Sotano Crow's Ink II(Martha Jhonson) [+18]

Llegamos tras una noche de cazería doble. Fantasma/Vampiros, nos dirigimos al sotano, y mientras vamos bajando me quito la chaqueta de cuero....
-Uffffff... Vaya noche... Mira aqui anda el baño, la ropa en ese armario, toallas, y los champús y demás, en donde la ducha....- La indico señalandola la puerta del baño y la de un armario.
-Te importa si me acoplo a la ducha?- Digo quitandome la camiseta y crujiendo los hombros, mostrando mi torso desnudo y tatuado....

Spoiler:

-...También necesito una, y asi aprobechamos....-

-¿Tienes dinero para infinidad de armas, y ordenadores pero no para agua?-río

Me acerco mirando fijamente su tatuaje. Casi como si fuera sola, mi mano va hacia su pecho y acaricia las lineas de su dibujo, y lo hace con un mero roce, algo muy ligero. Empezando por el del hombro, voy bajando por su brazo hasta llegar a la palma de su mano, que acaricio con el pulgar haciendo círculos.

-Creo que iré por toallas y algo de ropa limpia

Me separo y me giro para abrir el armario. Saco una toalla grande para el cuerpo y otra para la cabeza. Elijo unos vaqueros y una camiseta básica y entro al baño.

Comenta lo de las armas y los ordenadores y el agua entre risas, y me rio con ella....
-Que no lo digo yo, lo dicen en todo el mundo, hay que ahorrar...- Empiezo a seguir la broma, pero martha me acaricia el pecho, siguiendo las lineas de mi tatuaje, primero el hombro, y de ahí desliza los dedos en un mero roce pasando por el brazo hasta la palma de mi mano, que acaricia con el pulgar en círculos....
Comenta que irá a por toallas y ropa limpia, voy tras ella a coger una toalla, y luego vamos al baño.
La ducha es bastante amplia y bien iluminada....

Una vez en el baño me acerco a ella....
-Siento lo de antes, de verdad....-
La susurro. -Pero un rostro tan precioso como el tuyo no se demacra por unas manchas de sangre de chupacuellos....- Añado en un susurro mientras salvo la poca distancia que separa nuestros labios, besandola con deseo, contenido desde que estabamos en la iglesia, mientras rodeo su cintura con mi brazo y la aprieto a mi cuerpo....

-Si, supongo. Gastémonos el dinero en una gran ducha, pero que tengamos que usarla de dos en dos.-sonrío

Escucho sus palabras relativamente dulces hacia mi rostro y sin evitarlo me muerdo el labio nerviosa. Y entonces el me besa y me atrae hacia él. Podía sentir cada uno de sus músculos con mi cuerpo. Pero le aparto de un empujón.

-¿Acaso ya no recuerdas lo que dijimos sobre aprovechar que estaba desvalida?

Con un suspiro termino de quitarme la ropa y me meto en la ducha, encendiendo el grifo y dejando que el agua me recorriera, eliminando las manchas de sangre.

-Y si me miras más de lo debido, además te sacaré los ojos.

Me rio con lo que dice de la ducha, Cuando la beso, ella me aparta y me dice que si no recuerdo la conversación de antes...
-Desvalida? Si estuvieses desvalida no habrías podido empujarme asi....- La digo travieso.
Se desnuda y se mete en la ducha, dejando que el agua recorra su cuerpo, tiñiendo el suelo de la ducha de carmesí....
Añade que si la miro de más, me sacrá los ojos.
Me quito lo que me queda de ropa y me meto con ella, poniendome detras de ella.
-Pues para no mirarte más de lo debido tendré que pegarme a tí, en cualquier caso, creo que es un riesgo que merece la pena correr...-
La susurro al oido desde atrás, pegando mi torso a su espalda y pasando un brazo por delante de ella regulo un poco la temperatura para ponerla a temperatura corporal.....

-Claro que estoy desvalida. Me han hecho pupa en la cabeza-hago unos pucheros fingidos- y el vampiro malo intenta aprovecharse de eso...

