Llegando a Townhidden (Libre)

Me bajo del auto, pensativa. En la calle no hay demasiada gente, pero se oye a lo lejos el ruido de las festividades del pueblo. Buscaré un lugar donde quedarme...quizás el motel sea lo más indicado, hasta que encuentre algo un poco más estable. Aún no me convence completamente el venir a establecerme a este pueblo, pero un cambio es un cambio...y lo necesito.
Distraída, me paso las manos por el cabello; es algo que siempre hago cuando algo me preocupa. En este momento, no se muy bien qué. Posiblemente sea la idea de ser nueva en un pueblo del que no me marcharé en dos días o una semana, al término de la cacería. ¿Por qué Townhidden? Quien sabe. Simplemente había abierto un mapa y el nombre me atrapó la vista.
Además, no está nada mal -me dije, mientras miraba a mi alrededor.
Esbocé una sonrisa, me eché la mochila al hombro, y comencé a recorrer la calle principal.

Caminaba sin sentido con el periodico entre las manos necesitaba un empleo ya, el dinero de mis padres no iba a durar eternamente y las casas y las personas no se matienen solas asi que tenía que ponerme a currar, caminada por la calle, cuando caminando por la calle choqué con alguien al doblar una esquina.
-¡Au!-me queje,me había hecho daño al darme con uno de los colgantes de plastico.- Lo siento, ¿Está bien? ¿Se ha hecho daño?, lo siento de verdad-me disculpé con mucha sinceridad.-Si es que soy la topreza personificada.-dije dramatizando un poco, aun que era la verdad era muy propenso a sufrir accidentes extraños.

Seguía caminando por Townhidden, cuando escuché un ruido extraño. Miré hacia arriba inmediatanmente; es un reflejo adquirido en el trabajo. No se veía nada inusual, seguramente el ruido provenía del segundo piso de alguno de los locales. Me encontraba justo antes de doblar la esquina, y no alcancé a bajar los ojos, cuando choque con un chico. Tendría más o menos 18 años.
Se quejó, y luego se disculpó, echándole la culpa a su torpeza.
-Tranquilo, yo tampoco estaba muy atenta- le dije, haciendo un gesto para quitarle importancia. Me recordaba a los chicos que tuve que entrenar para la Excelsis...misma edad, misma forma de tomar un descuido quizás demasiado en serio.
Decidí preguntarle sobre el alojamiento; necesitaba encontrar uno lo más pronto posible.
-¿Eres del pueblo? ¿Sabes donde puedo encontrar un lugar para quedarme? Acabo de llegar, y quiero un lugar temporal mientras busco un departamento para arrendar.

La chica era guapa, de unos ventidos, mas o menos. Me exculpó un poco aunque yo sabía que era un iman para las cosas peligrosas.
-Aun asi lo siento mucho.-dije arrepintiendome de haberla interrumpido en su camino.

La chica realizo una pregunta,yo había nacido lejos del pueblo y había venido hace un año o así y mas o menos si sabía donde podía alejarse.-No, no oy del pueblo pero si se donde te puedes quedar. Hay un pequeño hotel por las afueras del pueblo, dicen que esta muy bien.-Aunque bien pensado igual merecía la pena que le ofreciese la otra posibilidad, hablaría con ella y si la veía de confianza se lo ofrecería.

El chico volvió a disculparse. Se veía un poco inseguro, así que le sonreí.
Me dijo que no era del pueblo, pero que había un hotel en las afueras donde podía quedarme.
-Servirá por ahora-le respondí-Muchas gracias, me ahorraste un buen rato buscando, porque no conozco el pueblo. Dime, ¿hay alguna otra cosa que debiera saber sobre Townhidden? ¿Buenos datos, cosas que debería evitar? Y vaya, no me he presentado…mi nombre es Gabrielle-le dije extendiéndole la mano-Y tú, ¿cómo te llamas?

Le dediqué una sonrisa parecía maja.-De nada pero tengo una idea mejor en mi casa sobran dos habitaciones ¿si quieres quedarte con una?-le ofrecí.-Total has dicho que es temporal y aparte me vendrá bien tener compañía,.-Me ofrecí.

-Que descuidado, Freddie, Freddie Stonem-dije estrechando su mano.

La invitación me tomó por sorpresa. Freddie me ofrecía quedarme en su casa. La hospitalidad así de buenas a primeras no era habitual en estos días.
-Vaya, Freddie-contesté pausadamente-La verdad es que una habitación en una casa me parece bastante mejor que un motel, pero ¿qué dirían tus padres? No creo que vean muy bien el tener una desconocida en casa, ¿o sí?
-Y menos una que trae dos 9 mm y una escopeta en el asiento trasero del auto-pensé.

Puso una cara muy pensativa, ¿que estaría pensado? Le arecería mal la invitación,¿había sido muy atrevido?

