Alimentándome |Libre|

por **Gackt Camui** Sáb Jul 03, 2010 9:12 pm

Las horas habían pasador rápidas desde que había anochecido, por suerte su fiel mayordomo le había conseguido un infante del que poder alimentarse. Había sido simple en su búsqueda, le había dicho que quería un niño de unos seis años aproximadamente, le apetecía algo dulce. Este había utilizado la misma técnica que solían usar los pederastas, de esta manera nadie sospecharía de que su señor se alimentaba de ellos.

Al pobre niño ni siquiera la había dado tiempo a gritar cuando el inmortal clavó sus colmillos en su cuello para desangrarlo. Se encontraban en el cementerio, siempre había visto en ese lugar un atractivo tétrico e, incluso, algo que añoraba, un atisbo de aquellos tiempo en los que sus semejantes eran los señores del mundo. Dejó el cuerpo del niño a un lado, a cargo de su mayordomo que se encargaría de eliminar esas pruebas.

Caminó tranquilo, observando cada una de las tumbas. En cierto modo las tumbas eran un reflejo del amor y del dinero que tenía la familia enterrada y le sorprendió que tumbas bastante modestas estuvieran al lado de enormes tumbas familiares muy adornadas con ángeles y filigranas. Se quedó quieto ante una tumba que llamó su atención, era una tumba sencilla, pero con un casco samurai delicadamente tallado en piedra, sin duda le pareció curioso en esta tierra tan extraña para él.

por julls kaplan Jue Ago 26, 2010 9:36 pm

Mire a mi alrededor con disgusto. Hacia ya mucho tiempo que no me encontraba en este lugar.
Esas verjas de hierro me hacían sentir segura pero no demasiado. Mire al cielo y pude ver la noche tan increíble que hacía.

Penetre en el cementerio con tristeza. La verdad es que no había cambiado mucho desde la ultima vez, había un par de tumbas mas pero no le veía diferencia.
Con las flores favoritas de mi madre en mi mano, llegue a donde ella se encontraba.
Quite las telarañas con la mano y las rosas podridas de la tumba para poder poner las nuevas.

Me senté en el suelo con la esperanza de que ella me hablara pero no iba a ser así.
Algo frío sentí correr por mis mejillas, eran lagrimas de soledad. echaba tanto de menos a mi madre que el dolor no me dejaba ver.

Pude oír unos ruidos que estaban cerca de mi. Me levante del suelo todo lo rápido que pude y saque de mi bolso mi mágnum 586. Apuntando al aire, sin saber que hacer. Solo esperar.

- Sal...-murmuré.- Ven a jugar.

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