Un nuevo dia

Llevo toda la noche mirando todo lo que mi cuñado me dejó antes de morir, y cada dia descubro algo nuevo. no sabia que existieran criaturas extrañas que quieren hacer daño a los humanos. Por culpa de eso, ahora ella y mi hermana están muertos, y yo me hago cargo de su hijo adolescente, aunque él aun no sabe que yo soy su tio. Pero creo que ya es hora de que lo sepa.

Me levanto de la silla y me estiro para desestresarme. Voy al baño y me lavo un poco la cara antes de afeitarme. Cuando acabo, me dirijo hacia la habitación de Mark.

- Buenos dias, Mark. Hora de levantarse.

Me encontraba durmiendo en mi habitacion, cuando Ryan entra y me despierta como cada mañana.

- Buenos dias.- digo estirandome y levantandome de la cama lentamente- Vaya cara tienes, ¿otra vez te has pasado la noche sin dormir?-digo.

Me acerco hasta mi ventana subiendo la persiana y abriendola para que entre aire fresco a la habitacion. Voy hasta el, poniendole mi mano sobre su hombro.

- Deberias descansar mas, alfinal soy yo el que va a tener que cuidar de ti.- sonrio.

El chico me saluda como cada mañana. Verle sonreir me recuerda a mi hermana...y al hijo que un día pude tener. Por eso me esmero tanto en cuidar de él y protegerle todo lo que pueda.

- No te preocupes por mi, Mark. Estoy bien. Solo que tengo mucho trabajo atrasado del museo. Y muy pronto traeran nuevo material y debo clasificarlo antes de que se me acumule todo. ¿Que tal tu con las clases?

Salgo de la habitacion y me dirijo a la cocina, comenzando a preparar algo de desayuno. Saco dos tazas y hago el desayuno para los dos, preparando a la vez tostadas.

- Las clases bien aunque, estoy deseando acabarlos y empezar las vacaciones. Poder salir por ahi tranquilamnente con Sean y conocer gente, ¿tu cuando tines vacaciones?- digo sacando las tazas del microondas y sentandome en la mesa al lado de Ryan para desayunar y empezar el dia como siempre.

Me siento a su lado en la mesa de la cocina y empezamos a desayunar.

- ¿Vacaciones? Yo hace mucho que no se que es eso - sonrio. - Pues la verdad es que no lo se, tengo demasiadas cosas en la cabeza como para permitirme un descanso. Y siempre hay guente que quiere visitar el museo. Pero si quieres podemos ir a algun sitio de vacaciones los tres, tu, Sean y yo. Que aunque ya no sea tan jóven como antes aun se divertirme - bromeo con el chico.

Era el momento de contarselo.

- Mark - le miro de forma seria - hay algo que quería hablar contigo desde hace tiempo, pero no sabía como hacerlo. Es sobre tus padres. ¿Alguna vez te hablaron sobre sus familias?

Sonrio al oir lo de las vacaciones los tres juntos.

- Es cierto, lo bueno de ser adolescente es no tener tantas responsabilidades. Aunque he de decir que el insituto no es facil ni mucho menos.- digo dandole un bocado a la tostada- Las vacaciones los tres juntos me parece buena idea lo hablare con Sean y espero que sea cierto y seas divertido y fiestero.- rio.

Me quedo callado al oir como Ryan me pregunta sobre mis padres y sus familias, mi cara cambia al recordar a mis padres y todo lo que sucedio ese ultimo dia que estube en mi casa.

- No la verdad es que no hablaban mucho de mis abuelos y no recuerdo nada de ellos. ¿Porque me preguntas eso ahora?