Cuándo mencionó a mis padres mi semblante se endureció-No, yo no tengo padres...ambos murieron vivo solo, tranquila si necesitas intimidad la tendrás, lo unico que te digo es que si quieres comer cosas decentes hazlas tu mis dotes culinarios...escasean.-Dije con una sonrisa.

La cara de Freddie se ensombrece; parece que la he cagado con la pregunta, puesto que sus padres están muertos. Sé lo sensible que es ese tema, cuando me hablan de papá me cabreo en un dos por tres y no hay quien me saque una sonrisa por el resto de día.
-Lo siento mucho, Freddie. Si piensas que puedes fiarte de mí y que no voy a robar tu casa o algo parecido,-le digo tirando una broma para despejar el ambiente del tema anterior-acepto tu oferta. Además, modestia aparte, soy una excelente cocinera, o al menos eso dicen mis hermanos y mi ex novio, así que no tendrás que preocuparte más por la comida, que de eso puedo encargarme yo. Así que, alojamiento a cambio de mi buena mano en la cocina, ¿qué te parece?

La dediqué una sonrisa de todas todas ella no se merecía ver caras largas.-Tranquila ya lo he superado solo que...no me gusta acordarme de ellos de esta manera.-expliqué.-¿como no me voy a fiar de ti? tienes pinta de no haber roto un plato en tu vida, seguro que eres una buenaza.-dije riendo.-Acepto tu trato. ¡Se acabo el comer comida precalentada!-dije alzando el puño como un vítore.

Bueno pues vamos caminando a mi casa y me cuentas sobre ti.-le propuse.-Y trae alguna bolsa, no vas a i tu toda cargada y yo con las manos vacias.

Freddie comenta que tengo pinta de no haber roto ni un plato, ¡ja!, si supiera…Me rio para mis adentros recordando la de veces en que les di bronca a los cazadores del Roadhouse que intentaban sobrepasarse con Jo o conmigo… Bueno, y no soy nada de mala en la cacería; lo que me falta de fuerza lo compenso con rapidez y agilidad.
-¿Comida precalentada? Parece que tendré que darle primeros auxilios a tu estómago-digo riendo-Ya me dirás cuál es tu comida favorita, y compraremos lo necesario para prepararla, ¿vale?
Me propone dirigirnos inmediatamente a su casa.
-Mi auto está dos cuadras calle abajo, ¿te parece que vayamos a buscarlo y así nos ahorramos el cargar con los bolsos?

-Rei y agaché la cabeza algo ruborizado, me dava verguena el haber sobrevivido 2 años a base de comida precalentada.-Si vas a cocinar haz lo que te guste despues de todo lo uque he comido, me va a gustar.-dije riendo,.-Si, mi estomago te lo agradecerá mucho-dije poniendo cara de panico ante la comida precocinada.

Me ofrecio ir en coche para no cargar con las bolsas.-Bien, estupendo vamos.

Caminamos hasta mi auto, aparcado frente a una tienda de ropa.
-No es de lo más moderno, pero aprendí a conducir en él, y me encapriché tanto que el dueño me lo regaló. Digamos que es mi...abuelo postizo-le dije, intentando explicar mi relación con Bobby.
Abrí el maletero, eché dentro mi mochila, y le hice una seña a Freddie para que subiera en el asiento del copiloto.
Abrí la puerta, entré, encendí el motor del Chevelle, y prendí la radio. Había logrado ponerle un aparato moderno con un puerto USB para conectar mi iPod; me encanta escuchar música mientras conduzco.
Sin embargo, ahora lo desconecto, y dejo la banda de emisoras. Dudo que a Freddie le guste algo de las canciones que tengo guardadas.
-Busca algo que te guste-le digo, señalándole la radio-Tú me das las instrucciones para llegar a tu casa, ¿ok?

-Un clásico, me gusta-dije mirando el coche de buena gana. El auto tenía solera pero esta bien contal de que me llevase me valía.- Ok. -FUi al asiento del copiloto y me senté vi como desconectaba el iPod, y ponía la radio.-¿Puedo conectar mi iPod?.-Saque el iPod y lo enchufé al reproductor, comenzó a sonar Paramore, con su Preassure.

-Así es, Chevrolet Chevelle SS de los '70-le dije-Me gustan los clásicos, tienen su propio estilo, ¿no crees?
Luego, Freddie conectó su iPod. Paramore. Sabía que le gustaría algo por el estilo. Aunque no es mi tipo habitual de música, no me desagrada para nada; tiene un buen sonido.
-Esa radio debe agradecer que le pongas algo "de moda"-me rio-Normalmente lo que suena aquí dentro es un poco más...antiguo-le señalo el CD de Aerosmith que tengo por ahí encima; uno de mis favoritos.
-Ya que vamos a ser roomies, cuéntame un poco más de ti, si no te importa.

