Celebraciones [Mark Storm]

Llego a lo que a partir de ahora me pertenecía, el bar. Había quedado allí con un amigo, pero he llegado un poco antes. Así que enciendo las luces del local y pongo un poco de música de ambiente. Me pongo detrás de la barra, y la toco lentamente, me tendría de acostumbrar.

-Tendría que haberme esperado un poco...-replico para mi mismo.

Llego al bar de copas del pueblo donde mi amigo Brian es el dueño, acaba de empezar y no le vendra mal algo de ayuda los primeros dias para que se vaya acostumbrando al local y la gente del pueblo. Abro la puerto my despacio y entro en el local, en el que ya se encuentra Brian. Le saludo sonriente y me acerco hasta donde se encuentra.

- Bueno, no me imaginaba que tu te fueses a hacer el dueño del bar, pero casi que mejor asi sacare bebida gratis cuando quiera.- digo dandole en la espalda mientras miro a mi al rededor-¿Piensas hacer alguna reforma por aqui? Sabes que para lo que necesites puedes contar conmigo.

Observo que llega Mark, el peculiar personaje que estaba esperando. Él lo sabía todo de mí, o al menos casi todo. Era un buen amigo que me apoya y me ayuda, así que le tengo mucho aprecio.

-Mark!- le digo riendome. Me hacerco a el y lo abrazo, en señal de amistad, después le giro y le doy un besito en la frente.

-Dan ganas de tomarte el pelo, la verdad ·__·- le digo riendome.

Saco la lengua moviendo la cabeza rapidamente y sonrio.

- Que gracioso eres, todo el mundo igual. Como soy el pequeño...- digo riendome, me encanta que me traten asi.

Me gustaba pasar tiempo con Brian, la verdad es que era interesante tener como amigo a un angel y mas aun si esta se ha exiliado a si mismo.

- Lo que no entiendo es como a un angel se le ocurre hacerse dueño de un bar de copas, es algo que no llego a entender. Al igual el porque lo hiciste, volverte mortal quiero decir.

Sonrío con añoranza, mirando el suelo. Lo espachurro entre mis brazos sonriendo, no me gustaba que me viera en este estado. De repente, lo miro con sonrisa malévola y a la vez juguetona.

-A que me ayudaras a llevar a cabo mi autoexilio?-le pregunto yéndome hacia la barra, sirviéndonos un martinis extra secos, con varias aceitunas. - Me apetece ir de caza, a que me llevas a algún sitio chulo y después nos pasamos a tomar algo a mi casa?, eso sí, primero a beber un poquito más!- le digo ofreciéndole el martini, y brindando con él.

Me abraza con tanta fuerza que casi no me deja respirar, intento zafarme de su abrazo. Cuando me suelta suspiro aliviado.

- ¿Que quieres acabar conmigo?- sonrio - Claro que te ayudare lo que nose es como hacerlo, no es facil ayudar a un angel a que se atoexilie. Nose hacerlo.- me acerco a la barra a por mi copa y brindar con el, le doy un trago y continuo hablando- Si lo que quieres de verdad, es ir a cazar a algo deberiamos de dejar de beber por el contrario si lo que quieres es emborracharme, cosa que me parece estupenda sigamos, pero no quiero saber tus intenciones.- digo cogiendo un taburete y sentandome enfrente de el.