- Porque creo que ya es hora de que sepas algo. Una cosa que debí decirte hace mucho tiempo, pero no sabia como hacerlo. Una semana antes a la muerte de tus padres, alguien vino a verme. Hacia mucho tiempo que no la veia, y me alegre mucho de hacerlo. Era tu madre, Mark. Me contó cosas sobre ti y como eras. Yo le pregunté porque me decia todo eso, ya que ella estaba muy triste y no paraba de llorar. Me dijo que no podía explicarmelo y me entregó unos papeles, uno para mi y una carta para ti. Lo que me dio a mi era una autorización, firmada por tus padres, para que tu custodia y tutela pasara a tu familiar más cercano. Se marchó, diciendome que me queria mucho y que sabía que te cuidaría muy bien. No volví a saber de ella hasta que ya fue demasaido tarde. - dije, con voz apenada.

Veo que la cara del jóven cambia a medida que le cuento la verdad.

- Mark...yo...soy tu tio.

Me quedo sorprendido ante lo que Ryan me cuenta, nose que decir ni como reaccionar.

- Mi tio...¿tu eres mi tio?- suspiro mientras paso una de mis manos por mi cabeza hasta llegar a mi cuello- ¿Porque no me lo has contado antes? ¿Porque ahora? No lo entiendo todo iba bien y ahora resulta que soy tu sobrino.

Me levanto de la silla y le doy la espalda nose si quiero seguir hablando con el, me ha mentido durante todo este tiempo, pero entonces recuerdo otra cosa que ha mencionado antes, la carta.

- ¿Y la carta? Quiero leerla.- digo todavia de espaldas.

Mark se levanta, sorpendido y afectado por lo que le acabo de contar. Me da la espalda. Me levanto y le toco el hombro con mi mano, pero se aparta.

- Mark, lo siento mucho, de verdad. Quería contartelo, en serio. Pero no sabía como hacerlo. Yo solo quiero protegerte, es lo que le prometí a tus padres. Sé que debí de decirtelo hace mucho tiempo, pero espero que entiendas porque no lo hice, solo quería que fueras feliz.

Me acerque a uno de los cajones de la mesa y saque una carta. Se la di.

- Toma, aqui está. No la he abierto, ya que no va dirigida a mi.

Cojo la carta esquivando su mirada, aunque este enfadado con el en parte le entiendo, se comporta como mis padres protegiendome de cualquier cosa que ellos piensen que sea mala para mi. Me siento de nuevo en la mesa y abro el sobre que contiene la carta con cuidado, la desdoblo y la miro sin atreverme a leerla. Miro a Ryan que baja la vista y vuelvo a mirar la carta, preparado para leerla.

Querido Mark, si estas leyendo esta carta es que se han cumplido mis mayores temores y tu padre y yo hemos abandonado este mundo. Pero no estaras solo, ahora viviras con tu tio Ryan, que cuidadara de ti y te entregara la carta cuando el lo veo conveniente. No te enfades con el, no es facil cuidar a un adolescente.

Ahora viene lo dificil para mi y lo que te hemos ocultado durante todos estos años. Tu padre y yo eramos cazadores, no cazadores normales, cazamos seres paranormales. Demonios, brujas, fantasmas...Se que te sonara raro e incluso a broma, pero es la verdad Mark. Yo deje de serlo cuando nacistes tu, tu padre no por eso siempre estaba fuera de casa.

Escribo esta carta sabiendo que algo viene a por nosotros, tu padre y yo nunca nos divorciamos, solo te protegiamos a ti. Ahora esos seres le han encontrado y vendran a por nosotros. No habra escapatoria, no para Richard ni para mi. Lo siento, por no haberte contado esto antes, quiero que me perdones y que hagas todo lo posible para ser feliz.

Te quiero hijo. Fmd: Sophie

Cuando termino de leer la carta, comienzo a llorar.

- Tu...¿sabias todo esto?- digo girandome hacia el.

Cuando acaba de leer la carta, Mark empieza a llorar. Me acerco lentamente hacia él y le acaricio cariñosamente la cabeza. Me pongo de rodillas delante de él, cuando me pregunta entre sollozos que si yo sabia esto.

