Primeras impresiones

Había aparcado la moto en el motel, y también había dejado el poco equipaje que llevaba, quedándome sólo con lo puesto y un bolso. Decidí ir a dar una vuelta por el pueblo, al que había llegado por habladurías y rumores de que había bastantes cazadores, y como hacía algo de aire me puse una cazadora de cuero, dispuesta a conocer el lugar en el que planeaba quedarme por un tiempo indefinido. Estuve un rato curioseando hasta que me cansé, y sentada en un banco me puse a fumarme un cigarro mientras contemplaba al ambiente que me rodeaba.

-eso va a matarte-dije desde el medio del banco, naturalmente nadie era capaz de sentir mi presencia

Me giré bruscamente hacia quien me había hablado, pero no ví a nadie por ningún sitio.
- ¿He oído una voz o me estoy volviendo loca ya del todo? - dije para mí en voz alta, sorprendida y algo alerta por la probabilidad de que fuera algún enemigo al que tuviera que matar.

decidi aparecer sentada en el banco junto a ella dejando atras un remolino de flores de cerezos
-no te has vuelto loca-dije mirandola

Me quedé mirando a la chica que había aparecido a mi lado tan de repente con las cejas levntadas. Por suerte, nadie en la calle se había dado cuenta de su repentina aparición, aunque yo estaba algo extrañada. Sabía que por el remolino que había dejado no era un demonio, pero tampoco tenía aspecto de ninguna criatura que yo pudiera reconocer. A no ser, claro, que fuera un ángel, con quien no había tenido aún ningún encuentro. Decidí ser cauta.
- Vaya, hola. - saludé sin apagar el cigarro y dándole una calada desafiante.

-vaya al parecer haces caso omiso de lo que se te dice-dije mirandola

- Acostumbro si es algo que me dice un desconocido y que ya sabía de sobra, sí. - respondí con frialdad. No me gustaba que se metieran ni en mi vida ni en mis vicios, aunque supiera de sobra lo perjudiciales que eran.

-oh-dije mientras mi mirada se tornaba sin emocion alguna-entonces harias caso omiso al decirte que el demonio de las sombras te sigue

- No, porque como ya te he dicho antes, sólo ignoro lo que ya sabía de antemano. - contesté con una sonrisa gélida mientras en mi interior se empezaba a asentar la tensión que siempre me producía la perspectiva de tener pronto una nueva misión. Era un subidón de adrenalina mezclado con nervios que me hizo sonreírle sinceramente.
- Bueno, al menos así me aseguraré de tener algo de diversión mientras siga de ese modo... - agregué mientras mi expresión se volvía algo macabra al pensar en lo que podría pasar.

-la oscuridad que llevas en ti no es mas que una fachada, o de verdad piensas que si fueras oscura yo dejaria que caminaras entre nosotros

- ¿De verdad? ¿Estás segura de que no es más que apariencia? ¿Acaso crees que me importa mucho en mis circunstancias vivir o morir? Porque si es así, eres poco eficaz para ser un ángel, cielo. - le comenté con tono jocoso aunque el tema era serio y, por una vez, estaba diciendo la verdad. - Aunque sí que hay algo en lo que has acertado, y es que aunque mi vida me importe más bien poco no así lo hacen las de el resto de personas. Comprendo que ellos quieran vivir y lo acepto, por eso lucho contra quienquiera que se atreva a interferir en ese aspecto. - concedí pensativa.

-ya veo-dijue-pense que era pura fachada pero es mas que eso, ni siquiera eres capaz de aceptarte a ti tmisma que descargas tus culpas asesinando a otros, pues dejame advertirte algo, si llegas a asesinar a alguien en este pueblo que no sea demonio me encargare que viajes por los 6 infiernos

- No te preocupes, no tengo por costumbre asesinar a personas inocentes por mucho que parezca que te empeñes en creerlo. Ese problema no lo tendrás conmigo, te lo aseguro. - respondí mientras me terminaba el cigarro y me sentaba a lo indio sobre el banco para tener menos frío, pues estar parada tanto rato me estaba haciendo sentir escalofríos.
- Y bueno, yo no creo que te equivoques respecto a la idea que te has hecho sobre mí: sé que te equivocas, pero no voy a tratar de convencer a una extraña acerca de cómo soy en realidad, así que me ahorraré el esfuerzo. - dejé caer dando el tema por cerrado.

-oh-dije-no me interesa como sea solo te he advertido, si vuelves a cruzarte en mi camino o a herir a otras personas el infierno sera lo ultimo que te preocupe-dije con una mirada amenzante

- Vale, me aseguraré de no volver a poner un pie delante de tí. Aunque tengo la impresión de que hemos comenzado con bastante mal pie. Mea culpa, he de añadir. - concedí. ¿Te parece que aunque ambas sepamos que no vamos a ser mejores amigas ni nada parecido volvamos a empezar? Porque vamos, no sé ni tu nombre. - dije riéndome. - Lo mínimo, creo yo, es que al menos nos respetemos la una a la otra antes de exponer nuestras diferencias, ¿no crees? - pregunté con voz tranquila.

-soy neliel-dije-esta bien, solo esto alerta ya que muchas personas han concurrido este pueblo ultimamente

- Encantada, Neliel. Yo soy Amanda, aunque eso supongo que ya lo sabrás. - comenté con una sonrisa mientras le tendía la mano para estrechárnosla y así hacer nuestra presentación algo más oficial. - Y gracias por el consejo, lo tendré muy en cuenta de ahora en adelante - contesté cambiando mi semblante a uno serio, porque el tema no era para reírse.

tras estrechar su mano la tome y para mi impresion ocurria algo que no pasaba muy a menudo una vision, aunque solo se veia oscuridad era un premonicion aterradora

Ví su cara de preocupación tras estrecharme la mano y, comoe ra un ángel, supuse que eso no podía significar nada bueno, y menos habiendo sido justo después de mantener contacto directo conmigo. - ¿Pasa algo, Neliel? ¿Por qué has puesto esa cara? - le pregunté peocupada.

-la oscuridad se acerca-dije-y tu eres su objetivo, que tienes que la oscuridad quiere

Eso me dejó con cara de sorpresa, pues no me imaginaba que lo que ella llamaba la oscuridad quisiera algo que yo tuviera, teniendo en cuenta que lo que yo poseía era más bien poco, tanto de forma material como de forma interior, algo relacionado conmigo. - ¿Podrías ser un poco más específica, por favor? - pregunté con el ceño fruncido por la preocupación.

-te suena el nombre de javna-dije mirandola mientras volvia a mi estado de calma

- No, la verdad es que no. ¿Debería? - pregunté aún preocupada. Ella se había calmado, pero siendo un ángel sólo podía ser algo normal en ella. Eso hizo que me preocupara aún más, hasta el punto de que me giré hacia ella completamente y le miré a los ojos para tratar de sonsacarle algo má.

-javna, es un demonio que viene a la tierra cada 1500 años a robar la juventud de las mujeres parar obtener vida eterna, hace 1500 años logre desterrarlo de este mundo usando la mano de fatima, pero antes de irse dijo que tenia una conexion con este mundo ahora me doy cuenta de lo que ocurre

- ¿Estás diciendo que yo soy la conexión con la Tierra de ese tal Javna? - me sonaba bastante surrealista como para creérmelo, pero como desde que había empezado a cazar criaturas sobrenaturales nada había sido lógico precisamente, decidí no apartar la idea tan rápidamente como habría hecho en un principio, y menos si la noticia me la daba un ángel, que no tenían por costumbre mentir, al menos por lo que había oído de ellos.