Noto como se pega a mí y regula el agua de la ducha. Doy un paso para separarme de él, pero eso hace que quede pegada de cara a la pared.

-¿Sabes? me resulta un poco difícil ducharme con alguien pegado a mi espalda. Entiéndeme, no es por tí, es por mí. Que soy un poco quejica.

Me retiro un mechón de pelo que se me había quedado pegado a la cara y le miro por encima del hombro.

-Y ahora es cuando tú te separas y seguimos con la ducha tranquilamente-le guiño un ojo y sonrío.

Sonrio. -Y el vampiro malo te ha curado....- Ella da un paso adelante cuando me pego a ella, pegandose a la pared.
Comenta que la resulta dificil ducharse con alguien a su espalda.
-Pues aprovechate tú y te enjabono la espalda....- La digo pícaro.
Me separo cogiendo una esponja y hechandola jabón.
-Recuerda que me debes una por manchar la tapicería de McFly...-
La digo frotando suavemente la esponja en su espalda, siguiendo su contorno en un masaje sensual...
Deslizando la esponja por los musculos, los homoplatos, los hombros, las lumbares....

Cierro los ojos con un suspiro, que no dura mucho porque me entra la risa cuando menciona a su coche.

-Ah si... pobre McFly. Te costará un tiempo quitar por completo las manchas.

El masaje hacía su efecto, relajándo mis músculos. Hasta ahora no lo había notado, pero aún seguían en tensión y los tenía algo doloridos.

-Creo que a partir de ahí, llego yo sola.

-Si... Gracias a tí....- La digo cuando menciona lo de las manchas... Y succiono y mordisqueo su cuello, pasando la lengua después, puede notar la bolita de mi piercing acariciar la suave piel del cuello....
-No estabas desvalida? Pues dejame que te enjabone como tal....-
La digo travieso aún en su cuello, mientras deslizo la esponja por su trasero y muslos...
Mi otra mano sube por su espalda, siguiendo el masaje hasta debajo de su nuca, sin llegar a la herida, y masajeo su trapecio y hombros....

Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando sus labios entran en contacto con mi cuello. Uno más cuando lo hacen sus dientes. Y un tercero al notar su lengua y el pendiente de ésta.

Sus manos siguen imparables el camino por mi espalda haciendo que se me ericen los pelillos de los brazos.

Y lo peor de todo, esque me tenía pillada. Si seguía afirmando que estaba desvalida, me enjabonaría. Lo que era una mala idea. Pero si decía que no lo estaba se rompería mi amenaza. Lo que tampoco era bueno. En conclusión, estaba jodida.

Finalmente decido girarme y extiendo una mano hacia él.

- No estoy tan malita como para no saber enjabonarme sola. Asique dame la esponja, que yo sigo, tranquilo. No quiero ser una carga para tí.

Sonrio traviesamente cuando extiende su mano hacia mi. La cojo de la muñeca y la doblo el brazo poniendoselo en la espalda, eso hace que se pegue a mi cuerpo, clavando sus pechos en mi torso y su cara a escasos centimetros de la mia...
-Y si digo que no? No eres una carga para mi, te tengo que compensar, y tú a mi, aparte, asi podemos hablar del tatuaje, y rasurarte la zona ahora....-
La digo sensualmente, rozando mis labios con los suyos cuando hablo y mirandola a los ojos....

Forcejeo inútilmente, pues es más fuerte que yo. Mi respiración se acelera con la proximidad y no soy capaz de mantenerle la mirada más tiempo.

Muerdo mi labio inferior nerviosa. No obstante me intento mantener firme.

-Mi hombro está perfectamente para hacer un tatuaje. Pero no sé si puedo decir lo mismo de mi muñeca. Además, no te debo nada. ¿Por qué debería hacerlo? Has destrozado mi camiseta favorita con sangre de vampiro. Y ahora, ¿Crees que me soltarás?

