ella para hacerle una herida en el hombro mientras sostenia sus manos lo suficiente lejos de mi como para que por lo menos con ellas, no pudiera hacer ninguna de las suyas.

- Creeme me he peleado con bastantes sobrenaturales creo que un problema de mas no me sentara mal aunque prefiero matarte a ti con mis propias manos, asta gozaria haciendolo -me rei-

Sostuve con una de mis manos ambas manos suyas mientras con la otra empezaba a apretar su cuello dejandole unas marcas en el de uñas afiladas, era capaz de controlarme bastante cuando no habia luna llena.
Aquel brillo mas tipico de mi ser que de yo mismo se veia reflejado en mis ojos.

¿Qué se suponía que era eso? ¿Otra demostración de la fuerza del gran hombre lobo? Pues vaya, me lo tenía más que sabido.

Noté como más que hacer presión para ahogarme, simplemente clavaba sus uñas para hacerme sangrar, en otro contexto quizás no me hubiera molestado tanto. Noté como la sangre cálida brotaba de mi heridas, deslizándose por mi cuello y cayendo en la carretera, no iba a dejar que me desangrara ni que me estragulara y no necesitaba ser una bruja para librarme de un tío que estaba encima de mi.

Le golpeé en todas sus queridas partes nobles, las que tanto valoraba y tanto sacaba a pasear, con una de mis rodillas, quitándomelo de encima al instante. Cayó a mi lado, dolorido, creo que hasta a mi me había dolido, pero al fin podía respirar y no notaba el dolor que me producían sus uñas en la piel. -Joder, Jake, que susceptible eres a veces-