Sonrei tenía un gusto muy bueno para los coches, y luego me di cuenta que para la musica tambien.-¿Bromeas? Me encanta Aerosmith -arranqué el iPod y metí el Cd Aerosmith comnzó a sonar.
Me preguntó que si le podía contar algo mas sobre mi.-Bueno naci en Las Vegas, mi madre murió cuando yo tenía uno o dos años, murio quemada, de una forma algo peculiar, lugo mi padre y yo cambiamos de domicilio, y nada el me estubo criando. Años mas tarde cuando tenía 15 años, el murió asesinado, no se por que o por quien y bueno estoy tratando de veriguar quien lo hizo. Luego me mude aquí y llevo viviendo aqui un par de años, y hoy te he conocido y por fin tengo a alguien en casa que sepa cocinar.-Comenté.-y bueno, ¿Que hay de ti?

Freddie pone mi CD de Aerosmith, y suena Dream On. Adoro esa canción.
Cuando comienza a contarme algo de su historia, arrugo la nariz; me dice que su madre murió quemada "de forma peculiar". ¿Será tan peculiar como estoy pensando? Freddie tiene un aire distinto, quizás...quizás puede que esté en lo correcto. Tendré que investigar, pero por ahora no quiero dar ningún paso en falso y turbar al chico.
Y encima su padre murió hace dos años...así que era huérfano. La vida es dura para todos, en distintas formas.
-Bueno, yo nací en un pueblito de Alabama. Era el segundo matrimonio de mi padre, que era viudo, así que tengo un medio-hermano mayor, Thomas. Luego vengo yo, y mi hermano Ian. Mamá nos abandonó cuando tenía unos...7 años, ¿creo? Se fugó con otro hombre...y ahora vive la vida en Palm Springs-digo con una sonrisa burlona-De ahí me viene una media hermana, Chloé, pero no la conozco mucho...debe ser uno o dos años menor que tú.
Mi padre murió hace algunos años, un accidente en el trabajo-le digo, ocultándole el verdadero motivo con un eufemismo al que ya estaba habituada-Fui a la Universidad, pero no era para mí...lo deje y desde entonces que viajo por aquí y por allá.

Vi como arrugó la nariz cundo le conte mi historia, y sobre todo cuando le conté lo de mi madre, no me sorprendió fue una forma extraña de morir.
Escuché atento su historia, tambien era dura, parece qu de toda la suerte que se repartió por el mundo a nosotros nos toco muy poca. O casi ninguna.
-¿y que estudiabas entonces?

-Medicina. En Yale-digo, mordiéndome los labios-Fue uno de esos impulsos...siempre fui buena en la escuela, y qué diablos...me gusta salvar gente. Pero por una u otra cosa...no era exactamente a lo que quiero dedicar mi vida, ¿sabes?

Había sido el típico intento de alcanzar la normalidad. Ahora mi hermano Ian estaba pasando por algo parecido, dedicándose a los negocios en Los Ángeles. No sé para él, pero para mí, había algo que no encajaba. Nos criaron como cazadores; no es tan simple como decidir alejarse y ya. En cualquier momento ves algún indicio, lo que sea, y sientes la obligación de hacerte cargo...como ahora, con Freddie. No iba a poder quedarme tranquila hasta saber si él era uno de esos niños especiales...

-¿Falta mucho para llegar a tu casa?

Medicina...-dije pensativo, siempre había gustado medicina como carrera para estudiar, y encima en Yale, la que iba a ser mi futura universidad, ya que mi padre pensaba que yo no servía para ser cazador, como el. Y ahora que me daba cuenta había frascos con sangre de demonio en la nevera, esperaba que no tubiese habre, si no, no se que escusa le contaría.
-No es aqui el nº8 gira a la derecha y la cuarta casa.

Giro a la derecha. Llegamos a casa de Freddie, se ve bastante agradable. Estaciono y nos bajamos; creo que podría acostumbrarme a vivir en un lugar así. La diferencia con los moteles de carretera es enorme.

-Última oportunidad de arrepentirte de la invitación-le digo riendo, mientras saco el bolso con mi ropa y algunas armas en el fondo. El resto se queda en el maletero.
Estoy de buen humor. Bonita casa, buena compañía: todo va bien, por el momento.

Bajé del choché y ella insistió en dejar el resto de cosas en el maletero asi que decidí no recoger nada, Fui hasta la entrada y traspasé la verja, Luego abrí la puerta, y dejé que pasase, con el bolso.-Te aseguro que no te vas a arrepentir.

Me dirijí escaleras arriba , a la derecha el baño, al frente la Habitación de invitados a la derecha, una habitación cerrada con llave, vacía, solo con estanterías llenas de informes de cazador de papá y mamá. Delante de esta última puerta una escalera anexada ala buhardilla conducía a mi habitación. Entré en la habitación dl frente la de invitados.-Bien este es tu cuarto ahora está blanco y soso, mientras estes aqui decoralo como quieras, -le ofrecí.

OFF: sigue aquí con el rol