-No era en el hombro, era en el bajo vientre, si no, en el pecho. Es la mejor zona...- La matizo sin movernos ni un milimetro...
-De que estamos hablando?-
La pregunto por si no estamos jugando al mismo juego.
-Yo te he manchado, un punto. Y te he dado un masaje y te voy a tatuar gratis. Tu me has manchado la tapicería de mi coche, aposta y por rencór, como me compensas tú?- La digo pícaro rozando nuestros labios, y pasando la lengua por ellos, acariciandolos con el piercing....

Cierro los ojos al notar su pendiente. Mi cabeza sigue diciéndome que sea fría, pero a mi cuerpo le cuesta cada vez más mantenerse así. Como Islandia, me decía constantemente, fría por fuera, aunque por dentro fuera distinto.

-¿No pegándote?-le pregunto con un susurro, mirándole por fin a los ojos.

Con una sonrisa pícara, muevo mi cuerpo unos centímetros, los únicos que me permitía su mano sujetando la mía en mi espalda, para rozar nuestros cuerpos.

-Porque sabes que no va a pasar nada ¿verdad?

Me hacia gracia y me daba mucho morbo como su boca decía una cosa y el resto de su cuerpo decía otra.....
-Martha, a veces olvidas que soy vampiro, y te veo con otros espectros de luz y te siento con muchos más sentidos....-
La recuerdo de forma muy traviesa, pero sigo su juego....
-El no pegarme no es equiparable a un masaje y a un tattoo... Tendrás que subir la apuesta....-
Paso mis labios por su cuello, abro ligeramente la boca y saco los colmillos para rozarla con ellos de manera morbosa y erótica...
Respondo a lo de que sé que no va a pasar nada con una pregunta...
-Sábes lo que dicen de los vampiros en el sexo?-

-Y ¿cómo me...-un escalofrío me recorre- ...ves?

Se acabó, creia que no podría volver a hablar en un tiempo. Al notar sus colmillos en mi cuello hace que olvide prácticamente todo lo demás. El agua, el estar desnudos y demasiado juntos, incluso la cacería de la noche.

-No vuelvas a hacer eso-digo con un hilo de voz-No sé qué dicen de los vampiros y el sexo, y tampoco voy a subir la apuesta.

-Martha, sabes que nunca te mordería... Ni aunque me lo pidas....-
La digo sincero mirandola a los ojos.
-Qué como te veo? ..... Preciosa. En serio, te capto de formas que no creerías. Noto como bombea y late tú corazón, como expiras un susurro de aire directamente de tús pulmones, noto como el calor de tú cuerpo ruboriza levemente tú rostro y parte del busto, como tú piel se eriza al contacto de mi lengua, como suena cuando muerdes ligeramente tú labio inferiór.... Podría seguir relatandote cada gesto que haces, descrito como lo percibo con cada sentido....-

-Lo sé, confío en tí. Sé que no me harías daño.

Le miro mientras va relatando todas y cada una de las cosas que nota de mí y que obviamente, yo no percibo. Mis sentidos son mucho menos desarrollados que los suyos.

-Caray, no sé cómo no te vuelves loco notando todas esas cosas. Aunque me pregunto... ¿Qué sientes si yo....

Acaricio su pecho con mi mano libre y luego acerco mi nariz a su cuello. De forma deliberadamente lenta, paso mi lengua por él, y luego dejo escapar un suspiro, lo justo para que el aire escape de mis labios y vaya a acariciar su cuello húmedo.