- Si. Tu padre me llamo el mismo día que murieron para que fuera a por ti, para salvarte. Tu no te acuerdas porque estabas algo desorientado, pero al llegar aqui, en la puerta había una caja con muchos papeles, documentos, cintas y otras cosas, todo perteneciente a tus padres. En otra carta me explicaban lo que eran. Entonces decidí usar mi trabajo en el museo para poder averiguar todo lo posible sobre estas criaturas. Solo espero que puedas perdonarme Mark. Yo también les hecho de menos...y sé lo que es perder a tu familia - le digo y giro la cabeza para ver la foto de mi mujer que estaba en una de las estanterias.

Las lágrimas comienzan a caerme por las mejillas.

Cuando me habla y se pone a llorar mirando la foto de una chica. Me levanto de la silla y me pongo a su lado abrazandole.

- Tranquilo Ryan o deberia decir tio.- digo sonriendo y secandome las lagrimas- Juntos saldremos de esto y podremos vengar a mis padres matando a esos seres que acabaron con su vida. Pero todo esto es tan dificil, todo lo que creia que no existia ahora resulta que es real. Necesito que no me ocultes mas cosas, ¿vale?. A partir de ahora quiero que me cuentes todo, y sobretodo aquello que descubras que sea paranormal.- digo dandole la mano para que se levante del suelo.

Miro la fotografia y veo el cariño con que la mira Ryan.

- Ella...¿quien es?- digo sin atreverme a preguntar, he visto esa foto cientos de veces pero ahora me he dado cuenta de que es importante para el.

- Esta bien, no te ocultaré nada más. Pero tienes que entender que tu madre me dejo para que te protegiera, y lo haré, digas lo que digas. Y a veces habrá cosas en las que no podrás ayudarme. No quiero que te pase nada. Eres toda la vida que me queda, Mark.

Le abrazo cariñosamente. Despúes, me pregunta sobre la foto.

- Ella es...era Eva. Mi mujer. La conocí cuando estudiaba en la universidad, y nos vinimos a vivir a esta casa cuando nos licenciamos. Ibamos a tener un bebe...pero ella falleció en un accidente de tráfico hace cinco años. Ojala le hubiese impedido coger el coche.

Cierro el puño con fuerza, sintendome impotente, triste y enfadado.

- Te entiendo de verdad, pero aunque no quieras creo que debo de aprender a ser cazador y juntos seguir haciendo lo que hacian mis padres. Por favor, no me ocultes nada de eso.

Cuando me habla de su mujer, veo como cierra el puño impotente por lo que ocurrio ese dia. Le pongo mi mano sobre la suya y se la aprieto con fuerza.

- Tu no tienes la culpa, no podias hacer nada. Al igual que yo con mis padres, el destino es el destino. Ni tu ni yo podemos cambiarlo.- hago una pausa- Oye, necesito meditar sobre todo lo que he descubierto hoy, ¿vale?. Voy a ver a Sean, tranquilo estare bien y volvere pronto te lo prometo.- digo abrazandole y esperando su respuesta antes de irme de alli.

Me abraza tras consolarme con sus palabras. Le abrazo más fuerte, dejando escapar algunas lágrimas. Cuando se separa de mi dice que necesita meditar y que va a ver a su amigo.

- Está bien. Pero ten mucho cuidado por favor. Y no hagas ninguna tontería.

Cuando va a marcharse le digo.

- Mark...te quiero.

Le sonrio con dulzura cuando se despide de mi diciendo que no haga tonterias, eso siempre me lo repetia mi madre aunque siempre decia que era imposible. Justo cuando voy a cruzar la puerta le oigo que me dice que me quiere, me giro hacia el sonriendo.

- Yo tambien Ryan, pero deja de llorar que si no no podre irme agusto.- digo desde la puerta.

Se limpia las lagrimas y me hace gesto diciendome que esta bien, me despido de el con la mano y cierro la puerta. Me quedo alli parado unos segundo pensando en como contar estas cosas a tu mejor amigo, ya que no puedo ocultarselo o si. Salgo de alli buscando a Sean.