Martha me dice si no me vuelvo loco notando todo eso, y asiento con la cabeza con una sonrisa divertida. Luego me pone a prueba....
-Uffffff....- Un gemido se escapa dulcemente de mis labios, ya solo por su tono de voz y su leve caricia con su suave mano en mi torso, deslizandola por mi musculatura, notando el relieve de sus lineas de la mano....
Acerca su nariz a mi cuello, y noto como respira levemente mientras lo hace, y como se mueve un poco de forma graciosa y adorable; la lentitud con que lo hace, me hace sentir como caen las gotas de la ducha en su piel, y se funden con ella...
Entonces noto su lengua, húmeda, calida mojar mi cuello, sintiendo sus papilas gustativas. Suspira y siento desde sus labios hasta mi cuello un dulce y suave torrente de aire caliente salido de sus pulmones.
Mi sexo responde a esos estimulos, poniendose duro y en erección, desafiante de la gravedad. Mis proporciones son grandes, tanto en longitúd como en grosor. Estoy depilado completamente, y puede ver un piercing de aro en el tronco de mi sexo....
*Glub* Trago saliva sonoramente. -Te vale asi, o te explico lo que he sentido?- Susurro ahogando un jadeo...

Noto como con solo un suave soplido su vello se eriza, y como con una caricia es su sexo quien se endurece. Sin embargo no era sólo su cuerpo el que reaccionaba. Pese a que no quería reconocerlo, sabía que Jhos lo había notado. Como un escalofrío me había recorrido entera al notar su erección.

Curiosa por naturaleza, bajo la mirada para poder obsevarle entero, centrándome en concreto en el aro. Hago una mueca de dolor al imaginar cómo sería hacérselo y luego vuelvo a mirarle. Paso la lengua por su labio inferior, y luego recorro el camino hasta su oreja dándole suaves besos. Una vez en ella me entretengo unos segundos en su lóbulo, acabando con un mordisco, le susurro:

-Explícamelo

Cuando Martha ve mi erección, un escalofrio la recorre, y noto como se endurecen sus pezones, su mirada se centra en mi sexo, y pone una mueca de dolór, me supongo de imaginar como me lo hice. Lame mi labio inferiór y dandome besos, recorre el camino hasta mi oreja, jugetea en mi lobulo y me muerde, susurrando que la explique lo que me ha echo sentir....
-...Mmmmmm..... He notado la humedad y textura de tú lengua mojar sensualmente mi labio inferiór, humedecerlo poco a poco con tú sabrosa saliva templada... Luego he notado la carnosidad de tús calidos labios besar mi piel cerca de la comisura, y humedecerla un poco por tu saliva impregnada en ellos, he notado tres más, de camino a mi oreja, mientras tú respiración me acariciaba, erizandome el vello de la nuca y notando una palpitación en mi sexo. Luego te he notado en mi oreja, tu respiración calida ha embriagado mi oido, y tú lengua a mojado mi lóbulo en unas caricias suaves y morbosas, para luego notar tus dientes, humedecidos por el interiór de tú boca, morder la carne de mi lóbulo...-
La relato en un susurro, buscando su mirada, hablando a su boca, mientras mi mano libre, acaricia con las yemas de los dedos su piel de la cadera, y deslizo la mano, por su lateral, hasta sus costillas, para luego llegar a sus pechos, apenas rozarlos, acariciandoselos sin llegar a tocarla del todo, dejandola en el vilo y el deseo de que lo haga....

Jadeo al notar su mano rozar mi pecho, verdaderamente quería más. Sentía como se me formaba un pequeño nudo en el estómago, producto de los nervios, y cómo mi sexo reaccionaba empezando a humedecerse. Pero mi orgullo me impedía decirle que siguiera, que quería volver a notar sus manos sobre mí, esta vez en su plenitud. Asique, es mi mano libre la que contesta.

Despacio va bajando por su torso, su ombligo hasta llegar a la pelvis. Allí me paro y le miro a los ojos con una sonrisa traviesa. Retiro la mano y llevo mi dedo índice a los labios, y haciéndome la distraida, lo chupo.

Siento una agradable victoria interior cuando noto que parece estar tan agitado como yo. Y quería ayudarle con su excitación... o quizá no.

Bajo la mano de nuevo hasta la pelvis, y una vez allí, recorro el tronco de su pene con el dedo que hacía unos segundos, estaba en mi boca.

-Yo también se jugar a esto... y también podría parar y dejarte con un GRAN problema-le susurro juguetona, remarcando la palabra " gran"